Arellano, Navarra. Restauran un mosaico romano de 94 m². de la Villa romana de Las Musas
Foto: Reproducción del aspecto que presenta del mosaico del «oecus», que se está restaurando actualmente. JAVIER SESMA
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Mosaicos de la Villa de Las Musas. REPORTAJE FOTOGRÁFICO
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El Gobierno autoriza obras en la villa romana de Arellano para restaurar un mosaico y reconstruir un muro.
El Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra ha aprobado sendas actuaciones de restauración en la villa romana de Arellano para reconstruir un muro y restaurar un mosaico. El presupuesto asciende a 203.238 euros.
La "Villa de Arellano" es un yacimiento arqueológico de una finca rural romana que estuvo activa entre los siglos I y V d. C. Es conocida también como Villa de las Musas porque en ella se encontró el Mosaico de las Musas que está en Museo Arqueológico Nacional, o del Alto de la Cárcel, por el lugar en que está situada, a unos 6,5 kilómetros al sur de la localidad de Arellano, sobre una de las terrazas formada por los afluentes del río Ega.
Entre 1985 y 2000 se realizaron excavaciones sistemáticas en este yacimiento bajo la dirección de Mª Ángeles Mezquíriz y en la actualidad están al descubierto las ruinas del edificio central, que ocupa 11.000 metros cuadrados. El conjunto está declarado bien de interés cultural.
Mosaico de las Musas.
La primera de las dos intervenciones aprobada ahora por la Dirección General de Patrimonio Cultural consiste en la restauración de la bodega de la villa, afectada por el desplome de su muro oriental y por problemas de conservación en el resto de las estructuras. La obra se ha adjudicado a la empresa Entorno y Vegetación S.A, con un presupuesto de 104.238 euros.
La segunda intervención es una restauración del mosaico del oecus (estancia de respeto que a veces se usaba como comedor) de la villa, descubierto en el año 1996 y que constituye una de las piezas más valiosas en su género encontradas en Navarra. Este mosaico fue objeto de una limpieza en 1998, y entonces se determinó que permaneciera en el mismo lugar, protegido por una cubierta practicable. Sin embargo, se han detectado daños producidos por las fluctuaciones climáticas, por lo que se ha resuelto su restauración y traslado provisional a las dependencias del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra hasta el momento de su reposición en el lugar, cuando se realice el museo que está previsto construir para que el yacimiento sea visitado y conocido por el público.
Fuente: Navarra.es, 11 de marzo de 2005
Enlace: http://www.navarra.es/NR/exeres/747C1EAA-164D-4923-8F4F-
F54C902EB395,frameless.htm?NRMODE=Published
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YACIMIENTO DE ARELLANO
Restauran un mosaico romano de 94 m². La pieza del siglo IV d. C está integrada por más de un millón de teselas y se conserva en torno al 90% de la superficie original. Fue extraído de la Villa de Las Musas en Arellano y trasladado en fragmentos para trabajar sobre él.
La villa romana de las Musas, situada en término de Arellano, comienza a prepararse para la creación del museo de sitio en el que se exhibirán sus piezas más valiosas. Una de ellas, un enorme mosaico de 94 metros cuadrados datado del siglo IV d. C., que además es la único que se conservaba en el lugar, se encuentra en pleno proceso de restauración, una tarea que ha requerido complejos y espectaculares preliminares, ya que la pieza ha debido ser desmontada y trasladada para trabajar sobre ella en un taller. Durante el mes de mayo se ha preparado el mosaico para cortarlo en 98 piezas de algo menos de 1 m² que hiciesen posible su transporte. Una vez en el estudio, el equipo de la empresa Arca, en quien el departamento de Cultura ha confiado para la tarea, devolverá el esplendor al millón de teselas que lo componen y colocará un nuevo soporte para reintegrarlo a su lugar de origen.
En cuatro meses, un equipo compuesto por cinco restauradoras completará meticulosa tarea de levantar y restaurar un mosaico de enormes dimensiones, 94 m², integrado nada menos que por un millón de piezas conocidas como teselas.
Se trata de uno de los tres mosaicos de la denominada Villa de las Musas de Arellano, el mayor de ellos, datado del siglo VI d.C. y el único que todavía permanecía en el lugar original en el que fue descubierto en 1996. Los otros dos han tenido destinos muy diferentes. El bautizado como «mosaico de las Musas», de enorme valor artístico, se conserva en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid, mientras que el tercero de ellos, del que sólo se conserva algo menos de la mitad de la superficie original, está almacenado en unas dependencias pertenecientes a la Institución Príncipe de Viana.
La primera en una década
La restauración de este mosaico, la primera que se ha emprendido en más de una década en Navarra, forma parte del proyecto de creación del llamado museo de sitio, que continuará con la construcción de un edificio que cubrirá las estancias más interesantes de la villa para que puedan ser visitadas mediante un sistema de pasarelas superiores.
Ello permitirá la contemplación de las piezas más valiosas del conjunto, principalmente los dos mosaicos que están en poder del Gobierno de Navarra y la bodega de los siglos I a III d.C. También se instalará una réplica del mosaico de Las Musas para evocar el aspecto original de la villa.
La obra de arte musivario que se está restaurando ahora tras su extracción en el mes de mayo, revestía el suelo de una habitación denominada «oecus», que es el salón donde el señor de la villa realizaba sus actos protocolarios. Tiene forma de «exedra», de rectángulo con un semicírculo adosado. Además de sus imponentes dimensiones, la mayor diferencia con los otros dos de la villa es que se conserva más del 90% de su superficie.
«El valor de los mosaicos aumenta a medida que lo hace la dificultad de ejecución y el mayor mérito artístico se atribuye a las escenas con figuras humanas. Esta pieza está compuesta en su mayor parte por composiciones geométricas, aunque contiene dos emblemas, o escenas con personajes mitológicos», explica Jesús Sesma, jefe de la sección de arqueología del Gobierno foral, que ha supervisado el proyecto.
Los trabajos de restauración ha sido adjudicados a la empresa Arca (Actividades de Restauración y Conservación Arqueológica) por un importe de 99.000 euros. La mayor dificultad de la empresa estribaba en que la pieza completa tenía que ser desmontada para poder comenzar su tratamiento en un taller.
El pasado 2 de mayo un equipo de cinco arqueólogas dirigido por Berta Balduz Azcárate e integrado por Maite Berruezo Zapata, María Victoria Landa San Martín, Ana María Cerdán Remón y Carmen Usúa Saavedra, comenzó el trabajo de campo, en el que también colaboró posteriormente el vecino de Arellano Javier Munárriz.
Desde que se descubrió con motivo de la excavación de 1996, el mosaico, sólo había sido retocado en 1998, año en que se retiró la costra calcárea que lo cubría y se le protegió con una capa textil y otra de plástico y grava.
Trabajos previos
Lo primero que hicieron las restauradoras fue levantar esta cubierta para proceder a una limpieza profunda del mosaico. Después se emprendió un trabajo que se realiza por primera vez y que consiste en colocar un plástico para calcar el dibujo trazo por trazo, de forma que se crea una reproducción a escala real que después facilitará la recolocación del conjunto.
Atención especial requirieron las partes más dañadas. «Los huecos que se abren en el mosaico, llamados lagunas, se cubren con una gasa que se queda adherida para evitar que las piezas se vayan soltando. En el caso de las lagunas más grandes, se rellenan con un mortero de cal de arena que ofrece mayor sujeción y luego resulta muy fácil de retirar », explica Berta Balduz.
El sistema del engasado también se emplea para los restos de pintura que se encuentran en el arranque de las paredes, ya que toda la estancia se hallaba decorada con motivos pictóricos que imitaban la apariencia del mármol. También se ha realizado un molde de la «exedra», la zona ultrasemicircular, en poliuretano, para facilitar la recolocación, ya que no tiene una forma completamente regular.
Después, el 1 de junio comenzó la tarea más delicada. «Es preciso cortar el mosaico en piezas pequeñas de aproximadamente un metro por un metro. Para ello se aprovechan los bordes del dibujo, las divisiones entre las teselas más oscuras y más claras, para que el corte luego no se note. En el caso de los emblemas, se han logrado sacar enteros», explicó Balduz. Finalmente, el conjunto se dividió en 98 fragmentos.
Levantamiento delicado
Esta tarea es posible debido a que los mosaicos llevan una preparación subterránea de medio metro de capas de mortero de distintos grosores, que facilitan la retirada del mosaico junto con la capa que está inmediatamente por debajo con la ayuda de unas espadas metálicas. Previamente se había engasado toda la superficie del mosaico para evitar que se abriera.
En el compás de espera, algunas piezas se fueron almacenando en dependencias municipales de Arellano cedidas por el Ayuntamiento, mientras que el traslado se efectuó en dos días, el 21 y 22 junio hasta el taller donde se realizará la fase final, que aún durará dos meses más.
«Básicamente se aplicarán una serie de productos químicos para consolidar las teselas y ayudar a que se conserven durante más tiempo. Además también se renovarán la capa de mortero que lleva el mosaico por debajo con una nueva de unos 2 centímetros de grosor y se añadirá una estructura llamada plancha de nido de abeja realizada en aluminio, de poco peso y gran resistencia, que facilitará su conservación una vez reintegrado a su lugar», concluye Balduz.
Después y durante algún tiempo, esta pieza única aguardará ya restaurada y completa al viaje que le conducirá a su origen y destino definitivo.
Fuente: R. ARAMENDÍA. ARELLANO. Diario de Navarra.es 3 de julio de 2005
Enlace: http://www.diariodenavarra.es/actualidad/noticia.asp?not=
2005070300570000&dia=20050703&seccion=navarra
6 comentarios
césar -
Julio Pascual Ripa -
Patricia Arellano -
Gracias.
Ramón Lledó Carnicer -
Carmen -
Soledad Garrido -
Hay un dato curioso y es que el Larario se encuentra en la bodega. A mi entender este hecho sería el primer indicio de celebraciones en en este lugar tan comunes en toda la ribera del Ebro.
La Villa de las Musas se dedico posteriormente a la adoración de Mitra y hoy se conservan en ella interesantes restos del Mitreo.