La enigmática cultura Etrusca
Fresco en tumba de Tarquina
Aun en la antigüedad los etruscos estaban rodeados por un aura de misterio. Sus contemporáneos griegos se sentían intrigados por el repentino surgimiento de ese pueblo como potencia marítima y comercial.
Los posteriores conquistadores y sucesores romanos se beneficiaron con sus adelantos y nunca dejaron de sentir celos del pueblo al que habían reemplazado. A pesar de los dos siglos de investigaciones eruditas y del descubrimiento y la excavación de sus ciudades sepultadas y sus tumbas olvidadas, los problemas subsisten. ¿De dónde vinieron los etruscos? ¿Era de ellos su arte, o se trataba de una mera copia del mayor logro griego? Los etruscos estaban en el apogeo de su potencia y prosperidad en el noroeste de Italia cuando Herodoto escribió su historia en el siglo V a.C.
El relató que los etruscos habían migrado del Asia Menor alrededor del 1000 a.C., como refugiados que huían de la gran hambruna que había azotado el reino de Lidia. Cinco siglos más tarde, Dionísio de Halicarnaso expresó su convicción de que eran un pueblo indígena muy antiguo, que "no se asemeja a ningún otro en su idioma y costumbres".
Mapa de distribución e influencia de la cultura etrusca
Los etruscos eran diferentes de todos los otros pueblos. Suscitaban la envidia de sus contemporáneos y la admiración de la gente que ahora puede observar sus frescos y esculturas. D. H. Lawrence (Lugares etruscos) puede haber discernido la joie de vivre de ese pueblo. Frente a una de las tumbas subterráneas, donde las pinturas se veían oscurecidas por el tiempo, escribió:
Fragmentos de personas en banquetes, piernas que danzan sin bailarines, pájaros que vuelan hacia la nada, leones cuyas devoradoras cabezas son devoradas. Una vez esto era todo brillante y danzante; las delicias del submundo; honrar a los muertos con vino mientras las flautas tocaban para la danza y las piernas giraban y se oprimían. Y era un honor profundo y sincero el que se rendía a los muertos y a los misterios. Ello es contrario a nuestras ideas, pero los antiguos tenían su propia filosofía al respecto. Como dice el antiguo escritor pagano: "Porque ninguna parte de nosotros ni de nuestros cuerpos debe existir que no sienta la religión; y que no falten los cantos para el alma ni saltos ni danzas para las rodillas y el corazón; porque todo eso conoce a los dioses". Lo cual es muy evidente en los danzarines etruscos. Ellos conocen a los dioses en las mismas puntas de sus dedos. Los magníficos fragmentos de extremidades y cuerpos que siguen danzando eh un campo de obliteración aún conocen a los dioses y nos lo demuestran.
Bronce del siglo VI a.C.
Quizás injustamente los romanos atribuían a los etruscos un desenfrenado libertinaje sexual y los describían como gente desprovista de vergüenza, que se complacía en actos sexuales, que hacía el amor sin cuidarse de que la vieran y que llamaban al acto descaradamente por su nombre. Eran grandes bebedores de vino y hermosos de contemplar, según el historiador griego del siglo IV a.C. Teopompo, que se deleitaba con las habladurías maliciosas. El filósofo griego Posidonio les acreditó viril coraje. El poeta Virgilio admiró su genio fecundo y su vigor artístico.
Diodoro de Sicilia, quien escribiera su Historia de la Universidad durante el reinado del emperador romano Augusto, cuando los etruscos eran sólo un recuerdo, brindó una visión más equilibrada.
Recreación de barco etrusco
Los etruscos, que primeramente se distinguieron por su energía, conquistaron un vasto territorio y allí fundaron muchas ciudades importantes. También disponían de una poderosa fuerza naval y por largo tiempo gozaron del dominio de los mares, a tal punto que el mar que baña las costas del oeste de Italia fue llamado por ellos Tirreno.
Perfeccionaron el equipamiento de sus fuerzas de tierra con la invención de lo que se llama la trompeta, que es de la mayor utilidad en la guerra y a la que denominaron "tírrena"; también idearon emblemas de honor para los generales que les conducían, y a quienes les asignaban ayudantes, un trono de marfil y una toga ribeteada de púrpura. Y en sus casas inventaron el peristilo, que es una gran comodidad porque amortigua el bullicio causado por la gran cantidad de sirvientes. La mayoría de esos descubrimientos fueron imitados por los romanos, quienes los perfeccionaron y los introdujeron en su civilización.
Tabula Cortonensis, escritura etrusca
Fomentaron el progreso de las letras, las ciencias, la naturaleza y la teología, y desarrollaron en mayor grado que cualquier otro pueblo la interpretación del trueno. Por esa razón aún hoy inspiran a aquellos que son los amos de casi todo el mundo (los romanos) tan profunda admiración que se los emplea como intérpretes de los signos celestes. Como habitan una tierra fértil en frutos de todas las clases y la cultivan asiduamente, gozan de una abundancia de productos agrícolas que no sólo es suficiente para ellos mismos sino que, por su exceso, los lleva a una lujuria y una indolencia desenfrenadas. Porque dos veces por día tienen mesas suntuosamente presentadas y servidas con todo lo que puede contribuir a una vida exquisita; poseen manteles bordados con flores y se les sirve el vino en cantidades de jarras de plata, y tienen a su servicio un número considerable de esclavos. Algunos de estos últimos son de una rara belleza; otros se visten con ropas más magníficas de lo que corresponde a su condición de siervos, y el personal doméstico cuenta con toda clase de dependencias privadas: como en verdad poseen la mayoría de los libertos.
En general han abandonado la valiente constancia que tanto valoraban en antiguos tiempos, y por su complacencia en los banquetes y las delicias afeminadas han perdido la reputación que sus antepasados ganaron en la guerra, lo que no nos sorprende. Pero lo que pesó en mayor medida para llevarlos a una vida suave y ociosa fue la calidad de su tierra, porque al vivir en un suelo que lo produce todo y es de inagotable fecundidad, pueden almacenar grandes cantidades de frutos de todas las clases. Etruria es en verdad muy fértil y se extiende en su mayor parte sobre llanuras separadas por montañas con laderas cultivables, y está moderadamente bien aguada, no sólo en la estación invernal sino también durante el verano.
Bajo la influencia de un clima demasiado generoso, con su amor por el ocio, los etruscos se habían degenerado y habían caído víctimas de la disciplina y el carácter moral romanos. Esta opinión romana está siendo contestada por los arqueólogos, que lentamente van revelando toda la magnitud de la civilización etrusca e interpretan su cultura. Pero es improbable que sólo la excavación resuelva el problema de los orígenes etruscos. El estudio de los cráneos etruscos no ha conseguido dilucidar el misterio. El examen del grupo sanguíneo de sus descendientes, aquellos que han sufrido poca perturbación etnológica, ha resultado igualmente inconcluyente. La proporción apenas mayor de grupos A y B y que entre sus vecinos parece relacionarlos con ciertos pueblos orientales. Se considera que el idioma etrusco no forma parte del grupo de idiomas indoeuropeos, al que pertenecían el griego y el romano contemporáneos. El lingüista francés Zacharie Maigani cree que los etruscos tuvieron su origen en Albania. El erudito alemán Barthold Geog Niebuhr, afirma que llegaron de más allá de los Alpes.
Ninguna teoría goza de completa aceptación. Parece posible que tanto Herodoto como Dionisio tuvieran razón en parte. Los etruscos pueden haber sido pastores que descendieron hacia los fértiles valles y crearon su propia cultura, tal vez ayudados por la infusión de una raza extraña, quizá los sobrevivientes de los refugiados lidios quienes, según Herodoto, "navegaron por las costas de muchas naciones" antes de llegar a Italia. El arte etrusco y algunas de las prácticas religiosas de ese pueblo parecen haber recibido la influencia de ideas orientales.
Necrópolis etrusca
Después de su absorción por los romanos, las ciudades y tumbas etruscas se sumergieron y se perdieron de vista. Varias de sus estatuas y tumbas fueron encontradas durante el período del Renacimiento. Algunos historiadores del arte han detectado motivos etruscos en esculturas italianas del siglo XV. El redescubrimiento de dos grandes bronces, la famosa loba capitolína y la estatua del orador, despertó interés y llevó a la búsqueda de las moradas subterráneas de los muertos etruscos.
Cantera extracción de la piedra para tumbas etruscas
Las primeras excavaciones se realizaron en 1728 en Volterra, donde se descubrió la tumba de la ilustre familia Cecina. El descubrimiento casual diez años más tarde de una tumba en Palestrina, reveló el cofre Ficoroni, que representaba varios episodios de los viajes de los argonautas, una de las antiguas obras maestras de la talla en bronce. Hacia mediados del siglo XVIII los excavadores habían penetrado en las tumbas con frescos de Cometo (la actual Tarquinia).
Muchos arqueólogos, en su mayoría aficionados, examinaron el campo etrusco en busca de más pruebas del arte perdido de ese pueblo. En 1828 una yunta de bueyes cayó en una tumba en Vulci. En 1834 se halló un hermoso sarcófago en una tumba de Toscana. En los cien años siguientes se hallaron tumbas subterráneas en Cerveteri, Vulci, Tarquinia, Veii, Orvieto y muchos otros lugares. Un mundo sorprendente y olvidado había sido revelado. La historia etrusca fue parcialmente recreada. Una serie de tumbas principescas, llenas de ornamentos y estatuas doradas y adornadas con frescos simbolizan un repentino y prodigioso incremento de la riqueza en la región entre los ríos Arpo y Tíber, los Apeninos y el mar Tirreno. En el siglo VII a.C. los etruscos habían fundado una confederación de doce ciudades estado, unidas más por solidaridad religiosa que por concordia política, probablemente en Veii, Caere, Tarquinii, Vulci, Rusellae, Vetulonia, Volsinii, Clusium, Perugia, Cortona, Arretium y Volterra.
Hornos para fundición de metal etruscos
Extendieron su dominio mediante una serie de conquistas y subyugaron a otras tribus itálicas, incluidos los latinos. La dinastía etrusca, los Tarquinios, rigieron Roma del 616 al 509 a. C. Por la unión de su poderío naval con el de los cartagineses, los etruscos mantuvieron controlados a los colonos griegos del sur de Italia y derrotaron a los griegos en la batalla de Alatia en el 535 a.C. Ese fue el apogeo de la potencia etrusca. La lenta declinación comenzó. La flota etrusca fue derrotada por los griegos en Cumae, en la bahía de Nápoles, en el año 474 a.C. Los romanos republicanos destruyeron Veii en 396, Volsinii en 265. La primera civilización italiana había sido vencida y según el poeta Horacio, ella "venció a sus vencedores".
Apolo acroterion del templo de Veii
Muchas son las teorías que se han presentado para explicar la declinación y la caída de los etruscos. Tal vez no hayan podido unirse para formar una nación. Sufrieron estancamiento social, por distinciones de clase demasiado rígidas. Todo el poder lo detentaban las familias gobernantes. La clase trabajadora no tenía derechos sino solamente obligaciones. Consentían a sus mujeres y se aferraban a costumbres obsoletas. Guardaban muy celosamente sus hábitos ancestrales. Eran demasiado conservadores, temían el cambio. Sufrían por una obediencia excesiva a sus adivinos, los arúspices, la casta sacerdotal que adivinaba el deseo de los dioses por el estruendo del trueno, el vuelo de un pájaro, el examen de los hígados. Ellos dieron a los etruscos falsas expectativas de grandeza, una seguridad demasiado grande en sus destinos.
Quimera de Arezzo siglos IV-V a.C. Museo de Florencia
Según el historiador romano Livio, los etruscos eran más adictos a las prácticas religiosas que cualquier otra nación. Ellos transmitieron su práctica de la interpretación del hígado a los romanos. Esto sugiere una influencia oriental en la vida etrusca, derivada de creencias canaanitas, o de los magos asirios. Un modelo de bronce de un hígado, hallado en Piacenza, está dividido en cuarenta y cinco áreas, en cada una de las cuales está inscrito el nombre de la divinidad que la presidía. A los etruscos les preocupaba mucho la vida futura. En ello reside la paradoja de su cultura. Alegres, amantes del placer, sibaritas, estaban obsesionados por la muerte.
Casi todos los conocimientos relativos a los etruscos se han derivado de sus mausoleos. Ellos revelaron sus actividades en su arte, en la forma de sus templos, los planos de sus casas, las calles de sus ciudades, sus banquetes y juegos, su esperanza de resurrección. Crearon una imagen del presente como terco desafío al futuro. Ningún otro pueblo antiguo igualó a los etruscos en su autoestima.
Cronología etrusca:
I.- Periodo Villanoviano (Siglos IX y VII a.C)
En la Toscana y en otros sitios de Italia se desarrolla la llamada cultura de Villanova. Surge el pueblo etrusco. Los fenicios establecen su capital en Cartago, en el norte de África.
II.- La Edad de Los Príncipes (Siglo VII a.C.)
Se desarrolla la civilización etrusca, en cuyo arte predomina el estilo "orientalizante". Esplendor de la orfebrería y los marfiles. Auge marítimo y económico etrusco. Se funda Roma, ciudad en la que se inicia el dominio de la dinastía etrusca. En el sur de Italia (Magna Grecia) y en Sicilia se establecen y florecen las colonias griegas.
III.- La Civilización Urbana (Siglos VI y V a.C.)
Se debilita el poderío etrusco ante guerras constantes por el control del Mediterráneo. Algunas ciudades etruscas asimilan y difunden por todo el territorio los modelos plásticos griegos. En Roma triunfa la República y cae la monarquía etrusca. Se inicia la expansión romana n el territorio etrusco.
IV.- La Edad de la Transformación (Siglo IV al 265 a.C.)
El norte de Italia presencia la invasión de grupos celtas. Una a una, las ciudades etruscas son conquistadas por los romanos. Se inicia el llamado periodo helenístico en el arte. En 265 a.C. cae Volsinia (Orvieto), última ciudad etrusca libre del poderío de Roma.
V.- La Romanización (265 a fines del siglo I a.C.)
En el antiguo territorio etrusco se establecen colonias romanas. Al desatarse las guerras púnicas (romanos contra fenicios), los etruscos son obligados a participar. A raíz de la guerra social en Roma, los etruscos obtienen la ciudadanía romana; Etruria pasa a ser la regio septima romana, y el latín se impone como lengua oficial.
Fresco etrusco. Orvieto, Italia
(2) Los etruscos: el misterio revelado (Exposición en México)
La civilización etrusca floreció hace más dos mil años en el territorio que hoy conocemos como Italia. Se ha considerado a este pueblo como la segunda cultura más importante que se haya desarrollado en esa región europea, después de la romana. Además se le señala como discípula de otra gran civilización: la griega.
La presencia de los etruscos abarca desde la Edad de Bronce, siglos IX a X a.C, hasta el siglo I de nuestra era, cuando fue asimilada por los romanos. Considerada como una cultura "enigmática" y aún hoy "misteriosa", el mayor auge de los etruscos, parece encontrarse entre los siglos V a VIII a. C, cuando desarrollaron ciudades dedicadas más al consumo que a la producción de materias primas, aunque también eran centros de lucha y culto. En esos siglos el Mediterráneo era objeto de fuertes enfrentamientos entre griegos, fenicios, orientales y etruscos, quienes deseaban el dominio marítimo para realizar el intercambio comercial.
Bailarines en fresco de tumba etrusca de Lionesses en Tarquinia 480-470 A.C.
Discípula de Grecia y educadora de Roma, Etruria tuvo la suerte de cabalgar entre dos mundos; aunque no fue tan conocida como griegos y romanos, ambos pueblos se encargaron de promover una imagen legendaria sobre los etruscos que subsistió a lo largo de los siglos: "la de un pueblo de orígenes dudosos, de costumbres extrañas, religioso hasta el extremo, abandonado a todo género de placeres que cometió el sacrilegio, para su época, de conferir a la mujer una posición excepcional en la sociedad".
El desarrollo cultural que lograron los etruscos fue tal que los estudiosos consideran fundamental su influencia en la conformación de Roma. La presencia de los etruscos ha sido decisiva en la historia de la humanidad. Por ello, el Museo Nacional de Antropología e Historia presenta una exposición cuyo objetivo es dar a conocer algunos de los aspectos que conformaron este pueblo.
"Los etruscos, el misterio revelado", es el nombre de esta muestra antropológica y cultural que busca privilegiar sobre todo el conocimiento de una civilización más que admirar su arte. La exposición presenta una visión completa de esta civilización desarrollada principalmente en la región de la Toscana. En ella se reúnen casi medio centenar de piezas procedentes de 17 museos italianos. México es el primer país, fuera de Europa, donde se exhibe esta muestra integral.
Antecedentes. El enigma revelado
Poco es lo que los investigadores han podido comprobar sobre esta legendaria y misteriosa cultura, cuyo origen todavía no es conocido con certeza. Ante la escasez de fuentes documentales se difundió una leyenda que consideraba como "desconocida" la historia de esta civilización. Estas versiones se hicieron comunes desde el siglo XVI, cuando las culturas antiguas del Mediterráneo central fueron calificadas como "enigmáticas". No obstante, estudios recientes emprendidos por arqueólogos y especialistas han encontrado algunos pormenores de su origen y desarrollo.
Los acontecimientos históricos que marcaron la evolución de los etruscos son fundamentales para entender su progreso. Su aparición abarca desde los periodos de transición de la Edad de Bronce a la de Hierro (siglos IX a X a.C) hasta el siglo I de nuestra era, cuando fue asimilada por la civilización romana, en el mandato del emperador Augusto.
Durante la formación de Etruria, las poblaciones estaban dispersas alrededor de un centro político los palacios de los aristócratas-. A lo largo de los siglos VI y V a. C. se desarrollan verdaderas ciudades, conglomerados urbanos dedicados más al consumo que a la producción.
Quizá, influidas por los modelos latinos, las ciudades etruscas evolucionaron hasta convertirse en lugares comunitarios de defensa y de culto, aunque aún no está claro si también acogían la totalidad de la producción artesanal o si contaban con edificios públicos para funciones políticas y administrativas. Durante estos dos siglos, el poderío etrusco se debilitó frente a una lucha constante por el control del Mediterráneo, y algunas de sus ciudades asimilaron y difundieron, por todo el territorio, los modelos plásticos griegos.
Hacía finales del siglo VIII a. C., en el territorio de la Etruria, comenzó a fortalecer una nueva aristocracia que extendió su poder sobre las poblaciones agrícolas. Los príncipes que formaron esta nueva clase gobernante adoptaron un modo de vida fastuoso, copiado en gran medida de las costumbres de Oriente, y expresado en la construcción de palacios, centros de culto y túmulos funerarios en los que abundaban ricos productos comerciales provenientes de Creta, Corinto y regiones aún más lejanas.
Sarcófago de los esposos
Los escritos de la antigüedad ofrecen versiones contradictorias. Heródoto aseguraba que los "tirrenos" nombre que daban los griegos a los etruscos y de donde deriva también el nombre del mar en el que se asentaronprovenían del Oriente cercano. Dionisio de Halicarnaso prefería la versión de los propios etruscos, que se llamaban "rasenos" y ubicaban su origen autóctono en la Italia central. La arqueología moderna ha resuelto esta cuestión; hoy es indudable que la población etrusca tuvo su origen en Italia, aunque su ascendencia fue distinta a la de los pueblos latinos, y su cultura se enriqueció con elementos de grupos orientales y mediterráneos con los que mantuvo contacto comercial.
Reconstrucción de tumba en la Toscana
La cultura etrusca influyó poderosamente en la romana, y en ambas civilizaciones se observa ascendencia griega. La síntesis de estas civilizaciones delineó el rostro de Roma, especialmente su arte, y se repite en otros pueblos latinos donde se aprecia la influencia de esa nación.
Piezas de un enigma
Los acontecimientos históricos que marcaron el desarrollo de esta civilización son la base temática de Los etruscos, el misterio revelado. En esta exposición se hace referencia a sus periodos de transición (desde los siglos IX y X a.C. hasta el I de nuestra era).
La muestra está compuesta por doce salas. La primera explica un acontecimiento llamado "el misterio etrusco", que se refiere al origen, aparentemente desconocido, de este pueblo. Las once salas restantes muestran la evolución histórica de esta cultura mediante piezas excepcionales en mármol, bronce, oro, plata, cerámica y piedra.
En el recorrido destacan las urnas de Villanova, las ruedas de Carro de Populonia, la Tumba de los Flabbeli, fragmentos del techo del Palacio de Murlo, la Tumba de Inghirami, el león monumental de Val Bidone, los bronces del siglo V a. C. y las urnas policromadas del Museo Arqueológico Nacional de Florencia y El Sarcófago monumental de Larthia Seianti.
En esta muestra podremos darnos una idea de la avidez de riqueza y prestigio de los aristócratas etruscos, que se satisfacían con objetos preciosos de producción oriental llevados a Etruria por mercaderes griegos y fenicios. Este intercambio enriqueció y transformó su producción local.
El trabajo etrusco del bronce fue considerado uno de los mejores del mundo antiguo. Durante el siglo V a. C. los produjeron imponentes esculturas en bronce de animales y monstruos híbridos, para ofrecerlas como ex votos.
Figura en bronce del dios principal etrusco: UNI
La tradición de escultura de dimensiones pequeñas fusiona los estilos oriental y griego y da origen a un arte especial: representaciones de diosas y personajes diversos evocan las escenas plasmadas en la pintura mural o bien muestran guerreros preparados para el combate. El bronce también fue un material favorito para la elaboración de artículos de uso cotidiano, como espejos, candelabros, vasijas que retratan con gracia escenas mitológicas, seres fantásticos y motivos ornamentales de fino acabado.
Anfora proveniente de Vulci
Obras con estas características se encuentran en Los etruscos, el misterio revelado, cuyo recorrido, auxiliado por textos, "tarjetas de mano", módulos interactivos, audioguías, talleres para niños o visitas guiadas, hará que el visitante comprenda algunos de los aspectos más relevantes de esta cultura mediterránea.
Fuente: http://www.conaculta.gob.mx/historial/etruscos/present.htm
Organización política y social
Políticamente, Etruria se conforma en federaciones de 12 ciudades unidas por lazos estrictamente religiosos, lo que es llamado Dodecápolis, pero esta alianza no es política, ni militar y cada ciudad es en extremo individualista.
La estructura política es, en un principio, la de una monarquía absoluta, donde el rey distribuye justicia, actúa como sumo sacerdote y comandante en jefe del ejército. Luego se da una transición donde el gobierno es una dictadura de corte militar, la cual desemboca en una República, en esencia oligárquica, con magistraturas colegiadas, un senado fuerte y estable y la participación de una asamblea popular en representación del pueblo.
En la pirámide social etrusca podemos distinguir 4 escalafones:
En primer lugar estaban los terratenientes, miembros de la oligarquía. Plebe libre, ligada por lazos de clientela a los anteriores. Extranjeros, generalmente griegos, que eran artesanos y mercaderes. Por último, esclavos. Los etruscos tenían una gran cantidad de servicio doméstico y agrario.
Tanto griegos y latinos consideraron "promiscua" y "licenciosa" a la cultura etrusca, tales opiniones etnocéntricas se debieron al contraste de la situación social de la mujer entre los etruscos, mucho más libre que entre griegos y romanos; hay que recordar que entre helenos y latinos las mujeres estaban absolutamente subordinadas a los varones.
Líderes etruscos conocidos:
Osiniu (en Clusium) probablemente a principios del siglo XI a.C.
Mezentius 1100 a.C.
Lausus (en Caere)
Tyrsenos
Velsu siglo VIII a.C.
Larthia (en Caere)
Arimnestos (en Arimnus)
Lars Porsena (en Clusium) finales del siglo VI a.C.
Thefarie Velianas (en Caere) finales del siglo V a.C. principio del siglo IV a.C.
Aruns (en Clusium) hacia el 500 a.C.
Volumnius (en Veii) a mediados del siglo IV adC437 a.C.
Lars Tolumnius (en Veii) finales del siglo IV adC428 a.C.
Tarquinius (siglo IV a.C.)
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Etruscos
La ideología religiosa en la edad de la Transformación
Las imágenes asociadas al ritual funerario, antes referidas a la continuación de la vida y de sus goces en el mundo de ultratumba, adquieren a partir del siglo V a. C. un carácter más dramático y solemne. Los aristócratas que solían rodearse en sus tumbas de los artículos necesarios para la vida futura, ahora se hacen acompañar por los símbolos de su poder terreno, conscientes del oscuro destino que los aguarda en los mundos infernales.
En este clima se desarrolla en el mundo religioso etrusco una tendencia hacia lo irracional y lo obsesivo, hacia la repetición de las ceremonias y hacia la observación escrupulosa de los signos divinos. Y al mismo tiempo, los mitos y los dioses griegos abren paso a figuras locales que generan nuevas formas de religiosidad popular, expresada sobre todo en un renovado culto a la fertilidad y a la búsqueda de intervención divina para la cura de los males del cuerpo.
El temor a los dioses
A pesar de su inclinación a la vida sencilla y gozosa, los etruscos construyeron una civilización fundada en un profundo temor ante las fuerzas divinas. El historiador romano Tito Livio refiere que los etruscos "se preocupaban más que ningún otro pueblo de temas religiosos", y se asombraba de su entrega a las prácticas rituales y del extenso número de sus dioses.
El panteón etrusco estaba encabezado por las figuras de Tinia, Uni y Mernva, y tanto ellos como los demás dioses fueron asimilados a las deidades de la mitología griega y tomaron su forma definitiva en las ideas romanas.
Los dioses griegos, etruscos y romanos
Zeus - Tinia - Júpiter
Hera - Uni - Juno
Atenea Mernva - Minerva
Afrodita Turan - Venus
Ares Maris - Marte
Artemisa Artumes - Diana
Dionisio - Fufluns - Baco
Febo Aplu - Apolo
Hefestos Sethlans - Vulcano
Hermes - Turms - Mercurio
Poseidón - Nethuns - Neptuno
Los augurios etruscos
La religión etrusca era fatalista y supersticiosa: el destino humano, se creía, estaba decidido por dioses misteriosos y sobrenaturales. Los fenómenos de la naturaleza expresaban la voluntad divina y debían ser interpretados cuidadosamente para no contradecirla.
Según la leyenda, el joven dios Tages surgió de entre los surcos del campo de cultivo y enseñó a los hombres las artes de la adivinación, que comprendían distintas especialidades: los augures eran los especialistas en la lectura de los signos del aire, los relámpagos y los vuelos de las aves. Los arúspices, por el contrario, examinaban e interpretaban los hígados de animales sacrificados. Por último, mediante la "ostentaria" se interpretaban los eventos prodigiosos, aquellos que parecían salirse del orden coherente del universo y que no podían ser otra cosa que señales divinas.
Bibliografía:
El etrusco, M. Waltari. Edhasa, Barcelona 2006
Historia de los etruscos, M. Torelli. Crítica, Barcelona 2005
El enigma etrusco, Miguel Ángel Elvira. Graficino, Madrid 1998
Los etruscos, pórtico de la historia de Roma, F. Lara Peinado. Cátedra, Madrid 2007
El arte etrusco, N. Spivey. Destino, Barcelona 2002
Etruscología, M. Pallotino. Eudeba, Buenos Aires 1965
La vida cotidiana de los etruscos. J. Heurgon. Temas de Hoy, Madrid 1991
En el libro sobre los etruscos (Madrid: Cátedra, 2007), Federico Lara Peinado hace referencia a las tres teorías tradicionales sobre el origen de los etruscos (oriental, nórdico y autóctono). Sobre la teoría oriental (págs. 38-40), dice: "La mayoría de los autores clásicos no dudaron en aceptar el origen asiático de los etruscos. De los que se sumaron a tal hipótesis, tan sólo recogemos aquí, entre los griegos, a Diodoro de Sicilia, Timeo, Licofrón, Apiano, Estrabón y Plutarco (...) Y entre los latinos, a los poetas Catulo, Virgilio, Horacio, Ovidio, Silio Itálico y Estacio, sin olvidar a los prosistas Cicerón, Trogo Pompeyo, Veleyo Patérculo, Séneca -cuya afirmación genérica de Tuscos Asia sibi vindicat resumía el origen oriental de los etruscos-, Plinio el Viejo y Tácito (...)
La teoría oriental, que ha tenido y sigue teniendo muchos seguidores, cuenta a su favor con numerosos argumentos, algunos muy sólidos: coincidencia de la historiografía en hacer a los etruscos de origen lidio, presencia ininterrumpida de la cultura orientalizante en Etruria a partir del siglo VIII a. C., caracterizada, entre otros aspectos, por la práctica de la inhumación de los cadáveres, costumbre durante mucho tiempo seguida por algunos pueblos de Oriente, frente a la tradicional forma de incineración de los villanovianos; y por determinadas formas de vida cotidiana y religiosas muy comunes en el Antiguo Oriente (vestidos, tipo de calzado, revelación sagrada, prácticas adivinatorias, aruspicia, demonología).
Asimismo, las concordancias lingüísticas entre el etrusco y la lengua de una estela funeraria localizada en 1885 en Kaminia, una localidad de la isla de Lemnos, sería una prueba irrefutable del origen oriental de los etruscos, al igual que las relaciones onomásticas entre el etrusco y algunas lenguas egeo-anatólicas (...)"
Los orígenes de los etruscos nunca han estado claros. Si bien existen varias teorías para explicarlos, dos de ellas son las que tienen mayor peso.
La teoría orientalista, propuesta por Herodoto, que cree que los etruscos llegaron desde Lidia hacia el siglo XIII a.C. Para demostrarlo se basan en las supuestas características orientales de su religión y costumbres, así como que se trataba de una civilización muy original y evolucionada comparada con sus vecinos. Esta teoría ha sido recientemente avalada por un estudio genético realizado por el profesor Antonio Torroni, genetista en la Universidad de Pavia, Italia. En este estudio se aprecian trazas de genes del Este en los actuales habitantes de la Toscana.
El texto de Heródoto (I, 94) dice: "Los lidios se gobiernan por unas leyes muy parecidas a las de los griegos, a excepción de la costumbre que hemos referido hablando de sus hijas. Ellos fueron, al menos que sepamos, los primeros que acuñaron para el uso público la moneda de oro y plata, los primeros que tuvieron tabernas de vino y comestibles, y según ellos dicen, los inventores de los juegos que se usan también en la Grecia, cuyo descubrimiento nos cuentan haber hecho en aquel tiempo en que enviaron sus colonias a Tirsenia; y lo refieren de este modo. En el reinado de Atis el hijo de Manes, se experimentó en toda la Lidia una gran carestía en víveres, que toleraron algún tiempo con mucho trabajo Pero no cediendo el mal, antes bien agravándose cada vez más, determinó el rey dividir en dos partes toda la nación, y echar suertes para saber cuál de ellas se quedaría en el país y cuál saldría fuera. Él se puso al frente de aquellos a quienes la suerte hiciese quedar en su patria, y nombró por jefe de los que debían emigrar, a su mismo hijo, que llevaba el nombre de Tyrseno. Estos últimos bajaron a Esmirna, construyeron allí sus naves, y embarcando en ellas sus alhajas y muebles transportables, navegaron en busca de sustento y morada, hasta que pisando por varios pueblos llegaron a los umbros, donde fundaron sus ciudades, en las cuales habitaron después. Allí los lidios dejaron su nombre antiguo y tomaron otro derivado del que tenía el hijo del rey que los condujo, llamándose por lo mismo Tyrsenos.
Apolo Helios, siglo IV-III a.C. Museo de Villa Giulia, Roma
El ADN y el misterio del origen de los Etruscos
Parece que el misterioso origen de los Etruscos, el pueblo que habitaba la Italia central hacia el siglo VIII a.C. y dominó la zona hasta la llegada de los romanos, empieza a desvelarse. Un estudio científico ha comparado el ADN de 322 personas de tres zonas de la Toscana de origen Etrusco: Murlo, Volterra y el valle de Casentino. Ese ADN fue contrastado con el de 15.000 sujetos pertenecientes a 55 pueblos eurasiáticos occidentales.
Y el resultado ha sido sorprendente: el ADN de los modernos Toscanos (pero no el de las poblaciones circundantes de Italia y Europa) contiene trazas que señalan una procedencia de las costas de Turquía, tal y como habían apuntado ya Heródoto y Tucídides. Estas conclusiones han sido publicadas en el American Journal of Human Genetics por el profesor Antonio Torroni, de la Universidad italiana de Pavia.
Cómo siempre, habrá que esperar la confirmación de estos estudios. Pero en caso de que sean correctos estaríamos ante uno de los mayores descubrimientos de la Historia Antigua. Y sabiendo el origen físico, quizá nos resulte más fácil descifrar la misteriosa lengua etrusca . El etrusco utilizaba la variante calcídica del alfabeto griego, por lo que puede ser leído sin dificultad (aunque no comprendido)
Artículo recomendado:
Bibliografía:
Barker, G.; T. Rasmussen (1998). The Etruscans. London: Blackwell.
Bloch, Raymond (1969). The ancient civilization of the Etruscans. New York: Cowles Book.
Bonfante, Larissa; et al. ed. (1986). Etruscan Life and Afterlife: a Handbook of Etruscan Studies. Warminster: Aris and Phillips.
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(3) El Arqueológico muestra mil años de cultura etrusca
Foto: Plaquita de revestimiento de marfil. Siglo VI a.C.
La exposición consta de 350 piezas y muchas de ellas es la primera vez que salen de Italia.
El Museo Arqueológico Nacional inaugura el próximo día 25 Los etruscos, una exposición que ofrece un recorrido de casi mil años por la cultura del pueblo más influyente en el desarrollo de la Península Itálica. La muestra está compuesta por más de 350 piezas, que abarcan desde los orígenes de la civilización etrusca -hacia el siglo IX a.C.- hasta la completa romanización de Etruria, todas ellas procedentes de museos estatales de la región italiana de Toscana.
Reportaje Fotográfico de la exposición en Museo Arqueológico Nacional de Madrid
Autor: Juan Blanco
Algunas de estas piezas, como Mater Matuta y el Frontón de Talamone, no habían salido de Italia hasta ahora. La exposición está configurada en cinco apartados: los orígenes de la civilización etrusca, la sociedad de los príncipes, la sociedad urbana, helenismo y romanización, y un espacio dedicado a los aspectos relativos a la religión.
Aunque este proyecto ha visitado ya Chile y las ciudades de Los Ángeles, Shangai, Pekín, Moscú, Edimburgo y Tokio, la muestra, que estará abierta al público hasta el próximo 6 de enero, está concebida especialmente para ser expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.
La directora del Museo Arqueológico de Florencia, Giuseppina Carlotta Cianferoni, es la comisaria científica de la exposición, cuya producción ha corrido a cargo del Ministerio de Cultura, en colaboración con la Superintendencia para los Bienes Arqueológicos de Toscana.
Foto: Canope femenino del siglo VII a.C.
Fuente: EFE / El País.com. 12 de septiembre de 2007
Enlace: http://www.elpais.com/articulo/espana/Arqueologico/muestra/
mil/anos/cultura/etrusca/elpepucul/20070912elpepunac_15/Tes
Foto 1 - Casi mil años de historia de una de las civilizaciones más influyente de la Península Itálica, contemplados a través de 450 piezas, se muestran en la exposición Los Etruscos, inaugurada en el Museo Arqueológico Nacional. En la imagen El Fronton de Talamonte que inicia el recorrido de la exhibición, dividida por la comisaria en cinco apartados cronológicos. (Foto: EFE)
Foto 2 - El Ministerio de Cultura organiza esta extraordinaria exposición en colaboración con el Museo Arqueológico de Florencia, del que proceden la totalidad de las piezas, muchas de las cuales no habían salido nunca de Italia. (Foto: EFE)
Foto 3 - Las piezas exhibidas en la muestra, que estará disponible hasta el 6 de enero del próximo año, permiten acercarse "a una cultura enigmática que está despertando mucha atracción", según el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Jiménez. (Foto: EFE)
Foto 4 - En los diferentes apartados se pueden contemplar joyas, objetos cotidianos, urnas, sarcófagos, ánforas, esculturas funerarias, cascos, cerámicas, bronces, espadas y otras muchas piezas entre las que se encuentran la serie de Urnas monumentales de Chiusi, el Tridente de Vetulonia, el conjunto de bronce funerario de la Tumba de Populonia o la escultura Mater Matuta, del tercer cuarto del siglo V a.C. (Foto: EFE)
Foto 5 - El interesante recorrido de carácter didáctico comienza con el estudio de los orígenes de la civilización, que sitúan su expresión más antigua en la cultura villanoviana caracterizada por la utilización del ritual de la cremación. (Foto: EFE)
Foto 6 - El último espacio de la muestra está dedicado a los aspectos de la religiosidad etrusca, con numerosos exvotos y objetos de culto. (Foto: EFE)
Reportaje fotográfico: El Mundo.es
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