Cádiz. Doce tumbas romanas de dos tipologías en la calle Acacias
Foto: Nuevo hallazgo arqueológico. Aspecto de la excavación realizada en la calle Acacias. Joaquín Pino.
Además de los enterramientos, fechados de mediados del I a.C. al II, fueron hallados niveles de la edad del Cobre.
La excavación del solar de la calle Acacias, número 25, ha tardado en dar sus frutos, pero finalmente lo ha hecho. Un total de doce enterramientos, fechados en una horquilla histórica que va de mediados del siglo I a.C. al II de nuestra era, han sido localizados en el solar donde se erigirá la sede del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales. Y aunque aún es pronto para tener conclusiones definitivas sobre el hallazgo realizado el pasado viernes, desde la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía se informa de que junto a los enterramientos de inhumación e incineración han sido localizados niveles del Calcolítico, que han deparado el hallazgo de fragmentos líticos y cerámicos.
Aunque la excavación que ha correspondido a la empresa Arqueogades comenzó a mediados del mes pasado, los restos comenzaron a aflorar de la arena de la calle Acacias a finales de la semana pasada. Y si inicialmente no aparecía nada, y se daba la circunstancia de que ya excavada la mitad del solar sólo se localizó una tumba de incineración, en la zona del terreno situada en dirección hacia la Plaza de San Severiano sí se han podido documentar diversos enterramientos. Doce hasta el momento, que además están acompañados por altares que parecen ser más antiguos, aunque en este punto los expertos guardan todas las cautelas a falta de un estudio más exhaustivo de los restos.
En el grupo de enterramientos se mezclan los de inhumación y los de incineración. Se cree que los primeros son más antiguos que los segundos, ya que parte de lo quemado afecta a las inhumaciones, lo cual deja en evidencia que las incineraciones se hicieron con posterioridad. Las tumbas, aparecidas a unos dos metros de profundidad un nivel relativamente alto, se destaca son muy simples, "boquetes en la arena, con la excepción de una que cuenta con una tégula". Además, algunas son infantiles.
Aunque la cronología de algunas de las tumbas vendrá marcada por el análisis de las monedas que han aparecido en su interior, se cree que su antigüedad abarcaría una horquilla histórica que oscilaría entre mediados del siglo I a.C. hasta principios del II d.C.
Pero no fue éste el uso primitivo de la zona objeto de estudio arqueológico. Debajo de estos niveles romanos han aparecido restos que evidencian que su primer uso fue prehistórico. Así lo delatan los restos del Calcolítico hallados bajo las tumbas, y que corresponden fundamentalmente a material de sílex, como láminas, hojas talladas y cerámica a mano, aunque no han sido documentados restos de hábitat.
Una vez usado el solar en esta etapa prehistórica, se produjo el abandono de la zona, de manera que el terreno no volvería a ser utilizado hasta la época imperial romana. "No hay restos únicos; desde el Calcolítico hasta el siglo I no parece que haya nada intermedio", confirmaron ayer los expertos.
Desde la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía se explica, por último, que esta excavación se ha realizado como actividad arqueológica preventiva como es preceptivo y marca la ley y que ésta fue aprobada el pasado 5 de mayo por la Dirección General de Bienes Culturales. Los hallazgos, pues, se han hecho esperar, aunque se esperaban al encontrarse el solar en una zona de alta densidad arqueológica, por su correspondencia con la localización de la zona de necrópolis romana.
Veintidós enterramientos expoliados
Los resultados de la excavación realizada en la Avenida de Portugal con la Avenida de Andalucía dan a conocer que han sido finalmente veintidós los enterramientos descubiertos, fechados en el siglo IV d.C. y muchos de ellos con huesos removidos y "bastantes signos de expolio", informan desde la empresa Arqueogades, a quien se adjudicaron los trabajos. Se da la circunstancia de que dentro del solar apareció un único enterramiento, mientras que el resto se localizó en el lateral. La zona de necrópolis, que se encontraba, como en casos anteriores, delimitada por restos de ánforas clavadas en la arena, contaba también con una pequeña pileta anterior a los enterramientos, entre los cuales se contaban bastantes infantiles y que no depararon el hallazgo de ajuares.
Además, los arqueólogos explican que se localizó "material suelto" de época tardopúnica siglos II-I a.C, sobre todo de ánforas gaditanas.
Fuente: Aida R. Agraso, Diario de Cádiz, 7 de junio de 2005
Enlace: http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1403172&idcat=827
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Hallados treinta enterramientos y ajuares en el solar de Acacias
En las tumbas, fechadas entre el siglo I y el II d.C., han sido localizados ungüentarios, espejos, lucernas, jarras y un guerrero de terracota.
Las excavaciones arqueológicas preventivas que se está realizando en el solar de la calle Acacias, 25, donde se erigirá en un futuro próximo la sede del Colegio de Ingenieros, ha continuado deparando el hallazgo de diversos restos romanos que no sólo sirven para fechar su edad, sino que hablan del pasado de la ciudad. A la treintena de enterramientos localizados de diversas tipologías se suman los diversos objetos personales que, a modo de ajuares, acompañaron a los difuntos en su último viaje. Así, los arqueólogos han localizado ungüentarios, espejos, lucernas, jarras, un collar de cuentas y hasta una terracota de un guerrero ibérico que fue encontrado en una tumba infantil. Los restos, que ya han sido trasladados y depositados en el lugar preceptivo, se fechan entre la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II d.C., y bajo ellos se han hallado vestigios de la prehistoria reciente.
La excavación del solar comenzó el día 16 de mayo. Desde entonces, los arqueólogos Paloma Bueno Serrano e Isaac Legupín Tubío, de la empresa Arqueogades S.L. y directores de los trabajos, han recuperado diversos restos pertenecientes a la necrópolis romana. En concreto se han podido contar ya hasta una treintena de tumbas de distintas tipologías, respondiendo "por lo general a dos rituales de enterramiento diferentes: la inhumación y la incineración, predominando el primero sobre el segundo", explica la arqueóloga Paloma Bueno.
La mayoría de los enterramientos de inhumación que han sido excavados hasta el momento un total de diecinueve se realizan en fosa simple, "depositando los cadáveres envueltos en sudario, decúbito supino la mayoría, aunque también aparecen decúbito lateral derecho", indica. Sobre las incineraciones, la arqueóloga comenta que la mayoría responden al tipo bustum, "es decir, el cadáver se quema directamente sobre la arena, apareciendo los huesos quemados junto a los ajuares y los restos de las maderas que sirvieron para prender fuego".
Entre los tipos de enterramientos hallados, además de los hechos en fosa simple, se encuentran otros en cistas de sillares, en cistas fabricadas con tegulae (tejas) y cubiertas también de tegulae a dos aguas o en urnas de plomo cubiertas con ánforas. Y aunque la mayoría de estas tumbas alojaron a personas adultas, también se encuentran algunos enterramientos infantiles. En uno de ellos apareció la terracota de un guerrero ibérico, como parte de un ajuar que no fue el único localizado. "En la mayoría se han recuperado objetos de uso personal que fueron enterrados junto a los difuntos, como ungüentarios, espejos, lucernas, jarras y terracotas", explica la arqueóloga, quien añadió además que varias de las tumbas aparecían expoliadas.
Los encargados de los trabajos indican que los restos permiten, "en una primera aproximación y siempre con la debida cautela hasta que finalice la excavación", datar este sector de la necrópolis romana entre la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II d.C.
Pero el solar donde se construirá el Colegio de Ingenieros Industriales que ya plantea, según se ha podido saber, dejar constancia en el futuro inmueble de los restos hallados, tal y como se hizo en el edificio de la Tesorería también alberga, a mayor profundidad y en otros niveles arqueológicos, vestigios de la prehistoria reciente, como cerámicas realizadas a mano y gran cantidad de industria lítica fuera de su contexto original. El solar, en fin, está deparando hallazgos de interés.
Fuente: AIDA R. AGRASO, Diario de Cádiz, 23 de junio de 2005
Enlace: http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1471221&idcat=827
Además de los enterramientos, fechados de mediados del I a.C. al II, fueron hallados niveles de la edad del Cobre.
La excavación del solar de la calle Acacias, número 25, ha tardado en dar sus frutos, pero finalmente lo ha hecho. Un total de doce enterramientos, fechados en una horquilla histórica que va de mediados del siglo I a.C. al II de nuestra era, han sido localizados en el solar donde se erigirá la sede del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales. Y aunque aún es pronto para tener conclusiones definitivas sobre el hallazgo realizado el pasado viernes, desde la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía se informa de que junto a los enterramientos de inhumación e incineración han sido localizados niveles del Calcolítico, que han deparado el hallazgo de fragmentos líticos y cerámicos.
Aunque la excavación que ha correspondido a la empresa Arqueogades comenzó a mediados del mes pasado, los restos comenzaron a aflorar de la arena de la calle Acacias a finales de la semana pasada. Y si inicialmente no aparecía nada, y se daba la circunstancia de que ya excavada la mitad del solar sólo se localizó una tumba de incineración, en la zona del terreno situada en dirección hacia la Plaza de San Severiano sí se han podido documentar diversos enterramientos. Doce hasta el momento, que además están acompañados por altares que parecen ser más antiguos, aunque en este punto los expertos guardan todas las cautelas a falta de un estudio más exhaustivo de los restos.
En el grupo de enterramientos se mezclan los de inhumación y los de incineración. Se cree que los primeros son más antiguos que los segundos, ya que parte de lo quemado afecta a las inhumaciones, lo cual deja en evidencia que las incineraciones se hicieron con posterioridad. Las tumbas, aparecidas a unos dos metros de profundidad un nivel relativamente alto, se destaca son muy simples, "boquetes en la arena, con la excepción de una que cuenta con una tégula". Además, algunas son infantiles.
Aunque la cronología de algunas de las tumbas vendrá marcada por el análisis de las monedas que han aparecido en su interior, se cree que su antigüedad abarcaría una horquilla histórica que oscilaría entre mediados del siglo I a.C. hasta principios del II d.C.
Pero no fue éste el uso primitivo de la zona objeto de estudio arqueológico. Debajo de estos niveles romanos han aparecido restos que evidencian que su primer uso fue prehistórico. Así lo delatan los restos del Calcolítico hallados bajo las tumbas, y que corresponden fundamentalmente a material de sílex, como láminas, hojas talladas y cerámica a mano, aunque no han sido documentados restos de hábitat.
Una vez usado el solar en esta etapa prehistórica, se produjo el abandono de la zona, de manera que el terreno no volvería a ser utilizado hasta la época imperial romana. "No hay restos únicos; desde el Calcolítico hasta el siglo I no parece que haya nada intermedio", confirmaron ayer los expertos.
Desde la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía se explica, por último, que esta excavación se ha realizado como actividad arqueológica preventiva como es preceptivo y marca la ley y que ésta fue aprobada el pasado 5 de mayo por la Dirección General de Bienes Culturales. Los hallazgos, pues, se han hecho esperar, aunque se esperaban al encontrarse el solar en una zona de alta densidad arqueológica, por su correspondencia con la localización de la zona de necrópolis romana.
Veintidós enterramientos expoliados
Los resultados de la excavación realizada en la Avenida de Portugal con la Avenida de Andalucía dan a conocer que han sido finalmente veintidós los enterramientos descubiertos, fechados en el siglo IV d.C. y muchos de ellos con huesos removidos y "bastantes signos de expolio", informan desde la empresa Arqueogades, a quien se adjudicaron los trabajos. Se da la circunstancia de que dentro del solar apareció un único enterramiento, mientras que el resto se localizó en el lateral. La zona de necrópolis, que se encontraba, como en casos anteriores, delimitada por restos de ánforas clavadas en la arena, contaba también con una pequeña pileta anterior a los enterramientos, entre los cuales se contaban bastantes infantiles y que no depararon el hallazgo de ajuares.
Además, los arqueólogos explican que se localizó "material suelto" de época tardopúnica siglos II-I a.C, sobre todo de ánforas gaditanas.
Fuente: Aida R. Agraso, Diario de Cádiz, 7 de junio de 2005
Enlace: http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1403172&idcat=827
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Hallados treinta enterramientos y ajuares en el solar de Acacias
En las tumbas, fechadas entre el siglo I y el II d.C., han sido localizados ungüentarios, espejos, lucernas, jarras y un guerrero de terracota.
Las excavaciones arqueológicas preventivas que se está realizando en el solar de la calle Acacias, 25, donde se erigirá en un futuro próximo la sede del Colegio de Ingenieros, ha continuado deparando el hallazgo de diversos restos romanos que no sólo sirven para fechar su edad, sino que hablan del pasado de la ciudad. A la treintena de enterramientos localizados de diversas tipologías se suman los diversos objetos personales que, a modo de ajuares, acompañaron a los difuntos en su último viaje. Así, los arqueólogos han localizado ungüentarios, espejos, lucernas, jarras, un collar de cuentas y hasta una terracota de un guerrero ibérico que fue encontrado en una tumba infantil. Los restos, que ya han sido trasladados y depositados en el lugar preceptivo, se fechan entre la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II d.C., y bajo ellos se han hallado vestigios de la prehistoria reciente.
La excavación del solar comenzó el día 16 de mayo. Desde entonces, los arqueólogos Paloma Bueno Serrano e Isaac Legupín Tubío, de la empresa Arqueogades S.L. y directores de los trabajos, han recuperado diversos restos pertenecientes a la necrópolis romana. En concreto se han podido contar ya hasta una treintena de tumbas de distintas tipologías, respondiendo "por lo general a dos rituales de enterramiento diferentes: la inhumación y la incineración, predominando el primero sobre el segundo", explica la arqueóloga Paloma Bueno.
La mayoría de los enterramientos de inhumación que han sido excavados hasta el momento un total de diecinueve se realizan en fosa simple, "depositando los cadáveres envueltos en sudario, decúbito supino la mayoría, aunque también aparecen decúbito lateral derecho", indica. Sobre las incineraciones, la arqueóloga comenta que la mayoría responden al tipo bustum, "es decir, el cadáver se quema directamente sobre la arena, apareciendo los huesos quemados junto a los ajuares y los restos de las maderas que sirvieron para prender fuego".
Entre los tipos de enterramientos hallados, además de los hechos en fosa simple, se encuentran otros en cistas de sillares, en cistas fabricadas con tegulae (tejas) y cubiertas también de tegulae a dos aguas o en urnas de plomo cubiertas con ánforas. Y aunque la mayoría de estas tumbas alojaron a personas adultas, también se encuentran algunos enterramientos infantiles. En uno de ellos apareció la terracota de un guerrero ibérico, como parte de un ajuar que no fue el único localizado. "En la mayoría se han recuperado objetos de uso personal que fueron enterrados junto a los difuntos, como ungüentarios, espejos, lucernas, jarras y terracotas", explica la arqueóloga, quien añadió además que varias de las tumbas aparecían expoliadas.
Los encargados de los trabajos indican que los restos permiten, "en una primera aproximación y siempre con la debida cautela hasta que finalice la excavación", datar este sector de la necrópolis romana entre la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II d.C.
Pero el solar donde se construirá el Colegio de Ingenieros Industriales que ya plantea, según se ha podido saber, dejar constancia en el futuro inmueble de los restos hallados, tal y como se hizo en el edificio de la Tesorería también alberga, a mayor profundidad y en otros niveles arqueológicos, vestigios de la prehistoria reciente, como cerámicas realizadas a mano y gran cantidad de industria lítica fuera de su contexto original. El solar, en fin, está deparando hallazgos de interés.
Fuente: AIDA R. AGRASO, Diario de Cádiz, 23 de junio de 2005
Enlace: http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1471221&idcat=827
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