México. Descubren pirámides cubiertas de lodo y hierba en Veracruz
Foto: Unos cuarenta edificios prehispánicos mantienen en secreto su origen, cubiertos de tierra, lodo y hierba están en espera de ser estudiados por antropólogos cuando logren desenterrar las pirámides descubiertas en Tuxpan, en Veracruz
EFE, Veracruz (México), 11 de abril de 2005
Cubiertos de tierra, lodo y hierba unos 40 edificios prehispánicos mexicanos mantienen en secreto su origen, que los antropólogos intentarán revelar cuando logren desenterrar las pirámides descubiertas recientemente.
El tiempo se encargó de cubrir este sitio, localizado en Tuxpan, en el estado de Veracruz, sobre el Golfo de México.
El origen de los cuarenta edificios escalonados construidos a base de piedra y relleno de tierra aún está en discusión. Los especialistas mexicanos se inclinan por la cultura huasteca, una de las menos estudiadas en el Golfo de México, o por la totonaca.
Lo cierto es que antropólogos de la Universidad Veracruzana descubrieron que cuatro de esas edificaciones resaltan por ser bicúspides, es decir, tienen promontorios topográficos en la cima que parecen ser lugares de adoración prehispánicos, característicos de la cultura huasteca.
"Serían datos valiosos para ir formando lo que es la historia de la cultura huasteca", dijo a EFE el director del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana, Héctor Cuevas.
Los edificios están asentados en unas veinticinco hectáreas del municipio de Tuxpan, al norte de Veracruz, y al parecer pertenecen al período clásico (del año 600 al 900 de nuestra era).
Es escasa la información sobre las costumbres funerarias de la cultura huasteca, pero los antropólogos han deducido que existen dos tipos comunes de enterramientos.
Uno en el que se depositaba al difunto en un agujero hecho sencillamente en la tierra, y otro en la que el muerto se colocaba en construcciones arquitectónicas hechas ex profeso.
"Con este descubrimiento tendremos datos valiosos para ir formando la historia de la cultura huasteca, quizá encontrar más datos sobre las deidades, más datos sobre cómo sobrevivían y confirmar aún más cómo era su arquitectura", agregó el antropólogo.
La cultura huasteca floreció desde el preclásico, es decir mil 500 años antes de Cristo, hasta el posclásico, un poco antes de la llegada de los españoles a América.
"Los restos que encontramos en la zona son del periodo del clásico tardío, del año 600 al 900 después de Cristo", añadió el experto.
En el estado mexicano de Veracruz están identificadas cuatro mil 536 zonas arqueológicas que permanecen sepultadas por tierra o maleza y que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no tiene contemplado rehabilitar ni limpiar los sitios por falta de recursos.
"El abrir nuevas zonas es realmente muy costoso", dijo a EFE el delegado en Veracruz del INAH, Daniel Goeritz.
A estas cuatro mil 536 zonas arqueológicas enterradas se le sumó el reciente descubrimiento de los cuarenta edificios prehispánicos.
Fue el alcalde de Tuxpan, Jerónimo Folgueras, quien solicitó el apoyo de académicos y autoridades de la Universidad Veracruzana para elaborar un proyecto acorde con las necesidades del sitio y de las comunidades aledañas, pues la situación económica de la región es precaria.
La petición respondió al interés de que la zona arqueológica no tenga el mismo destino de otras que fueron descubiertas y devastadas por empresas que, sin el menor cuidado de las raíces veracruzanas, se asentaron y no hicieron el menor esfuerzo por hacer alguna acción de rescate o de conservación.
La autoridad municipal reveló que la zona arqueológica permaneció en secreto probablemente por su ubicación en terrenos comunales y el temor a que fuera expropiada.
"Desafortunadamente, las pirámides han sido devastadas, pues se sabe que los propietarios excavaron en busca de reliquias; además, se han utilizado piedras de estas pirámides para la construcción de casas cercanas al lugar", dijo el alcalde.
El antropólogo Héctor Cuevas comentó que en ocasiones se tiene el registro de los sitios arqueológicos pero no se dan a conocer para que turistas o habitantes del lugar no realicen saqueos y destruyan información importante para los expertos.
Desafortunadamente, dijo, las instituciones que realizan estudios y rescates de las zonas arqueológicas no cuentan con el presupuesto suficiente para atender todas, por lo que en ocasiones es preferible mantener en secreto los sitios y que la vegetación haga su parte al cubrirlos con su manto verde.
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Surgen claves de la cultura huasteca, la más desconocida de Mesoamérica
Por Raúl Cruz de Jesús, México, Crónica.com, 14 de abril de 2005
Con el descubrimiento de 40 edificios prehispánicos en Tuxpan, Veracruz se podrá desentrañar el enigma que envuelve a la cultura huasteca, una de las zonas menos exploradas de Mesoamerica. Dicho hallazgo es comparable al del Tajín, el cual logró descifrar las actividades y reglas bajo las cuales se regía la cultura totonaca, indicó el arqueólogo de la Universidad Veracruzana (UV), Mario Navarrete Hernández.
Las investigaciones de la zona huasteca se han concentrado más a los construcciones de carácter civil o ceremonial, que corresponde a las clases altas, dejando a un lado la arquitectura doméstica o del pueblo en general, por lo que la mayoría de la información corresponde a los primeros.
Sin embargo, la zona descubierta puede aportar datos relevantes de la secuencia histórica del Golfo de México, de su población, de las etnias que lo habitaron, sus filiaciones y de cuando fue fundada.
Cabe recordar que no es fácil establecer los límites que alcanzó la cultura Huasteca en la época prehispánica, porque fluctuaron conforme a diversos factores como las migraciones, guerras o cambios climáticos.
Tradicionalmente se han trazado los límites de la Huasteca prehispánica de la siguiente forma: al norte el río Soto la Marina, en Tamaulipas; al sur el río Cazones, en Veracruz; al oriente el Golfo de México y al poniente la Sierra Madre Oriental, que comprende parte de los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Querétaro, Hidalgo y una pequeña franja de Puebla.
Las zonas huastecas, hasta ahora conocidas, tiene vestigios de ocupación desde 1200 a.C., sin embargo, los materiales arqueológicos que identifican a dicha cultura como tal se remontan al periodo Formativo, de 1500 a 1000 a.C.
Existen objetos de la cultura huasteca en sitios al sur del río Cazones, como Tenextepec y Tecolutla; sin embargo, se deben considerar como zonas de transición. Respecto al Tajín, muchos estudiosos sostienen que sus pobladores eran de origen huasteco, pero su arquitectura, en lo fundamental, demuestra que lo integró un grupo distinto. A partir del Epiclásico y el Postclásico, los huastecas muestran clara influencia de la cultura mesoamericana, de la cual habían estado al margen.
Los huastecos estaban emparentados con los mayas y quedaron aislados durante siglos, hasta que al final del horizonte Clásico, de 600 a 700 d.C. pudieron establecer un intercambio importante con los pueblos mesoamericanos, por lo que su arquitectura y escultura experimentaron una notable evolución.
Esto coincide con la explicación de Navarrete Hernández se trata de una zona arqueológica que hasta el momento es difícil de precisar cronografía pero suponemos que fue habilitada entre el horizonte clásico y el preclásico. Al parecer pudo ser contemporánea del Tajín o más actual entre los siglos VIII y XII de nuestra era, afirmó.
De las primeras investigaciones resaltan cuatro edificaciones que son bicúspides, es decir, tienen promonotorios topográficos en la cima que parecen ser lugares de adoración característicos de la cultura huasteca, indicó Héctor Cuevas, director del Instituto de Antropología de la UV.
Las estructuras que van de uno a doce metros de altura pueden ofrecer datos valiosos para ir formando la historia de la cultura huasteca, quizá encontrar más datos sobre las deidades, más datos sobre como sobrevivían y confirmar más cómo era su arquitectura.
Navarrete Hernández explicó que debido a que los procesos de investigación y rescate son prolongados por el momento hemos propuesto al ayuntamiento de Tuxpan en convertir la zona en una parque-arqueológico, es decir, hacerlo una reserva ecológica que preserva las construcciones y a la naturaleza de la zona pues cerca de ella se encuentra un arroyo donde aún habitan especies en peligro de extinción como los cocodrilos.
Por el momento no habrá excavaciones pues estas sólo se hacen cuando algún edificio este a punto de colapsarse, que no es el caso de ninguno de ellos y lo que intentamos es mantener limpia la zona, evitar el vandalismo y reforestar las partes que sean necesarias.
El sitio que comprende 25 hectáreas de terreno fue saqueado por algunos pobladores que utilizaban los restos para construir sus casa, pero es algo que desafortunadamente sucede en todos los lugares donde se encuentran ruinas, la gente dice que bonita piedra y tallada y pues se las llevan, mencionó.
De ahí la importancia de asegurar la zona tenemos pensado en un museo abierto donde nadie toque las estructuras, además que sería una solución relativamente rápida. Un año aproximadamente, refirió.
Signos que descifran los orígenes
Cuatro de los vestigios son bicúspides es decir, tienen insignias topográficas en la cima con lo que se estima fueron lugares de adoración. Con ello sus dioses quedan al descubierto.
La zona aclarará la arquitectura doméstica que imperaba en esta cultura con lo que se obtendrán datos sobre las diferentes etnias que lo habitaron, sus filiaciones, sus actividades económicas, su forma de gobierno así como la fecha de su fundación.
Por su ubicación geográfica, la secuencia histórica del Golfo de México se descifrará y de esta manera los límites de los hustecos quedarán establecidos.
EFE, Veracruz (México), 11 de abril de 2005
Cubiertos de tierra, lodo y hierba unos 40 edificios prehispánicos mexicanos mantienen en secreto su origen, que los antropólogos intentarán revelar cuando logren desenterrar las pirámides descubiertas recientemente.
El tiempo se encargó de cubrir este sitio, localizado en Tuxpan, en el estado de Veracruz, sobre el Golfo de México.
El origen de los cuarenta edificios escalonados construidos a base de piedra y relleno de tierra aún está en discusión. Los especialistas mexicanos se inclinan por la cultura huasteca, una de las menos estudiadas en el Golfo de México, o por la totonaca.
Lo cierto es que antropólogos de la Universidad Veracruzana descubrieron que cuatro de esas edificaciones resaltan por ser bicúspides, es decir, tienen promontorios topográficos en la cima que parecen ser lugares de adoración prehispánicos, característicos de la cultura huasteca.
"Serían datos valiosos para ir formando lo que es la historia de la cultura huasteca", dijo a EFE el director del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana, Héctor Cuevas.
Los edificios están asentados en unas veinticinco hectáreas del municipio de Tuxpan, al norte de Veracruz, y al parecer pertenecen al período clásico (del año 600 al 900 de nuestra era).
Es escasa la información sobre las costumbres funerarias de la cultura huasteca, pero los antropólogos han deducido que existen dos tipos comunes de enterramientos.
Uno en el que se depositaba al difunto en un agujero hecho sencillamente en la tierra, y otro en la que el muerto se colocaba en construcciones arquitectónicas hechas ex profeso.
"Con este descubrimiento tendremos datos valiosos para ir formando la historia de la cultura huasteca, quizá encontrar más datos sobre las deidades, más datos sobre cómo sobrevivían y confirmar aún más cómo era su arquitectura", agregó el antropólogo.
La cultura huasteca floreció desde el preclásico, es decir mil 500 años antes de Cristo, hasta el posclásico, un poco antes de la llegada de los españoles a América.
"Los restos que encontramos en la zona son del periodo del clásico tardío, del año 600 al 900 después de Cristo", añadió el experto.
En el estado mexicano de Veracruz están identificadas cuatro mil 536 zonas arqueológicas que permanecen sepultadas por tierra o maleza y que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no tiene contemplado rehabilitar ni limpiar los sitios por falta de recursos.
"El abrir nuevas zonas es realmente muy costoso", dijo a EFE el delegado en Veracruz del INAH, Daniel Goeritz.
A estas cuatro mil 536 zonas arqueológicas enterradas se le sumó el reciente descubrimiento de los cuarenta edificios prehispánicos.
Fue el alcalde de Tuxpan, Jerónimo Folgueras, quien solicitó el apoyo de académicos y autoridades de la Universidad Veracruzana para elaborar un proyecto acorde con las necesidades del sitio y de las comunidades aledañas, pues la situación económica de la región es precaria.
La petición respondió al interés de que la zona arqueológica no tenga el mismo destino de otras que fueron descubiertas y devastadas por empresas que, sin el menor cuidado de las raíces veracruzanas, se asentaron y no hicieron el menor esfuerzo por hacer alguna acción de rescate o de conservación.
La autoridad municipal reveló que la zona arqueológica permaneció en secreto probablemente por su ubicación en terrenos comunales y el temor a que fuera expropiada.
"Desafortunadamente, las pirámides han sido devastadas, pues se sabe que los propietarios excavaron en busca de reliquias; además, se han utilizado piedras de estas pirámides para la construcción de casas cercanas al lugar", dijo el alcalde.
El antropólogo Héctor Cuevas comentó que en ocasiones se tiene el registro de los sitios arqueológicos pero no se dan a conocer para que turistas o habitantes del lugar no realicen saqueos y destruyan información importante para los expertos.
Desafortunadamente, dijo, las instituciones que realizan estudios y rescates de las zonas arqueológicas no cuentan con el presupuesto suficiente para atender todas, por lo que en ocasiones es preferible mantener en secreto los sitios y que la vegetación haga su parte al cubrirlos con su manto verde.
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Surgen claves de la cultura huasteca, la más desconocida de Mesoamérica
Por Raúl Cruz de Jesús, México, Crónica.com, 14 de abril de 2005
Con el descubrimiento de 40 edificios prehispánicos en Tuxpan, Veracruz se podrá desentrañar el enigma que envuelve a la cultura huasteca, una de las zonas menos exploradas de Mesoamerica. Dicho hallazgo es comparable al del Tajín, el cual logró descifrar las actividades y reglas bajo las cuales se regía la cultura totonaca, indicó el arqueólogo de la Universidad Veracruzana (UV), Mario Navarrete Hernández.
Las investigaciones de la zona huasteca se han concentrado más a los construcciones de carácter civil o ceremonial, que corresponde a las clases altas, dejando a un lado la arquitectura doméstica o del pueblo en general, por lo que la mayoría de la información corresponde a los primeros.
Sin embargo, la zona descubierta puede aportar datos relevantes de la secuencia histórica del Golfo de México, de su población, de las etnias que lo habitaron, sus filiaciones y de cuando fue fundada.
Cabe recordar que no es fácil establecer los límites que alcanzó la cultura Huasteca en la época prehispánica, porque fluctuaron conforme a diversos factores como las migraciones, guerras o cambios climáticos.
Tradicionalmente se han trazado los límites de la Huasteca prehispánica de la siguiente forma: al norte el río Soto la Marina, en Tamaulipas; al sur el río Cazones, en Veracruz; al oriente el Golfo de México y al poniente la Sierra Madre Oriental, que comprende parte de los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Querétaro, Hidalgo y una pequeña franja de Puebla.
Las zonas huastecas, hasta ahora conocidas, tiene vestigios de ocupación desde 1200 a.C., sin embargo, los materiales arqueológicos que identifican a dicha cultura como tal se remontan al periodo Formativo, de 1500 a 1000 a.C.
Existen objetos de la cultura huasteca en sitios al sur del río Cazones, como Tenextepec y Tecolutla; sin embargo, se deben considerar como zonas de transición. Respecto al Tajín, muchos estudiosos sostienen que sus pobladores eran de origen huasteco, pero su arquitectura, en lo fundamental, demuestra que lo integró un grupo distinto. A partir del Epiclásico y el Postclásico, los huastecas muestran clara influencia de la cultura mesoamericana, de la cual habían estado al margen.
Los huastecos estaban emparentados con los mayas y quedaron aislados durante siglos, hasta que al final del horizonte Clásico, de 600 a 700 d.C. pudieron establecer un intercambio importante con los pueblos mesoamericanos, por lo que su arquitectura y escultura experimentaron una notable evolución.
Esto coincide con la explicación de Navarrete Hernández se trata de una zona arqueológica que hasta el momento es difícil de precisar cronografía pero suponemos que fue habilitada entre el horizonte clásico y el preclásico. Al parecer pudo ser contemporánea del Tajín o más actual entre los siglos VIII y XII de nuestra era, afirmó.
De las primeras investigaciones resaltan cuatro edificaciones que son bicúspides, es decir, tienen promonotorios topográficos en la cima que parecen ser lugares de adoración característicos de la cultura huasteca, indicó Héctor Cuevas, director del Instituto de Antropología de la UV.
Las estructuras que van de uno a doce metros de altura pueden ofrecer datos valiosos para ir formando la historia de la cultura huasteca, quizá encontrar más datos sobre las deidades, más datos sobre como sobrevivían y confirmar más cómo era su arquitectura.
Navarrete Hernández explicó que debido a que los procesos de investigación y rescate son prolongados por el momento hemos propuesto al ayuntamiento de Tuxpan en convertir la zona en una parque-arqueológico, es decir, hacerlo una reserva ecológica que preserva las construcciones y a la naturaleza de la zona pues cerca de ella se encuentra un arroyo donde aún habitan especies en peligro de extinción como los cocodrilos.
Por el momento no habrá excavaciones pues estas sólo se hacen cuando algún edificio este a punto de colapsarse, que no es el caso de ninguno de ellos y lo que intentamos es mantener limpia la zona, evitar el vandalismo y reforestar las partes que sean necesarias.
El sitio que comprende 25 hectáreas de terreno fue saqueado por algunos pobladores que utilizaban los restos para construir sus casa, pero es algo que desafortunadamente sucede en todos los lugares donde se encuentran ruinas, la gente dice que bonita piedra y tallada y pues se las llevan, mencionó.
De ahí la importancia de asegurar la zona tenemos pensado en un museo abierto donde nadie toque las estructuras, además que sería una solución relativamente rápida. Un año aproximadamente, refirió.
Signos que descifran los orígenes
Cuatro de los vestigios son bicúspides es decir, tienen insignias topográficas en la cima con lo que se estima fueron lugares de adoración. Con ello sus dioses quedan al descubierto.
La zona aclarará la arquitectura doméstica que imperaba en esta cultura con lo que se obtendrán datos sobre las diferentes etnias que lo habitaron, sus filiaciones, sus actividades económicas, su forma de gobierno así como la fecha de su fundación.
Por su ubicación geográfica, la secuencia histórica del Golfo de México se descifrará y de esta manera los límites de los hustecos quedarán establecidos.
29 comentarios
omar o.p. pzrxalapa -
willy -
Victor A -
gustavo perez s -
homar -
nephtali -
MANUEL -
ME DA GUSTO SABER QUE NUESTRO TUXPAN ES DUEÑO DE HISTORIA NACIONAL SIEMPRE HE SABIDO DE LA EXISTENCIA DE LAS PIRAMIDES DE TABUCO Y ESTE HALLAZGO ME PARECE FASCINANTE ESPERO QUE LAS AUTIRIDADES LUCHEN POR SACAR A LA LUZ LA CULTURA HUASTECA YA QUE ES UNA DE LAS MAS RICAS EN COSTUMBRE Y TRADICIONES SE DICE TAMBIEN QUE EN LA LAGUNA DE TAMPAMACHOCO SE ENCUENTRA UNA PIRAMIDE BAJO EL AGUA ESTO LO CUENTA UN ANCIANO QUE VIVE CERCA DEL PANTEON DE LA MATA. ESPERO QUE SE SIGA INVESTIGANDO Y SE DESCUBRAN NUEVOS VESTIGIOS ARQUELOGICOS. SALUDOS Y TRABAJEMOS JUNTOS.
ALEJANDRO MARTINEZ -
erick -
kruegger -
Olivia Ortiz Rivas -
juan manuel del angel -
erika oble -
jesus roman -
angel -
Julio César -
laura -
maria jimena -
Jaime Benavides -
Gracias
Fruela -
Yo trabajo ahi mismo. Puedo ir caminando incluso. Las ruinas están totalmente cubiertas de vegetación. He visto incluso fotos aéreas y no se puede identificar prácticamente nada. De hecho es que ni se puede entrar al recinto vallado. Pudiera ser que la foto no se corresponda al hallazgo o que haya sido tomada en otra circunstancia. Si tienen más fotos podría ayudar a confirmarlo.
Es cierto que el área es zona industrial e incluso se construirá próximamente una autopista a unos 2 km de las ruinas del Tabuco. Estas se encuentran justo a la rivera del río.
Fruela -
Lo de los cocodrilos es cierto. Abundan bastante.
Un saludo desde México a todos los foristas habituales de siempre.
david lemus -
ENRIQUE DEL ANGEL -
Cap Pablo Nery Cruz -
Melesio Lopez -
Anónimo -
alberto casas -
Manuel -
janet -
de piramides