El «enigma» de la vasija egipcia de la Vila Joiosa
Los expertos tardan cuatro años en recuperar y descifrar el jeroglífico de la pieza hallada en la necrópolis de «Casetes»
Por C. Ferrer, Benidorm, Levante EMV Digital, miércoles 15 de diciembre de 2004
Cuatro años de trabajo e investigación han sido necesarios para recuperar la vasija egipcia hallada en la Vila Joiosa y en descifrar el jeroglífico que rodea su cuello. La pieza, que ahora, por fin, se expone en el Museo Arqueológico de la población, es un ejemplar único en la Península Ibérica, una vasija de fayenza egipcia, llevada a la Vila Joiosa por los fenicios hacia el año 600 antes de Cristo. La cantimplora fue creada para contener agua del río Nilo, recogida el día de la crecida que se producía el 16 de julio, y que marcaba el año nuevo egipcio. El agua recogida ese día se consideraba milagrosa, con propiedades curativas, y se ponía a la venta con la cantimplora.
La pieza fue descubierta en el 2000, en una tumba de la necrópolis de «Casetes», próximo a la antigua panificadora Jonense. Las excavaciones arqueológicas que desarrolló José Ramón García dieron sus frutos y permitieron este hallazgo histórico. La pieza se depositó en su día en la tumba para favorecer la vida eterna del difunto, pero antes se vació su contenido sobre el finado, porque creían que el agua del Nilo traía la vida al valle de Egipto y esto podría ayudar a que un fallecido obtuviera una nueva vida en el más allá.
Es habitual que estas cantimploras contengan inscripciones en sus laterales. Unas inscripciones en alfabeto jeroglífico que han sido por fin traducidas y que dicen: «¡Qué el dios Ptah abra un feliz año a su dueño!» y «¡Qué la diosa Neit dé vida y salud a su dueño!».
La sala arqueológica, inaugurada en mayo del presente año, alberga unas 350 piezas expuestas y desde el museo se están prestando continuamente algunas de ellas para exposiciones temporales. Las numerosas joyas y objetos orientales (fenicios, egipcios y griegos) y del Mediterráneo central y occidental (etruscos, púnicos y tartesios) revelan además su relevancia como puerto marítimo en épocas pasadas. Y es que La Vila Joiosa tiene en su término municipal dos necrópolis, las dos más grandes y más duraderas de la Península Ibérica, puesto que permanecieron unos mil años, desde finales del s. VII hasta el s. VI antes de Cristo.
La importancia histórica de los fondos que contiene el Museo de Arqueología de la Vila Joiosa es tal que el mismo Museo del Louvre de París solicitó al Ayuntamiento vilero el traslado temporal de un collar fenicio, hallado en la necrópolis de Poble Nou perteneciente a un rey o caballero vilero que vivió en el siglo V antes de Cristo el pasado verano. La pieza se hallaba expuesta en la Sala Arqueológica municipal y fue reclamada por el museo francés para formar parte de la exposición Los Fenicios en el Mediterráneo. El collar fue hallado en 1996 enterrado en una tumba, construida expresamente para la joya, junto a un enterramiento especial del que se presupone su propietario, un rey local de La Vila o un caballero importante de la época (siglo V a. C.) a juzgar por el armamento y las piezas griegas y fenicias que se encontraron en esta necrópolis.
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DESCUBREN UN TESORO CON JOYAS EGIPCIAS EN LA NECROPOLIS DE LA VILA
Los arqueólogos aseguran que es la primera vez que se encuentran en la Comunidad Valenciana objetos similares procedentes de Egipto.
Por C. FUSTER (Benidorm), Diario Información, 15 de diciembre de 2000
Las excavaciones en la necrópolis de «Les Casetes» de La Vila Joiosa han puesto al descubierto un tesoro con joyas , amuletos y armas que los arqueólogos no dudan en calificar como uno de los más importantes de la península Ibérica.
El tesoro lo integran cincuenta objetos y piezas con rasgos orientalizantes de los siglos VII y VI a.d.C.. Destacan los cinco collares de oro fenicios, los amuletos y las armas (cuchillos, jabalinas y lanzas) con representaciones simbólicas de divinidades egipcias como Horus, Ra y las serpientes sagradas. Junto a esto, se han descubierto máscaras demoníacas de pasta vítrea, anillos y pendientes de oro y plata, huevos de avestruz decorados, platos y algunas piezas excepcionales como una botella de fanyeza «la cual probablemente contenía agua sagrada del Nilo que se incorporaba al ajuar de los muertos» destacaron ayer los técnicos.
Tanto el arqueólogo municipal, Antonio Espinosa como el director de la excavación, José Ramón García, han subrayado las enormes dimensiones de la necrópolis de la que tan sólo se han excavado 700 metros pero que alcanza probablemente los 4.000 m2. Espinosa remarcó que es una buena muestra de la evolución del arte de enterramiento de los iberos más antiguos hasta la época romana más avanzada «pues la necrópolis abarca un período muy largo en el tiempo extendiéndose hasta el siglo III d.C.».
Los técnicos aseguraron que estos objetos son el primer testimonio en la Comunidad Valenciana de piezas procedentes de Egipto «comparables a otros tesoros de primera magnitud como el de La Aliseda en Cáceres o El Carambolo en Sevilla».
José Ramón García afirma que los símbolos egipcios, «posiblemente procedentes de la ciudad de Rodas», los utilizaban los iberos para sus ritos funerarios. Estos collares se suman al collar de oro de cuarenta piezas hallado en la necrópolis del Poble Nou en 1996. Espinosa incide en el hecho de que no son comunes los hallazgos de collares «generalmente se suele descubrir una sola pieza y no el collar entero, nosotros parece que estamos casi ya acostumbrados a encontrárnoslos completos». La importancia de todos estos hallazgos reside también en la peculiariedad de haberse encontrado donde originariamente se depositaron. «Esto -explica Espinosa- permitirá que fechemos con exactitud muchas de las piezas».
La antigua ciudad Alonis sepultada bajo La Vila
El yacimiento de «Les Casetes» es una de las dos grandes necrópolis de la ciudad ibérica situada bajo el casco antiguo de La Vila. Esta ciudad se viene identificando por el Servicio Municipal de Arqueología y por otros investigadores, con la antigua ciudad comercial Alonis mencionada por las fuentes clásicas. El solar de «Les Casetes» es una pequeña parte de una inmensa necrópolis dispuesta a lo largo de un antiguo camino cuyo trazado todavía hoy se puede seguir.
Hasta el momento se han desenterrado 41 tumbas, todas ellas de cremación. También se ha documentado una zona industrial formada por dos hornos posiblemente con funciones metalúrgicas. La necrópolis fue descubierta en 1959 durante unas obras en las que aparecieron tumbas romanas de los siglos I a III d.C.
Por C. Ferrer, Benidorm, Levante EMV Digital, miércoles 15 de diciembre de 2004
Cuatro años de trabajo e investigación han sido necesarios para recuperar la vasija egipcia hallada en la Vila Joiosa y en descifrar el jeroglífico que rodea su cuello. La pieza, que ahora, por fin, se expone en el Museo Arqueológico de la población, es un ejemplar único en la Península Ibérica, una vasija de fayenza egipcia, llevada a la Vila Joiosa por los fenicios hacia el año 600 antes de Cristo. La cantimplora fue creada para contener agua del río Nilo, recogida el día de la crecida que se producía el 16 de julio, y que marcaba el año nuevo egipcio. El agua recogida ese día se consideraba milagrosa, con propiedades curativas, y se ponía a la venta con la cantimplora.
La pieza fue descubierta en el 2000, en una tumba de la necrópolis de «Casetes», próximo a la antigua panificadora Jonense. Las excavaciones arqueológicas que desarrolló José Ramón García dieron sus frutos y permitieron este hallazgo histórico. La pieza se depositó en su día en la tumba para favorecer la vida eterna del difunto, pero antes se vació su contenido sobre el finado, porque creían que el agua del Nilo traía la vida al valle de Egipto y esto podría ayudar a que un fallecido obtuviera una nueva vida en el más allá.
Es habitual que estas cantimploras contengan inscripciones en sus laterales. Unas inscripciones en alfabeto jeroglífico que han sido por fin traducidas y que dicen: «¡Qué el dios Ptah abra un feliz año a su dueño!» y «¡Qué la diosa Neit dé vida y salud a su dueño!».
La sala arqueológica, inaugurada en mayo del presente año, alberga unas 350 piezas expuestas y desde el museo se están prestando continuamente algunas de ellas para exposiciones temporales. Las numerosas joyas y objetos orientales (fenicios, egipcios y griegos) y del Mediterráneo central y occidental (etruscos, púnicos y tartesios) revelan además su relevancia como puerto marítimo en épocas pasadas. Y es que La Vila Joiosa tiene en su término municipal dos necrópolis, las dos más grandes y más duraderas de la Península Ibérica, puesto que permanecieron unos mil años, desde finales del s. VII hasta el s. VI antes de Cristo.
La importancia histórica de los fondos que contiene el Museo de Arqueología de la Vila Joiosa es tal que el mismo Museo del Louvre de París solicitó al Ayuntamiento vilero el traslado temporal de un collar fenicio, hallado en la necrópolis de Poble Nou perteneciente a un rey o caballero vilero que vivió en el siglo V antes de Cristo el pasado verano. La pieza se hallaba expuesta en la Sala Arqueológica municipal y fue reclamada por el museo francés para formar parte de la exposición Los Fenicios en el Mediterráneo. El collar fue hallado en 1996 enterrado en una tumba, construida expresamente para la joya, junto a un enterramiento especial del que se presupone su propietario, un rey local de La Vila o un caballero importante de la época (siglo V a. C.) a juzgar por el armamento y las piezas griegas y fenicias que se encontraron en esta necrópolis.
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DESCUBREN UN TESORO CON JOYAS EGIPCIAS EN LA NECROPOLIS DE LA VILA
Los arqueólogos aseguran que es la primera vez que se encuentran en la Comunidad Valenciana objetos similares procedentes de Egipto.
Por C. FUSTER (Benidorm), Diario Información, 15 de diciembre de 2000
Las excavaciones en la necrópolis de «Les Casetes» de La Vila Joiosa han puesto al descubierto un tesoro con joyas , amuletos y armas que los arqueólogos no dudan en calificar como uno de los más importantes de la península Ibérica.
El tesoro lo integran cincuenta objetos y piezas con rasgos orientalizantes de los siglos VII y VI a.d.C.. Destacan los cinco collares de oro fenicios, los amuletos y las armas (cuchillos, jabalinas y lanzas) con representaciones simbólicas de divinidades egipcias como Horus, Ra y las serpientes sagradas. Junto a esto, se han descubierto máscaras demoníacas de pasta vítrea, anillos y pendientes de oro y plata, huevos de avestruz decorados, platos y algunas piezas excepcionales como una botella de fanyeza «la cual probablemente contenía agua sagrada del Nilo que se incorporaba al ajuar de los muertos» destacaron ayer los técnicos.
Tanto el arqueólogo municipal, Antonio Espinosa como el director de la excavación, José Ramón García, han subrayado las enormes dimensiones de la necrópolis de la que tan sólo se han excavado 700 metros pero que alcanza probablemente los 4.000 m2. Espinosa remarcó que es una buena muestra de la evolución del arte de enterramiento de los iberos más antiguos hasta la época romana más avanzada «pues la necrópolis abarca un período muy largo en el tiempo extendiéndose hasta el siglo III d.C.».
Los técnicos aseguraron que estos objetos son el primer testimonio en la Comunidad Valenciana de piezas procedentes de Egipto «comparables a otros tesoros de primera magnitud como el de La Aliseda en Cáceres o El Carambolo en Sevilla».
José Ramón García afirma que los símbolos egipcios, «posiblemente procedentes de la ciudad de Rodas», los utilizaban los iberos para sus ritos funerarios. Estos collares se suman al collar de oro de cuarenta piezas hallado en la necrópolis del Poble Nou en 1996. Espinosa incide en el hecho de que no son comunes los hallazgos de collares «generalmente se suele descubrir una sola pieza y no el collar entero, nosotros parece que estamos casi ya acostumbrados a encontrárnoslos completos». La importancia de todos estos hallazgos reside también en la peculiariedad de haberse encontrado donde originariamente se depositaron. «Esto -explica Espinosa- permitirá que fechemos con exactitud muchas de las piezas».
La antigua ciudad Alonis sepultada bajo La Vila
El yacimiento de «Les Casetes» es una de las dos grandes necrópolis de la ciudad ibérica situada bajo el casco antiguo de La Vila. Esta ciudad se viene identificando por el Servicio Municipal de Arqueología y por otros investigadores, con la antigua ciudad comercial Alonis mencionada por las fuentes clásicas. El solar de «Les Casetes» es una pequeña parte de una inmensa necrópolis dispuesta a lo largo de un antiguo camino cuyo trazado todavía hoy se puede seguir.
Hasta el momento se han desenterrado 41 tumbas, todas ellas de cremación. También se ha documentado una zona industrial formada por dos hornos posiblemente con funciones metalúrgicas. La necrópolis fue descubierta en 1959 durante unas obras en las que aparecieron tumbas romanas de los siglos I a III d.C.
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