Científico español desvela el secreto de los crisoles utilizados por los alquimistas
Los crisoles fabricados en Hesse (Alemania), recipientes utilizados para fundir materias a temperaturas muy elevadas, poseen fama mundial por su extremada resistencia desde que en la Edad Media comenzaran a distribuirse por toda Europa e incluso la América de las colonias.
El secreto para tal resistencia, que los convertía en herramienta esencial para alquimistas en busca de la piedra filosofal, lo ha descubierto ahora el investigador español Marcos Martinón-Torres, profesor de Arqueología Científica en el Instituto de Arqueología del University College London (UCL) y se publica en la revista Nature.
Mullita
El secreto de los crisoles de Hesse es la mullita (Al6Si2O13), un silicato de aluminio sintético que sólo se descubrió y empezó a utilizar industrialmente en el siglo XX, pero que los fabricantes de crisoles alemanes empleaban ya 400 años antes, según muestra Martinón-Torres en un estudio publicado en la revista Nature en el que también han colaborado los investigadores Thilo Rehren del UCL e Ian Freestone de la Universidad de Cardiff.
Marcos Martinón-Torres explicó que la resistencia de estos crisoles a las altas temperaturas y a la corrosión, entre otras ventajas, los convertían en los favoritos para todos aquellos ocupados en fabricar la piedra filosofal, analizar minerales o cualquier otra reacción a altas temperaturas.
«Los crisoles normales se fundían, agrietaban y rompían, porque no eran capaces de resistir los estreses físicoquímicos a que eran sometidos, de modo que los experimentos fracasaban», señala el investigador. «Evidentemente el gremio de fabricantes de crisoles no sabía de la existencia de mullita, pero fueron capaces de elaborar una receta tan simple como perfecta, lo cual explica por qué la mantuvieron constante, y en secreto, durante siglos», continúa Martinón-Torres.
Los investigadores demostraron en anteriores estudios que los crisoles de Hesse se encontraban en localizaciones arqueológicas de todo el mundo que incluían Escandinavia, Europa Central, la Península Ibérica, Reino Unido e incluso la América colonial.
Históricamente se conocen varios intentos de descubrir y replicar «el misterio de los crisoles de Hesse», pero todos han fracasado. Según explicó Martinón-Torres, «durante varios siglos, alquimistas, químicos, ensayadores, alfareros, metalúrgicos y orfebres se han preguntado cuál es el secreto detrás de la calidad excepcional de los crisoles manufacturados en Hesse».
La mullita tiene una resistencia excepcional a estreses térmicos, mecánicos y químicos, y por eso se emplea actualmente en cerámicas avanzadas tales como materiales de construcción, refractarios, materiales ópticos, sistemas de protección térmica e incluso en ingeniería aeronáutica.
Análisis
Este estudio viene a resolver un misterio que ha ocupado tanto a arqueólogos como historiadores de la ciencia durante varias décadas. Asimismo, el descubrimiento es de interés para ingenieros de materiales, que tienen en estos crisoles un ejemplo del empleo de mullita mucho antes de lo que se creía. Entre otras cosas, este estudio demuestra la eficacia del uso de instrumentos analíticos modernos para estudiar restos arqueológicos. En la investigación se empleó un microscopio óptico de barrido con un espectrómetro de energías dispersivas, así como la difracción de rayos X. Estas técnicas no se emplean en estudios arqueológicos con toda la frecuencia que podrían, explica el investigador español.
Fuente: EUROPA PRESS / Hoy.es, 26 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.hoy.es/prensa/20061126/sociedad/
espanol-desvela-secreto-crisoles_20061126.html
(2) Scientists crack ancient crucible recipe
British archaeologists have revealed the secret of the exceptionally heat-resistant crucibles that were exported all over the world from Hesse, now in modern Germany, by the 15th century. Successful Hessian manufacturers of the time were cheerfully unaware of the science behind their internationally renowned mixing vessels. But the secret, we now know, was mullite: a material widely used in modern ceramics, first described in the 20th century.
In the Middle Ages, the centrepiece of any self-respecting alchemists laboratory would have been a Hessian crucible, a pot that could withstand the feverish heating and stirring required to transmute base elements into gold. By the 15th century, says Marcos Martinón-Torres, of University College London, UK, Hessian crucibles dominated the international market, reaching Scandinavia, Britain, Portugal, and even America. In 1755, the Royal Society of Arts organised a special meeting in London to complain about the costs of importing millions of superior Germanic crucibles.
Martinón-Torres team have now analysed Hessian and other crucibles from archaeological sites in Europe and America. Scanning electron microscopy and x-ray diffraction revealed a matrix of mullite needles an aluminium silicate material nowadays used in building materials, for heat-protection systems, and in the lining of aircraft engines.
The mullite probably crystallised from the decomposition of aluminium-rich kaolinite clay at temperatures over 1100°C, as crucibles were fired in the potters kiln, says Martinón-Torres. Mullite is extremely resistant to thermal, chemical and mechanical stresses, and thats what made the crucibles so fit for their functions, he said, pointing out that such strong vessels made possible the early discovery of some chemical elements, such as antimony and bismuth.
Although unaware of the presence of this aluminium silicate in their Hessian crucibles, the producers evidently coined a very successful recipe which explains why it was not modified, or publicised, for centuries, the researchers conclude. Hesse is not uniquely blessed with kaolinite clay, added Martinón-Torres; other nations might have produced the crucibles themselves from readily available raw materials, if they had only been able to obtain the recipe.
Fuente: Richard Van Noorden / Royal Society of Chemistry, 22 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.rsc.org/chemistryworld/News/2006/
November/23110602.asp
Para saber más:
A 16th century lab in a 21st century lab: archaeometric study of the laboratory equipment from Oberstockstall (Kirchberg am Wagram, Austria)By: Marcos Martinón-Torres, Thilo Rehren & Sigrid von Osten
http://antiquity.ac.uk/ProjGall/martinon/
3 comentarios
roberto quipe astulla -
quisiera q me dieran una respuesta
rodolfo -
mi correo es arctico16@hotmail.com
martha quispe -