Álava. Iruña Veleia desentierra jeroglíficos y grafías en latín de la historia de Egipto
Los trozos cerámicos están datados también en el siglo III. Esa escritura de los faraones se había dejado de utilizar en Egipto casi 500 años antes.
El Yacimiento de Iruña-Veleia (Gráfico) © Copyright EL CORREO DIGITAL
En Veleia se mimaba la escritura de jeroglíficos. O, al menos, se dedicaba algo de tiempo a trazar tan complejos símbolos a mano alzada. Pero, sobre todo, se hacía casi 500 años después de que empezara a olvidarse la correcta lectura de esa escritura en su lugar de origen, a orillas del Nilo. Si la pieza del Calvario más antigua del mundo supone un hallazgo colosal no lo es menos los jeroglíficos y grafías en latín sobre hechos históricos de Egipto que se han descubierto de la misma época, el siglo III, en el rico y extenso yacimiento alavés.
Según desvelan algunos expertos en Historia Antigua consultados por este periódico, el descubrimiento de este tipo de signos egipcios en ostrakas alavesas (piezas cerámicas, tablillas y material de desecho) requiere, asimismo, de otra revisión histórica. No tanto por lo que dicen esos símbolos sino porque aparecen cuando ese lenguaje ya hacía mucho tiempo que no se utilizaba en el país de origen de esa singular forma de escribir.
Los primeros jeroglíficos que se conocen están datados en el periodo arcaico, entre los años 3100 y 2686 antes de Cristo. Siglos más tarde la escritura jeroglífica se compagina con la hiératica, de trazado más curvo y que facilitaba una forma de escribir mucho más rápida. Estas fórmulas coexisten hasta la Época Baja, entre los años 664 y 332 antes de Cristo.
No obstante, con la llegada de Alejandro Magno y la posterior dominación romana en las orillas del Nilo empieza a imponerse la escritura demótica -con trazos aún más curvos que la hierática y con un significado diferente, se crea un idioma distinto-. En la época bizantina, del siglo IV al VII después de Cristo, el país de las pirámides utiliza ya de forma generalizada el idioma copto; es decir, el lenguaje egipcio escrito con carácteres griegos.
En Iruña Veleia, a miles de kilómetros del Nilo, los expertos no salen de su asombro. Y es que han encontrado jeroglíficos sencillos de la época más antigua, pero casi medio milenio después de que se dejará de utilizar en el misterioso país de los faraones. Los carácteres habituales en las tumbas de los reyes de diferentes dinastías egipcias, de pronto, aparecen reflejadas en piezas cerámicas encontradas a miles de kilómetros del Nilo. Pero también lejos de urbes romanas en la Península ibérica mucho más populosas e importantes como Tarraco.
Las hipótesis que se barajan son amplias. Veleia, una ciudad romana que pudo albergar en su época de máximo esplendor entre 5.000 y 10.000 habitantes, contaba con la relevancia suficiente para albergar residentes ilustres y con conocimientos de todo tipo. De hecho, según apunta el equipo de arqueólogos del yacimiento alavés, en la época flavia, Iruña Veleia vive su momento de mayor auge. Algunas de las domus se rehacen completamente y se edifican con mayor porte. Tanto que los historiadores no descartan nuevos hallazgos en el futuro. No en vano, sólo se han excavado zonas concretas del extenso yacimiento y aún quedan por descubrir, según manifestó ayer Gil se intentará este verano, recuperar las zonas públicas (teatros, termas) que se elevaron en las inmediaciones de Víllodas.
Fuente: Garikoitz Montañés, Vitoria / Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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2006/06/08/sociedad/alava/d08ala6.374524.php
Descubren en Álava la representación más antigua del mundo de la crucifixión de Jesús
Avala la llegada del cristianismo a Álava dos siglos antes de lo que se pensaba
Iruña Veleia figura entre los yacimientos más importantes de la época romana
El origen del cristianismo en Álava acaba de encontrar una pieza clave para desentrañar su extenso mosaico. El yacimiento de Iruña Veleia ha desvelado un conjunto epigráfico en el que, entre otras valiosas piezas, se encuentra la representación del Calvario -la muerte en la crucifixión de Jesucristo junto a los dos ladrones y, a su pies, dos figuras que pueden ser la Virgen y San Juan- más antigua del mundo. De trazo sencillo, sin demasiado detalle, la representación de la muerte de Jesús en la cruz supone un hallazgo extraordinario tanto por el lugar en el que se ha descubierto como por la cronología que han revelado las diferentes pruebas del carbono 14 y las detecciones de un acelerador de partículas a las que se ha sometido a este trozo de cerámica.
El dibujo del Calvario hallado en Veleia, del siglo III después de Cristo, se ha convertido en principio en la representación más antigua del mundo de una escena de la vida de Jesús. No existe ninguna otra representación gráfica de la muerte del Hijo de Dios tan temprana. Cualquier alusión a la escena de la crucifixión que se produjo en el monte Calvario, tanto en pinturas, como en cerámicas, es bastante posterior al siglo III después de Cristo.
revisión de la historia Pero, no sólo esa representación desenterrada en Iruña Veleia tiene importancia por su cronología. Además, exigirá una revisión histórica de las hipótesis que se mantenían hasta ahora sobre el origen del cristianismo en Álava.
En principio, los diferentes expertos barajaban que la introducción de la fe en Jesús se produjo de forma tardía, en el medievo. Sin embargo, la aparición de un detalle como el Calvario revela que ya existían seguidores de esa doctrina cristiana mucho antes de lo sospechado.
De hecho, la cristianización de Álava (una parte recóndita del Imperio Romano) se debió producir, a tenor de esta pieza, muy poco después de la muerte de Cristo -apenas 200 años más tarde- y pese a las dificultades que tenían sus seguidores para propagar su fe.
De este modo, sin sospecharlo siquiera, el yacimiento de Iruña Veleia acaba de adelantar el reloj del tiempo de inicio del cristianismo en Euskadi. Los dioses paganos de Roma quedaban desterrados por el culto a un único Dios ya en el siglo III y no 200 años más tarde como apuntaban los datos arqueológicos obtenidos en diferentes puntos del territorio hasta la fecha.
En el Obispado de Vitoria declinaron ayer realizar cualquier valoración sobre estos hallazgos arqueólogicos descubiertos en un yacimiento situado a escasos diez kilómetros de la capital alavesa. Fuentes de la Diócesis aseguraron que conocían ya de antemano la aparición de esta pieza y su significado. Sin embargo, eludieron pronunciarse sobre la revisión histórica que se plantea a partir de ahora y cuál es, a su juicio, el valor que otorgan al preciado hallazgo.
De cualquier modo, el equipo de arqueólogos que ofrecerá más detalles hoy sobre este descubrimiento también contará con la presencia de un representante del Obispado, que seguirá atentamente todas las explicaciones y valoraciones que efectuén los historiadores, según manifestaron ayer desde la sede episcopal.
Fuente: Begoña Apellániz, Vitoria / Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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2006/06/08/sociedad/alava/d08ala6.374526.php
Los laboratorios de Toulousse y Groningen certifican la validez y la cronología de la pieza
La ostraka ha sido sometida a la prueba del carbono 14 en Francia y en Holanda
La validez de esa representación iconográfica única en el mundo hallada en la ciudad romano alavesa de Veleia cuenta con los mejores avales. Dos laboratorios extranjeros sometieron a la pieza a diferentes pruebas de carbono 14 y de aceleración de particulas para certificar con rotundidad las sospechas iniciales. Y en efecto, el material enviado desde Iruña Veleia se ha confirmado con una edad superior a los 1.700 años de antigüedad y le sitúa en pleno siglo III después de Cristo.
La certificación de esa pieza del Calvario se constató en primer lugar en la Universidad de Groningen (Holanda). Allí se sometió a la pieza al carbono 14, al igual que todos los "restos óseos y de madera carbonizada" que se suelen encontrar en los yacimientos arqueólogicos de cierto valor, según apuntó ayer el director de la excavación alavesa, Eliseo Gil. En principio, a la prueba del carbono 14 se someten todos aquellos materiales que cuentan con un soporte orgánico.
Sin embargo, esas piezas también han superado la prueba de un acelerador de partículas, que certifica la antigüedad de la pieza así como del trazado que se haya impreso en la misma. En este sentido, los materiales han sido enviados al centro de isótopos de la Universidad de Toulousse, ubicada en Francia.
Con todo, con determinados elementos, tal y como recalcó ayer Eliseo Gil, los materiales requieren de intervenciones mucho más específicas y que sean sometidas al análisis de especialistas. En Toulousse también se han refrendado todas las hipótesis y los expertos han significado que la pieza data del siglo III y que su trazado también se corresponde con esa misma época. "A veces se requieren analíticas mucho más precisas, a la carta", explicó ayer Gil, como metodología de trabajo que se sigue tras encontrar esos hallazgos en la excavación.
Según manifestó el director del yacimiento alavés en la Comisión de Cultura de las Juntas Generales de Álava, "todo lo que no sea tierra se procesa. Estudiamos todo como si fuera una escena de un crimen". Esta fórmula de trabajo, a juicio de Gil, supone la única forma de no pasar nada por alto y que, por pequeña que sea la pieza, sea anotada y aporte un detalle o alguna información en el conjunto de los hallazgos que se descubran a lo largo de las labores de excavación. No obstante, en cuanto obtienen algún material que pueda ser susceptible de aportar alguna información relevante, se envían a los laboratorios.
Fuente: Begoña Apellániz, Vitoria / Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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2006/06/08/sociedad/alava/d08ala6.374527.php
Huellas sagradas
Los restos arqueológicos más antiguos del cristianismo en Álava se remontaban hasta hace poco al siglo V. De esa época, en Salinillas de Buradón -a 38 kilómetros de Vitoria y a tan sólo 8 de la localidad riojana de Haro-, se descubrió hace años un templo paleocristiano. Asimismo, Iruña Veleia también ofreció hace años una "lucerna prácticamente completa de Sigillata Africana de producción tunecina, decorada a molde, con la representación de un crismón en el discus "de esa misma época. Además, según señala la obra La Romanización "hay dos grafitos con sendos crismones" (monagrama del nombre de Cristo con las letars X y P, principalmente).
Los expertos deducían entonces que en la época tardorromana existía, al menos, una comunidad parroquial firmemente asentada. Sin embargo, la hipótesis que abogaba porque la doctrina de Jesús se instaló en el territorio de forma lenta y tardía se ha demolido con los últimos descubrimientos revelados por el yacimiento de Iruña Veleia.
El conjunto epigráfico recuperado en Iruña Veleia apunta a que ya en el siglo III; es decir, 200 años antes de lo previsto, existían seguidores del cristianismo en Álava. Los hallazgos de este yacimiento alavés han sido rotundos. Imágenes que detallan el Calvario dan idea de que en esa época, con los cristianos sometidos a una feroz persecución, ya se rendía culto a Jesús.
Todas esas piezas cerámicas, dignas de estudio, a buen seguro harán reescribir la Historia del cristianismo en Álava. ¿Había cristianos en el territorio, en una ciudad bajo mando romano y en una época donde los seguidores de Jesús sufrían martirio en la arena de los circos o de otras maneras igual de crueles? ¿Hasta qué punto se toleraba el cristianismo lejos de Roma? ¿Cuál es el valor que tienen esa iconografías si se tiene en cuenta que las primeras imágenes, veneradas en el Vaticano son varios siglos posteriores a estas piezas de una simplicidad extraordinaria? Buena parte de esas incógnitas podrán ser despejadas después de los oportunos estudios. Pero lo que deja claro es que el cristianismo se implantó con gran rapidez en Álava. Sin que pasarán 300 años de la muerte de Jesús en la cruz ya había en el territorio devotos de la nueva fe. Una devoción que en siglos posteriores se haría todavía más patente con los hallazgos y piezas que se exhiben tanto en el Museo Diocesano de Arte Sacro de la Catedral Nueva como en el Museo de Arqueología alavés.
Templos y Eremitas
Construcciones más antiguas
En principio, el templo paleocristiano de Salinillas de Buradón ostentaba hasta la fecha el mérito de ser el hallazgo más antiguo del cristianismo en Álava. De hecho, es el templo más antiguo que se conoce en el País Vasco. Descubierto en una prospección antes de iniciar el trazado de la nueva carretera, la construcción cristiana contaba incluso con una pila bautismal. La zona tenía unas dimensiones de alrededor de 80 metros cuadrados. Con el paso de los siglos se añadió a la construcción una cabecera adicional (siglos IX-X) y se traslada el altar a esa edificación nueva.
Otro de los lugares de culto más emblemáticos del territorio se encuentra en Faido (Peñacerrada). La ermita de origen medieval de Nuestra Señora de la Peña, declarado monumento del patrimonio cultural vasco, tiene la singularidad de que está excavada en la roca y se convirtió hace siglos en el refugio de eremitas.
De las piezas excepcionales del Museo Diocesano de Arte Sacro detaca también la lápida de Bolívar, donde la inscripción hace referencia a Albaro, Obispo de Veleia y Armentia. Esta piedra data del siglo IX, en una época donde la invasión musulmana del valle del Ebro obligó a la huida del Obispado de Calahorra a otras zonas donde no hubiera esa presencia permanente de la media luna.
De hace más de un milenio datan las celosías mayor y menor de Obécuri. En ese mismo lugar se ha hallado también un altar, con el lugar señalado (un agujero en la piedra) para colocar las reliquias. Asimismo, en las salas 1 y 2 del museo se encuentran otros elementos del mundo funerario (estelas, sepulturas), mobiliario religioso (altares) y elementos arquitectónicos donde existe una labor escultórica (capiteles, ventanales, portadas, canecillos, ménsulas). Además, guarda en su interior los restos de construcciones o piezas de carácter cristiano de Kripan (siglo X-XIII) u Otazu (siglo XIII-XV), entre otras.
Detalles del pasado que, no obstante, requieren con los últimos descubrimientos de Iruña Veleia de una revisión profunda. Y es que el cristianismo en Álava ha envejecido, de repente, más de dos siglos.
Fuente: Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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Grafittis penados con la muerte
El simple trazado de la cruz en el siglo III d.C., más todavía un dibujo explícito como la representación del Calvario, podía conllevar al pintor ocasional la pena máxima: la muerte más cruel. Por eso, la representación gráfica encontrada en Iruña Veleia cuenta con una serie de matices dignos de la mejor novela histórica o de una película hollywoodiense como Quo Vadis? . No en vano, esos trazos sencillos, pero comprensibles más de 1.700 años después, fueron fijados en una época donde los emperadores de Roma decretaban las persecuciones y muertes de los adoradores de la nueva fe del cristianismo.
Así, por ejemplo, en enero de 259 (siglo III) se conocen datos de que sufrieron martirio en Tarragona el obispo Fructuoso y los diáconos Augurio y Eulogio. Su muerte fue decretada después de la persecución ordenada por el emperador Valeriano en el año 257.
No fueron los únicos, sin embargo, en pagar caro su desprecio por los dioses romanos. Otros relatos de la misma época (año 289) describen el martirio de Emeterio y Celedonio, que fueron asesinados en Calahorra y ambos eran centuriones de una unidad militar asentada en la zona.
Los libros de historia relatan otros ejemplos crueles en la Hispania romana. En todos ellos se apunta que en los reinados de Decio y Valeriano (entre los años 249 y 260 d.C.) se ordenaba a todos los adultos a que hicieran ofrendas al emperador como símbolo de sumisión. Aquellos que no cumplían esa orden y que se negaban a venerar a los dioses romanos eran sometidos al peor de los castigos y de la forma más cruel: la crucifixión, la muerte en la arena del circo o la tortura.
Tras ese periodo, la comunidad cristiana empezó a vivir un período de calma relativa. Pero con Diocleciano (año 284) volvió de nuevo una época de terror para el cristianismo. Una persecución que, en Iruña Veleia, quizá obligó a mantener ese culto en secreto, en las casas de los nobles, de puertas para adentro y sin exponerse a las iras que pudieran producirse desde el poder, a miles de kilómetros, en Roma.
Fuente: Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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El director del yacimiento apuesta por un modelo de gestión anglosajón
Vindolanda. Ése es el yacimiento modelo. El director de las excavaciones de Iruña Veleia, Eliseo Gil, señaló ayer en la Comisión de Cultura de las Juntas Generales de Álava que el modelo de gestión de una excavación que promete situarse entre la elite de yacimientos en época romana debería contar con un modelo de gestión anglosajón; es decir, con mayor implicación institucional y también con patrocinadores de carácter privado. "En Vindolanda cuentan con apoyo del Ministerio de Cultura inglés y también con la colaboración económica que aportan supermercados o empresas privadas", significó el arqueólogo alavés.
De hecho, la inyección económica en los próximos años serviría, a su juicio, para potenciar y mejorar el estudio sobre el terreno de los materiales que desvele este yacimiento, así como para difundirlos y ponerlos en valor para el resto de la sociedad. En este sentido, Gil aludió a la gestión que realizan de este tipo de exposición al público en Cataluña.
"No se me ocurre un ejemplo más adecuado que Álava para poner en marcha una idea que se explota en Cataluña como el territorio-museo. Aquí, a una distancia de 40 kilómetros, puedes encontrar diferentes realidades y de cronologías distintas de nuestro pasado. Eso contribuiría a fidelizar al turista y a prolongar su estancia", argumentó.
Según el responsable del yacimiento alavés, Iruña Veleia es "algo excepcional". Sin embargo, mantuvo que el trabajo de campo apenas es una décima parte de la labor que se realiza. De este modo, solicitó mejores infraestructuras en el oppidum , así como más inversiones para afrontar en el futuro otras prospecciones en la zona.
Fuente: Fuente: Begoña Apellániz, Vitoria / Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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Eliseo Gil destaca el apoyo de Euskotren, que ha aportado el 90% de la financiación del proyecto
El convenio con la empresa pública se inició en 2001 y su duración concluye en 2011
Cada año 360.000 euros. Aproximadamente ésa es la cantidad que Euskotren otorga anualmente al yacimiento alavés de Iruña Veleia para proseguir con sus labores de excavación, estudio de los materiales y prospecciones sobre el terreno durante todo el año. Los 17 componentes del equipo de arqueólogos que trabajan durante todos los meses en esa excavación cuentan, básicamente, con un único patrocinador, según apuntó ayer en las Juntas Generales de Álava Eliseo Gil. "El 90% de la financiación con la que contamos proviene de Euskotren. Luego contamos con la colaboración de la Diputación alavesa, sobre todo, en materia de difusión, así como de la Obra Social de Caja Vital", detalló el responsable del yacimiento.
En este sentido, Gil apuntó que "la implicación de Euskotren en el proyecto ha sido fundamental. Sin ellos no se hubiera puesto en marcha esta experiencia".
Euskotren firmó el convenio por una década en 2001, sin embargo, no es suficiente. La envergadura de la excavación y los materiales que se empiezan a revelar requieren de más medios económicos y de colaboración en un futuro.
"Lo deseable, si tuviéramos los medios, sería aumentar el ritmo de trabajo. Estaríamos dispuestos a tener una mayor incidencia en el trabajo de campo y de investigación si lográsemos contar con una mayor colaboración institucional", defendió Gil durante su comparencencia en las Juntas Generales de Álava.
Fuente: Fuente: Begoña Apellániz, Vitoria / Noticias de Álava, 8 de junio de 2006
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2006/06/08/sociedad/alava/d08ala11.374657.php
Vitoria. Los restos hallados en el yacimiento de Iruña incluyen un calvario en piedra del siglo III
Arqueólogos y egiptólogos desvelarán hoy los detalles del conjunto epigráfico, de los más importantes del mundo romano
EL YACIMIENTO
Primeras noticias: Diego de Salvatierra hablaba de él en el s. XVI.
1866: La Comisión de Monumentos de Álava de la Diputación halló restos de mosaicos.
1900: Jaime de Verátegui lideró una excavación más intensa.
1949-1954: El profesor Nieto Gallo hace varias campañas y publica un estudio sobre el oppidum.
1975: Juan Carlos Elorza excavó el entorno de la muralla.
1982-83: Eliseo Gil y otros arqueólogos se interesan en Veleia.
Los restos arqueológicos del siglo III hallados en el yacimiento romano de Iruña-Veleia, ubicado muy cerca de la localidad alavesa de Nanclares de Oca, incluyen un calvario tallado en piedra que representa el monte Gólgota, donde fue crucificado Jesucristo, su cruz y la de los dos ladrones que murieron con él. Ésta es una de las piezas del conjunto epigráfico que hoy se dará a conocer y que ya ha sido calificado por sus descubridores como «uno de los más importantes del mundo romano». Arqueólogos e historiadores aseguran que la temática de estos textos los convierte en «únicos» en relación con otros documentos hallados procedentes de Pompeya o Vindolanda (Gran Bretaña).
El director de las excavaciones, Eliseo Gil, llegó a asegurar ayer que el material de Iruña-Veleia «va a cambiar los libros de Historia», pero rehusó aclarar por qué y optó por mantener en vilo un día más a la comunidad científica y a los amantes del pasado. Sin embargo, expertos consultados por este periódico apuntan a que la «excepcionalidad» de este hallazgo reside en las inscripciones paleocristianas o del cristianismo primitivo -anterior al año 313, cuando el emperador Constantino lo declaró religión oficial- encontradas.
Hasta la fecha, se tiene constancia de que la doctrina de Jesús ya estaba arraigada en Álava en los siglos V y VI. De esas fechas datan las cuevas convertidas en iglesias de Faido y Valdegovía. Pero además, en el propio yacimiento de Iruña-Veleia se localizó hace tiempo un crismón, una alegoría del nombre de Cristo a partir de letras griegas, de la cuarta centuria. La aparición de elementos cristianos un siglo más antiguos demostraría que el País Vasco alojaba a seguidores de Jesús mucho antes de lo que pensaban los estudiosos.
Gil indicó que su equipo ha tenido «sumo cuidado» a la hora de autentificar las muestras. De hecho, ha tardado casi un año en hacer público el descubrimiento, ya que antes las piezas han pasado por las manos de expertos mundiales, entre ellos los del centro de isotopos de la Universidad de Groningen (Holanda) y de los laboratorios de arquitectura de la de Toulouse (Francia).
Nuevo centro de acogida
El yacimiento de Iruña-Veleia es propiedad de la Diputación alavesa, pero los trabajos de investigación son financiados desde 2002 por la sociedad pública Euskotren. Representantes de ambas entidades informarán hoy del alcance de los descubrimientos junto a historiadores, arqueólogos y una experta en egiptología.
Convencido de la «gran proyección» de los asentamientos prerromanos y romanos de este rincón alavés, el director de las excavaciones, Eliseo Gil, pidió ayer apoyo a las Juntas Generales para mejorar las instalaciones. El yacimiento, que ha multiplicado por cuatro las visitas, carece de servicios básicos como la luz y el agua y dispone de una casa de exposiciones que ha quedado obsoleta, explicó.«Es necesario un nuevo centro de interpretación y de estudio», pidió Gil, quien recordó que se tiene constancia de la existencia de este importante yacimiento desde el sig0lo XVI.
Fuente: R. CANCHO / Diario Vasco, 8 de junio de 2006
Enlace: http://www.diariovasco.com/pg060608/prensa/noticias/
Cultura/200606/08/DVA-CUL-341.html
Fotos: © EiTB24. Canal Vasco de noticias e información. 2006
http://eitb24.com/portal/eitb24/multimedia_
galeria/es?itemId=GM2006060817122916
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"Este hallazgo nos abre una puerta a la vida cotidiana del siglo III"
Nanclares. Lleva casi doce años al frente de Iruña Veleia y aún conserva esa sonrisa propia de la ambición, el misterio y la satisfacción de quien afronta un secreto, oculto entre la historia y la tierra, a punto de desvelarse. Eliseo Gil Zubillaga (Vitoria, 44 años) presentó ayer el mayor descubrimiento de este yacimiento romano: sus orígenes, rutinas, anécdotas y primeros pasos en el cristianismo. Así se ha abierto no sólo una nueva etapa en la arqueología de Euskadi, sino además "una ventana en el tiempo", apunta Gil.
Este arqueólogo alavés, enfundado en unos pantalones de camuflaje, camiseta negra, gafas de sol y visera con el símbolo de Veleia, no parece muy dado a las palabras poéticas, pero ya ha acuñado una expresión propia, la de que "Veleia es un proyecto vivo". Es decir, que las sorpresas no acaban aquí.
Durante el pasado verano de 2005, su equipo halló las primeras piezas guardadas en el paedagogium. ¿Cómo recuerda aquel momento clave?
Diría que fue algo absolutamente banal, porque se reaccionó como marca el protocolo de trabajo del yacimiento. Excavamos en la habitación, retiramos los escombros de la cubierta y nos topamos con una concentración llamativa de material. Y, durante la retirada física de los elementos, vimos que muchos de esos fragmentos iban acompañados de inscripciones o dibujos.
¿Al equipo de Iruña Veleia se le había pasado por la cabeza, en algún momento, encontrarse algo así en ese "nivel sellado"?
No. Nosotros fuimos los primeros sorprendidos. Ese derrumbe de la cubierta garantizaba que, lo que reposaba debajo, habría permanecido inalterado, fuese lo que fuese. Porque podía no haber nada. Por eso no podíamos intuir que íbamos a tropezarnos con un descubrimiento de estas implicaciones históricas. Se trata de un acontecimiento inusual en cualquier yacimiento. Un compañero afirmaba que es de ese tipo de hallazgos que se producen una vez cada dos generaciones, o más.
Además, el hallazgo arroja luz sobre el nivel cultural de una ciudad que no estaba precisamente a la cabeza del Imperio...
Ya disponíamos de evidencias de que en Veleia se usaba la escritura. Habíamos encontrado accesorios vinculados con el correo oficial, la bisagra de un díptico de tablillas enceradas... Pero, en estas coordenadas geográficas, no se conservan elementos como la madera, salvo que se haya carbonizado. Con lo cual, la esperanza de encontrar restos en tablilla era prácticamente imposible. Porque aquí no hay la suficiente humedad: suelen hallarse en contextos inundados, en el norte de Europa... Por eso ni siquiera soñábamos con encontrar piezas así.
Lo más curioso es que, ahora, unos apuntes de clase se han convertido en un relato histórico de gran valor.
Los descubrimientos en esa habitación no sólo son una puerta a una biblioteca, que también, sino una puerta a las costumbres de aquella época. Demuestra cosas que, de tanto repetirlas, parece que no tenían sentido, como es la capacidad de la arqueología para reconstruir la vida cotidiana. En ninguna otra fuente se podía haber encontrado algo así.
El equipo de Iruña Veleia, de hecho, no ha tenido miedo de afirmar que este paso lo sitúa al nivel de Vindolanda, Pompeya o incluso la propia Roma. ¿Cree que la sociedad alavesa va a saber reconocer la singularidad de esta investigación?
En esa empresa estamos embarcados, a partes iguales, tanto los arqueólogos como los medios de comunicación. Los investigadores debemos hacer ese esfuerzo de comunicar a la sociedad una composición de lugar de lo que hemos hallado.
¿Cuántos años de interpretación de estas tablillas quedan por delante?
No estamos ante una noticia de prensa que se consume en un día. No es sólo un titular. La explotación científica y social de este conjunto no termina con una presentación, sino que los estudios que se harán en cada una de las temáticas representadas generarán, durante años, más repercusión.
Fuente: Garikoitz Montañés / Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
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2006/06/09/sociedad/alava/d09ala12.375111.php
Letras de oro
Luz para el euskera. Las inscripciones del idioma vasco reveladas en el yacimiento alavés cubren un periodo oscuro en la Historia. Y es que hasta la fecha había que remontarse hasta el siglo IX para constatar el primer signo gráfico de la escritura en euskera.
Tal y como relatan diferentes fuentes bibliográficas, que ahora deberán someterse a una nueva revisión si se confirma la cronología de estos nuevos hallazgos, en el siglo IX el euskera ya estaba consolidado en el País Vasco pero como una lengua de carácter familiar sin apenas extensión escrita, a pesar de ser uno de los idiomas con documentación más antigua. De hecho, esa antigüedad se testimonia con las glosas en vasco de San Millán de la Cogolla (La Rioja), datadas en el siglo XI y donde aparecen dos frases en euskera.
Pero, también se encuentran huellas de esta lengua en una guía para peregrinos de Santiago de Compostela, del siglo XII y atribuida a Aimeric Picaud, que incluye un pequeño vocabulario en vasco. Con todo, el primer testimonio escrito de una cierta extensión no es anterior al siglo XI; es decir, ocho siglos después de las grafías con temática cristiana encontradas en Álava. En ese texto se recoge la donación del monasterio de Ollazabal (Gipuzkoa) hecha por García Azenáriz y su esposa a San Juan de la Peña. En ese documento se recogen fórmulas latinas, pero los detalles ofrecidos sobre los límites geográficos de un terreno aparecen denominado en euskera.
Durante la Edad Media, la lengua era hablada por una población más rural que urbana. Nada que ver, por tanto, con la aparición en Veleia en la época de su mayor esplendor y cuando podían convivir entre sus calles más de 5.000 habitantes. De este modo, en el medievo, ganaría la literatura en latín o, incluso, el llamado romance navarro.
Asimismo, hay que esperar hasta el siglo XVI (1545) para constatar la impresión de un libro en vascuence. Se trató de una breve antología de versos titulada Linguae Vasconum Primitiae , de Beñat Etxepare (Bernard Dechepare), un párroco de un pueblo de la Baja Navarra a quien, en ocasiones, se le ha comparado con el Arcipreste de Hita.
Sin embargo, Juan de Lizarraga será quien en el siglo XVI, 1.300 años después de Veleia, provea una norma para la escritura de la linguae navarrorum (vasco) con su traducción del Nuevo Testamento (1571).
Fuente: Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
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2006/06/09/sociedad/alava/d09ala6.375259.php
Aparecen en Veleia restos de inscripciones en euskera del siglo III y de temática cristiana
El material sería ocho siglos más antiguo que el de san Millán
El conjunto epigráfico rebate la tesis de que el núcleo original del euskera se encontraba en Navarra
Vitoria. La Historia se reescribe en Iruña Veleia. El mundo arqueológico internacional no sale todavía de su asombro por la aparición de jeroglíficos en Álava y las representaciones gráficas de la vida de Jesús en una época donde los cristianos eran perseguidos hasta la muerte y de nuevo el yacimiento vuelve a desenterrar otro hallazgo revolucionario. En la ciudad de Veleia, a escasos diez kilómetros de Vitoria, han aparecido restos de inscripciones en euskera también con temática cristiana. Pero, además, todos los indicios apuntan a que esas nuevas piezas se corresponderían con la cronología de los anteriores descubrimientos; es decir, el siglo III después de Cristo. Una fecha, que de confirmarse en las diversas analíticas a las que aún deben ser sometidos esos materiales, revolucionaría todas las hipótesis históricas sobre la presencia de euskaldunes en Vasconia.
Este nuevo conjunto epigráfico, hallado en el mismo enclave en el que aparecieron hace un año representaciones gráficas del Calvario aunque en otra domus más modesta, sería, en principio, ocho siglos más antiguo que las inscripciones halladas en la localidad de San Millán de la Cogolla (La Rioja) y que, hasta la fecha, se consideraba el texto en euskera más remoto en el tiempo.
las glosas de san millán A falta de que las analísticas de carbono 14 y del acelerador de partículas avalen los materiales, las inscripciones en euskera del siglo III d.C. de Veleia se convertirían en las más antiguas conocidas hasta la fecha. Y eso significa que dejaría a Álava como la cuna del vascuence. No en vano, el único dato conocido de inscripciones en euskera se remontan al siglo XI y en La Rioja.
En esa época medieval, los monjes que vivían en el monasterio de Suso se ocupaban de copiar e iluminar antiguos códices latinos. Para la comprensión de esos códices o, incluso, para hacerlos más cercanos al pueblo llano, varios copistas escribían una serie de anotaciones en lengua romance.
Pero en el año 1040, un monje dejó en la glosa 60, folio 72, el legado más importante. Ahí se encontró el primer testimonio de la lengua en castellano y también aparecieron en el mismo documento las primeras palabras, hasta ahora, escritas en euskera.
Esas dos primeras frases conocidas en San Millán son "Izioqui dugu" (lo hemos solicitado ardientemente o hemos sido salvados) y "Guec ajutu ez dugu" (no se nos ha dado la ayuda o nosotros no nos arrojamos). Por estas inscripciones, ahora a priori ocho siglos más tardías que las encontradas en Álava, los monasterios de Suso y de Yuso fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Pero, por si fuera poco, algunos trazos legibles en euskera de Veleia se refieren, según las primeras comprobaciones efectuadas por filólogos, a temática cristiana. De este modo, este nuevo hallazgo reforzaría la hipótesis ya barajada con el descubrimiento del Calvario de Veleia de que existían comunidades cristianas en época mucho más temprana de la que barajaban hasta ahora los historiadores. De hecho, hasta la aparición de este Calvario y de los documentos epigráficos en euskera, se estimaba que el origen del cristianismo en el País Vasco se remontaba al siglo V después de Cristo, con la aparición de la iglesia más antigua en Salinillas de Buradón (Álava). Sin embargo, tanto las piezas en euskera como el Calvario -ambos del siglo III- serían una prueba palpable de que el cristianismo ya tenía empuje en Euskadi mucho antes y, además, en una época donde cualquier símbolo de este estilo conllevaba pena de muerte.
¿euskera en Álava en el s.III? El revisionismo histórico, sin embargo, no sólo llega a la implantación temprana del cristianismo en Euskadi. Este último descubrimiento alimenta otra batería de hipótesis de trabajo sobre los orígenes de los vascos en Euskal Herria. Y es que la aparición de textos escritos 800 años más antiguos de los hallados en San Millán de la Cogolla echan por tierra los parámetros de trabajo de muchos historiadores, que sostenían que los caristios (vascos implantados en Álava) habían sido romanizados y poseían mucho lenguaje de origen latino.
Con estos nuevos materiales hallados en Veleia se comprueba que el vascuence se hablaba y escribía en el siglo III después de Cristo en plena Llanada alavesa. Quedan así en suspenso las hipótesis que señalaban a Navarra como la zona donde se había preservado el idioma de forma más pura. Y es el que el núcleo original del euskera se cifraba, hasta ahora, en lo que los romanos denomiban Saltus Vasconum (la zona pirenaica de Navarra).
Con todo, los arqueólogos prefieren mantener la prudencia. El descubrimiento es de tal envergadura que prefieren aguardar a todos los análisis de cronología e, incluso, de carácter filológico para certificar por todo lo alto este nuevo hallazgo. Fuentes cercanas a Euskaltzaindia manifestaron cierto recelo con estos nuevos materiales, pese a que han aparecido en una domus hasta ahora intacta y que se ha conservado en perfectas condiciones.
Fuente: Garikoitz Montañés / Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/09/sociedad/alava/d09ala6.375101.php
Otro afortunado desastre
EL equipo de arqueólogos dirigido por Eliseo Gil puede presumir de estar en el lugar justo, en el momento adecuado. Habrá quien diga, sin embargo, que este tipo de hallazgos no se logran por casualidad, sino por trabajo, constancia o instinto. Ya desde el siglo XVI hay documentos en los que se hacía referencia a la antigüedad del asentamiento de Iruña Veleia, pero era imposible que los alaveses se hicieran cargo de los tesoros que guardaba esta tierra.
Y eso que apenas había que excavar 30 centímetros para toparse con estratos de época romana. La antigua urbe de Veleia se abandonó, por causas desconocidas, en el siglo V d.C. Este acontecimiento eliminó piedras en el camino de los investigadores, ya que la despoblación de la zona permitió que las reliquias quedaran inalteradas. Pero éste no sería el único beneficio de un desastre.
El propio Gil reconoce que todo se debe a una afortunada -y única- cadena de casualidades. En 1994, este arqueólogo se hizo cargo del yacimiento y, en su primer proyecto hasta 2001, sacó a la luz la Domus de Pompeia Valentina. Se trata de una casa de 1.000 metros cuadrados, construida en el último cuarto del siglo I d.C. sobre los restos de hogares prerromanos, que se mantuvo habitada hasta 400 años más tarde. Esta vivienda, perteneciente a una familia de clase media-alta, fue parcialmente destruida por un incendio. No se sabe si accidental o provocado, pero el fuego se expandió por el ala norte de la casa.
Estas llamas suponen para Veleia algo parecido, salvando las distancias, a la erupción del Vesubio en Pompeya. El hecho es que, de nuevo, la tragedia se alió con la fortuna. Ardió la Domus , pero este incidente derrumbó la cubierta de una habitación en un patio porticado. El desplome del techo sirvió para sellar esta estancia de 57 metros cuadrados, que se identificó como un almacén, ya que es la única de todo el inmueble que no está decorada con pintura en su interior. El azar quiso que ésta no fuera una simple sala más. Era utilizada como paedagogium , donde los retoños de la pudiente familia atendían algo así como a clases particulares.
"una cápsula del tiempo" Los arqueólogos se refieren a este cuarto como una "cápsula del tiempo". Sobre un suelo de arcilla apisonada, el equipo se topó con una inusual acumulación de objetos en el centro del habitáculo: cerámica de mesa y cocina, sigillata -cerámica de uso doméstico- hispánica y gálica, pondera, lucernas, fusaiolas... Una basura doméstica de incalculable valor.
El quid de la cuestión es que un alto porcentaje de estos utensilios sirvió como tablillas de anotaciones. Estas ostraka -unas pizarras tanto cerámicas como óseas con diversas inscripciones- se han convertido en algo más que un coleccionable a fichas de la historia de la ciudad.
En estos 270 objetos, datados en el siglo III d.C., los expertos han descubierto un relato de la época. Por un lado, porque se tratan de los apuntes de los pequeños estudiantes romanos -hay declinaciones del latín, el abecedario, un listado de emperadores, temas de La Eneida , relaciones de autores clásicos y divinidades- y también de sus travesuras. Como los garabatos que se hacen al tomar apuntes, los veleienses también habrían amenizado las clases con retratos, caricaturas, representaciones de la vida doméstica y paisajes.
Estos apuntes reflejan los conocimientos, anhelos, inquietudes, sentimientos y creencias de los ancestros alaveses. Un testimonio en el que la suerte y la travesura, la ciencia y el desastre, se han aliado para revivir la Historia 1.700 años después.
Fuente: Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
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2006/06/09/sociedad/alava/d09ala8.375094.php
El director del yacimiento asegura que los graffitis descubiertos pueden "codearse" con los de Pompeya
Admite que "Iruña Veleia jamás podrá competir" con excavaciones como las del sur peninsular
Vitoria. El panorama arqueológico hallado en Iruña Veleia todavía hace temblar a sus descubridores. "Existen muy pocos testimonios de este tipo conservados en el mundo", apuntó ayer el director del yacimiento, Eliseo Gil. Esta circunstancia permite al conjunto epigráfico desenterrado "codearse" con los que descansan en excavaciones tan populares como las de Pompeya, Roma o Vindolanda. "Estamos en la primera Liga", se felicitó el responsable alavés.
Eso sí, sólo dentro de la categoría de graffiti. Gil matizó que ni los últimos hallazgos ni los que les sucederán van a convertir a Iruña Veleia en uno de los yacimientos de mayor envergadura del planeta. "Nunca competirá, por ejemplo, con las ciudades del sur peninsular", advirtió a quienes ya visionaban este lugar alavés en los libros de historia. También Juan Santos Yanguas, catedrático de Historia Antigua de la UPV, llamó a la prudencia ante la expectación generada. El experto resumió las piezas como "inscripciones grabadas sobre material deleznable". "Eso no quiere decir que el conjunto no sea importante, pero no es monumental", añadió.
En cualquier caso, todos los especialistas se reafirman en la trascendentalidad del conjunto. Según apuntó el director de la excavación, los trabajadores quedaron "conmovidos" por la fuerza gráfica y estética de los objetos encontrados. "Gracias a estos testimonios podemos conocer la expresión de los conocimientos, anhelos, inquietudes y creencias de nuestros antepasados hace 1.700 años".
Gil está convencido de que hasta los ciudadanos más sosegados se rendirán a la emotividad de los hallazgos. Claro que quienes deseen experimentar las mismas sensaciones que los arqueólogos deberán esperar. Las piezas se encuentran en el Museo de Arqueología, pero deben someterse a un proceso protocolario antes de ver la luz. "Trataremos de agilizarlo lo máximo posible", prometió el director. >j.s.
Fuente: Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
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2006/06/09/sociedad/alava/d09ala8.375091.php
"En Veleia hubo alguien muy culto y de alto status, que dominaba la historia egipcia y sabía escribir jeroglíficos"
Vitoria. En Veleia se estudiaba hace más de 1.700 años la historia de Egipto. Todavía más. Entre Trespuentes y Víllodas existía un aula magistral donde los alumnos se iniciaban en la escritura de jeroglíficos. El hallazgo de los arqueólogos alaveses ha dejado perplejos a gran parte de los estudiosos de papiros y un lenguaje de signos tan díficil. Porque nadie se esperaba que en un lugar remoto del Imperio Romano, en Álava, se instalara un hombre culto, de procedencia oriental, que impartía enseñanzas sobre la cultura de los faraones.
¿Cuántas son las piezas que ha visto y cuál es su importancia?
No he visto todas pero, de las que he contemplado, más de una decena se relacionaban con el tema egipcio. De éstas, además, había de dos tipos. De un lado, hay piezas epigráficas donde se observan jeroglíficos y otras están escritas en latín pero hacen referencia a Egipto. Su gran importancia reside en el lugar donde se han hallado y, por supuesto, en la cronología de las propias piezas, que datan del [siglo] tercero después de Cristo.
¿Puede ser más concreta?
Aparecen nombres egipcios, nombres de dioses y otras piezas con signos de jeroglíficos.
¿Qué explicación daría para la aparición de estos jeroglíficos a tantos kilómetros de distancia del Nilo?
No hay precedentes de algo similar. Hablamos de una época en la que Egipto ya estaba romanizado y que del propio idioma egipcio quedaba muy poco. Lo más probable es que alguna persona, relacionada con la religión porque era en los templos donde aún se mantenía esa lengua, llegó a Álava por causas que se desconocen.
¿Cualquier egipcio era capaz de escribir jeroglíficos?
No, no. En Egipto había muy poca gente capaz de hacerlo y menos en esta época , el siglo III. Algunas piezas hacen referencia a algún faraón de la dinastía XX, a Ramsés, y eso aparece en latín. Es como si alguien estuviera enseñando Historia de Egipto en latín. Eso significa que había una persona que dominaba la historia egipcia y que, además, sabía escribir jeroglíficos. Tenía que ser una persona con un status alto y de mucha cultura.
Siempre se refiere a un profesor...
Las piezas de los jeroglíficos parecen escritas por manos diferentes, algunas de ellas más diestras que otras en el trazo. Por tanto, es como si se estuviera enseñando a dibujar jeroglíficos a algún alumno. Hay signos sueltos, muy bien dibujados, como si se practicara en el trazo. Pero también enseña historia egipcia en latín porque aparecen escritos en los que se indica que Ramsés era hijo de Seti o que se cita, por ejemplo, a Nefertiti.
Como egiptóloga, ¿ha visto algo parecido?
No. He de decir que no he visto un jeroglífico tan tardío, en el siglo III. Desde luego, hay numerosos grafitos sobre diferentes soportes de este estilo, pero siempre en épocas muy anteriores, del milenio anterior al nacimiento de Cristo, casi siempre anteriores a la llegada de Alejandro Magno a Egipto que se produjo poco después del 300 antes de Cristo. Una fuente muy importante de ostrakas está en Deir-el-Medina (Tebas, Egipto), la aldea de los artesanos que construían las tumbas reales de las dinastías XVIII, XIX y XX.
Fuente: Begoña Apellániz / Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
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06/09/sociedad/alava/d09ala14.375087.php
"Ni en las catacumbas hay una imagen tan antigua de la Crucifixión como la de Veleia"
Nanclares. El templo paleocristiano de Salinillas de Buradón, del siglo V d.C., era el testigo más antiguo del cristianismo alavés. Los estudiosos de esta evangelización se debatían hasta el momento entre dos teorías: la posibilidad de que los fieles de Jesucristo se arraigaran de forma muy temprana en Euskadi o la contraria, que su bautismo no hubiera llegado antes del medievo. Iruña Veleia ha dado nuevos argumentos en favor de la primera hipótesis, al descubrir un antiquísimo dibujo del Calvario del Señor.
¿Qué refleja el dibujo?
Nos encontramos ante una representación del monte Calvario en la que se aprecian las tres cruces, con Cristo rodeado por los dos ladrones y, a sus pies, se ve a la Virgen y San Juan. No la hay una imagen tan antigua y expresiva de la crucifixión ni en las catacumbas de Roma.
¿Qué supone este hallazgo en el estudio del cristianismo en la CAPV?
Se trata de algo impresionante. Las sensaciones que ha provocado, tanto en el equipo del yacimiento como en los expertos consultados, son espectaculares. Impagables.
Habla de este dibujo como si fuera mucho más que un tesoro...
Porque estamos hablando de un dibujo del Calvario que se realizó en el siglo III d.C, unos 200 años después de la muerte de Cristo. Es lo más cercano a los hechos narrados que ponemos tener.
Fuente: G. Montañés / Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
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2006/06/09/sociedad/alava/d09ala12.375114.php
Declaraciones de amor en mandíbulas de cerdo. Un maestro entre el Nilo y el Zadorra
Los habitantes de la antigua Veleia utilizaban múltiples superficies para expresar sus escenas cotidianas
Un profesor egipcio dando clases a menos de 750 metros de las actuales Víllodas y Trespuentes. La presencia de este exótico maestro llamaría la atención de los alaveses incluso en nuestros días, pero esta curiosidad cobra relevancia si se precisa que este docente africano llegó al territorio en el siglo III d.C. Una de las hipótesis apuntadas por los arqueólogos de Iruña Veleia riza más el rizo de los hallazgos en la Domus de Pompeia Valentina. Entre los objetos a los que se ha quitado el polvo de cientos de años se encuentran inscripciones tan propias de otra cultura que parecen dejar poco margen para la discusión: jeroglíficos.
La Domus de Pompeia Valentina es toda una caja de sorpresas. El yacimiento alavés ha encontrado prácticamente la aguja del pajar y, además, ese elemento de costura es único en su especie. Porque, si ya constituye un golpe de suerte la caída de una cubierta en un tercio de la casa -y que por tanto protegiera las piezas del paso del tiempo- , la fortuna se multiplica una vez analizadas las inscripciones de los grafitos allí conservados.
Clases a domicilio
Entre los restos de ánforas, armaduras metálicas de diferentes cajones y de apuntes culturales encontrados en esa habitación-almacén, utilizada como paedagogium para preparar a los niños de la casa, los arqueólogos ven algo singular. Los alumnos recibían conocimientos en latín de la Historia Antigua, escritura, cultura y creencias egipcias -con referencias a Ramsés y Nefertiti-, incluida una muestra de textos jeroglíficos, una escritura que sólo podía dominar alguien de elevada formación. Como un sacerdote.
En aquella época, era habitual que los municipios romanos contrataran a un preceptor que, a cargo de estas administraciones locales, diera clases a los niños en la calle, como por ejemplo en los pórticos del foro. Sin embargo, en el caso de la Domus de Pompeia Valentina, y dada la desahogada posición de sus habitantes, la familia contaba con un profesor particular o un esclavo que impartía las lecciones a domicilio.
La hipótesis de trabajo manejada en el yacimiento alavés es que este docente tenía un origen exótico, dado que en los conocimientos que imparte hay referencias a una ciudad concreta del curso medio del Nilo: Hermopolis.
Esta metrópoli, de cierta trascendencia en la antigüedad, recibió una importante influencia helénica tras el paso de Alejandro Magno. Después, desde que los romanos impusieran su dominio en el Mediterráneo a partir del siglo II a.C., no resulta ni mucho menos extraño que un nativo de esta zona africana recibiera una educación grecolatina, ya que era la formación más elitista.
¿Un egipcio cristiano? Pero la investigación todavía más allá. Entre los 270 objetos encontrados se advierten dibujos y documentos que hacen referencia a la formación cristiana de los habitantes de Pompeia Valentina. En aquella época de persecución religiosa, las enseñanzas de Jesús de Nazareth se expandieron con fuerza en el Imperio Romano, y las primeras en convertirse fueron las familias de clase más elevada.
Éstas se iniciaban en el cristianismo en sus propias casas, en un fenómeno conocido como la Domus Eclesia , la casa iglesia. Todos los habitantes eran adoctrinados en su hogar. Los arqueólogos, de nuevo como suposición y con las debidas reservas, apuntan que el maestro egipcio -cabe destacar que en Hermopolis se elevó una basílica cristiana en el siglo V- podría haber dirigido estas lecciones.
Quizá estamos ante una nueva prueba de que el cristianismo arraigado en el Estado provino de África. Estas hipótesis hablan, por tanto, de un profesor entre dos aguas: la enseñanza grecolatina y la sensibilidad cristiana, el curso del Nilo y el asentamiento en el Zadorra.
Vitoria. Una declaración de amor eterno puede firmarse incluso en la mandíbula de un cerdo. Así, al menos, lo mostraron ayer los responsables de Iruña Veleia, que entre los cientos de piezas epigráficas halladas en los últimos meses en el yacimiento alavés descubrieron las múltiples superficies que los residentes de la Domus de Pompeia Valentina empleaban para desarrollar su escritura, tanto en latín como a través de los jeroglíficos en los que fueron iniciados gracias al instructor egipcio que, según piensan los arqueólogos, se encargaba de la educación de los más pequeños de la casa.
Al margen de este mensaje en el maxilar de un porcino, los ciudadanos romanos del siglo III, al menos los de Veleia, utilizaban cualquier pequeña porción de piedra, cerámica o huesos para desarrollar su creatividad, tanto a través de frases latinas como con dibujos, esquemáticos pero muy expresivos, sobre las costumbres de los habitantes de la urbe o sobre la composición de una típica familia romana.
Una de las piezas más curiosas de cuantas ayer pudieron verse en la presentación que realizaron los responsables del yacimiento era un pequeño trozo de cerámica en el que alguno de los pequeños había aprovechado las clases del instructor de origen egipcio para dibujar el árbol genealógico de su familia. A pesar de ser dibujos extremadamente sencillos, se distinguen los cinco hijos, el padre y una madre que, según parece, se encontraba esperando otro vástago. Al pie de cada uno de los dibujos, además, están tallados los nombres de las personas a las que corresponde la representación.
Actividad militar, labores de siega y arado en el campo o simples juegos de niños son algunos otros de los elementos que estos ciudadanos reflejaban con una simbolista grafía en pequeños pedazos de cerámica, de vajilla e incluso en costillas de animales. >d.p.p.
Escenas halladas
Escenas domésticas.
Gran parte de las piezas halladas durante el pasado año en Iruña Veleia representan diversas escenas cotidianas de la vida hogareña de los residentes en la Domus de Pompeia Valentina, edificio de unos 1.000 metros cuadrados que albergaba a una familia pudiente de la sociedad de esta ciudad romana, que superó los 5.000 habitantes durante el siglo III después de Cristo.
Religión.
Una de las piezas más representativas del conjunto epigráfico es un Calvario en el que se ve representada la muerte de Jesucristo. Esta pieza, la más antigua de las que contienen a Cristo en la cruz de cuantas se han hallado hasta la fecha en el mundo, muestra a Jesús crucificado junto a los dos ladrones, cuyas cruces y figuras tienen la mitad del tamaño, con dos personajes a los pies de la cruz central. Asimismo, en una vereda que asciende hacia al monte Gólgota se ve a otros dos personajes, uno en pie y otro postrado en el suelo, que podrían representar la Pasión, la travesía hasta la muerte de Cristo.
Enseñanza.
Han aparecido además una especie de exámenes para los niños en los que se incluyen abecedarios y enumeraciones.
Fuente: Noticias de Álava, 9 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/09/sociedad/alava/d09ala14.375086.php
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Las palabras en euskera halladas en el poblado romano de Álava son las más antiguas que se conocen
Las inscripciones del poblado de Iruña fueron escritas en los siglos III ó IV, 600 años antes que las anotaciones del códice de San Millán de la Cogolla
Los arqueólogos del poblado romano de Iruña-Veleia, en Álava, no ganan para emociones. Porque emoción es lo que debieron sentir cuando, al limpiar cuidadosamente un resto de cerámica, se encontraron con una inscripción no latina. Después de leerla y reeleerla pensaron que podía ser euskera. Expertos en epigafría y filología han dicho que sí, que en la arcilla sigillata están grabadas dos palabras: Urdin izar (Estrella azul). Si las investigaciones en curso verifican su autenticidad y confirman, como se sospecha, que fueron escritas hacia los siglos III- IV después de Cristo, Urdin izan serán las dos primeras palabras comunes de la lengua vasca que hasta ahora se conocen.
La trascendencia del hallazgo mantiene en vilo a la comunidad científica. No es para menos. Supone adelantar en unos seis siglos la fecha de los primeros vocablos comunes del euskera. Hasta ayer se pensaba que los términos vascuences más antiguos se correspondían con las escuetas anotaciones de las Glosas del monasterio de San Millán de La Cogolla (La Rioja), que unos autores fechan en el siglo X y otros, en principios del XI.
Etapa arcaica
Establecer el origen del euskera no es fácil. De hecho, los expertos no han logrado hasta ahora ponerse de acuerdo. La teoría más extendida en los últimos tiempos fija los primeros testimonios escritos entre los siglos I y III d. C. La particularidad de este euskera arcaico, que es como se denomina, es que aparece exclusivamente en nombres propios de personas o de dioses citados en inscripciones latinas sobre piedras, por lo general lápidas de enterramientos. La mayor colección de estas estelas funerarias se encuentra en Aquitania. De esta misma época podrían ser también una pequeña serie de nombres propios en vascuence encontrados en lápidas de Álava, Guipúzcoa y Navarra.
Los investigadores sostienen que, hacia los siglos IV y V, gentes de Aquitania emigraron hacia tierras del Sur, extendiendo así su lengua. La secuencia temporal no continúa al no encontrarse testimonio alguno hasta el siglo X, en el monasterio riojano que atesora también las primeras palabras del castellano.
Esta confusa cronología del idioma vasco incrementa la importancia de las inscripciones encontradas en el yacimiento situado cerca de Nanclares de la Oca, en el que también ha aparecido la primera representación del calvario de Jesús, fechada en el III d. C.
Este primer conjunto de sencillos dibujos, que arroja luz sobre los albores del cristianismo en el País Vasco, se completa con una segunda colección de epigrafías lingüísticas. La expresión Urdin izar no es única. Los arqueólogos han encontrado más vocablos. Entre ellos, destacan dos palabras que pueden ser el primer fragmento de la oración del Padrenuestro. Se trata de la secuencia Geure ata que, según estudiosos consultados por EL CORREO, «casa bien con las posiciones de lingüistas que defienden su evolución posterior a gure aita» (nuestro padre).
Otros vocablos
Además, la cerámica enterrada durante muchos siglos tiene grabadas palabras como edan, jan y jainkoa (beber, comer y señor). A todos estos vocablos se añaden algunas pequeñas frases no dadas a conocer hasta que no se pongan en relación unas con otras.
El equipo investigador del yacimiento, situado a sólo diez kilómetros de Vitoria, se muestra muy cauteloso respecto a las fechas definitivas de los hallazgos que remiten al primitivo vascuence. «Creemos, como hipótesis de trabajo, que se corresponden a época tardorromana», se limitó a decir mediante un comunicado.
La misma prudencia mantiene la comunidad científica. Especialistas en Lingüística e Historia de la Lengua Vasca eludieron ayer emitir siquiera una primera valoración respecto al conjunto epigráfico de Iruña-Veleia hasta que no avancen los estudios ya en curso.
La investigación ha sido encargada a dos estudiosos de primera fila: el director de Investigación de Euskaltzaindia y catedrático de Filología Vasca de la UPV, Henrike Knörr, y su colega Joaquín Gorrotxategi, autor de numerosos trabajos sobre el euskera primitivo. Tienen por delante una ardua tarea, porque en Iruña-Veleia queda por excavar el 99% del yacimiento, con lo que esta primera estrella azul puede ser sólo la estela que arroje nueva luz sobre una lengua milenaria.
Fuente: M. J. CARRERO. Vitoria / El Correo Digital, 10 de junio de 2006
m.j.carrero@diario-elcorreo.com
Enlace: http://servicios.elcorreodigital.com/vizcaya/pg060610/
prensa/noticias/Portada_VIZ/200606/10/VIZ-ACT-323.html
Los expertos del Vaticano examinan piezas de Veleia con escenas del Antiguo Testamento.
Se han descubierto dos calvarios más y varias cerámicas con otras imágenes de Jesús.
El amplio conjunto epigráfico del yacimiento alavés ha deslumbrado a los especialistas enviados por la Santa Sede.
Más de 800 materiales epigráficos desenterrados en Iruña Veleia mantendrán en vilo a los investigadores e historiadores en los próximos años. No en vano, en el yacimiento alavés, además de las inscripciones en euskera, con referencias a oraciones cristianas como el Padrenuestro, el Calvario con la crucifixión de Jesús y los dos ladrones, también han aparecido otras piezas de la misma época y temática que han despertado, tal y como adelantó ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el interés del Vaticano.
La Santa Sede envió hace semanas varios emisarios al propio yacimiento para comprobar in situ el material descubierto. Pero no se limitaron a contemplar sólo las piezas que se dieron a conocer públicamente el pasado jueves -el Calvario con la crucifixión de Cristo, los dioses paganos asaeteados, los dibujos de la vida cotidiana o los jeroglíficos y alusiones en latín a la historia egipcia- sino que también revisaron las inscripciones en euskera e, incluso, otras ostrakas con escenas referentes a la vida de Jesús y hasta dibujos sencillos que aluden a personajes del Antiguo Testamento.
Fuentes cercanas a la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Madrid apuntan que el material es "numeroso" y que se han descubierto escenas referidas a la vida de Jesús como puede ser su crucifixión. De hecho, según han podido comprobar los emisarios y expertos del Vaticano no existe un único Calvario de Veleia. Entre los materiales existen otros dos dibujos sencillos, como mínimo, de la crucifixión de Cristo, que estarían datados en la misma época, el siglo III d.C.
Pero, además, no sólo hay reflejadas en los trozos de cerámica representaciones gráficas de la imagen de Cristo, las más antiguas del mundo. Asimismo, existirían también otros materiales con dibujos o figuras de trazo sencillo, casi esquemático que, a tenor de los esbozos, se referirían de forma nítida y contundente a personajes y escenas que aparecen relatadas en el Antiguo Testamento.
La multitud de pasajes reflejados en esos materiales cerámicos hallados en Veleia despertaron, de inmediato, el interés de la jerarquía más elevada del Vaticano. No sólo quedaron impresionados por la cronología de las piezas que sitúan a los materiales como los más antiguos del mundo sino porque se trazaron en una época donde los cristianos sufrían las persecuciones.
Pero, además, las diversas ostrakas con epigrafías sencillas reflejan que en aquel siglo III, en Álava, había comunidades cristianas devotas de Jesús y, también, que dibujaban pasajes del Antiguo Testamento en los que se relatan la venida del Mesías, la primera versión de la Creación del mundo en el Génesis o la importancia de los profetas de aquella época.
La cantidad e importancia de todos esos elementos hicieron que, desde el principio, el Vaticano expusiera su interés por comprobar la validez y características de sus piezas. Incluso, antes de lanzar sus propias conclusiones, ya han insinuado de forma extra oficial que estos materiales serían dignos de ser expuestos en una vitrina de las numerosas salas de los museos con que cuenta el Vaticano.
No en vano, tal y como recalcó el director de la excavación, Eliseo Gil, los materiales de este conjunto epigráfico ni siquiera se encuentran en las catacumbas de Roma, lugares donde se reunían los cristianos cuando sufrían la persecución del Imperio Romano.
De hecho, las imágenes y los iconos que se conocen en el arte paleocristiano son bastante posteriores y se recuperaron de excavaciones reconocidas a primer nivel. Pero, sobre todo, las figuras de Cristo o de relatos del Antiguo Testamento son muy posteriores a las que han aparecido en Álava. Eso sí, cuando ya el Imperio Romano hace oficial la religión cristiana, las representaciones iconográficas de la vida y muerte de Jesucristo proliferaron por todo el mundo y la propia Iglesia Católica encargó importantes piezas y tallas a los mejores pintores o escultores.
Fuente: Elena Arteagoitia. Vitoria / El Correo Digital, 11 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/11/sociedad/alava/d11ala6.377531.php
La otra Historia del excepcional yacimiento alavés.
Desde el siglo XVI se apunta su riqueza arqueológica. Sólo desde 2001 los trabajos de campo son durante todo el año.
Todos conocían en Álava la riqueza del yacimiento alavés. Muchos, incluso, habían intentado desenterrar el tesoro oculto en sus entrañas desde hace siglos. Sin embargo, han pasado 500 años desde que se mencionó por primera vez la riqueza arqueólogica de la zona para que los libros de Historia, quizá, completen algunas de sus páginas aún con interrogantes.
La larga trayectoria del yacimiento alavés se inició en el siglo XVI, cuando en un manuscrito de Diego de Salvatierra, Gobierno y República de Vitoria , se cita a la aparición en el espolón de Arkiz de restos arqueólogicos.
La Comisión de Monumentos de Álava, dentro de las posibilidades de un territorio modesto, inicia algunas excavaciones en 1866. Florencio Janer encuentra entonces restos de pavimento de mosaico que, sin embargo, desaparecieron en un incendio posterior en la Casa Palacio, lugar de custodia de aquellos materiales.
A comienzos del siguiente siglo, se inició una nueva excavación relativamente extensa. Esos trabajos fueron dirigidos por el presbítero Jaime de Verástegui, tío abuelo del actual diputado foral de Cultura de la Diputación alavesa. Sin embargo, la falta de continuidad llevó a Iruña Veleia a un nuevo paréntesis en la obtención de hallazgos.
Hasta mediados del siglo pasado, bajo la dirección de Gratiniano Nieto, no se volvería a retomar el interés por desenterrar los preciados tesoros de Veleia. En aquellos instantes, incluso se contó con la colaboración del Regimiento de Flandes de la época, que realizó labores de limpieza de escombros. Los trabajos de Nieto se publicarían en 1958 y en sus textos se acuña la expresión deoppidum . En este caso, su principal foco de atención se centró en la muralla que rodeaba a buena parte de la ciudad romana.
En 1975, Juan Carlos Elorza aprovechó la celebración de un congreso internacional de arqueología para retomar los trabajos en la excepcional muralla, de 1,5 kilómetros de perímetro. En esos instantes, la Diputación alavesa también continúa con su filosofía de hacerse con terrenos adyacentes para reservarlos a fines arqueológicos.
El equipo de Eliseo Gil comienza sus labores sobre el yacimiento, de forma esporádica alrededor de 1994. Sin muchos recursos se recupera el pavimento del mosaico, se localiza un conjunto mural y se trabaja sobre las zonas inspeccionadas antes. Más tarde, ya con EuskoTren, se producen los hallazgos de relevancia.
Fuente: B. Apellániz. Vitoria / El Correo Digital, 10 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/10/sociedad/alava/d10ala9.376637.php
Sitios relacionados:
Yacimiento Arqueológico de Iruña Veleia
http://www.veleia.com/
HORARIOS
Lunes cerrado / Martes a Viernes de 10h a 14h y de 16h a 20h
Sábados, Domingos y Festivos de 11h a 14h
VISITAS GUIADAS
Del 1 de abril al 1 de noviembre
Concertar visitas guiadas en los teléfonos: 945403044 / 652720947
TARIFAS VISITAS GUIADAS
Individual 3 / Grupos 2 / Visita combinada con jardin Santa Catalina 4
Acceso al yacimiento (Sin visita guiada) gratis
Características del enclave:
- Yacimiento arqueológico que abarca más de 1500 años de Historia continuada, desde el 1er milenio a. C. hasta el siglo V d.C.
- Amplia extensión de zona arqueológica, con 80 Ha. de restos potenciales y de los que 11 Ha. corresponden a la ciudad tardorromana.
- Abundantes restos arqueológicos con representación de las culturas protohistóricas (Edad del Bronce, Edad del Hierro) y época romana (Altoimperio, Bajoimperio y Tardoantigüedad).
- Ciudad tardorromana amurallada de la que se conserva visible la mayor parte de la muralla y la puerta sur de acceso al recinto fortificado.
- Zonas excavadas en el interior de la ciudad visitables.
- Proyecto continuo de investigación y excavación arqueológica.
http://www.gipuzkoakultura.net/bertan/ingles/index02.htm
IRUÑA-VELEIA
El yacimiento de Iruña/Veleia está situado en una posición centrada en la Llanada alavesa. Ocupaba unas 100 Ha., delimitadas por un meandro del río Zadorra que era salvado por dos puentes -los de Trespuentes y Víllodas-, uno en cada extremo del espolón. La parte del yacimiento visitable es el oppidum o recinto amurallado tardorromano.
Iruña en sus inicios.
Las Edades del Bronce y del Hierro Iruña fue ante todo un gran poblado indígena que ocupaba desde el espolón de Arkiz hasta la base de la colina de Iruña. Sus orígenes se remontan al siglo VIII antes de Cristo, en el final de la Edad del Bronce y continúa habitado en la IIª Edad del Hierro (en el siglo IV a. C.). Sus viviendas, rectangulares y circulares, se parecerían a las excavadas en el cercano poblado de Atxa (Vitoria-Gasteiz). Se trataba de cabañas asentadas en la roca natural del terreno, con paredes de adobe, tapial y ramajes y techumbres vegetales.
En la primera mitad del siglo I d.C. -época tardoaugustea o julio-claudia- las cabañas del poblado son sustituidas por las primeras casas hechas "a la romana". Las habitaciones de estas viviendas urbanas o domus rodeaban un patio central dotado de opus caementitium u hormigón romano.
El final de ese siglo -época flavia- constituye para la ciudad de Iruña/Veleia su momento de mayor esplendor. Algunas de las domus se rehacen completamente, edificándose con mayor porte. Espacios y edificios públicos completaban este espacio típicamente urbano.
Conocemos mejor la ciudad de fines del siglo III y mediados del IV d.C. -época tardoantigua- La recesión económica del momento hizo que paulatinamente se abandonaran edificios antes ocupados. Es en estos años cuando se emprende la ultima gran obra pública en Veleta, la construcción de la muralla que delimita una ciudad de algo más de 11 Ha. Veleia, al igual que otros privilegiados núcleos urbanos de la vía entre Asturica Augusta (Astorga) y Burdigala (Burdeos) se amuralla. La irrupción de los bárbaros en la península a principios del siglo V d.C. no supuso un corte total en la historia de Veleia. Los últimos datos arqueológicos sobre la ciudad corresponden a enterramientos de finales del siglo V d.C. ocupando espacios de habitación ya abandonados.
Iruña en la Edad Media
No poseemos muchos datos de lo ocurrido en Iruña entre el final del imperio romano y la Baja Edad Media. Sí sabemos que a mediados del siglo XIV, estaba instalado en Iruña un Priorato de la Orden de San Juan cuyos edificios podían verse a principios del siglo pasado.
Veleia en las fuentes clásicas
Citan a Veleia por escrito Plinio el Viejo, muerto en la erupción del Vesubio el año 79 a.C.; Claudio Ptolomeo, geógrafo del siglo II d.C. que la menciona como ciudad de los Caristios y dos itinerarios tardorromanos, el llamado "De Antonino" y el "Anónimo de Ravena", la ubican en la ruta Astorga-Burdeos. La última referencia corresponde a la "Notitia Dignitatum", un documento de fines del siglo IV-comienzo del V d.C. que señala el acantonamiento de una pequeña unidad militar, la Cohorte Prima Gallica, en Veleia.
Una visita al yacimiento
A Iruña/Veleia, situado a 11 Km. al oeste de Vitoria-Gasteiz, entre las localidades de Trespuentes y Víllodas, se puede llegar desde la N-I, en dirección Madrid, tomando la desviación a Mendoza (A-3302) y accediendo desde Víllodas o desde Vitoria-Gasteiz, a través de la misma A-3302 hacia Asteguieta desde donde se accede por Trespuentes o, más adelante, por Víllodas. Desde Víllodas, dejando a la izquierda su puente, se llega por la calle de Iruña hasta la puerta Sur de entrada a la ciudad tardorromana. Torres de entrada, de planta semicircular, y un rastrillo del que se conservan las ranuras protegían la puerta.
El tramo Sur de la muralla que circunda 1,5 Km.. el oppidum y que tiene una anchura entre 4 y 5,4 m. y una altura conservada de 8,5 m., se construyó con un forro de grandes sillares de arenisca, aprovechados de edificios en desuso. El resto del encintado y toda la cara interna recibieron un forro menos costoso, de mampostería de lajas de cayuela, levantándose las torres con planta cuadrada. El interior se rellenó con hormigón ciclópeo. G. Nieto, en los años 50, despejó los casi 500 m. lineales de muralla que hoy están a la vista. Por el oeste se bajaría al río por una pequeña poterna abierta en la muralla. Ésta muestra en alguno de sus tramos tambores de columna reaprovechados como material de construcción.
Ya en el interior del recinto son bastantes los puntos visitables, abiertos tras las sucesivas excavaciones de J. Verástegui, G. Nieto, J.C. Elorza y E. Gil. Puede seguirse desde la entrada la calle principal de la ciudad, el cardo, convertida en camino de sentido Norte-Sur. Un pequeño edificio a la derecha del camino alberga una breve muestra sobre el yacimiento. A la derecha, siguiendo hacia el Este, observamos dos cubiertas metálicas destinadas a proteger sendos pavimentos de mosaico que corresponden a los patios de dos domus o viviendas urbanas, excavados inicialmente por G. Nieto.
Detallamos una de ellas, la llamada Domus del Mosaico A, en proceso de excavación por E. Gil y destinada a ser musealizada. Así podremos conocer su planta y cómo estaba distribuida. En su fachada sur había una serie de tahernae o tiendas abiertas a una calle. También se conserva la entrada principal a la casa. Las fachadas estaban decoradas con coloridas pinturas murales y molduras de estuco. Frente al patio discurre un canal en el que desaguaba el sobrante de agua de la cisterna, de cubierta abovedada y revestida de mortero hidráulico con capacidad superior a los 50.000 litros.
El patio de luces o impluvium, sobre la cisterna subterránea, estaba pavimentado con un mosaico bícromo -de tessellae blancas y negras- que dibujaba círculos secantes. En torno a él se disponían las habitaciones o cubicula, mientras un gran vestíbulo y la habitación principal se situaban al norte de la vivienda. Esta casa se construyó a finales del siglo I d.C. sobre otra anterior de mediados de ese siglo a la que corresponde la pequeña cisterna del patio. La primera vivienda romana se levantó a su vez sobre los restos de cabañas indígenas prerromanas. La casa romana definitiva siguió en uso hasta mediado el siglo V d.C., momento en el que habilitó como basurero el interior de una de las tabernas del conjunto.
En el exterior del recinto murado son visitables los dos puentes citados, de Trespuentes y Víllodas.
Materiales arqueológicos
Son muy abundantes y representan un privilegiado archivo histórico de casi 15 siglos de poblamiento continuado en este lugar. Son evidencias claves para comprender el mundo indígena prerromano y la particular vertiente urbana del proceso romanizador. De esta última contamos con una variada representación del ajuar personal y del utillaje que nos informa sobre la vida cotidiana y las actividades profesionales de los habitantes de Iruña/Veleia en época romana, así como restos arquitectónicos y escultóricos de sus viviendas y edificios públicos e, incluso, alguna de las lápidas con las que honraron a sus difuntos. Una cumplida selección de todo ello puede contemplarse en las Salas de Romanización de la exposición permanente del Museo de Arqueología de Álava, en Vitoria-Gasteiz, complemento inexcusable de esta visita.
Fuente y Fotos: Vitoria Today.com
Enlace: http://www.vitoriatoday.com/vitoriatoday/Alava/iruna.htm
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"No me extraña que aparezcan inscripciones en euskera en Veleia; los romanos siempre respetaron la cultura ajena"
Director hace varias décadas de uno de los descubrimientos arqueológicos más notables del territorio, San Juan ante Porta Latinam en Laguardia, tuvo a sus órdenes al actual responsable de Iruña Veleia, Eliseo Gil. Desde entonces elogia su trabajo meticuloso y su acierto en un yacimiento que se ha colocado entre la elite de las excavaciones en época romana tras los últimos hallazgos.
¿Le sorprendieron los hallazgos en Iruña Veleia o creía probable que ese yacimiento, con el tiempo, diera frutos tan espectaculares?
He quedado muy, muy sorprendido. Todos los que estamos en el mundo arqueológico quedamos impresionados y emocionados por lo que se ha revelado en esas excavaciones. Ha sido algo tan inusitado...
Pero siempre se ha dicho que tenía un gran potencial.
Cuando uno se pone a excavar siempre espera que va a hallar sigilatas [restos de cerámicas] o algún detalle mayor. Pero creo que esto no se esperaba. Siempre se pone la máxima ilusión y se esperaba encontrar la mayor sorpresa del mundo porque todo lo que está debajo de la tierra es sorprendente. Pero una cosa es la ilusión y soñar con ese descubrimiento y otra dar con él.
Jeroglíficos, escenas de la vida de Jesús en el origen del cristianismo, frases en euskera ocho siglos más antiguas que las de San Millán, escenas del Antiguo Testamento... ¿Qué le ha sorprendido más?
Todo. Aunque los que llevamos en esto mucho tiempo siempre hemos estado preocupados por encontrar los artefactos que fabricaba el hombre, lo que en realidad buscamos es resolver incógnitas sobre el hombre que está detrás de esos artefactos. Por eso, con Iruña Veleia es para estar muy encantados. No dice tanto hoy en día encontrar una serie de vasijas como dar con una piecita elaborada por un señor [egipcio] que estaba enseñando a otro y que, encima, hay un dibujo maravilloso, infantil e ingenuo. Eso me parece sensacional.
Llegó a la arqueología a partir del mundo del arte. ¿Por qué le conmueven tanto unos trazos tan sencillos, ingenuos o infantiles?
Desde el punto de vista del arte estas piezas son algo fuera de serie. Nos ofrecen una serie de vías a investigar extraordinarias y pueden aportar una información magnífica. Poco importa que no sean unos iconos de un artista de pinacoteca.
¿Y qué le han parecido las inscripciones en euskera de, según todas las sospechas, el siglo III d.C.?
Pues, quizá, no me extraña tanto. El euskera estaba ahí, latente. Creo que muy pocos dudábamos ya de eso. Lo que ocurre es que igual en esa época ni se representaba ni se escribía porque eso lo hacían las clases pudientes, los romanos. Tiene una gran trascendencia, desde luego, pero no es de extrañar porque sabemos que los romanos se preocupaban en no destrozar la cultura que entonces existía entre la gente del pueblo indígena.
Sepulturas colectivas en Laguardia, dólmenes o jeroglíficos y euskera del siglo III en Veleia. ¿Considera Álava como un territorio afortunado en cuanto a descubrimientos arqueológicos?
Tienen casos especiales y de importancia. Quizá San Juan Portam Latinam sea un caso igual al de Iruña Veleia por cuanto un día, una excavadora ensanchando el camino arrastra con la pala un montón de huesos. Se investiga y llegan las sorpresas de huesos con puntas de flecha de sílex clavadas. Al final encontramos doce casos más así. ¿Era previsible? No, pero de la meticulosidad en el trabajo planteado, de la eficacia de los investigadores que están haciendo el trabajo y de su seriedad depende que salgan esos hallazgos.
¿En qué medida interviene la fortuna?
Casi todo es casual. Pero también requiere luego una investigación, un estudio, una seriedad en el trabajo.
"Si el Vaticano quiere estas piezas deberá negociar su salida con el Gobierno Vasco"
Hace algunos años tuvo a sus órdenes a Eliseo Gil, el director de Iruña Veleia. ¿Qué recuerdos guarda de este alumno?
Tengo una magnífica relación con él y destacaría que es muy meticuloso trabajando. Pero también de los que saben parar cuando es necesario. Si algo me da una inmensa alegría es la compensación que el trabajo de estos señores ha tenido y la recompensa de esos hallazgos por el trabajo bien hecho.
Eliseo Gil ha explicado que su acercamiento al campo de trabajo es como si se acercara a una escena de un crimen.
Desde siempre las excavaciones de época romana se hacían con excavadora, aunque luego había cosas que se cribaban. Pero los objetos de basurero prácticamente se despreciaban. Sin embargo, Eliseo se ha comprometido a hacer una excavación con el mayor rigor científico y se hace por lechos, como se excava en las cuevas. Eso es de una gran trascendencia para el mundo arqueológico.
¿Cree que ese método será a partir de ahora una praxis habitual?
Tendrá trascendencia, seguro. Recuerdo que en el yacimiento de La Hoya tardamos algún tiempo en darnos cuenta de que había niños enterrados en las casas del asentamiento. Había unos huesos que parecían de pollo y luego nos dimos cuenta de que había un enterramiento infantil. A partir de entonces buscabas ese aspecto y vigilabas la presencia de esos restos. Es una forma de aprender y de mejorar la práctica arqueológica. En muchos lugares, a partir de ahora, no se despreciará esa basura, restos de cerámicas pequeñísimos que no revelan lo que contienen hasta que se lavan y procesan.
Dicen que hay yacimiento para explorar durante décadas. ¿Pero cuánta bibliografía a nivel científico puede generar a partir de ahora Veleia?
Ufff... A nivel científico esto puede crear rios de tinta. No se termina aquí. Y es probable que empiecen a aparecer en otros lugares, en otros yacimientos de por ahí, piezas semejantes a las que se han dado aquí.
El Vaticano ya se ha interesado por estos materiales. ¿Cree que alguna parte de estas piezas pueden acabar en algún museo romano?
Será muy difícil. Estos materiales se depositan en el Museo de Arqueología, aunque el Gobierno Vasco tiene control sobre ellos en caso de que salgan para futuras exposiciones en otros lugares. Si el Vaticano los quiere deberá negociar con esos estamentos. No sería sencillo que acabarán allí de forma permanente.
Fuente: Begoña Apellániz / Noticias de Álava, 12 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/12/sociedad/alava/d12ala6.378174.php
«Veleia por ahora sólo revela que en el siglo III se conocía el cristianismo en Euskadi»
JUAN SANTOS YANGUAS | CATEDRÁTICO DE HISTORIA ANTIGUA DE LA UPV Y ESPECIALISTA EN EPIGRAFÍA
A la vista de las inscripciones del yacimiento alavés de Iruña, el historiador cree prematuro adelantar dos siglos la cristianización en el País Vasco
El historiador Juan Santos Yanguas observa las inscripciones epigráficas halladas en el yacimiento de Oiasso, en Irun, y las compara con las de Iruña-Veleia. [TXABARRI]
La euforia motivada por los últimos hallazgos arqueológicos en el yacimiento alavés de Iruña-Veleia contrasta con la mesura y la prudencia de Juan Santos Yanguas, catedrático de Historia Antigua de la UPV, especialista en epigrafía y miembro de la comisión de seguimiento de las excavaciones de Iruña. «Es preciso situar los hallazgos en el contexto histórico», afirma Yanguas. Y es que pese a reconocer la importancia del conjunto de inscripciones, entre ellas la del Calvario del siglo III, muestra cautela a la hora de adelantar a esa fecha la cristianización del País Vasco. «Los hallazgos revelan que en el siglo III en Euskadi se conocía la religión cristiana», puntualiza Santos Yanguas.
- ¿Qué se ha encontrado en el yacimiento alavés de Iruña-Veleia?
- Dos conjuntos epigráficos, uno de unas 300 inscripciones que están perfectamente calibradas y verificadas y que las sitúa en el siglo III y otro conjunto que es el que se está estudiando.
- ¿Qué importancia histórica, artística y cultural tienen los hallazgos de la excavación?
- Se trata sin duda de uno de los conjuntos más importantes del Imperio Romano de los conocidos hasta el momento, por la cantidad y la concentración en un mismo sitio. Hay que decir que no se trata de un conjunto de inscripciones monumentales, no son las inscripciones honoríficas del Foro, de Tarragona, o las monumentales de Roma o de Mérita-Augusta, pero sí es un conjunto de inscripciones, que conocemos como instrumenta porque reflejan aspectos de la vida diaria y recogen nombres de los poseedores de los objetos.
- La inscripciones y dibujos encontrados en Veleia, ¿son equiparables a las de material bélico encontradas en Vindolanda (Reino Unido) o a los grafiti de arte erótico de Pompeya?
- Sí, pero en Vindolanda son inscripciones hechas sobre tablas de madera que están pintadas. En el yacimiento de Reino Unido los grafiti hacen referencia a la vida de una unidad militar en una de las fronteras del Imperio Romano ,que han llegado hasta nosotros porque el día que la unidad se marchaba de ese asentamiento estaba lloviendo, hecho que impidió que las tablillas, que siempre se quemaban al partir, terminaran de arder. El clima y el tipo de suelo han hecho posible que hayan llegado hasta nosotros.
- En el caso de Iruña-Veleia, ¿ también ha influido la casualidad?
- Arqueológicamente el descubrimiento de los hallazgos de Veleia es de libro ya que se han encontrado en un nivel que estaba sellado por el derrumbe de una domus y quizás este hecho ha permitido que se hayan podido encontrar tantas inscripciones y tan concentradas en el sitio que probablemente se utilizaba como pedagogium, una escuela privada dentro de la casa de una familia rica o de personajes relevantes.
Inscripciones religiosas
- ¿En qué estado se encuentran la inscripciones?
- Se encuentran en buen estado porque las inscripciones halladas están hechas con punzón sobre fragmentos de cerámica, huesos e incluso vidrio y, al contrario de lo que sucede con las inscripciones hechas en piedra que están al aire libre, éstas al estar enterradas se mantienen mejor.
- Entre los últimos hallazgos se encuentra la representación del Calvario más antigua del mundo, datada en el siglo III después de Cristo. - Efectivamente, es una representación bastante anterior a las que conocíamos hasta el momento fechadas en el siglo V. No obstante, la hipótesis que se maneja es que el preceptor o pedagogo de la casa de Iruña-Veleia, de origen oriental, estaba instruyendo en las letras, el dibujo y en las artes a los hijos de esa familia. No es raro que, a su vez, les estuviera instruyendo en un tipo de religión como es el cristianismo que, si bien todavía no era oficial a finales del siglo III, estaba ya arraigada en el mundo romano.
- ¿Qué revela ese tipo de graffiti?
- Nos revelan que, algunas personas a título individual, podían estar profesando esa religión cristiana, pero no nos indican, como alguien se ha apresurado a decir, que era un medio cristianizado. No, lo que indican es que había una familia que tenía un preceptor cristiano y probablemente estaba transmitiendo esa nueva cosmogonia junto a otros aspectos culturales.
- Es decir, que no se puede hablar de un adelanto en la cristianización del País Vasco.
- A la vista del primer conjunto epigráfico, se puede hablar de que existía el conocimiento de esa religión, pero yo sería cauto al hablar de la cristianización entendida como la creación de comunidades.
- Sin embargo, la aparición del Calvario no deja de ser singular tanto por la fecha como por el contenido
-Sí. La iconografía cristiana no tenía entre sus elementos un Calvario como el aparecido en un estrato de Iruña-Veleia que lo sitúa en el siglo III.
- En la misma excavación se han encontrado grafías en latín, pero también jeroglíficos de la historia de Egipto, una escritura que se había dejado de utilizar en Egipto 500 años antes. ¿Cómo se explica este hecho?
-En el siglo III los centros culturales más apreciados estaban en Grecia y Egipto. No es raro que esta familia rica se trajese un preceptor de Egipto. Desde ese punto de vista, el que se dejara o no de utilizar la escritura jeroglífica no es óbice para que dentro de un planteamiento de instrucción el preceptor les hubiera explicado la existencia de esa escritura.
Palabras en euskera
- Entre los hallazgos destaca la aparición de lo que pueden ser las primeras palabras escritas en euskera datadas en el siglo III, frente a las anotaciones de las Glosas del monasterio de San Millán de la Cogolla, del siglo X u XI.
-Estas inscripciones pertenecen al segundo conjunto de inscripciones y no me gustaría hacer apreciaciones de las que luego tuviera que desdecirme. No obstante, si se comprobase que son de la misma época, sería un salto cualitativo importante porque conocemos onomástica, es decir, nombres de divinidades que pertenecen a ese tramo que podríamos llamar vasco antigüo o vasco-aquitano, pero no conocíamos otro tipo de términos del lenguaje común o para designar objetos o colores.
- Las instituciones y los lingüistas se han mostrasdo prudentes a la hora de pronunciarse sobre lo que puede hacer revisar la historia del euskera, ¿qué verificaciones se deben realizar?
- Primero, ver y comprobar la estratigrafía, luego realizar un análisis de las patinas y de los propios fragmentos de las cerámicas y luego otra comprobación de carácter paleográfico para determinar el modo en que están hechas estas inscripciones, si son equiparables o similares a otros graffiti.
- Las pruebas del carbono 14 y las detecciones de un acelerador de partículas, ¿son suficientes para verificar la autenticidad del primer conjunto epigráfico en el que se encuentra el Calvario más antiguo?
- Para mí las pruebas practicadas han sido suficientes. Además, uno de los aspectos que da más verosimilitud a un conjunto y a una estratigrafía es que esté sellada de algún modo y, en este caso, estaba sellada por el derrumbe de la casa.
- El Vaticano ha mostrado interés por trasladar los hallazgos de Iruña-Veleia, ¿dónde están ahora mismo las inscripciones y, a su juicio, dónde deberían permanecer expuestas?
- Están dónde deben estar, en el Museo de Arqueología de Álava Y en el futuro, el conjunto epigráfico debería formar parte de la sala de romano del nuevo museo de Arqueología que se está construyendo en el Casco Medieval de Vitoria.
«El puerto de Oiasso es tan importante como el de Burdeos o el de Londres»
Además de analizar las inscripciones del yacimiento de Iruña-Veleia, Juan Santos Yanguas es presidente del Cine Arqueológico de Bidasoa y uno de los expertos que, junto a la profesora Pilar Ciprés, estudian los graffiti encontrados en el yacimiento de Oiasso, en Irun, lo que le permite establecer paralelismos entre los distintos yacimientos.
- En el yacimiento de Iruña-Veleia falta por excavar el 90%, ¿qué esconde este antiguo enclave romano?.
- Esconde toda la parte monumental que, por el momento, está intuida y esconde extramuros, restos de una ciudad romana importante, situada estratégicamente por ser paso de la vía de Astorga-Burdeos. Es que Iruña-Veleia es una de las ciudades más significativas de toda la zona, junto a Pompaelo-Iruña y Oiasso-Irun.
- ¿Qué diferencias hay entre Veleia y Oiasso?
- Tras la desaparición del Estado romano la ciudad de Iruña-Veleia fue paulatinamente abandonada y, hoy en día, no hay que pegarse con los constructores para hacer arqueología mientras que en Irún, la ciudad moderna se levanta sobre la antigua opidum. Veleia era la más importante para los caristios, Oiasso, la más relevante de los vascones y con salida al mar, mientras que Pompaelo lo era para los vascones del interior.
- ¿Que importancia le otorga al puerto romano encontrado en la antigua Irún?
- Es tan importante como el de Burdeos o Londres aunque en un ámbito más reducido.
- ¿ Y en comparación con los descubrimientos en Veleia?
- Los dos son sobresalientes aunque quizás el hallazgo de Iruña-Veleia sea más importante por ser más novedoso tanto en cuanto a la temática como por el conjunto de graffiti concentrado. Y es que en el caso de Oiasso, existen otros similares como los antes mencionados de Burdeos y Londres.
Fuente: BELÉN ELGUEA / Diario Vasco, 13 de junio de 2006
Enlace: http://www.diariovasco.com/pg060613/prensa
/noticias/Cultura/200606/13/DVA-CUL-293.html
Nuevas palabras en euskera halladas en Iruña aluden a la Sagrada Familia
La referencia a la Virgen como Mirian hace pensar a los expertos en el origen oriental y no latino de los vocablos del yacimiento alavés
LAS PALABRAS
Urdin isar: (Estrella azul o grisácea). Aparecen separadas por un asterisco o estrella y están inscritas en cerámica sigilata de hacia los siglos III-IV. En otro fragmento se lee gori (rojo).
Gure ata: Los expertos analizan si es una invocación, si se trata de un extracto de una oración o si corresponde a un fragmento del Padrenuestro.
Ian: Los arqueólogos han encontrado una pieza de barro en la que aparece este término (comer), seguido de edan (beber) y lo (dormir).
Iesus: La última inscripción reza Iesus Iose ata ta Mirian ama (Jesús, padre José y madre María), en alusión a la Sagrada Familia.
El poblado alavés de Iruña-Veleia, a 10 kilómetros al oeste de Vitoria, sigue deparando sorpresas a los arqueólogos. Tras el hallazgo de varias inscripciones en euskera que podrían datar de entre los siglos III y IV -lo que las convertiría en las más antiguas que se conocen-, el yacimiento ha proporcionado ahora una secuencia de vocablos que aluden a la Sagrada Familia.
Según ha podido saber EL CORREO, una pieza de cerámica recién rescatada reza Iesus Iose ata ta Mirian ama (Jesús, padre José y madre María). La referencia a la Virgen como Mirian -María en hebreo- hace pensar a los expertos en el origen oriental y no latino de los vocablos. En un primer análisis, y a falta de realizar un estudio a fondo, consideran que «está más cerca de Palestina que de Roma».
Esta circunstancia, unida a la constatación de que en la Iruña-Veleia de hace diecisiete siglos existía una escuela o paedagogium con un preceptor de origen egipcio y cultura grecolatina, ha permitido dibujar una primera hipótesis. A juicio de los estudiosos, en aquella ciudad pudieron coincidir un grupo integrado por un egipcio, o bien un romano procedente de la tierra de los faraones, y autóctonos que intercambiaron información y lenguas, «posiblemente con un carácter pedagógico».
Conclusiones en 4 meses
Este último hallazgo de elementos en euskera se une a anteriores, como una pieza de cerámica en la que se lee -siempre en mayúsculas- urdin isar (estrella azul o grisácea). Los expertos creen ahora que ambas palabras, separadas por un asterisco o estrella, no están asociadas.
La expresión gure ata, plasmada en otro trozo de barro, puede tratarse de una invocación, un extracto de una oración o el primer fragmento del Padrenuestro. Por último, la secuencia que incluye Ian, Edan y Lo (comer, beber y dormir) es, a juicio de los expertos, una mera designación de verbos «de todos los días». Los investigadores tienen por delante mucho trabajo hasta ofrecer, en octubre o noviembre, conclusiones más sólidas.
Fuente: I. OCHOA DE OLANO i.o.olano@diario-elcorreo.com, Vitoria / El Correo Digital, 15 de junio de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/pg060615/
prensa/noticias/Sociedad/200606/15/VIZ-SOC-051.html
Los responsables del yacimiento muestran su enfado por las filtraciones a la prensa
Responsables de los trabajos del yacimiento arqueológico de Iruña Veleia, entre los que se encuentran el director de las excavaciones, Eliseo Gil o los filólogos vascos, Enrique Knrr y Joaquín Gorrotxategi, mostraron hoy su "enfado" por las filtraciones a la prensa de los últimos hallazgos en la localidad alavesa.
"Han sido unas filtraciones totalmente irresponsables que ha colocado a la comunidad científica en una situación muy incómoda y con sospechas de fraude o de que queríamos sobresalir", explicó Knrr en la rueda de prensa que ofrecieron hoy en la capital alavesa.
El objetivo de la comparencencia de hoy ante los medios, era asegurar la "veracidad" de las informaciones ya desveladas y que apuntaban a la aparición de inscripciones y leyendas en vasco antiguo y que podría situarse entre los siglos III y VI.
Incorrecciones de la prensa
Los restos encontrados corresponden tanto a temática general (sobre parentesco, colores o verbos) como religiosa, con alusiones a los principales personajes evangélicos, menciones a Dios o a la Sagrada Familia.
Como novedad, en estos hallazgos se ha podido ver la utilización por primera vez de la z o el primer saludo vasco, Gure aita zutan (el señor esté contigo). Según Gorrotxategi, "pese a lo que algunas informaciones decían, esto último no significa que sea el inicio del Padrenuestro".
En este sentido, aseguró la existencia de "algunas incorreciones en prensa, ya que no se trata de restos del siglo III como ha aparecido en prensa ni que se hubiesen encontrado en una escuela sino en una casa", aseguró Gorrotxategi que añadió que hasta el final del mes de octubre, cuando acaben los análisis y las precisiones cronológicas no harán ninguna otra comunicación pública.
Fuente: EUROPA PRESS. VITORIA, 15 de junio de 2006
Enlace: http://www.diariovasco.com/pg060615/actualidad/
cultura/200606/15/enfado-arqueologos-veleia.html
Otra pieza hallada en Iruña Veleia muestra una ilustración de la Última Cena de Jesús. En la representación aparece Jesús con once apóstoles en una mesa y, más abajo, un hombre ahorcado, Judas. Este material se descubre en una domus modesta
A cuentagotas, el equipo arqueológico de Iruña Veleia ha revelado los detalles de algunos de los más de 800 materiales epigráficos desenterrados. Ayer, el director de la excavación, Eliseo Gil, anunció otro nuevo descubrimiento. En esta ocasión se trata de una ilustración de la Última Cena, otra escena reconocible de la vida de Jesús. En este sensacional dibujo aparecen doce hombres alrededor de una mesa [11 apóstoles y Jesús], pero también en la parte inferior se ilustra otro personaje ahorcado en un árbol [Judas].
Esta pieza se suma a ostraskas con escenas referentes a la vida de Jesús, tal y como ya adelantó hace cinco días DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Según avaló ayer Eliseo Gil, han descubierto escenas como una estampa de su nacimiento y otra crucifixión. Pero también hay otros dibujos similares que aluden a personajes del Antiguo Testamento hallados en el yacimiento.
Estos materiales forman parte del segundo conjunto epigráfico, descubierto en una vivienda "muy distinta" a ladomus Pompeia Valentina, donde se hallaron el Calvario, los dioses paganos asaeteados, los dibujos de la vida cotidiana o los jeroglíficos y alusiones en latín a la historia egipcia.
Según explicó el director del yacimiento, el foco de investigación es "un acondicionamiento constructivo, concretamente trabajos de cimentación, que se llevó a cabo en una vivienda del siglo V d.C.". No obstante, estas piezas, que comparten el mismo espacio que las inscripciones en euskera, todavía están sujetas a los análisis preceptivos del carbono 14.
Casi todos los hallazgos del segundo conjunto se encuentran estampados en fragmentos de ladrillo, lo que dificulta su interpretación. En esta ocasión, la suerte no se ha alíado con los arqueólogos, que pudieron agilizar su labor en la domus Pompeia Valentina gracias a que "los materiales estaban sobre cerámicas". Esta circunstancia afecta especialmente a las inscripciones en euskera, para las que, de momento, se ha establecido una amplia horquilla cronológica desde el siglo III hasta el siglo VI. Eso sí, en cualquier caso, seguirán siendo las inscripciones de frases en euskera más antiguas conocidas hasta ahora.
"Estamos esperando a la analítica del laboratorio, que ratificará las fechas de los hallazgos", apuntó Gil. Mientras tanto, proseguirán los estudios de interpretación y lingüística, tanto para las piezas de ámbito religioso como para las palabras en lengua vasca. El proceso durará varios meses, ya que el director del yacimiento matizó ayer que la presentación de las piezas y este nuevo material no tendrá lugar antes de octubre o noviembre.
Pese a todo, el descubrimiento de la Última Cena ha despertado un gran interés en la comunidad científica, aunque no se ha confirmado que represente la ilustración más antigua de Jesús junto a sus discípulos en las horas previas a su detención por los soldados romanos. En este sentido, el dibujo del Calvario, del siglo III, mantiene intacta su excepcionalidad. Y es que no existe ninguna otra ilustración gráfica de la muerte del Hijo de Dios tan temprana.
Cualquier alusión a la escena de la crucifixión que se produjo en el monte Calvario, tanto en pinturas como en cerámicas, es bastante posterior a esa época. Pero no sólo esa representación desenterrada en Iruña Veleia tiene importancia por su cronología. Además, exigirá una revisión histórica de las hipótesis que se mantenían hasta ahora sobre el origen del cristianismo en Álava si esas ilustraciones hacen suponer la existencia de comunidades cristianas arraigadas.
Los emisarios de la Santa Sede que acudieron al yacimiento alavés no pudieron disimular en su día su estupefacción y su regocijo. No sólo quedaron impresionados por la cronología de las piezas, sino también porque se trazaron en una época en la que los cristianos sufrían persecuciones.
Con todo, Eliseo Gil siempre ha mantenido que Iruña Veleia es un "yacimiento vivo" y no hay que descartar nuevas sorpresas.
Fuente: Jaione Sanz / Noticias de Álava, 16 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/16/sociedad/alava/d16ala6.381017.php
Euskaltzaindia avala la autenticidad de los restos de inscripciones en euskera
Los expertos resaltan la "acusada inteligibilidad" de los primitivos términos
El empleo de la z en lugar de la s en vocablos como zutan o zuri podría significar el inicio de una nueva regla.
Euskaltzaindia finalizó ayer con las sospechas de fraude que circulaban en la comunidad científica al confirmar la autenticidad de las inscripciones en euskera primitivo halladas en el yacimiento de Iruña Veleia. No obstante, a la espera de los resultados del proceso de investigación iniciado, se sumó a la llamada de prudencia del equipo arqueológico de la excavación e insistió en que el origen de los términos podría oscilar desde el siglo III hasta el siglo VI.
La aparición de los vocablos en un acondicionamiento constructivo del siglo V hace pensar al director de Investigación de la Real Academia Vasca, Henrike Knörr, que los testimonios podrían situarse a finales de la época tardorromana. Aún así, siguen siendo los más antiguos hasta ahora encontrados, ya que los términos vascos de las glosas de San Millán de la Cogolla se sitúan en el siglo X.
Pero ésta no es la única circunstancia que otorga una valía excepcional al hallazgo. Según señaló el experto Joaquín Gorrotxategi, resulta sorprendente "la acusada inteligibilidad" de las leyendas, a diferencias de las burgalesas. "Esperábamos que fueran más opacos", reconoció el estudioso, quien resaltó la escasa evolución de la lengua vasca.
Uno de los aspectos más curiosos se refiere al uso de la z en términos como zuri o zutan, ya que en la epigrafía imperial del siglo II se empleaba la s para estampar las palabras vascas. "¿Será el inicio de una nueva norma gráfica?", se preguntó el especialista.
Fuente: Jaione Sanz / Noticias de Álava, 16 de junio de 2006
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2006/06/16/sociedad/alava/d16ala6.381016.php
El yacimiento alavés dispone de material epigráfico de Moisés con los mandamientos. La representación gráfica es muy similar en el trazado y el detalle a las otras escenas bíblicas
Los responsables del yacimiento alavés de Iruña Veleia cuentan también, entre el extenso y rico material hallado, con escenas epigráficas del Antiguo Testamento. Con detalles significativos y trazos muy sencillos, al igual que las otras escenas de la vida de Jesús detalladas ayer por el equipo de investigación arqueológica, el material revela un dibujo de la figura de Moisés con los mandamientos o las tablas de la ley a su lado.
Esta composición, que se añade a las otras escenas biblicas -varios calvarios, el Belén o nacimiento de Jesús, la Última Cena o la crucifixión, entre otras-, es apenas una de las cientos de piezas que han sido descubiertas en una domus de la fructífera oppidum alavesa. Pero, además, no se descarta que en el futuro aparezca nuevo material de similares características.
No en vano, en los últimos tiempos el yacimiento de Iruña Veleia es una fuente inagotable de descubrimientos. Pero, además, el propio director del yacimiento ha asegurado que tan sólo se ha excavado en una pequeña parte de la extensa ciudad romana que vivió en el siglo III su época de mayor esplendor.
De hecho, este verano está previsto iniciar las prospecciones para descubrir el teatro romano que, en el espacio público, serviría de foro lúdico para los más de 5.000 habitantes que residían en el espolón de Arkiz.
Fuente: Jaione Sanz / Noticias de Álava, 16 de junio de 2006
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2006/06/16/sociedad/alava/d16ala6.381019.php
"El hallazgo de Veleia es importante para la lingüística vasca; ha costado que se considere una ciencia seria" Henrike Knörr, director de la sección de investigación de euskaltzaindia.
El hallazgo de inscripciones en euskera en Veleia ha roto por fin el monopolio de las glosas de San Millán de la Cogolla. Y, además, con palabras inteligibles.
Ciertamente, desde Menéndez Pidal había habido un monopolio de las glosas, unos comentarios a unos textos latinos que están, en su mayor parte, en romance navarro-aragonés, aunque contienen dos frases en euskera. En el siglo X había población vascófona en esa zona. Sin embargo, en esas dos frases no entendemos más que ez (no), guek (nosotros) y dugu (tenemos o hemos). En parte por su misterio y por ser el único testimonio en euskera han tenido monopolio. Ahora, por una pirueta de la historia, han aparecido unas palabras de al menos 500 años antes. Es verdad que no son frases. De hecho, nos daríamos con un canto en los dientes si apareciera algo así como "Valerio viene del campo". En próximas excavaciones podrían aparecer palabras que no podamos entender, pero por ahora todo es diáfano.
De las inscripciones halladas, ¿alguna ha sorprendido especialmente a los expertos lingüistas?
Desde el punto de vista lingüístico, podría decir que casi nada nos ha sorprendido, porque las palabras encontradas están muy poco alejadas del euskera actual. Quizá lo más llamativo es la z de zutan, ya que que la moda de entonces consistía en el empleo de la s . También resulta curioso el aspecto más bien oriental de Miriam, porque en la traducción del Nuevo Testamento amratiense se dice María.
Sabemos que las leyendas aparecen impresas en ladrillo, pero no cómo están escritas. ¿Qué podría adelantarnos?
Las palabras están escritas en mayúsculas, porque entonces no se escribía en minúsculas. La u aparece como entonces se escribía en mayúscula, como v . Aspectos que ahora nos parecen tan necesarios, como una coma o los puntos, llegaron más tarde.
El preceptor de los niños de la domus Pompeia Valentina parece ser el responsable de los jeroglíficos egipcios encontrados. ¿Sospechan qué tipo de persona o de personas pudieron escribir esas inscripciones en euskera?
Sería estupendo que apareciera una firma, pero yo soy un poco escéptico en cuanto a eso. Sin firma, no se puede saber quiénes son los autores de las leyendas encontradas. Entonces, mucha gente utilizaba el ladrillo para escribir, porque es el material que tenían más a mano.
Tanto Joaquín Gorrotxategi como usted han contemplado distintas piezas y han analizado las fotografías de las inscripciones. ¿En qué va a consistir, a partir de ahora, su trabajo en equipo?
Una vez que la excavación de esa parte termine, habrá que hacer una relación completa de las palabras: las que se pueden casar entre ellas, aquellas que parecen independientes pero pueden formar parte del mismo contexto, ver si estamos ante un Padrenuestro entero o no... En noviembre esperamos entregar a la comunidad científica una lista de lo que ha aparecido y un estudio de lo que nos parece más importante: por qué Miriam y no María, qué significa urdin...
Los arqueólogos todavía no pueden precisar la época a la que pertenecen las inscripciones, aunque se decantan por el siglo V en lugar del III. De confirmarse esta fecha, ¿los hallazgos perderían valor?
Es muy comprensible la precaución de los arqueólogos, el hecho de que quieran manejarse en una horquilla temporal amplia, del siglo III al VI. Si habláramos del siglo III o IV, eso tendría su importancia, porque entonces Álava se encontraba bajo el manto protector del sistema político-administrativo de Roma. En el siglo VI, sin embargo, dominaba la monarquía visigótica, aunque se sabe que tenía malas relaciones con Vasconia.
Se muestra muy prudente. ¿Muchas teorías sobre la llegada del euskera a esta zona se derrumbarían en función de la cronología del hallazgo de Veleia?
Insisto en que de momento no hay nada claro, pero mi impresión es que, contrariamente a lo que se ha dicho muchas veces, no hubo corrimiento de gente vascona hacia Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. Los datos dialectales no hablan de dialectos en dirección este-oeste, sino norte-sur. Hablamos de una lengua vasca muy antigua.
Una lengua vasca que, según desprenden las inscripciones de Iruña Veleia, apenas ha evolucionado...
A los vascos nos gusta mucho decir que el euskera es la lengua más antigua, pero el castellano que ahora empleamos tampoco ha cambiado mucho, es el latín del siglo XXI que se habla ahora aquí. En lingüística se dice que no hay lenguas más viejas que otras, aunque es cierto que el salto entre el latín y el castellano es mayor. El ritmo de evolución del euskera no ha sido tan vivo, una cosa curiosa. Mis alumnos de Filología Vasca leen textos de 1545 y con unas pocas nociones los entienden.
¿Sería descabellado pensar que Álava puede ser la cuna del euskera en la península?
Como titular, decir que Álava puede ser la cuna del euskera está bien, pero no es así. En ciencia, en arqueología y en lingüística hay un trabajo de prosprección, de búsqueda; sin embargo, muchas veces los hallazgos son fruto de la casualidad. Cuando uno tiene una ciudad romana como Iruña Veleia es probable que surjan testimonios como los encontrados, pero pueden aparecer otros en otros sitios. Mi maestro Koldo Mitxelena era escéptico en cuanto a la posibilidad de descubrir testimonios de la lengua vasca antigua. Cómo le hubiera gustado vivir este momento... Estaría entusiasmado, como nosotros ahora, que incluso perdemos el sueño.
Además de en euskera, ¿podrían aparecer inscripciones en otras lenguas antiguas en el yacimiento?
Sí, porque la realidad es que aquí, por aquellas épocas, hubo dos lenguas, además del latín: el euskera y el celtibérico, un primo del latín que es anterior en su venida a la península. Por eso, no me extrañaría nada que mañana los arqueólogos de Iruña Veleia dijeran que han encontrado inscripciones en celtibérico. Ya han aparecido en Navarra. Tampoco me extrañaría que aparecieran en ibérico. El alfabeto ibérico y su lengua se empleaban mucho o sólo el alfabeto para representar el celtibérico.
¿Qué significa este hallazgo en el yacimiento alavés para la Real Academia de la Lengua Vasca?
Es importante, porque ha costado mucho que se considere la lingüística vasca como una ciencia seria. Determinadas personas con ciertas teorías sueltan, al hablar, un torpedo en nuestra línea de flotación. Hay una universidad pública desde 1977, una academia de la lengua vasca, especialistas de relieve... El mundo de los aficionados está muy bien para una cena en una sociedad gastronómica. Pero ya se ha afinado mucho, gracias a la gente del país y a investigadores extranjeros. Nunca ha habido como hasta ahora, en conjunto y en figuras, vascólogos tan preparados, aunque sin una obra inmensa y riquísima como la de Mitxelena no estaríamos aquí. Como se decía en la Edad Media, somos enanos en hombros de gigantes.
Expertos lingüístas de todo el Estado han mostrado interés por las inscripciones y el resto de hallazgos en Iruña Veleia. Sin embargo, los medios nacionales apenas se han hecho eco del descubrimiento.
Siempre Maradona estará por delante de la lengua. Y si Sofía Loren se vuelve a casar, nosotros seguiremos muy por detrás. Somos, como se dice en francés, un fait divers, un hecho diverso, un suceso. Hay que aceptarlo. Puedo arriesgarme a decir que, con el tiempo, esa forma de ver las cosas cambiará. Pero luego saldré a la calle y cualquier viandante volverá a decirme que estoy perdiendo el tiempo y que Maradona es más importante.
Fuente: Jaione Sanz / Noticias de Álava, 16 de junio de 2006
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2006/06/16/sociedad/alava/d16ala8.380988.php
18 de noviembre de 2006
(1) Un investigador de los textos en euskera de Iruña Veleia pide cautela hasta ver si son auténticos
Los responsables del yacimiento de la ciudad romana de Iruña Veleia, en Álava, sorprendieron al mundo el 8 de junio, cuando revelaron el hallazgo de un conjunto de 270 inscripciones y dibujos hechos sobre restos de cerámica y huesos en el siglo III después de Cristo. Uno de los grafitos es, en principio, la representación más antigua de un calvario de la que se tiene noticia hasta la fecha. Días después, el equipo de arqueólogos que dirige Eliseo Gil comunicó el hallazgo de un segundo conjunto epigráfico con palabras en euskera que, de confirmarse que se grabaron en los siglos III o IV, adelantarían seiscientos años la fecha de los primeros vocablos comunes del vascuence escrito.
Han pasado cuatro meses y se han dicho muchas cosas. Uno de los expertos encargados de peritar este último descubrimiento, el catedrático de Lingüística Indoeuropea de la UPV Joaquín Gorrochategui, pide a los especialistas implicados en la verificación de los hallazgos, extremar todas las cautelas y no darlos por buenos antes de llegar a un convencimiento pleno sobre su autenticidad. Algo de lo que, a su juicio, aún estamos lejos.
En el artículo de opinión que se reproduce a continuación, Gorrochategui, director del Instituto de Ciencias de la Antigüedad y uno de los principales expertos en lenguas antiguas de la Península Ibérica -latín, celtibérico, ibérico y euskera-, reflexiona sobre algunos de los elementos muy poco usuales que contiene el conjunto de óstraca (inscripciones sobre restos de cerámicas) con las palabras en euskera, al que califica de asombroso. Gorrochategui -que forma parte junto a los también catedráticos Juan Santos Yanguas y Henrike Knörr de la Comisión Científica de Seguimiento de las Excavaciones- es crítico con quienes han hablado ya de evidencias y expone algunas dudas.
Para empezar, recuerda que los óstraca son una exigua minoría dentro de los grafitos antiguos. Cuando se escriben, tienen una finalidad, y de las palabras y mensajes en euskera, dice, aún no se ha encontrado su función. El profesor precisa, además, que han aparecido nuevos grafitos de este tipo en otros rincones excavados del poblado alavés y admite que siente vértigo al pensar que esto sugiera que en Veleia se impuso una moda que sembró literalmente el área urbana de letras inscritas que ahora aparecen por doquier. En una época, claro está, en la que muy poca gente estaba alfabetizada en latín.
La perplejidad de Gorrochategui aumenta a cada paso, cuando se fija en los temas tratados así como en la expresión lingüística. Le sorprende que haya tantos textos escritos sin paralelo en otras ciudades de habla vasca de la misma época y, además, sin continuidad histórica. Las múltiples inscripciones dan a entender, a su juicio, que el hábito de la escritura, un fenómeno nada natural en sí mismo, estaba ampliamente difundido entre los habitantes vascófonos de la zona, cuya pérdida total en los siglos altomedievales sería difícil de explicar.
También le ha llamado poderosamente la atención que las palabras aparecidas -urdin izar, gori, edan, ian- sean tan inteligibles, es decir, muy similares a las que se usan hoy en día en el habla cotidiana. Contamos con un axioma general: que las lenguas cambian, que no hay ninguna que de manera natural en quince siglos no haya experimentado un cambio mayor o menor de las estructuras, argumenta.
Así, se pregunta por algunas grafías o nombres: ¿Qué pinta esa h en esa posición?, dice de la palabra Ioshe. ¿A qué se debe el nombre hebreo de la Virgen?. Las contracciones y la z también son objeto de sus reflexiones. He pretendido esbozar sólo algunos de los problemas generales que nos plantean estos hallazgos. Todo el mundo es consciente de su enorme repercusión para múltiples disciplinas históricas y filológicas. Precisamente porque hay mucho en juego, tenemos que extremar todas las cautelas, concluye el catedrático.
Fuente: Terra Actualidad - Vocento/VMT, 18 de noviembre de 2006
Enlace: http://actualidad.terra.es/provincias/alava/
articulo/iruna_veleia_investigador_textos_euskera_1218181.htm
(2) Los asombrosos hallazgos de Iruña-Veleia
JOAQUÍN GORROCHATEGUI
JOAQUÍN GORROCHATEGUI/CATEDRÁTICO DE LINGÜÍSTICA INDOEUROPEA Y DIRECTOR DEL INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA ANTIGÜEDAD UPV/EHU CATEDRÁTICO DE LINGÜÍSTICA INDOEUROPEA Y DIRECTOR DEL INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA ANTIGÜEDAD UPV/EHU
Después del revuelo armado a mediados del pasado mes de junio por el anuncio de la aparición de los sorprendentes grafitos en vascuence, ha habido un periodo de relativa calma informativa. Prometimos en aquella ocasión que hacia el mes de noviembre avanzaríamos más información sobre el material aparecido o, en su caso, nuestras primeras valoraciones con algún fundamento.
Corresponde a los responsables de la excavación dar cuenta de las novedades -alguna primicia han adelantado ya-, así como de todos los avances registrados en la datación e interpretación de los hallazgos. A Henrike Knörr y a mí se nos pide que hagamos una valoración filológica, para lo cual antes debemos contar con el catálogo completo de textos, transcritos adecuadamente y acompañados de las ilustraciones correspondientes. Todo esto está aún por hacer por parte del equipo de arqueólogos y epigrafistas, de modo que mi aportación en el momento actual no puede ser más que de carácter general y obviamente provisional.
Muchos han manifestado su sorpresa, asombro y vértigo por la aparición de estos textos. ¿Por qué son tan asombrosos? Básicamente porque reúnen en un número nada despreciable de piezas una amplia variedad de fenómenos muy poco usuales, comparativamente hablando, y que afectan a ámbitos y disciplinas dispares. Estas particularidades sorprendentes abarcan desde los mismos soportes hasta los contenidos de los textos, pasando por el uso de las lenguas.
Las cerca de 270 piezas del primer hallazgo así como las procedentes de los hallazgos posteriores, aún sin cuantificar con precisión, han sido descritas como grafitos, término que no hace justicia a la naturaleza de los textos. En realidad son óstraka, es decir, una clase especial de grafitos que se caracteriza por unos rasgos bien concretos: se graban sobre fragmentos de cerámica reaprovechados como material de escritura, de modo que el texto se ajusta al tamaño y forma de la cerámica; esto es, se utiliza la cerámica como si fuera un trozo de papel, para escribir una nota, un apunte o un mensaje. Por grafitos se entienden las banales marcas sobre vajilla en uso, bien para indicar la propiedad o la donación del recipiente, bien para alguna otra circunstancia cotidiana; y cuando el recipiente cerámico se rompe, el azar hace que en muchísimos casos el grafito quede truncado y solo llegue a nosotros algún fragmento del texto. La función de ambas clases de texto es, pues, bien distinta, así como el número y proporción de los respectivos hallazgos: sin que pueda ahora justificarlo con cifras precisas, mi intuición es que los óstraca son una exigua minoría dentro de los grafitos antiguos.
Por otro lado, en los óstraca adquiere una relevancia especial la función del texto, ya que el autor lo escribe con una finalidad concreta. En la gran mayoría se trata de textos que afectan a los negocios: cuentas, listas de acreedores, recibos, listas de producción de los talleres cerámicos, etc. En este sentido, Eliseo Gil y su equipo han emitido la hipótesis de que los óstraca del primer hallazgo son el resultado de la actividad docente de un pedagogo egipcio sobre sus discípulos veleyenses, encontrándoles una funcionalidad compatible con su excepcional contenido. Aunque en mi opinión esta hipótesis presente evidentes puntos flacos -cuya explicación dejo para otra ocasión- es, al menos, un intento de interpretación global del conjunto. Sin embargo, los óstraca vascos aparecidos este año presentan una dificultad añadida para la necesaria fijación de su funcionalidad: en primer lugar, la habitación en la que apareció el conjunto principal no ha sido excavada aún hasta el punto en que se pueda resolver adecuadamente la cronología y la razón de ser de los textos. La primera hipótesis provisional de que se trata de material de relleno sobre el cual construir una casa de comienzos del s. V no ayuda, precisamente, a definir su función. Tampoco ayuda nada, en mi opinión, el que hayan aparecido más óstraca en catas realizadas durante este verano, según noticias avanzadas por los propios arqueólogos, ya que acerca de un material así es prácticamente imposible emitir hipótesis explicativas fundadas. Por otro lado causa vértigo pensar que tales hallazgos exceden en probabilidad las expectativas más generosas, sugiriendo que en Veleia se impuso una moda que sembró literalmente, y nunca mejor dicho, el área urbana de letras inscritas que ahora aparecen por doquier. No habrá más remedio que esperar a excavaciones ulteriores para aclarar este punto crucial y ver, mientras tanto, si los propios textos ayudan a definir su función.
Si abandonando el problema planteado por los soportes mismos nos centramos ahora en los textos, nuestra perplejidad aumenta a cada paso, tanto si nos fijamos en los temas tratados, como en la expresión lingüística para hacerlo. Me referiré solo a esta última, usando para mi comentario la información hasta ahora publicada.
El primer fenómeno sorprendente es la misma atestiguación de tantos textos escritos en lengua vasca, no porque ello fuera imposible en este territorio y en esa época -como algunos estudiosos piensan con argumentos no carentes de peso-, sino porque constituiría un fenómeno aislado sin paralelos en otras ciudades de habla vasca segura -como St-Bertrand-de-Comminges, capital aquitana donde el hábito de la escritura estaba mucho más arraigado que aquí- y, algo importante, sin continuidad histórica en los siglos sucesivos. Una cantidad tan abundante de textos en el ámbito privado sugiere que el hábito de la escritura, un fenómeno nada natural en sí mismo, sino eminentemente cultural, estaba ampliamente difundido entre los habitantes vascófonos de la zona, cuya pérdida total en los siglos altomedievales sería difícil de explicar.
Sabiendo que la filología vasca está asentada básicamente sobre un corpus textual que no remonta más allá del s. XVI, salvo para pequeñas excepciones, alguien puede preguntarse con buen criterio ¿hay instrumentos para juzgar textos de la Antigüedad que no poseen hasta ahora paralelo ninguno conocido? Bien, no se tienen las condiciones privilegiadas de los latinistas -que podrán valorar con razones de peso los textos latinos encontrados en el primer hallazgo-, pero contamos con los medios proporcionados por la lingüística histórica, que es la disciplina que se encarga de estudiar las evoluciones y cambios de las lenguas, así como de proponer hipótesis verosímiles sobre sus estadios prehistóricos. Así, contamos con una especie de axioma general: que las lenguas cambian, que no hay ninguna que de manera natural en quince siglos no haya experimentado un cambio mayor o menor en sus estructuras, y contamos también con una serie de hipótesis congruentes acerca de qué podría ser más verosímil y, a veces, hasta imposible.
Ya en junio dijimos que nos llamaba poderosamente la atención el hecho de que el aspecto general de los textos fuera tan inteligible. Es verdad que a ello favorecen dos razones: una que el tema recurrente de los textos es el cristianismo, religión cuyos actores y relatos conocemos perfectamente; todo ello sería automáticamente más complicado -a la vez que enormemente más interesante para nuestra etnología y lingüística-, si los textos nos remitieran a la religiosidad pagana de los antiguos vascos. La segunda razón, discutible, es que el vocabulario se limitaba al llamado léxico básico. En consecuencia, había una especie de contradicción entre los datos ofrecidos por los epígrafes y lo que esperaríamos de unos documentos tan antiguos: asegurarían que en Veleia se hablaba vasco en la Antigüedad, pero no avanzaríamos ni un ápice nuestro conocimiento sobre el vasco antiguo.
El material ofrecido ejemplifica un poco esta situación. Si tomamos el texto en el que se hace mención a la Sagrada Familia (IEHSVS, IOSHE ATA TA MIRIAM AMA), no tengo nada que objetar a la antigüedad de ata ni de ama, incluso el primer término sería congruente con lo previsto por Michelena hace años, pero el problema empieza con la forma vasca de los nombres propios: ¿cómo es posible que José haya perdido su consonante final, si tanto en la tradición griega como en la latina se escribía Ioseph? ¿Qué pinta esa H en esa posición?, ¿a qué se debe el nombre hebreo de la Virgen, si en toda la tradición cristiana tanto griega como latina, incluso en la judía de lengua griega, es María? Y fíjense a dónde apunta todo este conjunto de rasgos: a una comunidad judeocristiana que se expresa en lengua vasca. La unión sintáctica presenta también dos problemas, aunque diferentes. En primer lugar, la conjunción copulativa que aparece es ta, variante de la más amplia eta: si bien es verdad que ta está documentado mayoritariamente frente a eta en los Refranes y Sentencias de 1596, sería más complicado hacer derivar eta de ta como forma secundaria que ta de eta con aféresis por razón de fenómenos de enclisis. Y el segundo problema es de otro orden: tras el nombre de Jesús se percibe una coma gráfica en función sintáctica, fenómeno para mí totalmente inédito en la epigrafía latina.
Igualmente la leyenda GEVRE ATA ZVTAN plantea cuestiones de cierta envergadura; está el hecho de que documentemos tan pronto la forma actual del pronombre intensivo o reflexivo geure, que suele explicarse como una contracción del oriental guhaure; cabría pensar en una contracción ya antigua y general, con una posterior remodelación etimológica solo en los dialectos orientales (de manera parecida a como ahora, para decir tuerto, probablemente muchos dirían begi oker y no betoker, que es la forma antigua, obtenida regularmente de una secuencia prehistórica *beg(i)-okher), pero se trata de una explicación costosa. Y con zutan ocurre algo parecido. Se trata de una variante dialectal septentrional, a la que en los dialectos peninsulares y especialmente en vizcaíno se le opone zugan, cuya antigüedad es preferida por los filólogos. En resumen, lo que unas formas y otras muestran habitualmente es una variante vasca dialectal, no siempre consecuente con un único dialecto, pero no una forma predialectal, que pudiéramos admitir como común y ancestral para todas las variedades posteriores.
Terminaré con el problema que apunté en junio sobre la utilización de la letra Z. Se trata de una letra ajena al alfabeto latino tradicional -que terminaba en X-, añadida para anotar el sonido griego existente en palabras como Zeus, del que carecía el latín. Los préstamos latinos más antiguos que poseen /s/ como causa fueron adaptados en vasco mediante la /s/ de idéntica pronunciación, que ahora escribimos con z, gauza. Eso quiere decir que uno esperaría lógicamente que una palabra vasca como /sutan/, pronunciada con la /s/ idéntica a la latina, debería haber sido escrita SVTAN, de la misma manera que en las lápidas vasco-aquitanas el nombre de persona que contiene la forma vasca gizon hombre se escribe GISON.
Con estos comentarios he pretendido esbozar solo algunos de los problemas generales que nos plantean estos hallazgos. Todo el mundo es consciente de su enorme repercusión para múltiples disciplinas históricas y filológicas. Precisamente porque hay mucho en juego, tenemos que extremar todas las cautelas, cada uno en la disciplina cuyos métodos y contenidos mejor conoce, a fin de poder llegar, al final del proceso, a un convencimiento pleno sobre la autenticidad de los hallazgos y su aceptación por la comunidad científica. Pero aún estamos lejos de ello. Estas palabras quizá supongan un jarro de agua fría para el ardor de algunos y la ilusión de muchos, pero estimo que es lo correcto en estos momentos, en los que aún no tenemos todos los datos necesarios para llegar a la conclusión que se nos pide. Dicen que la fe es conveniente en la investigación científica, pero el método es imprescindible.
Fuente: El Correo Digital, 18 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061118/
sociedad/asombrosos-hallazgos-iruna-veleia_20061118.html
19 de noviembre de 2006
«Aún no estoy seguro de que los textos de Veleia sean auténticos»
El lingüista cree que es pronto para dar por buenos o por malos los escritos en euskera del siglo IV y pide a los investigadores «comprobaciones extremas»
EXPERTO. Joaquín Gorrochategui consulta un libro sentado junto a uno de los árboles del jardín de Las Nieves, en el campus alavés de la UPV. / NURIA GONZÁLEZ
EL PERSONAJE
ALGUNAS REFLEXIONES
Nació: en Eibar, en 1953.
Profesión: es catedrático de Lingüística Indoeuropea de la Facultad de Filología e Historia de la UPV y ahora dirige el Instituto de Ciencias de la Antigüedad.
¿Qué estudia la Lingüística Indoeuropea?: «Es una disciplina que básicamente compara las antiguas y múltiples lenguas que se hablaban desde la India hasta Europa. Algunas tienen documentación antigua como el latín, el griego y el sánscrito, que son las clásicas. Un campo amplísimo», en sus palabras .
Su especialidad: este alumno aventajado de Koldo Mitxelena basó su tesis en la onomástica -en los nombres de personas y de divivinidades- basada en la lengua vasca y que se encuentra sobre inscripciones latinas del siglo II d. de C. de la antigua Aquitania. Además del euskera antiguo, se ha ganado su prestigio con estudios de otras lenguas como la celtibérica o la ibérica.
Su papel en Iruña Veleia: forma parte del comité científico encargado de peritar las piezas junto a los tambien catedráticos Juan Santos Yanguas (Historia Antigua) y Henrike Knörr (Filología Vasca).
Joaquín Gorrochategui confiesa que se enfadó «mucho» cuando descubrió que se había filtrado a la prensa el hallazgo en el yacimiento romano de Iruña Veleia, en Álava, de un conjunto de textos en euskera que podían datar de los siglos III y IV y cambiar muchas tesis científicas. El prestigioso catedrático de Lingüística Indoeuropea tuvo que enfrentarse pocos días después a una improvisada rueda de prensa cuando en su cabeza bullían decenas de dudas y preguntas sin respuesta. Cuatro meses después mantiene su postura crítica. Subraya que aún no puede estar seguro de los descubrimientos sean «auténticos» e invita a los otros investigadores implicados en el peritaje de las piezas a «extremar» las precauciones y aplicar con rigor los métodos científicos. Si demuestran que son verdaderas, admite, se avecina una revolución académica.
-Han pasado cuatro meses desde que se anunciara la aparición de inscripciones en euskera en Iruña-Veleia, al parecer de los siglos III o IV. Se han dicho muchas cosas. Usted pide «cautela hasta llegar al pleno convencimiento sobre la autenticidad» de los hallazgos. ¿Ha habido precipitación por parte de algunos al darlos por buenos?
-Para algunas personas serán suficientes la información o las pruebas proporcionadas por los arqueólogos sobre estas cuestiones. Pero a mí no me compete ver eso. Las analíticas y las estratigrafías tendrán que analizarlas los arqueólogos. Yo debo estudiar los textos desde el punto de vista de la lengua y los epigrafistas, desde el de la propia grafia. Y mire todavía esto está sin hacer...
-Se queja de que no dispone de un catálogo detallado de los textos.
-No sé si es una queja... Me da la impresión, y esto lo dirán los arqueólogos, de que han tenido que hacer otros trabajos este verano y se han distraído un poco del plan inicial, por eso la cosa se ha atrasado. Claro, para decir las cosas con más fundamento necesitamos tener los textos correctamente leídos, clasificados, con el comentario epigráfico, con fotos...
-Otros miembros del comité encargado de peritar los hallagos, como los catedráticos Santos Yanguas y Knörr, han hablado de «evidencias» sin tapujos. Sin embargo, usted tiene dudas, sobre todo lingüísticas.
-Para mí el texto no se puede separar del soporte, de la función y de la propia lengua. Yo parto evidentemente de la lengua y es ahí donde me centro -aunque no sólo en eso- y veo cuestiones que no me cuadran del todo.
-¿Por qué usted es más crítico?
-Parece que las evidencias son estratigráficas, arqueológicas y analíticas. No tengo nada que decir sobre eso, quizá sean verdad, pero eso ya se verá. Yo hago mi trabajo y no puedo decir nada hasta que tenga todo el material para relacionar una cosa con otra. A lo mejor el informe final pueda ser también dudoso, o no, y quedo plenamente convencido de todas las cuestiones. En última instancia, ese va a ser un diálogo de disciplinas diferentes: los lingüistas y los filólogos, los epigrafistas, los historiadores de la religión, de la educación antigua, del arte, tienen que ver los materiales que les afectan y decir esto me resulta raro, pero cuadra con la época, o esto no me lo esperaba, pero lo puedo interpretar así o asá o me resulta inexplicable. Al final todo tiene que coincidir. Yo lo que digo ahora es: no tanta alegría, no tanta precipitación, vamos a esperar y a seguir el método científico.
Fenómenos poco usuales
-En el artículo que usted publicó ayer en EL CORREO cita cuestiones que le llaman poderosamente la atención de un descubrimiento que califica de «asombroso» porque reúne una serie de fenómenos «poco usuales». Para empezar, reflexiona sobre la excesiva abundancia de óstraca o escritos sobre cerámica en Iruña Veleia.
-Mire, un grafito es cualquier cosa que haces sobre una cerámica. Coges un puzón y rayas y ya está y de eso hay a montones, yo que sé, en Mariturri, en Arcaya, en todas partes... Pero óstraca ya es otra cosa, es utilizar una cosa para escribir un texto, un mensaje y eso es menos frecuente...
-Pues en Iruña-Veleia ya van por el tercer conjunto de piezas de este tipo. ¿Por qué sugiere usted, con tono crítico, que le extraña tanta abundancia?
-Tal cantidad de óstraca es inusual. Eso implicaría una extensión muy muy grande del hábito de la escritura que llegaría a mucha población, es decir, un grado de alfabetismo muy amplio y no me parece a mí que esto pudiera ser así. Y además, en una lengua que no es la latina, porque si todavía fuera latín,... Escribir es un fenómeno nada natural, requiere de gran esfuerzo. Y hacerlo en una lengua en la que tú no has aprendido a escribir es una empresa intelectual muy importante.
-Explíquese.
-Recuerdo a mis primos, que son de caserío. Cuando iban a la mili sabían lo justo, justo de castellano, porque toda la vida habían hablado en euskera. La carta que escribían a sus padres de higos a brevas era en castellano, cuando jamás entre ellos hablaban en castellano, pero era la única lengua en la que habían sido alfabetizados, en la que habían aprendido a escribir y a unir las palabras y a separarlas. En vasco no sabían cómo hacerlo y si alguno se ponía a escribir pues salían churros: las palabras van juntas, las separaciones son diferentes a lo que uno está acostumbrado... Escribir no es nada simple. Y con lo de Iruña-Veleia uno se pregunta por qué si allí hubo esa floración otra vez de pronto volvemos a la Edad Media y no hay nada, todo el mundo ha olvidado escribir en vasco y sólo se escribe en latín o en romance.
-Según sus propias palabras, del «asombro» pasa a la «perplejidad» cuando se enfrenta a los textos en euskera. ¿Por qué?
-Sabíamos que se hablaba euskera en este territorio, aunque algunos lo nieguen. Pero una cosa es esto y otra es que su escritura se dé en un único punto y con una profusión tan grande, frente a otras ciudades de la romanización iguales o incluso más grandes como St-Bertrand-de-Comminges donde no ha aparecido nada. Alguien me podrá decir bueno, de un argumento ex silentio no se puede negar nada. Bien, no se puede negar nada, pero yo siempre pongo sobre la mesa que esto es inusual.
-Desde el primer momento en que tuvo contacto con los hallazgos, usted ya incidió en la inteligibilidad de las palabras, en su gran parecido al euskera actual. ¿Qué evolución hubiese creído más lógica a lo largo de los siglos de palabras como urdin (azul) o lo (dormir)?
-Mire usted, no lo sé. Le pongo un ejemplo. Digamos que eso es vasco del siglo IV. Esos textos, si se los damos a un estudiante de euskera, alguien que no lo sabe como legua materna, los entiende. No es complicado. La prueba es, si a un polaco que aprende español le diéramos un texto español del siglo IV, que es el latín, ¿lo entendería tan rápidamente?
Demasiado inteligibles
-¿Todas las lenguas evolucionan?
-Sí. Sabemos, porque esto es un axioma, que no puede haber una lengua que no evolucione.
-Analice alguna palabra, por favor.
-Ahí aparece edan (beber). Tiene estructura de participio correcta. Pero ian (comer) tiene la misma estructura de participio con una evolución - la e ha pasado a i y no sabemos si esa i y esa a han pasado a ia- que yo en principio no esperaría tan antigua. Claro que todo esto nos lo podemos volver para atrás. Éste no es un argumento definitivo para decir que no. Son indicios en contra de lo que esperaríamos, en contra de ciertas hipótesis de verosimilitud. Estamos buscando, veremos pruebas que sean claras en un sentido o en otro. De momento estamos con una impresión. Al final las disciplinas van a tener que discutir entre ellas.
-Tampoco le convencen algunas grafías.
-Hay cosas raras. Sí, por ejemplo, la h en Ioshe no sé a qué viene. En latín y en griego era Ioseph, con una ph al final, que no sé por qué desaparece ahí, cuando además apunta a una fuente directa judía o hebrea, por el nombre de Miriam.
-¿Ironiza usted cuando dice que esto apunta a la posibilidad de que en Iruña Veleia hubiese una comunidad judeocrisitiana que hablase euskera?
-El texto está en lengua vasca y los nombres son de orígenes hebreo directo y no de latinocristiano. Ésa es la conclusión que saco...
-Eso cambiaría muchas teorías...
-Yo no soy especialista en cristianismo, pero creo que también estarían muy interesados los especialistas en cristianismo en eso.
-Le llama la atención hasta que las palabras estén en mayúsculas.
-Porque en muchos de los óstraca que yo he visto que aparecen en cursiva. Si se parte de una idea de que el hábito de la escritura está muy extendido, porque hay muchos textos, lo normal sería la cursiva, y todo lo que yo he visto está en mayúsculas.
Las grafías
-Otra de las rarezas de las que habla conjunción copulativa ta derive con los siglos en eta y no al revés.
-A mí me parece más fácil explicar ta de eta. Lo mismo que cuando aparece zutan. Se habla así en dialectos septentrionales. En los peninsulares, en concreto en el vizcaíno, es zugan, y bueno, los filólogos creen que zugan es más antiguo que zutan. Es decir, estos textos mueven los cimientos de nuestra disciplina, de lo que hasta ahora pensamos que podría ser verosímil. Es verdad que no sabemos cómo era el euskera del siglo IV, pero sí sabemos como era el latín de esa época. Ya veremos qué dicen los textos del hallazgo anterior a éste, en latín, que para mí son muy importantes.
-Su colega Knörr habla ya de un tercer hallazgo de textos en euskera menos inteligibles. ¿Eso despejaría alguna de sus dudas?
-Sólo he visto algo, no sé si es todo. Para mí van por el mismo aire que las anteriores.
-Si al final todo esto resulta ser verdadero, Iruña-Veleia va a revolucionar el mundo académico.
-Sí, si esto es así, tienen una consecuencia brutal. Admito que estos hallazgos tienen una enorme repercusión y ponen en entredicho muchísimas de las ideas y opiniones que teníamos hasta ahora. Por eso me parece prudente someterlos a una crítica y a una comprobación extrema. Están muy bien las analíticas de los laboratorios o la información arqueológica, pero eso tiene que cuadrar con lo que nosotros sabemos de nuestra ciencia. Tiene que encajar, aunque sea cambiando algunas cosas de nuestra ciencia, pero no sé hasta qué punto todas...
-Si el puzzle no encaja, ¿no surgirán sospechas de falsificación?
-La respuesta a eso tendrá que ser el final del estudio. Yo aún no estoy seguro de que eso sea auténtico. Pero, ojo, de la misma manera que reclamo que no se puede decir ahora que todo va a misa, por la recíproca no podemos decir que esto es falso. No creo que esto se vaya a dilatar, parece que de aquí al verano ya estará el informe definitivo.
-¿Se le ha pasado por la cabeza que el hallazgo pueda ser falso?
-Para mí están abiertas todas las posibilidades, también que sea verdadero.
Fuente: ROSA CANCHO r.cancho@diario-elcorreo.com Vitoria / El Correo Digital, 19 de noviembre de 2006
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20061119/sociedad/estoy-seguro-textos-veleia_20061119.html
(2) «Algunas cosas que se han dicho me parecen muy especulativas»
El catedrático no quiere desvincular los textos en euskera de los primeros graffitis hallados en una casa noble de Veleia, en lo que parecía una escuela, y que incluyen un calvario.
-Mientras usted llama a la calma, otros se aceleran. ¿Ve intereses políticos o académicos en darle tanto realce a los últimos descubrimientos de Iruña-Veleia?
-Creo que no. Es comprensible por la atracción que produce todo esto. Cuando a mí me lo contaron, yo también, como Henrike Knörr, estuve noches sin dormir, por el choque que suponía, porque esto da vértigo.
-Su preocupación contrasta con el entusiasmo de quienes ya hablan del gran potencial del yacimiento del poblado romano de Iruña-Veleia y lo comparan incluso con Pompeia.
-Parece que no estoy de acuerdo con mis colegas en nada y no es así. Estoy de acuerdo en que Iruña-Veleia es un yacimiento muy importante, porque sabemos de las fuentes antiguas que era la ciudad más importante de los caristios. Los datos arqueológicos nos muestran que estuvo habitada continuamente desde el año mil antes de Cristo hasta el 500 D.C.. Ahora no hay nada encima, con lo cual es un lugar excelente para estudiar la evolución de la sociedad prehistórica, la de la época romana y casi hasta el comienzo de la Edad Media. Pero algunas cosas que ha dicho la gente me parecen demasiado especulativas, no se sostienen.
-¿Por ejemplo?
-Lo del pedagogo egipcio de los primeros hallazgos. Comprendo que casi es la única explicación posible a la variedad de ese conjunto que se ha encontrado ahí, yo no sabría encontrarle otra. Pero a la vez tiene inconvenientes. El latín que vemos es vulgar, y, mire, agarrar a un pedagogo y traerlo aquí desde Egipto para que enseñe tan mal latín es un poco chusco. Y para qué lo traerían, ¿para enseñar latín? Si lo trajo la gente pudiente, ésa ya sabía latín. De traerlo lo harían para que enseñara griego y retórica y no tenemos nada de griego en los textos.
Fuente: ROSA CANCHO r.cancho@diario-elcorreo.com Vitoria / El Correo Digital, 19 de noviembre de 2006
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20061119/sociedad/algunas-cosas-dicho-parecen_20061119.html
20 de noviembre de 2006
Expertos de la UPV dicen que los hallazgos en Veleia causan «perplejidades en cadena»
Piden «paciencia» hasta que los especialistas «sometan a verificación» los dibujos religiosos y los textos en euskera.
POLÉMICA. La excavación de Veleia ha abierto más dudas que certidumbres para los especialistas. / EL CORREO
El catedrático de Filología Vasca Joseba Lakarra y el profesor de Historia Medieval Juan José Larrea, ambos docentes de la UPV, se suman a quienes como el catedrático de Lingüística Indoeuropea Joaquín Gorrochategui piden extremar las cautelas antes de hablar de la «autenticidad» de los graffiti del poblado romano de Iruña Veleia, en Álava. Lakarra, experto en euskera arcaico y además decano de la Facultad de Filología y Geografía e Historia, y Larrea creen que el conjunto epigráfico del siglo III que incluye la que podría ser la primera representación de Cristo en la cruz y los textos en lengua vasca antigua «producen perplejidades en cadena» y solicitan «paciencia» hasta que los especialistas «sometan a verificación y discusión» los descubrimientos.
En un artículo de opinión que EL CORREO publica en la siguiente página, los dos profesores admiten la «trascendencia de lo que se ha dado a conocer» por parte del equipo de arqueólogos que dirige Eliseo Gil, pero también «la magnitud de los problemas que plantea». Conscientes de que si los expertos finalmente dan por buenos los hallazgos, Veleia y el País Vasco se situarían «en el corazón de la historia y de la investigación sobre la cultura, las ideas y las creencias de Occidente y del mundo antiguo», pasan a dar su impresión sobre aspectos que les han llamado la atención.
Así, dicen que los descubridores «saben» que la iconografía cristiana que han presentado causa «estupefacción». Les cuesta relacionar al pedagogo egipcio «que dibuja signos jeroglíficos, pero al parecer no escribe nada en griego» con los dioses caricaturizados y crucificados y con las escenas de temática cristiana «que no se parecen nada ni a los de su tierra de origen». También se refieren al calvario y a la palabra RIP. «No sólo un cristiano habría declarado muerto a Cristo, sino que habría adelantado en más de un siglo el empleo de esa fórmula funeraria», reflexionan.
«Frotarse los ojos»
El «asombro» que, a su juicio, también producen los mensajes en lengua vasca que podrían datar de los siglos III o IV no es porque «aparezcan textos en euskera o en una lengua antecesora, sino por qué y cómo aparecen». Al igual que al investigador Gorrochategui, a Lakarra y Larrea les resulta «difícil no frotarse los ojos» ante cuestiones que no casan con las teorías asentadas de evolución de las lenguas. Por ejemplo, citan la palabra Iainkoa (Señor) y se muestran extrañados de que incluya el artículo, cuando se supone que el euskera lo creó siglos después tomando como modelo las lenguas románicas.
Asimismo, se refieren a las técnicas empleadas para datar los conjuntos epigráficos. «Es imposible que haya salido de la boca de Eliseo Gil que el carbono-14 garantiza la datación de los graffiti».
Los profesores de la UPV creen que podrán pasar «años» hasta que esté terminado el «procedimiento científico». Eso sí, sostienen, «Veleia, con calvario y textos vascos o sin ellos, seguirá siendo un yacimiento muy importante que merece todo el interés de las instituciones: habría que tener cuidado en no vincular el calor de éstas y de la ciudadanía a descubrimientos espectaculares aún sin confirmar. Una ciudad romana no se excava en dos días».
Fuente: ROSA CANCHO r.cancho@diario-elcorreo.com Vitoria. / El Correo Digital, 20 de noviembre de 2006
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20061120/portada_viz/expertos-dicen-hallazgos-veleia_20061120.html
21 de noviembre de 2006
El filólogo Henrike Knörr replica que Veleia «revolucionará» la historia del País Vasco
El catedrático y miembro del equipo que perita los hallazgos entiende la cautela de otros expertos, pero no ve «motivos para desconfiar de los arqueólogos»
IRUÑA-VELEIA
Primer hallazgo: Los responsables del yacimiento romano sorprendieron al mundo el 8 de junio, cuando revelaron el hallazgo de 270 inscripciones y dibujos hechos sobre restos de cerámica y huesos del siglo III d. de C. Uno de los grafitos es, en principio, la representación más antigua de un calvario.
Segundo: Días después, comunicaron el descubrimiento de un segundo conjunto epigráfico con palabras en euskera que, de confirmarse que se grabaron en los siglos III o IV, adelantaría en 600 años la fecha de los primeros vocablos comunes del vascuence escrito.
El catedrático de Filología Vasca de la UPV, vicepresidente de Euskaltzaindia y miembro del comité científico que perita los textos en euskera hallados en el poblado romano de Iruña-Veleia, Henrike Knörr, está convencido de que los descubrimientos del yacimiento alavés van a provocar una «revolución» en el «modelo o paradigma» con el que hasta ahora se ha interpretado la historia de la lengua, del arte y hasta de la religión en el País Vasco.
Este experto en euskera antiguo y moderno replicó ayer así a sus colegas Joaquín Gorrochategui, Joseba Lakarra y Juan José Larrea. En los últimos días, los tres profesores de la UPV han publicado en EL CORREO artículos donde exponen las dudas que les surgen no sólo al interpretar las palabras en lengua vasca, sino también hipótesis como la de la presencia de un pedagogo egipcio en la Llanada alavesa del siglo III.
Los tres académicos han pedido «cautela» y «paciencia» antes de dar por hecho que las inscripciones y dibujos grabados sobre restos de cerámicas y huesos datan realmente del Bajo Imperio romano. El también catedrático y miembro del comité investigador Joaquín Gorrochategui es crítico sobre todo con los textos en euskera que los arqueólogos fechan entre los siglos III y IV. El lingüista Lakarra y el historiador Larrea inciden, además, en la «perplejidad» que les causó el primer hallazgo de 270 piezas -anunciado unos días antes que el de los vocablos euskaldunes- que incluye lo que algunos consideran ya la representación del calvario más antigua del mundo.
Knörr aseguró ayer entender «ese comportamiento frío y cauteloso» de sus compañeros, aunque no ocultó que le había causado «sorpresa» ver publicadas sus reflexiones, algunas muy críticas, en la prensa. El catedrático eludió, no obstante, la polémica y rompió una lanza a favor del equipo de arqueólogos que dirige Eliseo Gil y de los análisis realizados. «No tengo motivos para desconfiar. Yo diría francamente que no hay duda sobre lo aparecido ni sobre la datación de los hallazgos».
El profesor de Filología Vasca cree que en el yacimiento alavés se ha realizado «un descubrimiento de dimensiones espectaculares» y piensa, al igual que los otros académicos, en que las conclusiones finales deben ser el fruto «de sinergias». Es decir, de un trabajo en equipo de las diversas disciplinas implicadas.
Su aportación, en este sentido, matiza Knörr, es lingüística y se ciñe a los textos en euskera. «Joaquín y yo estamos a la espera de que nos entreguen las lecturas definitivas del segundo conjunto epigráfico», indicó.
Rabanera, «expectante»
Aunque está pendiente de tener un catálogo con los textos, Knörr lleva meses intentando buscarles explicación. En este sentido, responde a los profesores Lakarra y Larrea, a quienes les resulta difícil explica que Iankoa (Señor) lleve artículo, cuando se supone que el euskera lo creó siglos después tomando como modelo las lenguas romances. «Todo el mundo sabe que en la literatura latina del Bajo Imperio aparecen adjetivos demostrativos (illa domus) que tienen un cierto sentido de artículo determinado. ¿Por qué no va a pasar algo parecido en el euskera del siglo IV o V?».
Este experto se reunirá esta semana con el resto de miembros del comité científico para poner en común sus investigaciones. El equipo de Eliseo Gil, que ayer rehusó pronunciarse sobre los artículos, ha anunciado que presentará en breve al público los escritos en lengua vasca y dará «datos muy aclaratorios» sobre su autenticidad.
La Diputación alavesa, propietaria del yacimiento, aseguró ayer estar «expectante» ante los hallazgos de Veleia. «Queremos que los investigadores hagan su trabajo y que toda la población tenga conclusiones claras», dijo el diputado general, Ramón Rabanera.
Fuente: ROSA CANCHO r.cancho@diario-elcorreo.com Vitoria / El Correo, 21 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061121
/sociedad/filologo-henrike-knorr-replica_20061121.html
23 de noviembre de 2006
Veleia y el axioma del cambio lingüístico
JUAN URIAGEREKA /CATEDRÁTICO DE LINGÜÍSTICA EN LA UNIVERSIDAD DE MARYLAND
Quisiera intervenir brevemente en la pequeña y natural polémica que ha suscitado entre mis respetados colegas de la UPV el hallazgo de Iruña Veleia. Que quede claro, para empezar, que no puedo estar más de acuerdo con que es lamentable que las cosas hayan llegado al público antes de haber sido sopesadas con debido rigor dentro de la comunidad científica. En todo caso, a la espera de un dictamen en toda regla por parte de los numerosos expertos que se ocupan del tema, sólo quiero precisar algo con respecto al llamado axioma de que las lenguas siempre cambian, y por tanto ha de sorprendernos que textos de la antigüedad sean legibles para cualquier profano. Es verdad que semejante estado de cosas debe causar sorpresa, pero lo del axioma me resulta algo exagerado, al menos a los ojos de la lingüística como ciencia cognitiva. No dudo de que la observación de los filólogos, comenzando por nuestro gran Mitxelena, sea ésa: no hay más que comparar latín y rumano, griego clásico y chipriota, y así sucesivamente. Pero la cuestión de base es si semejante estado de cosas es o no axiomático, o sea estrictamente necesario.
Antes de matizar la cosa, tomemos un caso semejante (al margen de su escala temporal). Hasta hace poco habríamos pensado que el ritmo evolutivo es comparable entre especies, dado que no conocíamos apenas los mecanismos que lo determinan. Si ha habido algo inesperado a este nivel es comprobar que no es cierta esa expectativa. La razón es simple: el concepto de especiación resulta ser mucho más complejo de lo que se suponía. En unos casos un cambio ambiental lo determina gradualmente, dependiendo la estructura emergente de la adaptabilidad de su función; en otros una mutación en un gen regulador -activador de otros genes- desencadena una cascada de variaciones tal que de hecho no permiten correlacionar en la especie resultante estructura y función.
Las sorpresas en el campo de la llamada Evo-Devo (evolution of development, evolución del desarrollo) son mayúsculas. Nada, a día de hoy, permitiría a un biólogo evolutivo establecer un axioma (por contraposición a una mera hipótesis) sobre si las diferentes especies tienen que evolucionar a un ritmo dado. Y no lo hacen, o no tendríamos fósiles vivientes como el cangrejo bayoneta (limulus polyphemus) -el último trilobite- o el ginkgo biloba (anteriormente salisburia adiantifolia), superviviente de cuando los helechos dominaban la flora. Asimismo, nada en biología evolutiva permitiría hoy determinar si un género se bifurcará en decenas, cientos o miles de especies, y así nos encontramos con al menos el doble de especies de moluscos que de nematodos (a pesar de dividirse de un tronco común).
Pero volvamos a las lenguas. Lo cierto es que, con respecto a sus bases psicológicas y neurológicas, no digamos bio-moleculares, sabemos relativamente poco. La facultad del lenguaje en el sentido actual del término no surgió antes de los últimos doscientos mil años, e incluso el proto-lenguaje es un fenómeno probablemente asociado a la especie homínida del sapiens, todo lo más del homo -o sea, de antesdeayer-. No hace ni cinco años que se aisló el primer gen implicado directamente en el lenguaje (FOXP2), y es nada menos que un gen regulador. Parece que puede haber hasta una docena más de genes implicados de forma más o menos indirecta en la facultad del lenguaje. En lo que esperamos aprender en el curso de la próxima década puede aparecer de todo. Y concretamente sobre el tema de por qué, dadas sus bases biológicas, neurológicas, o psicológicas, las lenguas son diferentes para empezar, y más aún, cómo exactamente es que sus estructuras cambian progresivamente, no entendemos nada.
Estamos en la situación en que se encontraba Lineo en el siglo XVIII con respecto a los seres vivos: observaciones preciosas y descripciones precisas, pero ninguna explicación. Lo que sí sabemos es que una lengua no tiene una realidad extra-corpórea: es un fenómeno dentro de la mente de sus hablantes. Es cierto que las relaciones sociológicas entre estos hablantes la afectan (que se lo pregunten a los miles de seres humanos cuyas lenguas están siendo aniquiladas por presiones sociológicas). Pero pareciera que, si bien el origen del cambio lingüístico tiene probablemente una base sociológica, el mecanismo que lo permite o incluso lo propicia ha de ser psicológico o biológico. Ahí es donde estamos casi en blanco. Así las cosas, lo cauto con respecto al cambio lingüístico es declarar muy poco, sobre todo como dogma. Esperar a ver qué resultados nos deparan la neurolingüística o la biolingüística, para luego decidir si es o no axiomática la observación, sustentada sobre la fracción minúscula de idiomas analizados en profundidad, de que las lenguas siempre cambian en el curso de un milenio y medio. Puede que sí o puede que no, y hasta que no entendamos los mecanismos de base no podremos decidir con certeza.
¿Es posible que una lengua dada, entonces, sea un fósil viviente? Sólo puedo decir esto: en las lenguas que sí hemos estudiado desde la perspectiva que defiendo -por ejemplo la evolución (obsérvense las comillas) desde el latín hasta las lenguas romances actuales- está bastante claro que una lengua como el gallego, por ejemplo, es más conservadora en sus opciones sintácticas y fonológicas que una como el francés. Digamos que, estructuralmente, el gallego está más cerca del latín que el francés. ¿Por qué? Sabe Dios. Puede ser consecuencia del aislamiento secular de la Galicia histórica, comparado con el lugar central de los francos en el devenir europeo. Pero también puede tener que ver con las propias opciones estructurales que cada uno de los dialectos del correspondiente latín tuvo en su día. Sencillamente no sabemos, igual que no sabemos por qué hay muchísimos más artrópodos que cordados.
Y así regresamos al vasco, parte de lo que se discute en Veleia. (Sobre cómo afectan los hallazgos a la historia del Cristianismo, no puedo opinar.) ¿Es sorprendente que sea directamente inteligible lo hallado? Sí, claro, como todo lo que es interesante en ciencia. Ahora, si se establecieran como auténticos los textos desde otras perspectivas -arqueológicas, antropológicas, o lo que sea- ¿sería éste un argumento lingüístico de que la evidencia refleja una falsificación? Como lingüista, no lo creo. Naturalmente, si todo esto se mantiene se tendrán que repensar muchas cosas -pero tampoco es para tanto, comparado con la situación en biología-.
No soy experto en filología, pero desde la perspectiva puramente lingüística habría razones suficientes por las cuales la lengua eusquérica, o concretamente la variante del sur, pudo no haber cambiado mucho. Cuestiones que van desde un aislamiento relativo de la comunidad de hablantes hasta el hecho, poco estudiado hasta ahora, de que las lenguas en contacto se ceden estructuras en gran parte en función de lo transferibles que son los datos generados por sus opciones diversas. El vasco podría haber sido demasiado diferente a sus vecinos indoeuropeos como para que se diera un verdadero trasvase estructural.
Sea como fuere, bienvenido sea el debate -y desde luego la evidencia rigurosamente analizada-. Pero yo, la verdad, sugeriría que parte de la moderación interdisciplinaria que nos debemos unos a otros pasa por no ponernos a blandir axiomas, porque suelen ser inversamente proporcionales, en su necesidad, a la profundidad de la explicación que los requiere. No olvidemos que hasta la Física asumió eliminar, por estipulativo, el Quinto Postulado de Euclides, con consecuencias acaso más sorprendentes que lo que está aquí en juego.
Fuente: El Correo, 23 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/alava/prensa/20061123/
articulos_opi_viz/veleia-axioma-cambio-linguistico_20061123.html
24 de noviembre de 2006
Veleia. Análisis confirman autenticidad grafitos en euskera del S.III
Los análisis realizados en varios laboratorios especializados confirman definitivamente la autenticidad de los grafitos hallados en el yacimiento de Iruña Veleia (Alava) y que adelantan al siglo III la aparición de las primeras palabras comunes escritas en euskera.
(PDF) Comunicado oficial:
http://www.gara.net/dokumentuak/fitxategiak/
20061124_iruna_veleia.pdf
Fuente: GARA.NET http://www.gara.net/azkenak/orriak/11/art190499.php
El equipo investigador del yacimiento, encabezado por su director, el arqueólogo Eliseo Gil, compareció hoy ante los medios de comunicación para dar a conocer los resultados de estos análisis y responder a las perplejidades que han expresado algunos profesores universitarios sobre estos descubrimientos en los últimos días.
En un documento oficial, el equipo de investigación informó de que los grafitos encontrados en los cimientos de una casa, en ladrillos, en vidrios y huesos han sido localizados en su mayoría en estratos formados en el siglo III después de Cristo, si bien tenemos constancia de que el fenómeno se prolonga hasta el siglo V.
Entras las inscripciones encontradas están los colores blanco, azul y rojo (zuri, urdin y gorri), los verbos beber, comer y dormir (edan, ian y lo), o expresiones religiosas como Iesus, Ioshe ata ta Mirian ama (Jesús, José y la virgen María).
Los investigadores sostuvieron que pocos materiales arqueológicos han sido sometidos a un grado de inspección y certificación como el que se ha llevado a cabo sobre los grafitos de Veleia.
La analítica principal sobre ellos se ha realizado en los laboratorios de espectroscopia nuclear del CEA-CNRS de Francia, y básicamente consistieron en analizar la pátina superficial de las evidencias que ha permitido determinar que cuando ese material quedó enterrado en el subsuelo, en el siglo III, los grafitos ya estaban hechos.
Coloquialmente explicaron que esto hace imposible la falsificación, que se hubieran hecho las inscripciones posteriormente en el material que se recuperó enterrado a la altura de un sustrato del siglo III, porque tienen elementos que sólo los genera el tiempo y es imposible hacerlo en el laboratorio.
El físico nuclear Rubén Cerdán explicó que para estos análisis se utilizan 155 elementos de discriminación, que sirven para descartar que en las muestras se encuentran elementos que existen en la actualidad pero que no existían en el siglo III, como determinados elementos provenientes de explosiones nucleares o restos de detergentes.
La arqueóloga y codirectora de las excavaciones, Idoia Filloy, señaló que, en el primer conjunto de estudio, hay 270 piezas con este tipo de inscripciones y que el valor que tienen se lo da el entorno en el que se han encontrado, en la ciudad antigua, gran asentamiento urbano, de la época romana de Iruña-Veleia.
Los científicos explicaron que tras el hallazgo y la certificación de su autenticidad ahora están trabajando en su análisis y catalogación y que no pueden ponerse límites temporales a ese trabajo, entre otras razones, porque se debe trabajar con pies de plomo.
Los miembros del equipo investigador salieron al paso de las perplejidades en cadena que apuntaron recientemente los profesores de la Universidad del País Vasco Juan José Larrea y Joseba Lakarra, quienes, entre otras casos, mostraban su asombro por la supuesta aparición de la palabra iankoa (señor en euskera), con el artículo, cuando se supone que éste lo utilizó la lengua vasca siglos después, basándose en las lenguas románicas.
Lacónicamente, Filloy se limitó a decir que este término no aparece entre los grafitos encontrados, por lo que pidió que no se hagan análisis con falta de datos.
Fuente: Terra Actualidad EFE, 24 de noviembre de 2006
Enlace: http://actualidad.terra.es/cultura/articulo/analisis_
siii_confirman_autenticidad_grafitos_1231889.htm
COMUNICADO OFICIAL DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE IRUÑA-VELEIA
En torno a los grafitos hallados en las excavaciones de la ciudad romana de Iruña-Veleia.
Somos conscientes de que los recientes descubrimientos en Iruña-Veleia han causado un gran revuelo tanto a nivel mediático como de opinión pública.
Pese a las llamadas a la tranquilidad por parte del equipo oficial de investigación, se ha asentado una cierta sensación de ansiedad, plasmada a través de los medios de comunicación, que si bien en el fondo tiene una motivación legítima (el deseo de conocimiento, la curiosidad por las impactantes novedades que se vislumbran), ha llegado a banalizarse en las formas, cuando no roza ya la descalificación o se pone en entredicho el honor de unos profesionales o a toda una disciplina científica como es la Arqueología e, incluso más grave, a nuestro propio Patrimonio cultural.
La investigación arqueológica, como cualquier otra, tiene su propia metodología y procedimientos, sus protocolos y sus tiempos, que no necesariamente han de coincidir con los de la difusión pública de sus resultados.
Así, son a nuestro juicio absolutamente irresponsables y poco documentadas como se admite expresamente- algunas opiniones y artículos publicados últimamente en prensa que no sabemos a qué puedan responder. Asombrosamente, parecen querer alimentar un interesado estado de opinión que cuestionaría la validez e incluso arrojarían una sombra de duda sobre la autenticidad de los recientes hallazgos en el conjunto arqueológico de Iruña-Veleia. En consecuencia, el equipo de investigación de este yacimiento, junto con sus colaboradores científicos cree necesario emitir el presente comunicado oficial.
Los hallazgos de los que estamos hablando, son un material arqueológico más, convenientemente documentado durante el proceso de excavación en el registro estratigráfico de un yacimiento, como es el de Iruña-Veleia, en curso de investigación y concienzudo estudio desde hace años. Son materiales de época romana, que aparecen junto a miles de evidencias de su misma cronología, localizados en estratos de época romana, ubicados bajo otros niveles de época romana que los sellan. Además, se han aplicado sobre ellos unas técnicas analíticas altamente especializadas que demuestran que los grafitos ya estaban hechos cuando estos materiales quedaron enterrados, insistimos, en época romana. Es grave, muy grave, que por primera vez en la Arqueología vasca (hablamos de Arqueología, de ciencia, de método, no de descubrimientos casuales de origen poco aclarado) se ponga en entredicho el método arqueológico y las analíticas de validación y por ende la profesionalidad y el honor de los arqueólogos y especialistas implicados en un descubrimiento fruto directo de un programa de investigación que lleva años en curso y no pocos esfuerzos.
Llegados a este punto, vamos a plantear una serie de realidades en torno al hallazgo:
Los descubrimientos se han producido en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia, elemento clave del Patrimonio Cultural Vasco, con testimonios de más de 1500 años de historia continuada desde inicios del primer milenio a. C. a fines de la etapa romana, sin olvidar su epílogo medieval. Hemos de destacar el excepcional grado de conservación del subsuelo, apenas afectado por el laboreo agrícola y que cuenta con la ventaja de no haber continuado habitado hasta la actualidad.
No hay que perder la perspectiva de que este excepcional hallazgo se incardina dentro del desarrollo de un proyecto de investigación, excavación y puesta en valor del yacimiento que se viene desarrollando por el equipo de arqueólogos dirigido por E. Gil desde 1994, intervenciones autorizadas por la Diputación Foral de Álava (DFA), propietaria además de gran parte del conjunto arqueológico y depositaria de los hallazgos a través de su Museo de Arqueología de Álava. A fines de 2001 se firmó un convenio con la Sociedad pública Euskotren, del Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco, para la financiación de un proyecto específico (Iruña-Veleia III. Milenioa), que se ejecuta allí con el marco temporal de una década, en colaboración con la DFA. Recientemente, en 2005, a través del Ayuntamiento de Iruña de Oca, con la financiación del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y la colaboración de la DFA, se lleva a cabo el Estudio histórico-arqueológico de Iruña-Veleia. Es precisamente en ese marco donde se han producido los descubrimientos que ahora nos ocupan, conviene recordarlo, junto a decenas de miles de otras evidencias arqueológicas.
Los hallazgos a los que nos referimos, consisten en un voluminoso lote de grafitos inscripciones y dibujos grabados sobre diversos soportes-, de carácter excepcional por los textos y temáticas representadas. Se han localizado en diferentes puntos de la que fuera aquella ciudad de la antigüedad alavesa (por cierto, eviten ustedes por favor, las normas del diccionario de estilo que les condicionan a hablar de poblado romano). La multiplicación de hallazgos en el solar de Iruña-Veleia puede ser un reto para la investigación pero jamás un problema. Sería tan ridículo como pensar que el hallazgo del Homo antecessor fuera menos fiable porque en Atapuerca se han encontrado concentrados varios ejemplares de este remoto antepasado en lugar de uno solo.
Absolutamente en todos los casos documentados, la secuencia estratigráfica del yacimiento garantiza la adscripción cronológica de los grafitos a época romana. Es decir, se localizan en el subsuelo (algunos de ellos a gran profundidad) contenidos en estratos de tierra formados en época romana y bajo otros estratos también de época romana que los sellan.
La datación de cada estrato se fundamenta en a su propia ubicación en la secuencia estratigráfica y en los materiales que aparecen en él. Es decir, la manera en la que cada unidad estratigráfica se dispone en el subsuelo con respecto a las que le rodean, nos permite determinar el orden cronológico en el que se fueron depositando, con lo que se pueden establecer las correspondientes relaciones de anterioridad y posterioridad. Si en este orden de depósito incide alguna alteración posterior, sea del tipo que sea, por ejemplo, por la construcción de un muro, o por una inhumación infantil, o por la realización de una zanja de saqueo, etc, es identificada por el arqueólogo avezado sin ninguna dificultad durante el proceso de excavación. Por otro lado, debe existir una concordancia entre esta secuencia estratigráfica que se va estableciendo y los materiales contenidos en cada estrato. Así, si determinamos que un estrato A es posterior al B, los materiales del B nunca podrán ser más modernos que los del A.
De esta manera, las evidencias materiales asociadas a los diferentes estratos, nos permiten ubicarlos con precisión cronológica. En el caso concreto de los grafitos de Iruña-Veleia, de los que ahora hablamos, han sido localizados en su mayoría en estratos formados en el siglo III d.C., si bien tenemos constancia de que el fenómeno se prolonga hasta el siglo V d.C.
La datación que nos proporcionan las evidencias arqueológicas y que nos permite datar los estratos, se ha visto confirmada con las correspondientes analíticas de C14 (llevadas a cabo en los laboratorios de Geochron en Cambridge, Massachussets- USA y en el Centre for Isotope Research de la Universidad de Gröningen en Holanda), de uso habitual en las excavaciones. Pero ya sabemos que este tipo de estudios sólo se pueden aplicar sobre elementos orgánicos (en nuestro caso, hueso y madera carbonizada) en los que lo que se nos data es el momento de su muerte. Del mismo modo, la termoluminiscencia (laboratorios de la Universidad de Cracovia en Polonia) data el momento de cocción de las cerámicas, ladrillos, etc. o de su última exposición al fuego (por ejemplo si hubo un fuerte incendio). Se trata de pruebas destructivas, por lo que obviamente- no se han aplicado sobre las evidencias con grafito.
De esta manera la datación de los grafitos se establece con base en los datos aportados por la estratigrafía y los materiales asociados a ella. Su ejecución sería anterior al momento en que su nivel estratigráfico quedó sepultado por otros estratos también de época romana, formados cronológicamente después del momento en el que se creó el depósito con grafitos.
Por otro lado, se ha aplicado una analítica específica para estas evidencias tan excepcionales, utilizando una tecnología altamente especializada, absolutamente reproducible y que ha seguido todos los protocolos de actuación necesarios. Podemos señalar que pocos materiales arqueológicos han sido sometidos a un grado de inspección y certificación como el que se ha llevado a cabo sobre los grafitos de Veleia. La analítica principal se ha realizado en los laboratorios de espectroscopia nuclear del CEA-CNRS (Francia), con analíticas de contraste en los laboratorios Adirondack del Centro tecnológico de Zamudio. Resumiendo mucho, lo que se ha hecho es analizar la pátina superficial de estas evidencias con grafito que ha permitido determinar que cuando este material quedó enterrado en el subsuelo (y como ya hemos señalado, sabemos cuándo ocurrió este hecho) los grafitos ya estaban hechos. Así se ha analizado dicha pátina superficial, comprobándose cómo en todos los casos los grafitos son coetáneos al momento en que estos materiales quedaron incorporados a la secuencia estratigráfica que nosotros hemos tenido la fortuna de estudiar y documentar. Además, esta pátina muestra una evolución química, concretamente una alteración en la tasa de los cationes de determinados elementos, que sólo la produce el paso del tiempo, es decir, es técnicamente imposible reproducirla en laboratorio, en otras palabras, no se puede falsificar.
Todos los puntos que acabamos de exponer constituyen en sí mismos realidades, demostradas y cotejables científicamente.
Nos encontramos por tanto ante unas evidencias materiales de época romana que son elementos físicos, palpables, analizables, cuya verificación está demostrada científicamente. Eso hay que asumirlo y es a partir de este punto y con esta perspectiva cuando tendremos la capacidad y la necesaria madurez científica para acometer los estudios de las diferentes disciplinas implicadas y para trabajar sobre las problemáticas que surjan, su interpretación y su resolución. El investigador ha de tener la mente abierta para asumir los retos que nuevos descubrimientos puedan aportar en lugar de escudarse en negar la mayor basándose en axiomas de carácter general (dícese de una proposición evidente que no necesita demostración), o argumentaciones del calado de esto no es lo que esperábamos.
La necesaria interpretación histórica irá poniendo sobre la mesa hipótesis y explicaciones a los fenómenos que nos plantea la biblioteca de Veleia, si se nos permite la expresión. Las diferentes disciplinas aportarán sus puntos de vista y enriquecerán la interpretación del conjunto, claro está, huyendo de la presunción de pretender encajar la realidad en apriorismos, por cómodos, aceptados y asentados que estos sean. Se trata de que las ciencias avancen.
Y ahora sólo queda trabajar y trabajar. En cualquier caso únicamente hemos pretendido tranquilizar a la sociedad sobre la autenticidad de los grafitos localizados en Iruña-Veleia, así como sobre su adscripción a época romana para que sea partícipe junto a nosotros de un hallazgo de estas características. Todos los miembros que integramos el equipo de investigación ya estamos trabajando en el marco de un detallado plan que requiere su propio protocolo y secuencia de actuación y, desde luego, sus plazos. En este sentido nosotros también solicitamos tranquilidad y que se nos deje desarrollar nuestra investigación con el tiempo que ésta requiera.
Eliseo Gil Zubillaga, arqueólogo, director de las excavaciones de Iruña-Veleia.
Idoia Filloy Nieva, arqueóloga, codirectora de las excavaciones de Iruña-Veleia.
Juan Santos Yanguas, Catedrático de Historia Antigua de la EHU/UPV.
Henrike Knörr, Euskaltziandia, Catedrático de Filología Vasca de la EHU/UPV.
Rubén Cerdán, Físico Nuclear, coordinador de las analíticas sobre los materiales de Iruña-Veleia.
Emilio Illarregui, arqueólogo, profesor de la Universidad Internacional SEK, campus de Segovia.
Zoilo Calleja, Responsable de Patrimonio de la Diócesis de Álava.
Miembros y colaboradores del equipo de investigación de Iruña-Veleia
Fuente: http://www.veleia.com/castellano/detalle_noticias_09.php
25 de noviembre de 2006
"El yacimiento de Veleia apuntaba maneras desde hacía tiempo". Eliseo Gil
"Estamos hablando de un descubrimiento concreto, secuenciado, en el que el arqueólogo establece unas dataciones a partir del análisis"
"En 1995 ya encontramos dos crismones [una representación de Cristo], del siglo V, la muestra más antigua de iconografía cristiana del País Vasco
ENTREVISTA ELISEO GIL
Segunda mitad del siglo III. Ciudad de Veleia, junto al pueblo actual de Trespuentes (Álava). En la domus de Pompeia Valentina, un maestro de origen egipcio enseña a unos niños nociones de religión y de otras culturas del Imperio Romano, que entonces vivía tiempos de crisis. En la domus del otro lado de la calle, hablantes vascos escriben en su lengua con caracteres latinos. El equipo de arqueólogos que dirige Eliseo Gil (Vitoria, 1961) ha descubierto cientos de grafitos de carácter excepcional que recogen inscripciones cristianas, jeroglíficos o listados de palabras en euskera como zuri, urdin, gori (blanco, azul, rojo); edan, ian, lo (beber, comer, dormir). La historia y la filología vasca están revolucionadas ante lo que puede suponer un cambio en sus planteamientos.
Pregunta. ¿Podría haber ocurrido una escena como la citada anteriormente?
Respuesta. Lo que podemos confirmar los arqueólogos es que han aparecido esos dos conjuntos de grafitos, inscritos en la segunda mitad del siglo III, casi coetáneos, muy cerca el uno del otro; casi en dos casas enfrentadas, una de ellas la que conocemos como domus de Pompeia Valentina. Ahora el resto de las disciplinas tendrán que estudiar los testimonios cuando se hallan leído y transcrito. Esto puede durar decenios.
P. Un par de catedráticos de filología han puesto en duda la autenticidad de estos hallazgos.
R. Todas las disciplinas tienen que aportar su interpretación desde sus metodologías. Pero estamos hablando de otra cosa: de una serie de hallazgos aparecidos en un proceso de investigación arqueológica convencional. No se trata de piezas que surgen espontáneamente, lo que obligaría a que pasasen por la peritación de los filólogos, los lingüistas, porque carecen de contexto. En este caso estamos hablando de un descubrimiento arqueológico concreto, secuenciado, en el que el arqueólogo establece unas dataciones a partir de análisis y las ofrece al resto de los investigadores, como un punto de partida: "He encontrado estos hallazgos de este periodo y vosotros haced vuestro trabajo".
P. ¿Cómo definiría el conjunto en el momento de su descubrimiento?
R. Las piezas están ejecutadas sobre materiales de época romana, junto a miles de evidencias de época romana, en un nivel estratigráfico de época romana y sellado por otro nivel de época romana. Con esto ya vale en la arqueología tradicional. Pero como sabíamos que eran tan importantes, les hemos realizado análisis en laboratorios internacionales, con los que no tenemos relación alguna, para que confirmen nuestra datación, como así ha sido.
P. En cuanto al primer conjunto de grafitos, se ha hablado de un maestro de origen oriental, probablemente egipcio, enseñaba a los niños de una familia pudiente. ¿Qué evidencias arqueológicas pueden certificarlo?
R. En principio, esa es una hipótesis de trabajo. Aparecen todas las piezas juntas, en una misma habitación, presumiblemente en contenedores perecederos: sacos, cestos, cajas de maderas de las que han aparecido sus herrajes, con la función de que fueran pizarras. De hecho, en el mismo contexto han aparecido punzones metálicos. Hay muchas manos, unas más expertas que otras, dependiendo del soporte y el autor de las mismas. Hay dibujos esquemáticos de cuatro milímetros de altura, muy expresivos.
P. ¿Las representaciones cristianas dónde aparecen?
R. Junto al resto de las inscripciones. Tratan temas que remiten a representaciones excepcionales como el calvario, pero también a referencias a los Salmos y las Bienaventuranzas.
P. El segundo conjunto, ¿qué contiene?
R. Elementos vinculados con la evangelización o catequesis; junto a otros en los que se pueden leer listados y palabras sueltas en euskera. Son también grafitos inscritos en basura: cerámica, vidrio, hueso, ladrillo.
P. Materiales que habitualmente se despreciaban en las excavaciones arqueológicas.
R. Sí, en la metodología tradicional, los huesos de animales, determinadas partes de piezas de cerámica o los trozos de ladrillo iban directamente al vertedero. Se los consideraba materiales menores. No hay que olvidar que suponen una complicación logística y de estudio tremenda. Pero, nosotros, por nuestra formación profesional y nuestra metodología, procesamos todo.
P. ¿Cuál fue la intuición que les llevó a tener esta minuciosidad?
R. Siempre hemos trabajado así. Por aquello de que no hubiera dudas en las conclusiones, por ejemplo, de la cerámica que podía haber en una casa; por no quedarte con la espina clavada de que se te hubiera pasado una inscripción. Hay que tener en cuenta que ya en 1995, aunque ahora nadie se acuerde, encontramos dos crismones [una representación iconográfica de Cristo], del siglo V. En su día, se consideraron como la muestra más antigua de iconografía cristiana descubierta en el País Vasco.
P. ¿Han encontrado más grafitos que esos dos conjuntos?
R. Han aparecido grafitos significativos en todo Veleia, en más de una docena de puntos de lo que era la ciudad, incluso fuera de las murallas. El yacimiento apuntaba maneras, desde hacía tiempo.
Fuente: TXEMA G. CRESPO, Vitoria / El País.es, 26 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/yacimiento/Veleia/
apuntaba/maneras/tiempo/elpepuesppvs/20061126elpvas_7/Tes
(2) Un tipo absolutamente legal
Arqueológos y expertos en euskera defienden la honradez y el «rigor» profesional de Eliseo Gil, el director de las excavaciones de Iruña Veleia
«Idoia y él están hechos polvo», asegura Amelia Baldeón, directora del Museo de Arqueología de Álava en referencia a Eliseo Gil, alma de Iruña Veleia, la ciudad de la época romana sometida a polémica tras las dudas expuestas por tres profesores de la UPV sobre los fabulosos hallazgos desvelados el pasado verano. «Es humano, le ha tenido que doler», confirma Henrike Knörr, miembro de Euskaltzaindia, filólogo y experto en la historia del euskera. Ambos defienden a ultranza, sin una molécula de reserva, la entereza humana y profesional de Gil, Idoia Filloy y el resto del equipo.
Forman el grupo que hace casi seis meses desveló el descubrimiento del primer calvario conocido en el mundo, datado allá en el siglo III, y de indicios del protoeuskera, palabras probablemente escritas en la cuarta centuria. La suma de ambos hallazgos, los lingüísticos y los religiosos, sube el yacimiento situado a diez kilómetros de Vitoria al podio honorífico en cuanto a los conocimientos sobre la época romana.
Hasta anteayer, Gil no quiso hablar. Lo hizo el viernes, arropado por su equipo y un notable grupo de científicos. Durante su silencio, algunos representantes alaveses de la arqueología consulta- dos por este periódico no disimulaban su profundo malestar por los recelos publicados sobre los descubrimientos en Iruña Veleia, por las sombras que a su juicio se han deslizado en torno a un arqueólogo al que consideran «un tipo absolutamente legal», en palabras de Baldeón.
Gil, vitoriano de 45 años, lleva doce en labores de campo. Víllodas a la espalda, delante Trespuentes y en un día despejado se divisa la torre del aeropuerto de Foronda. El yacimiento está a tiro de piedra de Nanclares de la Oca. En ese entorno natural Eliseo desarrolla la pasión para la que se preparó. Primero como licenciado en Geografía e Historia. Luego, con un máster en Patrimonio Arqueológico, Histórico y Artístico por la UPV.
Puntilloso
Comenzó a practicar en las excavaciones de San Miguel de Atxa (Vitoria) con Ramón Loza Lengaran, quien recuerda de él «su manera tremendamente puntillosa de trabajar. Me llamó la atención lo riguroso que era desde muy joven, donde ya aplicaba a la arqueología romana métodos muy precisos, mayores a los que se usaban en esa época».
Baldeón rememora los años finales de los 70, cuando le dio clase en la Universidad. «Ya se le veía como ha sido siempre: trabajador, discreto, muy cumplidor». La directora del Museo de Arqueología de Álava se muestra especialmente afectada por «el ruido» que se ha originado en torno a su antiguo alumno. «Eliseo es una persona extremadamente concienzuda y rigurosa en su trabajo. Es un consultor habitual para nuestro museo en todo lo relacionado con el mundo romano y siempre atiende nuestros requerimientos de una manera superexquisita».
Cree que al personaje le avala una discreción extrema. «Ni él, ni Idoia ni quienes están con ellos han creado nunca expectativas sobre un yacimiento que es una superestrella». En su opinión, si de algo ha pecado Eliseo en sus doce años al cargo de Iruña Veleia ha sido de quedarse corto. «Se ha ajustado tantísimo a la realidad que ha sido hasta parco».
Prudencia y espera. Son los términos que repiten otros miembros de la comunidad arqueológica. Paquita Sáenz de Urturi recomienda «cautela» y Armando Llanos habla de «esperar resultados». Loza cree que el equipo de Eliseo debería haberse apresurado a ofrecer aclaraciones y despejar dudas. «Tenían que haber salido rápidamente a explicar los métodos en los foros arqueológicos tratándose, como en este caso, de unos hallazgos tan extraordinarios».
«Excesivamente tímido»
Henrike Knörr admite que no es arqueólogo, pero sí conocedor del trabajo de Gil. Y le aprecia, tanto personal como profesionalmente. «Mi impresión es que es un hombre excesivamente tímido, que tiene de todo menos orgullo y vanagloria». Añade que «sabe escuchar» y que mantiene «un trato excelente» con sus colaboradores.
El filólogo, receptor entusiasta de las inscriciones en euskera que se han localizado en Iruña Veleia, considera a Eliseo un arqueólogo «muy capaz y como debe ser un científico, permanentemente actualizado». Al miembro de Euskaltzaindia las dudas le han sentado «francamente mal». «Si alguien sigue de cerca la metodolo- gía de ese equipo, sabe que llevan las cosas con exactitud».
Por todo ello, Knörr tiene «seguridad absoluta» sobre la relevancia de los descubrimientos. Además de respaldar plenamente a Gil y su grupo, el académico solicita para el yacimiento una financiación más elevada y estable. «Se lo merecen para trabajar con la suficiente tranquilidad y no pensar en el dinero».
Agustín Azkarate, arqueólogo responsable de los trabajos en la catedral de Santa María de Vitoria, la muralla de Gasteiz y la basílica de Armentia, se limita a reclamar «paciencia y máximo respeto por el equipo». «Los tiempos de la investigación» -subraya- «no son los del periodismo ni los del interés inmediato del público».
Fuente: ÁNGEL RESA a.resa@diario-elcorreo.com. Vitoria / El Correo Digital.com, 26 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/
20061126/sociedad/tipo-absolutamente-legal_20061126.html
4 de diciembre de 2006
La composición del hallazgo
El trabajo del laboratorio Adirondack determinó de qué se componen las piezas de cerámica y vidrio.
Cuando la firma Adirondack, con sede en el Parque Tecnológico de Zamudio (Derio), recibió 10 piezas de cerámica y vidrio procedentes de Iruña Veleia, desconocía la trascendencia que tendrían sus analíticas. Las pruebas realizadas en esos fragmentos, del tamaño de una moneda de un euro, permitieron conocer al detalle su composición. Los resultados, complementados con los del CEA-CNRS francés, permitieron al físico nuclear Rubén Cerdán, coordinador de las analíticas, recabar datos para determinar la coetaneidad entre inscripciones y piezas.
Adirondack es un referente estatal al aplicar la técnica del Plasma Inductivo Acoplado con Detector de Espectrometría de Masas (ICP/MS). El jefe de la sección de inorgánicos de Adirondack, Eduardo Nieva, puntualiza que este sistema permite conocer, por un lado, la cantidad de miligramos de la mayoría de los elementos de la tabla periódica -plomo, hierro, manganeso, calcio...- que contiene cada kilo de la muestra y, por otro, precisar la relación matemática de la presencia de uno de esos elementos con respecto a otro.
Este sistema se suele utilizar a la hora de conocer los componentes del agua potable, la tierra o un residuo sólido. De esta forma, por ejemplo, se puede después clasificar si dicha basura debe almacenarse en vertederos de inertes o en los de residuos peligrosos. Pero, aparte de estas habituales aplicaciones medioambientales y sobre todo geológicas, los ensayos también tienen un interés arqueológico. A Veleia, en concreto, le permitieron conocer la presencia o no de 69 elementos en sus fragmentos de cerámica y vidrio.
El procedimiento seguido en Adirondack es complicado. La muestra sólida se muele y se trata con unos ácidos elegidos a conciencia para no contaminar el material. La disolución que se obtiene se introduce, mezclada con gas argón, en la máquina. El equipo, a una temperatura de 10.000 grados -semejante a la de la superficie solar-, produce una llama que descompone la muestra. Así se obtiene un estado de plasma -diferente al líquido, sólido y gaseoso, y similar al de las estrellas- que facilita medir qué compone lo que, al principio del proceso -que tarda alrededor de diez días-, era un sólido.
La pata que componen los resultados en Zamudio se sumó así al estudio de las pátinas superficiales de las piezas en el CNRS. Con estas "evidencias", los responsables de Veleia querían demostrar una cuestión puesta en duda: los grafitti ya estaban hechos cuando quedaron enterrados en el subsuelo alavés.
Fuente: Noticias de Guipúzcoa.com, 4 de diciembre de 2006
Enlace: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/ediciones
/2006/12/04/mirarte/cultura/d04cul65.401224.php#
7 de diciembre de 2006
Valerio viene del campo
PELLO SALABURU
CATEDRÁTICO DE FILOLOGÍA VASCA EN LA UPV-EHU
Los recientes descubrimientos de Veleia han encendido, por distintas razones, todas las alarmas. El equipo investigador señala con razón que nos hallamos ante algo excepcional. Y tanto: los hallazgos obligan a reformular en puntos sustanciales cuanto sabíamos sobre el euskera de la época, sobre los procesos de cristianización en Oriente, e incluso sobre la historia de la iconografía, por citar sólo algunos aspectos no triviales. Ante las pruebas presentadas, los profesores Gorrotxategi, Lakarra y Larrea han mostrado su perplejidad, en artículos y entrevistas en las que las palabras aparecían muy medidas. Por el contrario, el director de la investigación y los profesores Knörr y Yanguas han señalado que las pruebas están ahí y son irrebatibles porque la antigüedad de las piezas y de las incisiones se ha confirmado con los procedimientos de datación más avanzados y en los laboratorios más sofisticados que existen en el mundo. Ambas posturas son perfectamente entendibles y reproducen de modo exacto lo que sucede en los avances de la ciencia que es, por definición, el pozo de la duda: quien cree haber dado con un descubrimiento fundamental, no cuestionable desde su punto de vista, pero que contradice hipótesis fundamentales vigentes en su campo científico, se aferrará a él con todas sus fuerzas. Pero como a los científicos les cuesta rendirse, estas nuevas hipótesis no se aceptan nunca a las primeras de cambio y sin que hayan sido sometidas a una crítica feroz.
Hace unos meses se descubrió, también en Álava, el manuscrito de Lazarraga: se podía haber dudado de su autenticidad (de hecho hubo quien así lo hizo), porque allí aparecían muchas cosas nuevas que desconocíamos del euskera. Pero todo lo nuevo que había allí era coherente con lo que se conocía de la lengua vasca hasta el momento, y venía a confirmar la validez de alguna de las hipótesis previamente existentes. No sucede eso con los descubrimientos de Veleia, y ésa es la razón por la que los investigadores se muestran en esta ocasión más cautos. Por no decir más escépticos.
Yo me hallo también entre los escépticos, aunque nada me alegraría más, de verdad, que encontrarme en alguna cerámica con algo así como Valerio viene del campo en euskera, como quiere Knörr, dado que las pocas palabras que han aparecido hasta el momento son palabras fuera de contexto, por lo que parece.
El comunicado oficial del equipo investigador publicado hace unos días indicaba (y casi copio el texto) que el investigador ha de tener la mente abierta para asumir los retos que los nuevos descubrimientos puedan aportar en lugar de negar la mayor, basándose en argumentaciones del calado de esto no es lo que esperábamos. No sé si sostendrían la misma afirmación si en lugar de la frase citada el investigador se encontrase con algo como Valéry viens de la campagne. Esto es muy burdo, ya lo sé, y es imposible. Era imposible también hasta hace unos días encontrarse con algo como lo que se ha encontrado. Como los argumentos de duda han sido expresados con mucha mayor lucidez de lo que yo lo pueda hacer, voy a señalar nuevas cuestiones para el debate.
Llama la atención la confusión que hay en torno a este tema. Aunque sabemos que un descubrimiento de estas características merecería la portada de las revistas especializadas más importantes del mundo, la noticia salta de forma absurda en un periódico local como consecuencia de una filtración, sin duda interesada, dada la cantidad de datos que se hacen públicos desde el primer momento y que busca, quizás, generar un impacto social. Pero, una vez que ha sucedido esto, en lugar de aclarar las cosas, todo se ha ido enredando y complicando cada vez un poco más.
La propia página oficial de Veleia en Internet ofrece hasta tres versiones diferentes de su primer comunicado (en el que cuenta los hallazgos). En castellano, la versión que ha circulado en los medios: una residencia urbana construida en el siglo I y habitada hasta el siglo V, que en uno de sus patios muestra los restos de un trastero (estancia utilitaria en la terminología del comunicado) de 57 m2 que se derrumbó y selló en su interior diversos materiales, con abecedarios, listados, jeroglíficos egipcios, 270 graffiti elaborados en el siglo III, el calvario más antiguo conocido y un conjunto epigráfico de los más importantes del mundo romano. El propio texto reconoce el exotismo de algunos hallazgos: «Y qué decir del exótico origen egipcio del preceptor que impartía allí sus amplios conocimientos clásicos...». La versión inglesa es un resumen breve, que sorprende por eso: la lengua de comunicación entre especialistas es el inglés. Son unos pocos párrafos, en donde no aparece el preceptor egipcio, pero se recoge la opinión de Montserrat Rius, «experta de la Universidad de Barcelona», quien dice que las inscripciones están en latín (esto no figura en el texto en español). La versión en euskera añade otra cosa más: «Hace pocas semanas se ha encontrado un segundo conjunto epigráfico, que está siendo analizado en estos momentos». En francés no dice nada. En ninguna de las versiones aparece referencia alguna a las inscripciones en lengua vasca.
Aunque es más que posible que todas estas disparidades sean fruto de las prisas y de la penuria de medios con que muchas veces se trabaja, y lo más probable es que nos hallemos ante testimonios de trascendencia, llama la atención que no haya inconveniente en dar cuenta de un calvario de esa época coronado por un RIP, y no se diga nada sobre las palabras en vasco. También llama la atención que el nombre de «la experta de la Universidad de Barcelona» no figure en el cuadro de profesores o de investigadores de aquella universidad y que en el Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología (o en el área de Egiptología) no sepan dar cuenta de ella. Tampoco en Tübingen, a cuyo equipo de arqueología la ligaba un medio. Quizás todo sea un malentendido. O que, por indicar otro detalle más, se hable de jeroglíficos, cuando en esa época ya sólo se utilizaban en el otro extremo del Imperio, en los templos, eran de difícil comprensión para los profanos y se referían a ceremonias religiosas muy concretas.
El segundo comunicado de hace unos días añade algo más de confusión: porque después de haber informado en junio que los materiales se han encontrado sólo en lo que fuera esa habitación de la Domus de Pompeia Valentina, ahora resulta que en el nuevo comunicado se nos señala que los hallazgos «se han localizado en diferentes puntos de la que fuera aquella ciudad». ¿En qué quedamos?
También hay duda con las palabras vascas que han aparecido. Nos gustaría saber qué lingüista las ha visto, y qué es lo que ha visto, porque uno tiene la impresión de que Gorrotxategi, al menos, habla como de oídas, aun siendo parte del equipo de investigación: «...han aparecido más óstracas en catas realizadas este verano, según noticias avanzadas por los propios arqueólogos...». ¿Figuran tambien Jainkoa y denok en el listado? ¿Quién va a ver esas piezas en el futuro? ¿Se ha convertido la ciencia en un secreto y son los datos propiedad de alguien, cuando aquí tenemos estudios de filología vasca bien asentados y profesores que pueden aportar luz desde distintas perspectivas?
Por supuesto, se me dirá, no son las páginas del periódico el lugar donde se deben debatir estos temas. Es verdad. Por eso, éste es otro motivo de confusión; lo esperable hubiera sido un congreso internacional de especialistas en donde todo se hubiera explicado, aclarado y discutido. Pero llegados aquí, y a la espera del informe prometido para julio de 2007 (ya que el prometido para noviembre de 2006 no se ha debido redactar), no vendría mal publicar de forma inmediata al menos las fotos de las palabras que han trascendido ya al público. Aunque, a estas alturas, lo mejor sería, dada la cobertura mediática que han tenido los descubrimientos, dejarse de mandangas y publicar fotografías de todos los textos. Eso es lo que hizo, con magnífico criterio, el diputado González de Txabarri con el escrito de Lazarraga. No sé qué es lo que impide hacerlo ahora, salvo que alguien quiera disfrutar en privado de las primicias de un bien público. No vaya a ser que esperando un poco más nos encontremos con algo como Valerio viene de tocar el piano.
Fuente: El Correo, 7 de diciembre de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/alava/prensa/
20061207/articulos_opi_viz/valerio-viene-campo_20061207.html
9 de febrero de 2007
Tres de los diez arqueólogos de Veleia abandonan por sorpresa las excavaciones
La dirección del yacimiento alavés atribuye las marcha de los tres expertos a motivos «laborales»
El proyecto Iruña-Veleia III Mileno que dirige Eliseo Gil acaba de perder por sorpresa a tres de sus diez arqueólogos. Apenas medio año después de que se diera a conocer el hallazgo de un importante conjunto de grafitos que podría colocar al yacimiento romano alavés a la altura de los de Vindolanda (Reino Unido) y Pompeya (Italia), Miguel Ángel Berjón Lobato, José Ángel Apellániz González y Carlos Crespo Beistegui han abandonado el equipo por motivos «estrictamente personales y profesionales», según ha podido saber EL CORREO. Ninguno de los tres especialistas ha querido hacer declaraciones.
Los tres historiadores han trabajado intensamente en los últimos cinco años en el proyecto que lidera Gil y que ha logrado dar a conocer al mundo los tesoros de la villa de época romana hallada a diez kilómetros de Vitoria, en los campos de Trespuentes. Su marcha se produce en un momento en que el yacimiento se encuentra en su máximo esplendor. El descubrimiento del conjunto de inscripciones en cerámica y huesos de entre los siglos III y V después de Cristo, que incluyen el calvario más antiguo hasta ahora conocido, y las primeras palabras de la vida cotidiana escritas en euskera han despertado el interés internacional.
Su contenido es tan excepcional que, de confirmarse su autenticidad, podría echar por tierra tesis de todo tipo, desde las que se refieren a la cristianización hasta lingüísticas, históricas o etnográficas.
Responsables de las excavaciones de Iruña-Veleia restaron ayer importancia a la decisión de los tres arqueólogos. Confirmaron a este periódico que rompieron su contrato con la empresa Lurmen -gestora de los trabajos- hace un mes, y atribuyeron su despedida a razones «laborales». «Las condiciones de este trabajo son duras. En verano se pasa calor y, además, en la zona no disponemos más que de un prefabricado sin agua y que tiene luz gracias a un generador», indicó un portavoz de la empresa. «Los años pasan y la gente puede tener otros planes», sentenció. Según aseguró la misma fuente, sus vacantes ya han sido suplidas.
Tareas importantes
Los tres arqueólogos estaban a cargo de algunas de las tareas más delicadas e importantes de las excavaciones. En concreto, Míchel Berjón, licenciado en Historia por la UPV, era el especialista en industria ósea. El arqueólogo acumula años de experiencia y ha participado en proyectos como el italiano de Fregellae y en otros más cercanos como la catedral de Santa María y Kutzemendi (Vitoria) o Las pilas del camino de Logroño y el convento de los Capuchinos (Laguardia). Precisamente, el director de estos dos últimos proyectos de intervención arqueológica fue José Ángel Apellániz, licenciado en Geografía e Historia, y experto en industria latericia (o de piezas de alfarería) y materiales constructivos en Veleia. Su currículo es extenso y ha participado en excavaciones en Canadá y en proyectos más próximos con el de Aldaieta, en Nanclares de Gamboa, o Peña Larga, en Cripán.
Carlos Crespo, también licenciado en Historia, era el máximo responsable de la cerámica de paredes finas del proyecto que lidera Gil. Además de curtirse en Italia, también trabajó en Aldaieta, Kutzemendi, Las pilas del camino de Logroño y el convento de los Capuchinos.
En el equipo se quedan los dos directores, Eliseo Gil e Idoia Filloy, sus hermanos Ainhoa Gil y Aitor Filloy, Aitor Iriarte, Oskar Escribano y José Manuel Tarriño.
Fuente: R. CANCHO r.cancho@diario-elcorreo.com, Vitoria / El Correo Digital, 9 de febrero de 2006
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/alava/prensa/
20070209/cultura_ala/tres-diez-arqueologos-veleia_20070209.html
30 de agosto de 2007
Descubren una zona pública de miles de metros cuadrados con termas y mosaicos del siglo I
Los responsables de las excavaciones afirman que las dimensiones del espacio confirman la importancia que tuvo la ciudad romana.
Los investigadores del yacimiento alavés de Iruña-Veleia han descubierto una zona pública de varios miles de metros cuadrados con áreas termales y grandes mosaicos en perfecto estado de conservación que, según las primeras estimaciones, datarían del siglo I d.C. Los responsables de las excavaciones han destacado hoy que el hallazgo confirma la importancia que tuvo la ciudad romana, puesto que normalmente sólo las grandes núcleos de población de la época disponían de recintos de ocio y espectáculos de estas dimensiones.
A través de un comunicado, el equipo de investigación ha informado hoy de que el descubrimiento realizado en el yacimiento, ubicado entre las localidades de Trespuentes y Víllodas (Alava), corresponde a una zona pública que habría estado en activo entre los siglos I y III d.c., el periodo de máximo esplendor de la ciudad romana. Dentro de la zona se han hallado dos mosaicos de grandes dimensiones, a casi dos metros de profundidad y en perfecto estado de conservación, así como estancias correspondientes a los espacios calefactados de las termas.
El hallazgo, producto de los más de 130 sondeos llevados a cabo en los últimos meses en el exterior del recinto amurallado, ha permitido sacar a la luz una zona pública de varios miles de metros cuadrados con zonas termales y espacios de ocio.
Es precisamente en este recinto donde han sido hallados dos pavimentos de mosaico. Los mosaicos, con diseños geométricos en blanco y negro, datarían del siglo I d.C. y posiblemente servirían como nexo de unión entre el teatro y la zona termal, de la que se han localizado varios espacios con la infraestructura propia de estas instalaciones.
Según los investigadores, estos descubrimientos confirman la "entidad" que tuvo la ciudad de Iruña-Veleia en época romana, ya que normalmente sólo las grandes ciudades de la época disponían de recintos de ocio y espectáculos de estas dimensiones.
Nuevas vías de investigación
Además, la localización de esta zona abre nuevas vías de investigación para el enclave arqueológico y permitirá ampliar los programas de visitas guiadas. Los trabajos han sido promovidos a instancias del Ayuntamiento de Iruña de Oca y están financiados por el Departamento de Cultura del Gobierno vasco, con la colaboración de la Diputación de Alava.
Fuente: Europa Press / El Correo Digital, 30 de agosto de 2007
Enlace: http://www.elcorreodigital.com/alava/20070830/
local/descubren-zona-publica-miles-200708301116.html
12 de octubre de 2007
Un lingüista reabre el debate sobre la autenticidad de los hallazgos de Veleia
Los arqueólogos critican a Gorrochategui por seguir cuestionando los descubrimientos. Eliseo Gil solicita a los investigadores más críticos que no realicen valoraciones hasta que concluyan todos los estudios.
Desde que en junio del pasado año los responsables del yacimiento de Iruña Veleia revelaran el hallazgo de un importante conjunto epigráfico datado en el siglo III después de Cristo en el que se podían leer también palabras en euskera, tal y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el equipo de arqueólogos que dirige Eliseo Gil ha tenido que soportar algunos ataques por parte de investigadores poniendo en cuestión la veracidad de los descubrimientos.
Una de las voces más críticas ha sido el catedrático de Lingüística Indoeuropea de la UPV, Joaquín Gorrochategui, que tras el anuncio no ocultó sus dudas y pidió cautela hasta que se confirmara su autenticidad. Ayer, en el II congreso de la Cátedra Koldo Mitxelena que se celebró en el campus de Álava, el lingüista fue más allá al conceder en un cálculo de probabilidades un 15% a la validez de los textos en euskera encontrados en el poblado romano.
Tal y como recordó Gorrochategui, si se confirman las sospechas de los responsables del yacimiento, adelantarían 600 años la fecha de los primeros vocablos comunes del vascuence escrito, dando así un "auténtico revolcón" a las tesis científicas. El también director del Instituto de Ciencias de la Antigüedad cree, sin embargo, que es inusual, entre otras cosas, la cantidad de ostraca hallada, es decir, de inscripciones sobre cerámica, por lo que mantiene a día de hoy sus reservas a la espera del trabajo final, que será cuando se cataloguen todas las piezas encontradas.
Debate inoportuno
Por su parte, Eliseo Gil, que también participó en el congreso, considera que no es el momento de iniciar un debate sobre la veracidad de los escritos mientras los investigadores no concluyan los estudios. Habrá que esperar hasta entonces, dijo, para extraer conclusiones, pero "atendiendo a todas las disciplinas, no sólo a la lingüística". De todos modos, el equipo de arqueólogos está dispuesto a mostrar el material encontrado a los catedráticos que forman la Comisión Científica de Seguimiento de las Excavaciones, en la que además de Gorrochategui, se encuentran Juan Santos Yanguas y Henrike Knörr. De hecho así se lo hizo saber el propio Gil ayer en el congreso.
El equipo de arqueólogos pretende así acallar las voces de quienes no han tenido la oportunidad de observar de cerca el conjunto de inscripciones hallado en Iruña Veleia, entre los que se encuentra también la representación más antigua de un calvario de la que se tiene constancia.
Fuente: Elena Arteagoitia, Vitoria / Noticias de Álava.com, 12 de octubre de 2007
Enlace: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/
2007/10/12/sociedad/alava/d12ala11.741567.php
32 comentarios
Juan -
Celtíbera -
Sí, lo que pasa es que la filóloga olvidó hacer alguna pequeña contrición, o explicar por qué cambió su opinión anterior. ¡Qué digo!, incluso podría al menos haber recordado lo que ella misma decía en junio de 2006: http://www.noticiasdealava.com/ediciones/2006/06/25/sociedad/alava/d25ala14.386829.php
Ay, pero cuánta gente ha perdido en estas últimos meses la memoria de lo que apoyaron...
nan -
y por fin lo han reconocido...
Lykonius -
;)
Karistiarra -
Sotero -
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080819/cultura/visto-veleia-creo-falso-20080819.html
Nuevo blog
http://iesusioshemarian.blogia.com/
Sotero -
Recongiendo el guante de Lykonius (me alegra mucho verlo por aquí, sr. Lykonius) abro un blog llamado IesusIosheMariam para poner todas estas cosas, pues no quiero que que alguien arremeta y funda el blog de Terrae Antiqvae.
Un saludo
Lykonius -
http://elbarcoceltibero.mundoforo.com/index.php
abrí un foro sobre Iruña-Veleia, pero los administradores (entre los que se hayan antiguos foreros exiliados de Celtiberia bastante resentidos), matienen esa "pax" con mano derecha y mano izquierda... (presiones, bulling, supresión de foros incómodos, etece, etece). Por lo tanto supongo que quien tiene ahora muchos puntos para abrir un blog abierto a intervenciones es Sotero21.
Karistiarra -
Sotero -
Gracias por sus palabras. Desconozco el paradero de los participantes de Celtiberia y si participan en otro lugar después de las bárbaras invasiones. Creo que no. La hartura y la sequía informativa nos han ganado. El objetivo número uno de los gestores políticos se ha cumplido: que la gente vaya olvidando. En el extinto foro celtibérico quedó bien manifiesta la voluntad de saber de sus participantes: la indagación sobre fonética histórica del egipcio antiguo, sobre el latín escrito, sobre la iconografía representada, sobre aspectos del euskera arcaico y otras muchas intervenciones que ilustraron mil y una minucias de la vida cotidiana de los habitantes de una ciudad romana del siglo III son dignas del mejor de los elogios. Las cuatro fotos que dieron han sido un manantial increíble de información. La educación y cortesía que se mantuvieron durantes dos años me parece un hito casi insuperable y un aval de que Celtiberia era un buen sitio de conocimiento. Pero hay algunos que se empeñan en llevar su rencor por todos los caminos. Me resulta muy triste lo que ha sucedido.
No cabe duda de que cuando se den a conocer los resultados oficiales se va a volver a abrir un buen debate. Pero este sí que va a ser a cara de perro. Muchos doctores y eruditos no se van a quedar conformes y exigirán más explicaciones. No va a haber consenso y sin consenso, con todo cuestionado, aunque auténticos, los hallazgos no van a contar para hacer Historia. Es una pena y una chapuza.
Procuraré colgar en este foro la información que vaya cayendo de la mesa del rico. Me resisto a que esto se ahogue en el Leteo.
Un saludo.
Barcino -
No he podido evitar engancharme recientemente al asunto Iruña-Veleia.
De hecho fue la semana pasada. En solo unos días he leido con avidez todos los foros abiertos en Celtiberia y otras webs. Créame Sotero, es la mejor novela de investigación histórica que se puede leer, ( especialmente porque no es ficción ).
Mis cordiales agradecimientos por su actitud ante el sospechoso issue de Veleia.
Ha sido usted para el lector no participativo nuestro alter ego en la batalla. Su constante alusión a su condición de aficionado a la historia, sin las deudas y prejuicios del profesional, y en especial su legítima reivindicación de mero contribuyente, alucinado con el destino de sus impuestos, nos ha permitido acompañarle gratamente en el camino.
Sin embargo, la muerte de Celtiberia me ha dejado sediento. Desconozco si los otros participantes se han exiliado a otros lares. El asunto VELEIA merece una web propia, o un blog bien gestionado exclusivo del tema.
Señor Sotero, podría indicar a este habitante de la antigüa Barcino si hay rumores o movimientos al respecto?
Muchas gracias y perdón al foro por la intromisión.
Sotero -
La dolorosa experiencia sufrida en Celtiberia nos reafirma en la convicción de que estos malhadados descubrimiento solo crean discordia y revelan la profunda miseria cultural en la que nos encontramos.
Los sabios permanecen, bien por propia voluntad o por humana cobardía en sus cavernas. Los charlatanes dominan la escena.
Con crujientes canapés y cócteles de champán los representantes de la sociedad alavesa y vasca celebraron entusiasmados los deslumbrantes hallazgos. Luego... la nada, el vacío informativo, un silencio ominoso que presagia más discordia, más enfados y un descrédito generalizado de nuestra ciencia.
Para el mes de octubre tendremos noticias. Dudo mucho que sean buenas.
Un saludo
IRUÑA -
EN QUE AÑO Y COMO?,porque?
LOS HUESOS SON HUMANOS?
QUE DICE SU ADN?
A QUE PROFUNDIDAD ESTAN LAS CERAMICAS?,si alguien las enterrò recientemente no es facil saberlo?, y si fue en el siglo X cuando se cayeron los techos?
QUE SIMILITUD TIENEN ESTAS CERAMICAS CON OTRAS CIUDADES DE LOS ALREDEDORES?
SON PREGUNTAS FACILES Y DESPUES DE TANTO TIEMPO PORQUE NADIE Hable de estas cosas?
UN NEOFITO!
Angel Gomez-Moran -
Habiendo leido sus sospechas, incredulidades, e incluso afirmaciones sobre la falsedad de este yacimiento y de la noticia les invito a releer el epigrafe que se intitula COMUNICADO OFICIAL DEL PROYECTO DE INVESTIGACION DE IRUNA-VELEYA. Si Udes, piensan y afirman tras ello que todos estos arqueOlogos que certifican la autenticidad del hallazgo y sus piezas, mienten o se confunden deliberadamente, asI como tambiEn mienten o se equivocan, el resto de persona que redactan y colaboran en la noticia, debieran justificarlo e intentar demostrarlo. No es nada positivo realizar este tipo de comentarios deliberadamente, mAxime cuando se habla de profesionales que trabajaron y se esforzaron en el estudio del yacimiento durante mucho tiempo. Han de justificarse. Si tienen alguna base que pueda refutar la veracidad de ello, esperamos con gran interEs sus comentarios sobre el yacimiento.
Francisco Fernández Bis -
Francisco Fernández Lara -
Creo que algún interesado está "sembrando" el yacimiento, y de camino quedándose con bastante gente. Habría que ver aparte de lo que ya apunta Fernando Pérez, si el tipo de cerámica corresponde al periodo y contexto de la ciudad, entre otros.
Willy Uribe -
Fernando Pérez -
Además, los grafitos que se muestran en las fotografías parecen sospechosamente limpios, cuando ni las concreciones calcáreas, ni la ceniza infiltrada en la pasta de las cerámicas se elimina tan fácilmente.
Angel Gomez-Moran -
Si estudiamos los ritos, historia y fE de la Espanna altomedieval, vemos que el arrianismo estA arraigadIsimo (y no solo por influencia visigoda). Es mas, creo que el hecho del traslado de Ataulfo a Tarraco, y el inicio del reino visigodo de Espanna tiene relaciOn con que la fE mas extendida entonces en nuestra PenInsula era la de Arrio (y no la de Nicea).
Evidentemente, uno de los lugares mejores para refugiarse a los arrianos huidos de Egipto tras el 321 (325) eran las montannas del Pirineo, donde aun la romanizaciOn respetaba lengua y cultos de iberos (vascones, iacetanos,pelendones, berones etc. O aquitanos en el lado francEs). AllI estarIan seguros y podIan promulgar su fE. Pero hay algo extranno en ello y es el hecho de suponerse que precisamente el punto de cristianizaciOn mas tardIa en la historia peninsular fuera la Vasconia. Siempre se tiene como cristianizada tras la llegada del Islam a la PenInsula y una de las Ultimas zonas en convertirse a la fE de Cristo. QuizAs, sea porque anteriormente esta zona fuera enteramente arriana y por lo tanto Roma y los visigodos catOlicos la consideraron hereje o pagana.
Por ultimo, Alava es un punto al que se accedia en esa Epoca en tres o cuantro dias desde el Mediterraneo en navegacion fluvial subiendo el Ebro desde Tortosa (Tivisa) a Logronno (Varea)y de aquI en una jornada de calzada "Graca" (es decir: EstA a una semana del Norte de Africa: Tres o cuatro jornadas hasta Tunez, tres en el Ebro y una de camino Logronno-Alava).
Angel Gomez-Moran -
Noticia "alucinante", y leida desde aquI, doblemente impresionante. Sabido era que el cristianismo entrO en La PenInsula desde el Norte Africa, teniEndose transmitido por Santos tales como San Felix o San Cucufate (Cugat) y sus discIpulos. La uniOn de estos y Egipto es obvia. Pero creemos que la fecha del final del siglo III a principios del IV es clave pues se trata de una Epoca en la que Arrio era el mAximo candidato a ser el generador del nuevo cristianismo. Son contemporaneidades que nos pueden llevar hasta a pensar que dichos jeroglIficos y representaciones provengan de periodo de la huida de los arrianos al declararlos Nicea como secta anatemAtica en el 325, y verse perseguidos. Tal hipOtesis podrIa explicar que fueran coetaneas a la divulgacion del arrianismo por el norte de Africa (tras desaparecer en Egipto y la Roma cristiana) y a la expansiOn por el Sur de Francia y Norte de Espanna la que fue religiOn del mundo visigodo.
Pienso que pudieramos dar como una hipOtesis de estos hallazgos el que fueran piezas debidas a arrianos huidos desde Egipto, quienes traerIan sus creencias y sus idiomas a mas de ensennar estudiar y plasmar la lengua local; con el fin de adaptarse y difundir su religion.
Roberto Fuentes T. -
Sí, pero que fuera alguien que en esa tardía época fuera lo suficientemente versado en los jeroglifos egipcios (donde la lengua administrativa era el griego), ya suena a poco creíble, ¿no te parece?...
Francisco Fernández -
Como simple aficionado y lego en estas artes, pienso que noticias como ésta se tienen que coger con pinzas; detrás siempre hay como bien dice Idoia, dinero y ésto me trae a la memoria noticias antiguas de las buenas y caras falsificaciones que se hacian -¿hacen? - en China de los más diversos periodos; ¿Y porqué no? tambien en España, hagamos memoria del cerro de los Santos y quiero recordar a Vicente Juan y Amat.
¿Y quien no ha oido hablar de La mandíbula de Moulin-Quignon?, la prima de 200 francos de Boucher de Perthes hizo milagros, se halló al hombre fósil.
No quiero dudar de que los hallazgos sean buenos, pero buenas piezas orientalizantes siempre se han encontrado en España, y por otro lado ¿Qué tiene de raro que un ciudadano romano proveniente de Egipto, o Siria se instalara en la otra parte del imperio? ¿Cuántas tumbas de soldados hispanos no hay a lo largo de lo que fueron las fronteras del imperio? ¿La X gémina no estaba en el -34 en Armenia, y después en el -25 en la campañas cántabras?
Creo que se ha de ir con mucho cuidado.
Sergio Olivares -
Ach !
egipotlogía -> egiptología
Don´t throw stones if you live in a glass house...
Cheers,
Sergio
Sergio Olivares -
No iba a decir nada, pero ya
que Ud. puso ese ¡Uf!, yo quisiera agregar unos:
¡Uf! Oops! Ach!
griego-romana -> grecorromana
jeroglifos verdaderos -> jeroglifos EGIPCIOS verdaderos
pues Ud. sabe que hay muchos tipos de jeroglifos...
A pesar de todo, su español es muy bueno (la "ñ" la puede hacer con ALT-164), estoy seguro que Millet, Williams and Redford estarían orgullosos de Ud. como ex-alumno.
Perdone los comentarios pero nuestro profesor de egipotlogía nos ha enseñado a ser muy detallistas.
Si enseña alemán, supongo que dará a sus alumnos una copia de lo muy gracioso que Mark Twain escribió sobre esa lengua, es muy instructivo, así como la historia que nuestro profesor nos cuenta del alemán que fue a un restaurante en Londres y pidió un chorizo y como no se lo traían se levantó muy enojado y exclamó: ¡Cuándo me transformo yo en un chorizo! (When do I become a sausage!), jugando con los malentendidos de bekommen y get, become en inglés.
Shabat shalom !
Sergio
Edmund S. Meltzer -
!Uf!
Saludos
Edmund S. Meltzer -
Sergio Olivares -
Alicia M. Canto (UAM) -
Saludos.
Idoia -
(...) "Además de vocablos de vasco antiguo que se pudieran corresponder con el Padrenuestro como Geure Ata (gure aita o nuestro padre) o Jainkoa (Señor), también se han encontrado palabras con los nombres de diversos colores como Gorri, así como la serie léxica Urdin izar (Estrella azul), edan y jan (verbos de comer y beber. El descubrimiento se encuentra, de cualquier modo, bajo el análisis de los especialistas más reputados de la filología vasca. El catedrático y director de Investigación de Euskaltzaindia, Henrike Knörr, así como también el catedrático de la UPV y autor de numerosas publicaciones sobre el euskera Joaquín Gorrotxategi, han sido elegidos para estudiar las piezas y ofrecer sus conclusiones en el futuro. Esas investigaciones acaso sean paralelas a las que por otra parte realizan emisarios del Vaticano sobre el origen del cristianismo en el País Vasco. Asímismo, este extenso material también deberá pasar las oportunas puebras para calibrar en qué época fueron escritas. Los arqueólogos ya señalaron ayer que sospechan, por la estratigrafía realizada en el campo de trabajo, que se corresponderían con la época tardorromana; es decir, a finales del siglo III o, acaso, en el siglo IV d.C."
Idoia -
Rafa -
Jesús Rodríguez -