En busca de los primeros cubanos
Foto: Piedra de sílex (pedernal) tallada. "Son hachas de mano que pesan de ocho a 10 libras (3.6 a 4.5 kilogramos), confeccionadas con una técnica semejante a instrumentos usados en el Viejo Mundo unos 35 mil años antes del presente". Hansjürgen Müller-Beck, profesor de Prehistoria e Historia Temprana de la Universidad de Tubinga, en Baviera.
Nuevas excavaciones arqueológicas podrían probar que la presencia humana en Cuba y las Antillas es mucho más antigua de lo que se cree.
Sagua la grande, Cuba. "Estamos en el inicio de todo", dice cauteloso el arqueólogo alemán Jean Weining, luego de seis semanas de paciente trabajo topográfico para determinar futuras excavaciones que podrían dar un vuelco a las teorías actuales sobre los seres humanos más antiguos de Cuba y las Antillas.
Su colega cubano Raúl Villavicencio sólo sonríe, a su lado. Seguramente por su cabeza pasa, en rápida sucesión, más de una década de dedicación casi absoluta al rastreo minucioso de cualquier posible huella que complete, con el debido rigor científico, el rompecabezas de sus hallazgos arqueológicos.
Su obsesión comenzó hacia 1987, cuando se estrenó como director del museo de Sagua La Grande, ciudad de unos 60 mil habitantes situada en la parte norte de la central provincia de Villa Clara. "Salí a terreno, con un grupo de aficionados, a buscar cosas para el museo", relata.
Un día de 1992, una enorme piedra de sílex (pedernal) tallada, comparable por su forma al asiento de una bicicleta y hallada en forma casi fortuita, quedaría registrada en sus archivos como la primera de varias herramientas presumiblemente usadas por seres primitivos encontradas en aquella región.
"Son hachas de mano que pesan de ocho a 10 libras (3.6 a 4.5 kilogramos), confeccionadas con una técnica semejante a instrumentos usados en el Viejo Mundo unos 35 mil años antes del presente", afirma Villavicencio, quien destacó que la antigüedad probada de los primeros habitantes de Cuba no pasa hasta ahora de poco más de 5 mil años.
"Estos instrumentos son un fenómeno único en América, similares a los europeos por su estilo y su forma. Nosotros vemos esto como el borde exterior de la difusión del paleolítico por el mundo. Pueden ser remanentes del paleolítico, que llegaron a este continente", asegura.
Los hallazgos incluyen cuchillos, puntas de flechas y raspadores confeccionados también con sílex, abundante en la cordillera de la porción noroeste de Villa Clara. "Este mineral es una variedad de cuarzo, muy duro e idóneo al hombre antiguo para enfrentar el medio", afirma el especialista.
Villavicencio asocia esas herramientas con restos de fauna de una época en que abundaban animales de gran talla y aves gigantes, hallados en diferentes sitios, algunos distantes entre sí unos 40 kilómetros. "Cavábamos de 10 en 10 centímetros y junto con los huesos íbamos encontrando herramientas del hombre", dijo al relatar uno de esos descubrimientos.
Según el experto, ese aspecto interesó especialmente a Hansjürgen Müller-Beck, profesor de Prehistoria e Historia Temprana de la Universidad de Tubinga, en Baviera (sudeste de Alemania), quien encabeza el equipo de su país en un proyecto de investigación que se lleva a cabo con especialistas cubanos.
Müller-Beck dice que la contemporaneidad de los restos de fauna y las herramientas "es irrefutable, porque si el hombre hubiera vivido posterior a esa fauna, las herramientas estarían encima", comenta Villavicencio.
Pero Weining, quien trabaja en la empresa privada alemana de investigaciones arqueológicas ProArch, afirma que prefiere pensar "en el todo y no en las partes".
"Las hachas son un punto. Los huesos de una fauna distinta son otro punto, los artefactos, otro punto. El fechado (radiocarbónico), otro punto. Todo eso es como un mosaico formado por pedacitos chiquitos que hay que investigar", explica.
El proyecto acordado con los expertos alemanes, denominado "El poblamiento más temprano de Cuba", terminó una primera fase en la cual se evaluaron los sitios para nuevas excavaciones en Villa Clara y en la oriental provincia de Holguín, también incluida en el plan.
Según Weining, se prevé que en enero comiencen excavaciones a campo abierto y en cuevas, mediante técnicas y métodos reconocidos internacionalmente, para recopilar gran cantidad de material que permita avanzar hacia la meta mayor: averiguar cuándo llegó el ser humano a América.
Se sabe que comunidades de cazadores-recolectores se establecieron en la región holguinera del río Levisa hace unos 5 mil 150 años, apuntó la uruguaya Lilián de Moreira, profesora de historia de la Universidad de La Habana.
Esa fecha es la más antigua comprobada del poblamiento caribeño en las Antillas Mayores. En República Dominicana, comunidades similares se establecieron hace unos 4 mil 550 años.
No obstante, muchos arqueólogos cubanos pensaban aún antes de los hallazgos de 1992 que por la tipología del trabajo del sílex hallado en Cuba, las poblaciones responsables debieron llegar a la isla hace 7 mil ó 10 mil años.
Esos hallazgos podrían probar que la presencia humana es mucho más antigua, y abrir interrogantes sobre la procedencia de los primeros pobladores, que según las teorías más extendidas hasta ahora habrían llegado al Caribe hace unos 10 mil años, desde el suroeste de América del Norte, por pasajes emergidos durante el final del cuarto periodo glacial.
El proyecto de investigación es apoyado por la Fundación Fritz Thyssen, una organización no gubernamental alemana creada para el fomento de la ciencia. Por Cuba participan el Departamento Centro-Oriental de Arqueología de Holguín y el Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara.
Fuente: Patricia Grogg*. El Universal, México, 25 de junio de 2005.
* La autora es corresponsal de IPS.
© 2005 Copyright El Universal-El Universal Online, México.
Enlace: http://www.cubanet.org/CNews/y05/jun05/27o10.htm
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En el Simposio El hombre temprano en América
SE AMPLÍAN LAS TEORÍAS ACERCA DEL POBLAMIENTO DEL CONTINENTE
Con la realización del Segundo Simposio Internacional El hombre temprano en América, éste proyecto se consolida como uno de los más importantes foros de difusión de los estudios realizados para explicar el poblamiento del continente, lo que garantiza su continuidad; aseguró Moisés Rosas, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además con la participación creciente de investigadores del continente y de Europa, el Simposio se consolida para dejar de ser una responsabilidad institucional y convertirse en un importante foro de difusión de estos estudios, para rebasar, además, el ámbito de las instituciones, con lo cual se garantiza su permanencia, aseguró.
Por su parte, José Concepción Jiménez, uno de los coordinadores de esta actividad, señaló que entre los datos más destacados se encuentran investigaciones realizadas en Cuba y Chile, donde se han determinado fechamientos que ahora ubican el comienzo del poblamiento de América entre 8 mil 500 y 9 mil años.
Entre ellos, cabe desatacar que el hallazgo más reciente con esa fecha se ubica en la isla de Cuba, el cual fue presentado en el Simposio por Jorge Andrés Brito Niz, quien abordó en su trabajo las teorías planteadas desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, para así proponer nuevas hipótesis acerca del origen del poblamiento de Cuba y las Antillas.
Por ello, Jiménez consideró que la realización de este segundo encuentro "representó la oportunidad de ponernos al día en cuanto a las investigaciones sobre el poblamiento de América, al dar a conocer trabajos provenientes de todo el continente, y ampliar así la perspectiva de estudio que se tiene en la materia".
Otro de los estudios presentados fue el Francisco Mena, de la Universidad de Chile: Contexto estratigráfico y fechación directa de esqueletos humanos del Holoceno Temprano en Cueva Baño Nuevo (Patagonia central, Chile).
En su exposición señaló que se conocen muy pocos esqueletos humanos en América que hayan sido asignados con cierta confianza a la transición Pleistoceno-Holoceno, pues la mayoría de ellos poseen pobres asociaciones estratigráficas.
Sin embargo, recientes investigaciones interdisciplinarias en Cueva Baño Nuevo, ubicada en la zona central de la Patagonia, en Chile, han permitido registrar el contexto geoarqueológico de seis esqueletos humanos fechados directamente.
"Aunque sólo se dispone de un cráneo adulto, tanto las medidas de esta pieza como la estatura inferida a partir de huesos postcraneales y análisis preliminares de ADN, revelan claramente que se trata de una población mongoloide, pero distinta a los indígenas patagónicos históricos".
Por otra parte, Mena dijo que no se han encontrado evidencias que sugieran acciones de caza o explotación de fauna pleistocénica extinta y aunque se ha registrado la presencia en el sitio del milodón y caballo americano, parece poco probable incluso que hayan coexistido con los primeros habitantes humanos.
Concluyó que tanto los análisis geológicos, como los abundantes fechados radiocarbónicos en la matriz sedimentaria y la evaluación crítica de varios agentes de bioturbación, confirman que la estratigrafía del sitio está poco alterada, lo que ofrece una oportunidad especialmente valiosa para estudiar el contexto funcional de un sitio temprano en este sector meridional de América.
Fuente: http://www.conaculta.gob.mx/saladeprensa/2004/15sep/clausura.htm
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ACERCA DE LAS CULTURAS ABORIGENES QUE HABITARON EN EL ACTUAL TERRITORIO DE SANTA CLARA.
Por Lic. Alfredo B. Pérez Carratalá
Poco se conocía de la arqueología en Santa Clara hasta la década de 1950 en que un inquieto profesor y aficionado a las ciencias del Instituto de Segunda Enseñanza de esta ciudad, el Dr. José Álvarez Conde, encontró algunas evidencias arqueológicas aborígenes aisladas en las cercanías.
Merecen ser mencionado por su curiosidad el hallazgo de dos esferolitías (Esferas de piedra elaborada por los aborígenes, a las que se les atribuye significado ritual) en una fosa del antiguo Colegio Teresiano, hoy ESBU Juan Oscar Alvarado, así como algunos percutores de cuarzo, un mortero de piedra de forma semiesférica y un colgante del mismo material en las cercanías del barrio de Provincial. Todo este material formaba parte del museo privado del investigador.
También creo productivo añadir, como dato curioso, que entre 1987 y 1988 - durante la restauración del edificio del Círculo Juvenil Alegría de Juventud que hoy ocupa el Consejo Provincial de las Artes Plásticas y que fuera residencia de la familia de Doña Marta Abreu de Estevéz . e en una fosa en el patio, aparecieron entre otros objetos de procedencia colonial varios fragmentos de cerámica de factura indudablemente aborigen.
En 1992 se descubrió el primer sitio arqueológico en las márgenes del río Ochoa, a 1 km. aproximadamente al sur de la Universidad Central de Las Villas. En superficie, se pudo colectar herramientas de piedra tallada, percutores líticos y fragmentos de conchas marinas pertenecientes a ejemplares del molusco conocido como Cobo (Strombus sp.).Todo este contexto es asignable a comunidades que no conocían la agricultura ni producían útiles de cerámica, basando su subsistencia en una economía de apropiación con actividades bien marcadas en la pesca, la recolección y como complemento la caza de pequeños mamíferos (jutías) y aves silvestres; que se clasifican hoy como preagroalfareros con tradiciones mesolíticas (Febles y Rives,1996)
Este hallazgo es significativo si tenemos en cuenta que los grupos humanos que se encontraban en este nivel de desarrollo, por su marcado nomadismo estacional transitaban constantemente el territorio que hoy ocupa la provincia de Villa Clara en dos direcciones SurNorte y EsteOeste.
La componente SurNorte, nos sugiere una línea intermigratoria interesante pues estos grupos se movían casi siempre usando como vía de transportación y/o referencias las corrientes fluviales que corren preferentemente en la región en este sentido; pensamos que bien pudieron provenir del sur de las actuales provincias de Sancti Spíritus y Cienfuegos y penetraron en nuestra área por las cuencas del río Agabama - Zaza - Rio Hacha; después - transitando por los afluentes del parteaguas norte - ingresaban en las cuencas de los ríos Sagua la Grande y Sagua la Chica, que son las de mayor densidad de sitios arqueológicos reportados hasta el presente.
Con posterioridad, han sido descubiertos más de una decena de residuarios en las riberas del río Ochoa, perteneciente a la cuenca del Sagua la Chica, y en el río Yabú que es afluente del Sagua la Grande. En esta última área se reportan tres sitios con presencia de fragmentos de cerámica de factura tosca, sin decoración y provenientes de vasijas de pequeñas dimensiones, que pueden asignarse a comunidades de preagroalfareros con tradiciones neolíticas incipientes, toda vez que el resto de su ajuar no difiere de los grupos humanos que anteriormente mencionamos y que los fragmentos de barro que aparecen en las ultimas capas de esos sitios bien pudieran ser el indicador del paso a un nivel superior de desarrollo socio económico a partir de la domesticación de algunas plantas silvestres o del conocimiento rudimentario de cultivos, lo que llevó como respuesta a la creación de la primera substancia artificial creada por el hombre la cerámica para poder cocer los alimentos de procedencia vegetal.
Es significativo que todos los sitios arqueológicos reportados se encuentran al Norte y EsteNordeste de la ciudad, en terrenos calizos con suelos predominantemente pardo carbonatados que sustentaban un bosque mesófilo donde crecían muchas especies de frutales y fauna silvestres constituyendo un ecosistema muy apropiado para las actividades subsistenciales factible de explotar acorde al grado de desarrollo de las fuerzas productivas de las comunidades aborígenes que nos ocupan.
Hay que destacar que los terrenos al sur de Santa Clara corresponden a rocas del complejo ofiolítico ( serpentina y esquistos) con suelos esqueléticos y vegetación de cuabal, con pobreza de especies comestibles tanto de la flora como la fauna; esto quizás explique por qué, aunque es un área bastante explorada, no se hayan reportado evidencias arqueológicas.
Pese al alto grado de modificación del paisaje que presentan los alrededores de nuestra ciudad producto de las acciones constructivas, agrícolas e industriales, aún hay posibilidades de seguir encontrando restos de la cultura material de los hombres que nos precedieron en el tiempo y que contribuyeron aunque muy distantemente a la formación de nuestra nacionalidad y cultura.
BIBLIOGRAFIA:
Alvarez Conde, José. Revisión indoarqueológica de la Provincia de Las Villas, Junta Nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, 1961
Febles Dueñas, Jorge. y Alexís Rives. Clasificación para las culturas aborígenes de Cuba y Las Antillas Carta Informativa No. 20 La Habana, 1996.
Pérez Carratalá, Alfredo y Ramiro Ramírez García y Luis O. Grande. Apuntes para el Censo Arqueológico de la Provincia de Villa Clara. (Inédito) Santa Clara, 1993.
Fuente: http://www.villaclara.civc.inf.cu/geografia/arqueolog%EDa/arqueologia_santaclara.htm
VALORES ARQUEOHISTORICOS Y ETNOLOGICOS EN LA CAYERIA NORDESTE DE VILLA CLARA
Arqueología del municipio de Caibarién.
Caibarién es uno de los municipios con mayor riqueza arqueológica en la provincia de Villa Clara, hasta el presente (cierre 2001) han sido localizados 56 sitios arqueológicos y paraderos (estaciones), 8 de ellos pertenecen a (comunidades con tradiciones paleolíticas), destacándose el asentamiento de Sierrezuela, donde se observó una superposición cultural con la presencia de evidencias en sus capas tempranas de herramientas con tecnotradición paleolítica y de las medias a tardías tradiciones mesolíticas, en los niveles superficiales.
Son de tradiciones mesolíticas 40 sitios y se ubican en áreas despejadas, muy próximos a la costa, y con un ajuar fundamentalmente elaborado en concha. También, hay 5 sitios de comunidades con tradiciones neolíticas incipientes y 3 sitios son asignables a los agroalfareros (comunidades con tradiciones neolíticas) siendo estos los únicos reportados hasta ahora en Villa Clara. (Sampedro et al, inédito)
Poblamiento Primitivo en los cayos del nordeste de Villa Clara.
Hasta el presente, como resultado de los estudios arqueológicos realizados en el grupo insular del N.E de Villa Clara, se han podido ubicar 35 sitios arqueológicos; 29 de ellos correspondientes al período aborigen y 6 al período colonial.
Las comunidades aborígenes que se asentaron en la cayería se encontraban en un nivel de desarrollo Preagroalfarero con Tradiciones Mesolíticas correspondientes a la Etapa de Economía de Apropiación, teniendo en las actividades de la pesca y la recolección la solución principal de sus problemas subsistentes básicos, las que complementaban con la caza de pequeños mamíferos y aves silvestres.
Las dimensiones de estos asentamientos se consideran de pequeños (Menos de 600m2) siendo calificados en la mayoría de paraderos, por lo la permanencia en los cayos respondía a propósitos económicos concretos, acorde a las actividades subsistenciales y su nivel de desarrollo socioeconómico.
En tres de los sitios reportados (Punta del Pirata, sitio sur en cayo Ensenachos y Area#2 de cayo Santa María) se ha podido colectar una cerámica tosca, sin decorados, con fragmentos pertenecientes a vasijas de pequeñas dimensiones (menos de 300 mm) los que los ubicaba en el nivel de desarrollo Preagroalfarero con Tradiciones Neolíticas Incipientes (Protoagricultores)
En el marco territorial (Litoral norte y nordeste de Caibarién Yaguajay) se reportan 25 sitios arqueológicos con filiaciones culturales similares a los encontrados en la cayería, lo que nos hace inferir una probable vinculación entre los mismos, dado el probado dominio de la navegación por estos grupos humanos.
El ajuar predominante en los sitios de la cayería está compuesto fundamentalmente por herramientas elaboradas en concha, estando presentes las gubias, vasijas, platos, raspadores y puntas enmangables, todo lo que resulta muy lógico si tenemos en cuenta que a partir de la actividad extractiva quedaba como sub producto una materia prima la concha para la explotación de la cual contaban con una larga tradición tecnotipológica.
No obstante, en menor cuantía se han colectado herramientas producidas en sílex, cuya talla se realizó a partir de núcleos multiplanos de láminas de lascas, logrando preformas de más de 4 cm con predominio de estas últimas, las que fueron utilizadas preferentemente sin ningún tipo de modificación secundaria (retoque) (Pérez et al. 1989).
Resulta interesante resaltar que en las alturas de Sierrezuela hay una gruta con un sitio correspondiente al nivel de desarrollo Preagroalfarero con Tradiciones Paleolíticas. (Protoarcaicos). Estas comunidades arribaron a Cuba presumiblemente desde el Sur de la Florida, usando como puente el arco de Las Bahamas, cuando el nivel del mar producto de los cambios eustáticos en el Pleistoceno habían descendido unas decenas de metros y las tierras emergidas favorecían este tránsito (Godo et al. 1987).
Estos hombres, que tenían como actividad fundamental la caza, pudieron arribar a nuestras costas hace más de 10 mil años A.P. (Antes del Presente), constituyendo este sitio uno de los de más importancia para la explicación del poblamiento temprano de Cuba y Las Antillas.
Aunque aún no se han localizado sitios del Protoarcaicos en la cayería, no podemos descartar por superposición geográfica, que estas tierras emergidas pudieron constituir los primeros puntos de contacto en el flujo de las corrientes migratorias desde norteamérica a Las Antillas.
En cayo Ensenachos en la Cueva del Muñeco, y en una solapa a pocos metros de ella, conocida como La Solapa de Los Chivos, se han reportado evidencias de las comunidades aborígenes que habitaron el territorio, las que se encontraban en un nivel de desarrollo preagroalfarero (comunidades con tradiciones mesolíticas), correspondientes a la Etapa de Economía de Apropiación, teniendo como actividades económicas fundamentales, la pesca y la recolección. La Cueva del Muñeco, debe su nombre a un petroglifo antropomorfo de muy discutida procedencia, esculpido en una de sus paredes.
El poblamiento aborigen en estos cayos transcurrió hasta tiempos bastante tardío. Se ha podido conocer que en 1703 aún vivían allí, comunidades aborígenes que se dedicaban al comercio de trueque de mariscos con los habitantes de la Villa de San Juan de los Remedios sirviendo además de vigías ante la presencia de barcos enemigos y merodeadores. (Martínez Fortún 1963).
BIBLIOGRAFIA:
Alvarez, C. J. (1961): Revisión Indoarqueológica de la provincia de Las Villas. En. Revista de Arqueología y Etnología. Ed. Junta Nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, Cuba.
Antozak, M. Y A. Antozak. (1987): Algunas consideraciones sobre la identificación del material arqueológico de concha: el caso del Strombus gigas en el archipiélago Los Roques, Venezuela .En. Boletín Asoc. Venez. de arqueólogos, No. 4, Caracas. Venezuela.
Boletín del Archivo Nacional (1911) año X No. VI nov. dic. La Habana, pp. 326 327.
Calvera, J y R. Funes (1991): "Método para asignar pictografías a un grupo cultural. En: Arqueología de Cuba y de otras áreas Antillanas. Editorial Academia La Habana
Dacal, R. y M.. Rivero. (1986): Arqueología aborigen de Cuba. Editorial Gente Nueva. La Habana. 174 pp.
Febles Dueñas, Jorge. y Alexís Rives. Clasificación para las culturas aborígenes de Cuba y Las Antillas. Carta Informativa No. 20 La Habana, 1996.
Godo, P.; G. Baena; A. Menéndez, y A. Morffís. (1987): La industria lítica de Punta del Vizcaino, Caibarién, provincia de Villa Clara En. Carta Informativa No. 100, Epoca II. Ed. Academia, La Habana Cuba.
Martínez - Fortún, A. (1956): Anales y Efemérides de la villa de san Juan de los Remedios. En. Museo Municipal de Remedios. 50pp.
Nuñez, A. (1986): El arte rupestre cubano. 1er Simposium Mundial de Arte Rupestre. (UNESCO). La Habana 188 pp
Sampedro, Ricardo et al. Atlas Arqueológico de Villa Clara, (inédito) Santa Clara, Cuba
Ortega, F. (1983): "Una hipótesis sobre el clima de Cuba durante la glaciación Wisconsin. En: Ciencias de la tierra y el espacio 7:57-68
Pérez Carratalá, Alfredo; R. Ramírez García y L. O. Grande (1989): Apuntes para el Censo Arqueológico de la Provincia de Villa Clara. (Inédito) Santa Clara, Cuba.
Provincia Villa Clara. Ed Ciencias Sociales. La Habana. 1979
Ulloa, J. (2000): "Migraciones en el caribe precolombino". En: El Caribe Arqueológico. Casa del Caribe. Santiago de Cuba No. 4:14-19
Fuente: http://www.villaclara.civc.inf.cu/geografia/arqueolog%EDa/arqueologia_valorescayeria.htm
Nuevas excavaciones arqueológicas podrían probar que la presencia humana en Cuba y las Antillas es mucho más antigua de lo que se cree.
Sagua la grande, Cuba. "Estamos en el inicio de todo", dice cauteloso el arqueólogo alemán Jean Weining, luego de seis semanas de paciente trabajo topográfico para determinar futuras excavaciones que podrían dar un vuelco a las teorías actuales sobre los seres humanos más antiguos de Cuba y las Antillas.
Su colega cubano Raúl Villavicencio sólo sonríe, a su lado. Seguramente por su cabeza pasa, en rápida sucesión, más de una década de dedicación casi absoluta al rastreo minucioso de cualquier posible huella que complete, con el debido rigor científico, el rompecabezas de sus hallazgos arqueológicos.
Su obsesión comenzó hacia 1987, cuando se estrenó como director del museo de Sagua La Grande, ciudad de unos 60 mil habitantes situada en la parte norte de la central provincia de Villa Clara. "Salí a terreno, con un grupo de aficionados, a buscar cosas para el museo", relata.
Un día de 1992, una enorme piedra de sílex (pedernal) tallada, comparable por su forma al asiento de una bicicleta y hallada en forma casi fortuita, quedaría registrada en sus archivos como la primera de varias herramientas presumiblemente usadas por seres primitivos encontradas en aquella región.
"Son hachas de mano que pesan de ocho a 10 libras (3.6 a 4.5 kilogramos), confeccionadas con una técnica semejante a instrumentos usados en el Viejo Mundo unos 35 mil años antes del presente", afirma Villavicencio, quien destacó que la antigüedad probada de los primeros habitantes de Cuba no pasa hasta ahora de poco más de 5 mil años.
"Estos instrumentos son un fenómeno único en América, similares a los europeos por su estilo y su forma. Nosotros vemos esto como el borde exterior de la difusión del paleolítico por el mundo. Pueden ser remanentes del paleolítico, que llegaron a este continente", asegura.
Los hallazgos incluyen cuchillos, puntas de flechas y raspadores confeccionados también con sílex, abundante en la cordillera de la porción noroeste de Villa Clara. "Este mineral es una variedad de cuarzo, muy duro e idóneo al hombre antiguo para enfrentar el medio", afirma el especialista.
Villavicencio asocia esas herramientas con restos de fauna de una época en que abundaban animales de gran talla y aves gigantes, hallados en diferentes sitios, algunos distantes entre sí unos 40 kilómetros. "Cavábamos de 10 en 10 centímetros y junto con los huesos íbamos encontrando herramientas del hombre", dijo al relatar uno de esos descubrimientos.
Según el experto, ese aspecto interesó especialmente a Hansjürgen Müller-Beck, profesor de Prehistoria e Historia Temprana de la Universidad de Tubinga, en Baviera (sudeste de Alemania), quien encabeza el equipo de su país en un proyecto de investigación que se lleva a cabo con especialistas cubanos.
Müller-Beck dice que la contemporaneidad de los restos de fauna y las herramientas "es irrefutable, porque si el hombre hubiera vivido posterior a esa fauna, las herramientas estarían encima", comenta Villavicencio.
Pero Weining, quien trabaja en la empresa privada alemana de investigaciones arqueológicas ProArch, afirma que prefiere pensar "en el todo y no en las partes".
"Las hachas son un punto. Los huesos de una fauna distinta son otro punto, los artefactos, otro punto. El fechado (radiocarbónico), otro punto. Todo eso es como un mosaico formado por pedacitos chiquitos que hay que investigar", explica.
El proyecto acordado con los expertos alemanes, denominado "El poblamiento más temprano de Cuba", terminó una primera fase en la cual se evaluaron los sitios para nuevas excavaciones en Villa Clara y en la oriental provincia de Holguín, también incluida en el plan.
Según Weining, se prevé que en enero comiencen excavaciones a campo abierto y en cuevas, mediante técnicas y métodos reconocidos internacionalmente, para recopilar gran cantidad de material que permita avanzar hacia la meta mayor: averiguar cuándo llegó el ser humano a América.
Se sabe que comunidades de cazadores-recolectores se establecieron en la región holguinera del río Levisa hace unos 5 mil 150 años, apuntó la uruguaya Lilián de Moreira, profesora de historia de la Universidad de La Habana.
Esa fecha es la más antigua comprobada del poblamiento caribeño en las Antillas Mayores. En República Dominicana, comunidades similares se establecieron hace unos 4 mil 550 años.
No obstante, muchos arqueólogos cubanos pensaban aún antes de los hallazgos de 1992 que por la tipología del trabajo del sílex hallado en Cuba, las poblaciones responsables debieron llegar a la isla hace 7 mil ó 10 mil años.
Esos hallazgos podrían probar que la presencia humana es mucho más antigua, y abrir interrogantes sobre la procedencia de los primeros pobladores, que según las teorías más extendidas hasta ahora habrían llegado al Caribe hace unos 10 mil años, desde el suroeste de América del Norte, por pasajes emergidos durante el final del cuarto periodo glacial.
El proyecto de investigación es apoyado por la Fundación Fritz Thyssen, una organización no gubernamental alemana creada para el fomento de la ciencia. Por Cuba participan el Departamento Centro-Oriental de Arqueología de Holguín y el Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara.
Fuente: Patricia Grogg*. El Universal, México, 25 de junio de 2005.
* La autora es corresponsal de IPS.
© 2005 Copyright El Universal-El Universal Online, México.
Enlace: http://www.cubanet.org/CNews/y05/jun05/27o10.htm
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En el Simposio El hombre temprano en América
SE AMPLÍAN LAS TEORÍAS ACERCA DEL POBLAMIENTO DEL CONTINENTE
Con la realización del Segundo Simposio Internacional El hombre temprano en América, éste proyecto se consolida como uno de los más importantes foros de difusión de los estudios realizados para explicar el poblamiento del continente, lo que garantiza su continuidad; aseguró Moisés Rosas, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además con la participación creciente de investigadores del continente y de Europa, el Simposio se consolida para dejar de ser una responsabilidad institucional y convertirse en un importante foro de difusión de estos estudios, para rebasar, además, el ámbito de las instituciones, con lo cual se garantiza su permanencia, aseguró.
Por su parte, José Concepción Jiménez, uno de los coordinadores de esta actividad, señaló que entre los datos más destacados se encuentran investigaciones realizadas en Cuba y Chile, donde se han determinado fechamientos que ahora ubican el comienzo del poblamiento de América entre 8 mil 500 y 9 mil años.
Entre ellos, cabe desatacar que el hallazgo más reciente con esa fecha se ubica en la isla de Cuba, el cual fue presentado en el Simposio por Jorge Andrés Brito Niz, quien abordó en su trabajo las teorías planteadas desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, para así proponer nuevas hipótesis acerca del origen del poblamiento de Cuba y las Antillas.
Por ello, Jiménez consideró que la realización de este segundo encuentro "representó la oportunidad de ponernos al día en cuanto a las investigaciones sobre el poblamiento de América, al dar a conocer trabajos provenientes de todo el continente, y ampliar así la perspectiva de estudio que se tiene en la materia".
Otro de los estudios presentados fue el Francisco Mena, de la Universidad de Chile: Contexto estratigráfico y fechación directa de esqueletos humanos del Holoceno Temprano en Cueva Baño Nuevo (Patagonia central, Chile).
En su exposición señaló que se conocen muy pocos esqueletos humanos en América que hayan sido asignados con cierta confianza a la transición Pleistoceno-Holoceno, pues la mayoría de ellos poseen pobres asociaciones estratigráficas.
Sin embargo, recientes investigaciones interdisciplinarias en Cueva Baño Nuevo, ubicada en la zona central de la Patagonia, en Chile, han permitido registrar el contexto geoarqueológico de seis esqueletos humanos fechados directamente.
"Aunque sólo se dispone de un cráneo adulto, tanto las medidas de esta pieza como la estatura inferida a partir de huesos postcraneales y análisis preliminares de ADN, revelan claramente que se trata de una población mongoloide, pero distinta a los indígenas patagónicos históricos".
Por otra parte, Mena dijo que no se han encontrado evidencias que sugieran acciones de caza o explotación de fauna pleistocénica extinta y aunque se ha registrado la presencia en el sitio del milodón y caballo americano, parece poco probable incluso que hayan coexistido con los primeros habitantes humanos.
Concluyó que tanto los análisis geológicos, como los abundantes fechados radiocarbónicos en la matriz sedimentaria y la evaluación crítica de varios agentes de bioturbación, confirman que la estratigrafía del sitio está poco alterada, lo que ofrece una oportunidad especialmente valiosa para estudiar el contexto funcional de un sitio temprano en este sector meridional de América.
Fuente: http://www.conaculta.gob.mx/saladeprensa/2004/15sep/clausura.htm
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ACERCA DE LAS CULTURAS ABORIGENES QUE HABITARON EN EL ACTUAL TERRITORIO DE SANTA CLARA.
Por Lic. Alfredo B. Pérez Carratalá
Poco se conocía de la arqueología en Santa Clara hasta la década de 1950 en que un inquieto profesor y aficionado a las ciencias del Instituto de Segunda Enseñanza de esta ciudad, el Dr. José Álvarez Conde, encontró algunas evidencias arqueológicas aborígenes aisladas en las cercanías.
Merecen ser mencionado por su curiosidad el hallazgo de dos esferolitías (Esferas de piedra elaborada por los aborígenes, a las que se les atribuye significado ritual) en una fosa del antiguo Colegio Teresiano, hoy ESBU Juan Oscar Alvarado, así como algunos percutores de cuarzo, un mortero de piedra de forma semiesférica y un colgante del mismo material en las cercanías del barrio de Provincial. Todo este material formaba parte del museo privado del investigador.
También creo productivo añadir, como dato curioso, que entre 1987 y 1988 - durante la restauración del edificio del Círculo Juvenil Alegría de Juventud que hoy ocupa el Consejo Provincial de las Artes Plásticas y que fuera residencia de la familia de Doña Marta Abreu de Estevéz . e en una fosa en el patio, aparecieron entre otros objetos de procedencia colonial varios fragmentos de cerámica de factura indudablemente aborigen.
En 1992 se descubrió el primer sitio arqueológico en las márgenes del río Ochoa, a 1 km. aproximadamente al sur de la Universidad Central de Las Villas. En superficie, se pudo colectar herramientas de piedra tallada, percutores líticos y fragmentos de conchas marinas pertenecientes a ejemplares del molusco conocido como Cobo (Strombus sp.).Todo este contexto es asignable a comunidades que no conocían la agricultura ni producían útiles de cerámica, basando su subsistencia en una economía de apropiación con actividades bien marcadas en la pesca, la recolección y como complemento la caza de pequeños mamíferos (jutías) y aves silvestres; que se clasifican hoy como preagroalfareros con tradiciones mesolíticas (Febles y Rives,1996)
Este hallazgo es significativo si tenemos en cuenta que los grupos humanos que se encontraban en este nivel de desarrollo, por su marcado nomadismo estacional transitaban constantemente el territorio que hoy ocupa la provincia de Villa Clara en dos direcciones SurNorte y EsteOeste.
La componente SurNorte, nos sugiere una línea intermigratoria interesante pues estos grupos se movían casi siempre usando como vía de transportación y/o referencias las corrientes fluviales que corren preferentemente en la región en este sentido; pensamos que bien pudieron provenir del sur de las actuales provincias de Sancti Spíritus y Cienfuegos y penetraron en nuestra área por las cuencas del río Agabama - Zaza - Rio Hacha; después - transitando por los afluentes del parteaguas norte - ingresaban en las cuencas de los ríos Sagua la Grande y Sagua la Chica, que son las de mayor densidad de sitios arqueológicos reportados hasta el presente.
Con posterioridad, han sido descubiertos más de una decena de residuarios en las riberas del río Ochoa, perteneciente a la cuenca del Sagua la Chica, y en el río Yabú que es afluente del Sagua la Grande. En esta última área se reportan tres sitios con presencia de fragmentos de cerámica de factura tosca, sin decoración y provenientes de vasijas de pequeñas dimensiones, que pueden asignarse a comunidades de preagroalfareros con tradiciones neolíticas incipientes, toda vez que el resto de su ajuar no difiere de los grupos humanos que anteriormente mencionamos y que los fragmentos de barro que aparecen en las ultimas capas de esos sitios bien pudieran ser el indicador del paso a un nivel superior de desarrollo socio económico a partir de la domesticación de algunas plantas silvestres o del conocimiento rudimentario de cultivos, lo que llevó como respuesta a la creación de la primera substancia artificial creada por el hombre la cerámica para poder cocer los alimentos de procedencia vegetal.
Es significativo que todos los sitios arqueológicos reportados se encuentran al Norte y EsteNordeste de la ciudad, en terrenos calizos con suelos predominantemente pardo carbonatados que sustentaban un bosque mesófilo donde crecían muchas especies de frutales y fauna silvestres constituyendo un ecosistema muy apropiado para las actividades subsistenciales factible de explotar acorde al grado de desarrollo de las fuerzas productivas de las comunidades aborígenes que nos ocupan.
Hay que destacar que los terrenos al sur de Santa Clara corresponden a rocas del complejo ofiolítico ( serpentina y esquistos) con suelos esqueléticos y vegetación de cuabal, con pobreza de especies comestibles tanto de la flora como la fauna; esto quizás explique por qué, aunque es un área bastante explorada, no se hayan reportado evidencias arqueológicas.
Pese al alto grado de modificación del paisaje que presentan los alrededores de nuestra ciudad producto de las acciones constructivas, agrícolas e industriales, aún hay posibilidades de seguir encontrando restos de la cultura material de los hombres que nos precedieron en el tiempo y que contribuyeron aunque muy distantemente a la formación de nuestra nacionalidad y cultura.
BIBLIOGRAFIA:
Alvarez Conde, José. Revisión indoarqueológica de la Provincia de Las Villas, Junta Nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, 1961
Febles Dueñas, Jorge. y Alexís Rives. Clasificación para las culturas aborígenes de Cuba y Las Antillas Carta Informativa No. 20 La Habana, 1996.
Pérez Carratalá, Alfredo y Ramiro Ramírez García y Luis O. Grande. Apuntes para el Censo Arqueológico de la Provincia de Villa Clara. (Inédito) Santa Clara, 1993.
Fuente: http://www.villaclara.civc.inf.cu/geografia/arqueolog%EDa/arqueologia_santaclara.htm
VALORES ARQUEOHISTORICOS Y ETNOLOGICOS EN LA CAYERIA NORDESTE DE VILLA CLARA
Arqueología del municipio de Caibarién.
Caibarién es uno de los municipios con mayor riqueza arqueológica en la provincia de Villa Clara, hasta el presente (cierre 2001) han sido localizados 56 sitios arqueológicos y paraderos (estaciones), 8 de ellos pertenecen a (comunidades con tradiciones paleolíticas), destacándose el asentamiento de Sierrezuela, donde se observó una superposición cultural con la presencia de evidencias en sus capas tempranas de herramientas con tecnotradición paleolítica y de las medias a tardías tradiciones mesolíticas, en los niveles superficiales.
Son de tradiciones mesolíticas 40 sitios y se ubican en áreas despejadas, muy próximos a la costa, y con un ajuar fundamentalmente elaborado en concha. También, hay 5 sitios de comunidades con tradiciones neolíticas incipientes y 3 sitios son asignables a los agroalfareros (comunidades con tradiciones neolíticas) siendo estos los únicos reportados hasta ahora en Villa Clara. (Sampedro et al, inédito)
Poblamiento Primitivo en los cayos del nordeste de Villa Clara.
Hasta el presente, como resultado de los estudios arqueológicos realizados en el grupo insular del N.E de Villa Clara, se han podido ubicar 35 sitios arqueológicos; 29 de ellos correspondientes al período aborigen y 6 al período colonial.
Las comunidades aborígenes que se asentaron en la cayería se encontraban en un nivel de desarrollo Preagroalfarero con Tradiciones Mesolíticas correspondientes a la Etapa de Economía de Apropiación, teniendo en las actividades de la pesca y la recolección la solución principal de sus problemas subsistentes básicos, las que complementaban con la caza de pequeños mamíferos y aves silvestres.
Las dimensiones de estos asentamientos se consideran de pequeños (Menos de 600m2) siendo calificados en la mayoría de paraderos, por lo la permanencia en los cayos respondía a propósitos económicos concretos, acorde a las actividades subsistenciales y su nivel de desarrollo socioeconómico.
En tres de los sitios reportados (Punta del Pirata, sitio sur en cayo Ensenachos y Area#2 de cayo Santa María) se ha podido colectar una cerámica tosca, sin decorados, con fragmentos pertenecientes a vasijas de pequeñas dimensiones (menos de 300 mm) los que los ubicaba en el nivel de desarrollo Preagroalfarero con Tradiciones Neolíticas Incipientes (Protoagricultores)
En el marco territorial (Litoral norte y nordeste de Caibarién Yaguajay) se reportan 25 sitios arqueológicos con filiaciones culturales similares a los encontrados en la cayería, lo que nos hace inferir una probable vinculación entre los mismos, dado el probado dominio de la navegación por estos grupos humanos.
El ajuar predominante en los sitios de la cayería está compuesto fundamentalmente por herramientas elaboradas en concha, estando presentes las gubias, vasijas, platos, raspadores y puntas enmangables, todo lo que resulta muy lógico si tenemos en cuenta que a partir de la actividad extractiva quedaba como sub producto una materia prima la concha para la explotación de la cual contaban con una larga tradición tecnotipológica.
No obstante, en menor cuantía se han colectado herramientas producidas en sílex, cuya talla se realizó a partir de núcleos multiplanos de láminas de lascas, logrando preformas de más de 4 cm con predominio de estas últimas, las que fueron utilizadas preferentemente sin ningún tipo de modificación secundaria (retoque) (Pérez et al. 1989).
Resulta interesante resaltar que en las alturas de Sierrezuela hay una gruta con un sitio correspondiente al nivel de desarrollo Preagroalfarero con Tradiciones Paleolíticas. (Protoarcaicos). Estas comunidades arribaron a Cuba presumiblemente desde el Sur de la Florida, usando como puente el arco de Las Bahamas, cuando el nivel del mar producto de los cambios eustáticos en el Pleistoceno habían descendido unas decenas de metros y las tierras emergidas favorecían este tránsito (Godo et al. 1987).
Estos hombres, que tenían como actividad fundamental la caza, pudieron arribar a nuestras costas hace más de 10 mil años A.P. (Antes del Presente), constituyendo este sitio uno de los de más importancia para la explicación del poblamiento temprano de Cuba y Las Antillas.
Aunque aún no se han localizado sitios del Protoarcaicos en la cayería, no podemos descartar por superposición geográfica, que estas tierras emergidas pudieron constituir los primeros puntos de contacto en el flujo de las corrientes migratorias desde norteamérica a Las Antillas.
En cayo Ensenachos en la Cueva del Muñeco, y en una solapa a pocos metros de ella, conocida como La Solapa de Los Chivos, se han reportado evidencias de las comunidades aborígenes que habitaron el territorio, las que se encontraban en un nivel de desarrollo preagroalfarero (comunidades con tradiciones mesolíticas), correspondientes a la Etapa de Economía de Apropiación, teniendo como actividades económicas fundamentales, la pesca y la recolección. La Cueva del Muñeco, debe su nombre a un petroglifo antropomorfo de muy discutida procedencia, esculpido en una de sus paredes.
El poblamiento aborigen en estos cayos transcurrió hasta tiempos bastante tardío. Se ha podido conocer que en 1703 aún vivían allí, comunidades aborígenes que se dedicaban al comercio de trueque de mariscos con los habitantes de la Villa de San Juan de los Remedios sirviendo además de vigías ante la presencia de barcos enemigos y merodeadores. (Martínez Fortún 1963).
BIBLIOGRAFIA:
Alvarez, C. J. (1961): Revisión Indoarqueológica de la provincia de Las Villas. En. Revista de Arqueología y Etnología. Ed. Junta Nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, Cuba.
Antozak, M. Y A. Antozak. (1987): Algunas consideraciones sobre la identificación del material arqueológico de concha: el caso del Strombus gigas en el archipiélago Los Roques, Venezuela .En. Boletín Asoc. Venez. de arqueólogos, No. 4, Caracas. Venezuela.
Boletín del Archivo Nacional (1911) año X No. VI nov. dic. La Habana, pp. 326 327.
Calvera, J y R. Funes (1991): "Método para asignar pictografías a un grupo cultural. En: Arqueología de Cuba y de otras áreas Antillanas. Editorial Academia La Habana
Dacal, R. y M.. Rivero. (1986): Arqueología aborigen de Cuba. Editorial Gente Nueva. La Habana. 174 pp.
Febles Dueñas, Jorge. y Alexís Rives. Clasificación para las culturas aborígenes de Cuba y Las Antillas. Carta Informativa No. 20 La Habana, 1996.
Godo, P.; G. Baena; A. Menéndez, y A. Morffís. (1987): La industria lítica de Punta del Vizcaino, Caibarién, provincia de Villa Clara En. Carta Informativa No. 100, Epoca II. Ed. Academia, La Habana Cuba.
Martínez - Fortún, A. (1956): Anales y Efemérides de la villa de san Juan de los Remedios. En. Museo Municipal de Remedios. 50pp.
Nuñez, A. (1986): El arte rupestre cubano. 1er Simposium Mundial de Arte Rupestre. (UNESCO). La Habana 188 pp
Sampedro, Ricardo et al. Atlas Arqueológico de Villa Clara, (inédito) Santa Clara, Cuba
Ortega, F. (1983): "Una hipótesis sobre el clima de Cuba durante la glaciación Wisconsin. En: Ciencias de la tierra y el espacio 7:57-68
Pérez Carratalá, Alfredo; R. Ramírez García y L. O. Grande (1989): Apuntes para el Censo Arqueológico de la Provincia de Villa Clara. (Inédito) Santa Clara, Cuba.
Provincia Villa Clara. Ed Ciencias Sociales. La Habana. 1979
Ulloa, J. (2000): "Migraciones en el caribe precolombino". En: El Caribe Arqueológico. Casa del Caribe. Santiago de Cuba No. 4:14-19
Fuente: http://www.villaclara.civc.inf.cu/geografia/arqueolog%EDa/arqueologia_valorescayeria.htm
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