Los especialistas confirman que los restos de la cueva de Arintero en León tienen un mínimo de 5.000 años
Foto: Cráneo de uno de los esqueletos encontrados en Arintero. / BENITA MARTÍN
El primer informe realizado sobre los dos esqueletos encontrados en la cueva Los hermanos de Arintero, y que el miércoles fueron sacados para su estudio, confirma las tesis iniciales que hablaban de «indicios razonables para creer que son prehistóricos». De hecho, parece que el informe inicial emitido por el arqueólogo de la Junta no deja ninguna duda de que «se trata de restos humanos de época prehistórica». Con todas las reservas que plantea el hecho de que se trate de un análisis superficial pues, como el citado técnico reconocía a este periódico al salir de la cueva con los restos, «la verdad la empezaremos a conocer cuando enviemos algunos huesos a un laboratorio de Estados Unidos y allí les hagan la prueba del Carbono 14 y nos den los resultados. Yo no puedo adelantar nada más».
Pese a ello, sí debió emitir un informe para que el delegado territorial en León y la consejería de Cultura den los pasos pertinentes. En el mismo se insiste en el carácter prehistórico de los esqueletos y, pese a que se había dicho que no se había encontrado ningún otro elemento cerca de los huesos, en este informe se habla de un objeto encontrado en uno de los esqueletos que acredita «una antigüedad sustancial». Se trata de un elemento ornamental hecho con hueso de ciervo.
Parece que este adorno y otros aspectos encontrados en los huesos y su adherencia al terreno, permitirían una primera horquilla sobre la antigüedad de los restos que iría desde el calcolítico hasta el paleolítico superior. Lo que viene a significar que en el caso de menos edad tendrían siempre más de cinco mil años, aunque los expertos consideran que si fuera del paleolítico superior se trataría de unos hallazgos considerados muy importantes y casi únicos, sobre todo por su estado de conservación, debido seguramente a las extraordinarias condiciones de la cueva Los hermanos, con una accesibilidad realmente complicada.
«Sería extraordinario para León», señalaba ayer a este periódico uno de los expertos consultados en los primeros días de los hallazgos, cuando en general se hablaba de la posibilidad de que fueran de la Edad de Bronce, basándose solamente en las fotografías que había tomado los cinco espeleólogos que habían realizado el hallazgo (Camino, Alberto, Benita, Roberto y el tantas veces citado Chiqui), que también fueron quienes bautizaron a los esqueletos como Ataúlfo y Wenceslao y Cavernero al oso que apareció en la misma cueva.
Ninguno de ellos imaginaba el hallazgo que acababa de realizar pues sus primeras sospechas fueron que se trataba de paseados de la guerra civil. «Nunca imaginamos esto».
Un hallazgo en el que han puesto muchas esperanzas en la comarca
Foto: Los esqueletos estaban al fondo de una sima de muy difícil acceso. / B. MARTÍN
El hallazgo de los dos esqueletos humanos y uno de oso en la cueva Los hermanos de Arintero ha despertado gran interés en la comarca y, a la vez, las instituciones locales han puesto muchas esperanzas en su importancia para el desarrollo turístico de la zona.
Este hecho provocó que incluso el alcalde de Lugueros, Emilio Orejas, fuera tal vez más allá de sus funciones impidiendo la entrada de los expertos en la cueva con el consiguiente enfado de estos, que llevaban un mandato judicial, y, sobre todo, del delegado territorial de la Junta, Eduardo Fernández. Pero pronto se recondujo el asunto y ahora mismo el alcalde y la Junta tienen claro que deben dejar trabajar a los técnicos y, cuando se confirme la importancia del hallazgo, será el momento de tomar iniciativas. «Si eso va a ser importante lo tendrán que decir los técnicos y para ello es fundamental que les dejen trabajar», señalaba Eduardo Fernández y Emilio Orejas, por su parte, manifestaba que su única pretensión era asegurarse que «esos restos puedan ser en el futuro un valor importante para la comarca. Nosotros estamos dispuestos a crear un museo y llevar a cabo otras iniciativas. No va a haber ningún problema con la Junta, estoy seguro, siempre me he entendido muy bien con Eduardo Fernández».
Y si es bueno que no se olvide dónde aparecieron los esqueletos, no es menos deseable que no se olvide quiénes fueron aquellos que un día se metieron en la cueva y se encontraron con Ataúlfo y Wenceslao».
Fuente: FULGENCIO FERNÁNDEZ / El Mundo.es, 15 de diciembre de 2006
Enlace: http://www.elmundo-lacronica.com/cronicadeleon
/articulo_01.asp?idart=3078719&idcat=8215
23 de noviembre de 2006
El Descubrimiento
La prueba del carbono 14 pondrá edad a los esqueletos de la cueva del Curueño
Los dos esqueletos hallados en una cueva del Curueño bautizada como Dos Hermanos serán sometidos a la prueba del carbono 14 para determinar su antigüedad. En las próximas horas, expertos en arqueología y paleontología enviados por la Junta se adentrarán en la sima, ayudados por un equipo del Greim (grupo especial de rescate e intervención en montaña de la Guardia Civil), para sacar los restos humanos, así como los de un oso que apareció en el mismo lugar. Los técnicos llevarán a cabo una pequeña excavación en busca de nuevos restos o de utensilios y vestimenta que faciliten la datación de los dos esqueletos. Para algunos investigadores consultados por este periódico resulta extraño que junto a los huesos no se haya conservado ningún objeto, pero parece claro que no se trata de un enterramiento.
La forense encargada del caso ha ofrecido ya a la Delegación Territorial de la Junta la posibilidad de enviar los restos humanos al Instituto Nacional de Toxicología, con sede en Madrid, donde someterían los huesos a la datación radiocarbónica, la técnica más fiable para conocer la edad de muestras orgánicas. El Juzgado de Instrucción número 3 de León, que al aparecer restos humanos en la citada gruta ha abierto diligencias de investigación con la finalidad de determinar si los esqueletos son o no recientes, está a la espera de que la Junta realice un informe pericial.
Los expertos que han examinado las fotos de los esqueletos realizadas por los espeleólogos que los encontraron no se atreven a aventurar la importancia del descubrimiento, aunque lamentan que los huesos hayan sido manipulados. La gran distancia que separa los dos esqueletos hace sospechar a algunos investigadores -con las lógicas reservas-, que podrían ser de épocas diferentes. En cuanto a los restos de un oso, también hay quien apunta la existencia de otra entrada a la cueva distinta al difícil acceso por el que se adentró el grupo de espeleólogos del Club de Montaña de Matallana. De momento hay más hipótesis y preguntas que respuestas. La cueva, aunque atractiva para los amantes de la espeleología, es una formación geológica con múltiples estalactitas y estalagmitas relativamente «corriente» en la provincia leonesa, donde hay más de cuarenta de similares características.
Teorías para un hallazgo
Los expertos no se atreven a aventurar ninguna hipótesis sobre la antigüedad de los restos aparecidos en la cueva Dos Hermanos. Además, todo lo que han visto son simples fotografías. Sin embargo, y con todas las cautelas, llaman la atención sobre cuestiones como la aparición de un oso. Las dimensiones de este animal les hacen pensar en la existencia de otra entrada más «accesible». Otro detalle de interés es la dentadura del esqueleto que apareció íntegro, por la que es posible deducir que se trata de un individuo adulto -tiene las muelas del juicio-. También es apreciable el desgaste de la dentina, es decir, corresponde a la dentadura de alguien que la ha sometido a un duro trabajo. El hecho de que la dentadura esté prácticamente completa puede ser un hecho crucial, ya que es una de las partes del esqueleto que más información puede ofrecer: el desgaste de las piezas permitirá averiguar mucho del comportamiento alimentario del individuo y saber para qué otras cosas, al margen de la alimentación, la utilizaba.
A los expertos no les ha pasado desapercibida la distancia entre los dos esqueletos. La primera hipótesis es que se trata de dos individuos de épocas distintas. También parecen descartar que se trate de un enterramiento. En cambio, el aislamiento de estos individuos podría ser fruto de algun ritual o ceremonia de castigo, si se confirma su antigüedad.
Otra pista de interés es el hecho de que parte de los huesos de uno de los esqueletos se haya calcificado con una estalactita, lo cual no sucedería en un período corto de tiempo.
En una de las fotos, junto a un esqueleto, parecen apreciarse restos de ceniza, que pueden indicar un posible empleo del fuego...
Fuente: Verónica Viñas / Diario de León, 23 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.diariodeleon.es/inicio/
noticia.jsp?CAT=113&TEXTO=5311410
Así lo contaron los descubridores
PARAPENTECICONIA
En la web parapenteciconia.es, donde los espeleólogos que encontraron la cueva colgaron toda la información, se dice textualmente: «Txiki y Mario están este año que se salen, encontrando nuevas cuevas aún sin visitar.
Esta vez la han bautizado como Dos Hermanos. En esta excursión se encontraron, Txiki, Mario, Juan Carlos, Aníbal, Marta y Doma. Una preciosa cueva, con unas formaciones realmente impresionantes, y perfectamente conservadas. Intentaremos que siga así por muchos años».
Imágenes de la cueva y de los restos:
Fotos propiedad de: PARAPENTECICONIA.ES
En Internet: http://picasaweb.google.com/
parapenteciconia/DosHermanos291006
7 de marzo de 2007
Los esqueletos de Arintero tienen 8.000 años y son los más antiguos hallados en León
El hallazgo de los restos en una cueva de la localidad de Arintero se produjo en el mes de noviembre.
El laboratorio estadounidense al que fueron enviados algunos huesos de los dos esqueletos encontrados en una cueva de la localidad de Arintero para realizarles la prueba del Carbono 14 ha confirmado las primeras valoraciones realizadas por los técnicos de la Delegación Territorial de Cultura y les confiere una antigüedad de 8.000 años o, lo que es lo mismo, traslada su existencia hasta el Pleistoceno superior (en el periodo más antiguo Cuaternario), época en la que ya estaba asentado el homo sapiens moderno, culturalmente la era del Mesolítico.
La datación de estos huesos, que desvela que los dos esqueletos son de la misma época, confirma la importancia que desde un principio se le supuso e, incluso, la aumenta pues en las valoraciones iniciales se habló de cuatro o cinco mil años de antigüedad al comprobar cómo algunos huesos se habían solidificado y unido a rocas sobre las que estaban tumbados. Bien es cierto que, cuando los esqueletos fueron trasladados a León, se produjo un nuevo hallazgo que indujo a pensar en una mayor antigüedad: el de un pequeño hueso de animal (un colmillo) utilizado como adorno, a modo de collar, algo que hacía intuir a los técnicos una antigüedad de entre ocho y diez mil años, exactamente la que ahora concreta la prueba del Carbono 14 realizada en un laboratorio de Estados Unidos. «La intuición de que se trataba de un hallazgo muy importante fue la que nos llevó a enviar los huesos a este laboratorio, uno de los que más prestigio tiene en el mundo y que, además, nos garantiza una relativa rapidez, si se puede hablar de rapidez en estos temas», explicaba el arqueólogo de la Junta, Julio Vidal, cuando se tomó la decisión. Han tardado un par de meses en regresar, lo que desde la Delegación Territorial se valora como «un trabajo rápido, lo que esperábamos, más o menos».
Pero lo fundamental, a la vista de la antigüedad que el laboratorio confiere a los hallazgos, no es la rapidez sino la importancia que los restos tienen pues serían los primeros restos humanos encontrados en León de esta etapa histórica. Sí se han realizado en la provincia otros hallazgos y excavaciones (como las de Alcedo y La Uña), pero no había en ellas esqueletos humanos y, mucho menos, con el fenomenal estado de conservación que presentaban los encontrados en la cueva de Arintero, que los espeleólogos que realizaron el hallazgo bautizaron como «De los dos hermanos». Ellos mismos Chiqui, Beni, Roberto, Camino y Alberto) bautizaron los esqueletos con los nombres de Ataúlfo y Wenceslao.
El origen de este hallazgo se remonta a los meses de octubre y noviembre cuando el citado grupo de espeleólogos, encabezados por Chiqui, vecino de la zona, encontró los dos esqueletos en una cueva de muy difícil acceso. Pensaron en cadáveres de la Guerra Civil, les hicieron fotografías sin tocarlos y decidieron dar parte de su hallazgo a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, aunque el hecho de hablarlo en los ambientes de montaña propició que entraran algunos curiosos más y tocaran los huesos, lo que pudo traer graves consecuencias para la investigación. Algo que por suerte no ocurrió y hoy ya se confirma que su hallazgo tiene gran relevancia histórica y puede tener gran importancia para la comarca y su desarrollo cultural.
Fuente: FULGENCIO FERNÁNDEZ, León / El Mundo.es, 7 de marzo de 2007
Enlace: http://www.elmundo-lacronica.com/
cronicadeleon/articulo_01.asp?idart=3220668&idcat=8215
Dos hombres del Mesolítico
El laboratorio Beta Analytic Inc. de Miami (Estados Unidos) ha datado los dos esqueletos encontrados por un grupo de espeleólogos en una cueva de Arintero. Según las pruebas del carbono 14 a las que fueron sometidos los restos, uno de los dos individuos tendría entre 7.940 y 7.690 años; y el segundo, entre 7.960 y 7.750. Por lo tanto, puede que murieran juntos o no. Estos restos se sitúan en el período conocido como Mesolítico, del que ya han aparecido restos en otras cuevas de la misma zona.
Uno de los hallazgos más curiosos ha sido el collar que portaba el denominado segundo individuo -en teoría, el más antiguo-. Un colgante realizado con 22 dientes de ciervo. Según el informe técnico del arqueólogo territorial de la Junta, Julio Vidal, «es la primera vez que se conocen este tipo de objetos arqueológicos en tan elevado número en la provincia de León. Corresponderían, sin duda, a un objeto de adorno personal que portaba dicho individuo, un collar o similar».
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Angel Gomez-Moran -