Hallan restos arqueológicos que confirman el pasado vetón de la ciudad de Ávila
Foto: Parte de los hallazgos encontrados en la rehabilitación del convento de los Padres Paúles, en Ávila. / JÓNATHAN MARTÍN
Los descubrimientos han salido a la luz en las obras de remodelación de dos edificios de la Administración regional En Santa Ana han sido encontradas 34 lápidas de los siglos XVII al XIX
Por Sonia Andrino, El Norte de Castilla, 6 de abril de 2005
RESTOS MÁS IMPORTANTES
Convento de los Paúles
Han aparecido una secuencia estratigráfica de 2, 5 metros, bolos graníticos, muros de un edificio imperial, un horno de vidrio romano, pizarras visigodas, materiales de la Edad Media y restos del XVI como la documentación de un aljibe.
Monasterio de Santa Ana
34 lápidas de los siglos XVII al XIX, entre ellas la de una de las criadas de la reina Isabel la Católica.
Las obras que se están realizando en dos edificios dependientes de la Administración regional en Ávila -el antiguo monasterio de Santa Ana y el convento de los Padres Paúles, ambos en la capital- han dejado al descubierto un importante hallazgo arqueológico que ayuda a comprender la historia de la ciudad.
En el convento de los Padres Paúles, donde la Junta ha invertido casi seis millones de euros para acondicionarlo y trasladar hasta allí a 120 funcionarios, se ha llevado a cabo una actuación de cuatro meses. La obra ha consistido en la excavación de más de seiscientos metros cuadrados entre los tres patios del solar, que después serán ocupados por los nuevos edificios.
Según la arqueóloga Soledad Estremera, que ha examinado los restos, lo más significativo es que se ha documentado una secuencia estratigráfica de casi 2,5 metros de potencia que abarca prácticamente toda la historia de la ciudad de Ávila, desde la época indígena, es decir vetona. Este hecho se explica en el descubrimiento de estructuras subterráneas utilizadas como silos, incluso algunos restos de muros y una cantidad «bastante significativa de material» que fija la presencia vetona en la capital entre el año 70 antes de Cristo y el siglo I después de Cristo.
Aunque esta hipótesis de que los pobladores de los castros celtas de Las Cogotas y Ulaca se desplazaran a la ciudad buscando la llanura del Adaja ya se barajó con los hallazgos arqueológicos ubicados en la Plaza del Mercado Grande, estos nuevos yacimientos confirman la presencia vetona en la capital durante la segunda mitad del siglo I antes de Cristo, según informa Europa Press.
De época vetona también han sido encontradas estructuras subterráneas empleadas como silos, posibles hoyos de poste de cabañas, restos de muros y material que revela la presencia indígena en esta zona de la ciudad, muy próxima a la Muralla.
Horno de vidrio romano
Respecto a las obras del convento de los Paúles, han aparecido del periodo romano estructuras bastante dilatadas: bolos graníticos aprovechados como cantera en esa época, muros de un edificio de alto corte imperial o un horno de vidrio que también está datado en los siglos I y II después de Cristo. También han aparecido estructuras más tardías o niveles de corte visigodo como las pizarras con numerales, característica de esa época. También estructuras de la plena y baja Edad Media y una cantidad enorme de material para conocer las cocinas, almacenes de la época, y también otros restos más modernos, del XVI, que corresponden a lo que queda del antiguo palacio de los Águila-Bracamonte, que después fue reaprovechado por el convento de los Paúles. En este periodo la arqueóloga destacó la documentación de un aljibe, probablemente del palacio, colmatado con materiales del siglo XVII que habla del elevado nivel de vida de la familia que habitó el palacio en esa etapa.
Por otra parte, en el monasterio de Santa Ana, las obras están consistiendo en la rehabilitación de una de las capillas para convertirla en auditorio y sala de exposiciones, para lo que se cuenta con un presupuesto de 250.000 euros.
Durante el transcurso de las mismas han sido halladas 34 lápidas de los siglos XVII al XIX que, según el arquitecto responsable, Óscar Alonso, han permitido realizar una «lectura interesante» de la historia del monasterio y la ciudad, porque han tenido mucha relación. Las tumbas presentan un importante estado de desgaste y por ello solo se ha podido leer la mitad. Fruto de ese trabajo se ha descubierto que en ese monasterio está enterrada una de las criadas de la reina Isabel la Católica, o una haya de la Princesa Juana, hija de Isabel de Portugal. El resto pertenecen a las abadesas del monasterio, entre ellas una de las beatas, María Vela, beatificada pocos años después de la canonización de Santa Teresa de Jesús, y algunos aristócratas del XVI o XVII.
La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que visitó ayer las obras, dijo que algunos de estos restos se mantendrán en el lugar en el que aparecieron, pero otros se donarán al Museo de Ávila.
Los descubrimientos han salido a la luz en las obras de remodelación de dos edificios de la Administración regional En Santa Ana han sido encontradas 34 lápidas de los siglos XVII al XIX
Por Sonia Andrino, El Norte de Castilla, 6 de abril de 2005
RESTOS MÁS IMPORTANTES
Convento de los Paúles
Han aparecido una secuencia estratigráfica de 2, 5 metros, bolos graníticos, muros de un edificio imperial, un horno de vidrio romano, pizarras visigodas, materiales de la Edad Media y restos del XVI como la documentación de un aljibe.
Monasterio de Santa Ana
34 lápidas de los siglos XVII al XIX, entre ellas la de una de las criadas de la reina Isabel la Católica.
Las obras que se están realizando en dos edificios dependientes de la Administración regional en Ávila -el antiguo monasterio de Santa Ana y el convento de los Padres Paúles, ambos en la capital- han dejado al descubierto un importante hallazgo arqueológico que ayuda a comprender la historia de la ciudad.
En el convento de los Padres Paúles, donde la Junta ha invertido casi seis millones de euros para acondicionarlo y trasladar hasta allí a 120 funcionarios, se ha llevado a cabo una actuación de cuatro meses. La obra ha consistido en la excavación de más de seiscientos metros cuadrados entre los tres patios del solar, que después serán ocupados por los nuevos edificios.
Según la arqueóloga Soledad Estremera, que ha examinado los restos, lo más significativo es que se ha documentado una secuencia estratigráfica de casi 2,5 metros de potencia que abarca prácticamente toda la historia de la ciudad de Ávila, desde la época indígena, es decir vetona. Este hecho se explica en el descubrimiento de estructuras subterráneas utilizadas como silos, incluso algunos restos de muros y una cantidad «bastante significativa de material» que fija la presencia vetona en la capital entre el año 70 antes de Cristo y el siglo I después de Cristo.
Aunque esta hipótesis de que los pobladores de los castros celtas de Las Cogotas y Ulaca se desplazaran a la ciudad buscando la llanura del Adaja ya se barajó con los hallazgos arqueológicos ubicados en la Plaza del Mercado Grande, estos nuevos yacimientos confirman la presencia vetona en la capital durante la segunda mitad del siglo I antes de Cristo, según informa Europa Press.
De época vetona también han sido encontradas estructuras subterráneas empleadas como silos, posibles hoyos de poste de cabañas, restos de muros y material que revela la presencia indígena en esta zona de la ciudad, muy próxima a la Muralla.
Horno de vidrio romano
Respecto a las obras del convento de los Paúles, han aparecido del periodo romano estructuras bastante dilatadas: bolos graníticos aprovechados como cantera en esa época, muros de un edificio de alto corte imperial o un horno de vidrio que también está datado en los siglos I y II después de Cristo. También han aparecido estructuras más tardías o niveles de corte visigodo como las pizarras con numerales, característica de esa época. También estructuras de la plena y baja Edad Media y una cantidad enorme de material para conocer las cocinas, almacenes de la época, y también otros restos más modernos, del XVI, que corresponden a lo que queda del antiguo palacio de los Águila-Bracamonte, que después fue reaprovechado por el convento de los Paúles. En este periodo la arqueóloga destacó la documentación de un aljibe, probablemente del palacio, colmatado con materiales del siglo XVII que habla del elevado nivel de vida de la familia que habitó el palacio en esa etapa.
Por otra parte, en el monasterio de Santa Ana, las obras están consistiendo en la rehabilitación de una de las capillas para convertirla en auditorio y sala de exposiciones, para lo que se cuenta con un presupuesto de 250.000 euros.
Durante el transcurso de las mismas han sido halladas 34 lápidas de los siglos XVII al XIX que, según el arquitecto responsable, Óscar Alonso, han permitido realizar una «lectura interesante» de la historia del monasterio y la ciudad, porque han tenido mucha relación. Las tumbas presentan un importante estado de desgaste y por ello solo se ha podido leer la mitad. Fruto de ese trabajo se ha descubierto que en ese monasterio está enterrada una de las criadas de la reina Isabel la Católica, o una haya de la Princesa Juana, hija de Isabel de Portugal. El resto pertenecen a las abadesas del monasterio, entre ellas una de las beatas, María Vela, beatificada pocos años después de la canonización de Santa Teresa de Jesús, y algunos aristócratas del XVI o XVII.
La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que visitó ayer las obras, dijo que algunos de estos restos se mantendrán en el lugar en el que aparecieron, pero otros se donarán al Museo de Ávila.
1 comentario
Francisco Borge -
Después: ¿qué significa "edificio de alto corte imperial"?, no será "edificio de alto porte, luego, probablemente imperial"
Nada más. Saludos