Jerez. El desdoble de Arcos saca a la luz una villa romana del siglo I
Foto: Habitado. El muro de una de las estancias con un ánfora que servía para almacenar aceite o vino. Los arqueólogos trabajan en una traza de tres mil metros cuadrados junto a Torremelgarejo en cuyo interior se encuentra un gran horno de cerámica de seis metros y una muela de molino.
La primera villa romana de la zona de trabajos puramente agrícolas, datada en el siglo I después de Cristo, ha salido a la luz durante las obras del desdoble de la carretera Jerez a Arcos. La delegación provincial de Cultura, que tiene la competencia de unas tareas que se vienen desarrollando desde hace algunos meses, ha dado una alta prioridad a este yacimiento, que se considera de una enorme importancia por aportar datos de la producción de interior en esa época. Hasta ahora se conocía la existencia de varias villas de este tipo, pero ésta es la primera que se excava y se va a poder documentar.
Por Pedro Ingelmo, Diario de Jerez, 3 de abril de 2005
Pedro Carretero, director de la excavación, explica hallazgos de gran trascendencia para los historiadores de la época como las ánforas, que no contenían garum (salazón), que es lo que hasta ahora está documentado en la cerámica de las excavaciones del litoral, sino aceite y vino. "Sabemos que en la época romana toda la zona de Los Garciagos era un gran olivar, aunque también había viñedos. Las ánforas que hemos encontrado posiblemente contuvieran aceite o vino, lo que sabremos más adelante. Esta excavación nos va a aportar datos de las villas rurales romanas, que se autobastecían y que contaban con una familia de libres y el resto eran esclavos. Toda esa organización podrá ser estudiada ahora sobre el terreno y nos ofrecerá indicadores económicos novedosos en relación con lo que era la vida romana en la zona, más allá de lo que sabíamos con otras zonas más documentadas, siempre cercanas al mar".
Y no es que faltara agua. La situación de la villa es la de un núcleo que no se hallaba a más de doscientos metros de lo que debía ser marisma, los Llanos de Caulina. No descartan los arqueólogos incluso que pudiera llegar a tener un embarcadero. Lo que es seguro, por el nivel freático, que tenían agua en abundancia, aunque su actividad es seguro que era totalmente agrícola.
Entre los hallazgos de mayor trascendencia se encuentra un gran horno de seis metros de diámetro y una muela de molino. Esta última se extraerá y se enviará al Museo Provincial, que decidirá su ubicación definitiva, posiblemente en el Museo Arqueológico de Jerez. Por lo excavado hasta el momento se sabe que dos tercios de la superficie en la que se ha trabajado pertenecen a actividad industrial y el resto a residencia, lo que se ha podido ver no a través de mosaicos en el suelo, como es tradicional, sino de la pintura de estuco que habría tenido otra utilidad con posterioridad.
Esta villa sirvió de cantera para la construcción de la torre defensiva que da nombre a Torremelgarejo. En la torre los arqueólogos no sólo han encontrado que las piedras provenían en su totalidad de las construcciones de la villa agrícola, sino que también han podido comprobar que las junturas se rellenaban con trozos de ánfora. Son las que les faltan para completar el puzzle que se halla junto a la carretera de Arcos.
Otros datos sociológicos no van a poder conocerse, al no haberse hallado una necrópolis asociada. Sí hay enterramientos, pero son posteriores y no aportan información sobre la vida en la villa ni el número de individuos que podrían estar allí asentados en las distintas generaciones que ocuparon el asentamiento.
En cualquier caso, la excavación no abarca la totalidad del yacimiento, que se extiende a ambos lados, pero que no puede trabajarse al encontrarse fuera del ámbito de propiedad de la Junta para la ampliación de la carretera.
Pedro Carretero, que considera que los trabajos van a buen ritmo y podrán cerrarse en un plazo no superior a tres semanas, quiso subrayar que "es indudable que nos encontramos ante un caso excepcional hasta el momento de una trascendencia arqueológica que se conocerá con el tiempo".
La primera villa romana de la zona de trabajos puramente agrícolas, datada en el siglo I después de Cristo, ha salido a la luz durante las obras del desdoble de la carretera Jerez a Arcos. La delegación provincial de Cultura, que tiene la competencia de unas tareas que se vienen desarrollando desde hace algunos meses, ha dado una alta prioridad a este yacimiento, que se considera de una enorme importancia por aportar datos de la producción de interior en esa época. Hasta ahora se conocía la existencia de varias villas de este tipo, pero ésta es la primera que se excava y se va a poder documentar.
Por Pedro Ingelmo, Diario de Jerez, 3 de abril de 2005
Pedro Carretero, director de la excavación, explica hallazgos de gran trascendencia para los historiadores de la época como las ánforas, que no contenían garum (salazón), que es lo que hasta ahora está documentado en la cerámica de las excavaciones del litoral, sino aceite y vino. "Sabemos que en la época romana toda la zona de Los Garciagos era un gran olivar, aunque también había viñedos. Las ánforas que hemos encontrado posiblemente contuvieran aceite o vino, lo que sabremos más adelante. Esta excavación nos va a aportar datos de las villas rurales romanas, que se autobastecían y que contaban con una familia de libres y el resto eran esclavos. Toda esa organización podrá ser estudiada ahora sobre el terreno y nos ofrecerá indicadores económicos novedosos en relación con lo que era la vida romana en la zona, más allá de lo que sabíamos con otras zonas más documentadas, siempre cercanas al mar".
Y no es que faltara agua. La situación de la villa es la de un núcleo que no se hallaba a más de doscientos metros de lo que debía ser marisma, los Llanos de Caulina. No descartan los arqueólogos incluso que pudiera llegar a tener un embarcadero. Lo que es seguro, por el nivel freático, que tenían agua en abundancia, aunque su actividad es seguro que era totalmente agrícola.
Entre los hallazgos de mayor trascendencia se encuentra un gran horno de seis metros de diámetro y una muela de molino. Esta última se extraerá y se enviará al Museo Provincial, que decidirá su ubicación definitiva, posiblemente en el Museo Arqueológico de Jerez. Por lo excavado hasta el momento se sabe que dos tercios de la superficie en la que se ha trabajado pertenecen a actividad industrial y el resto a residencia, lo que se ha podido ver no a través de mosaicos en el suelo, como es tradicional, sino de la pintura de estuco que habría tenido otra utilidad con posterioridad.
Esta villa sirvió de cantera para la construcción de la torre defensiva que da nombre a Torremelgarejo. En la torre los arqueólogos no sólo han encontrado que las piedras provenían en su totalidad de las construcciones de la villa agrícola, sino que también han podido comprobar que las junturas se rellenaban con trozos de ánfora. Son las que les faltan para completar el puzzle que se halla junto a la carretera de Arcos.
Otros datos sociológicos no van a poder conocerse, al no haberse hallado una necrópolis asociada. Sí hay enterramientos, pero son posteriores y no aportan información sobre la vida en la villa ni el número de individuos que podrían estar allí asentados en las distintas generaciones que ocuparon el asentamiento.
En cualquier caso, la excavación no abarca la totalidad del yacimiento, que se extiende a ambos lados, pero que no puede trabajarse al encontrarse fuera del ámbito de propiedad de la Junta para la ampliación de la carretera.
Pedro Carretero, que considera que los trabajos van a buen ritmo y podrán cerrarse en un plazo no superior a tres semanas, quiso subrayar que "es indudable que nos encontramos ante un caso excepcional hasta el momento de una trascendencia arqueológica que se conocerá con el tiempo".
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