La Carisa seguirá desenterrando la Historia
Los arqueólogos ampliarán sus investigaciones en el campamento romano y la muralla astur en 2005, tras los importantes hallazgos de este año.
Por José A. ORDÓÑEZ, La Nueva España, Lena / Aller
Las excavaciones arqueológicas en el enclave astur-romano de La Carisa continuarán el próximo verano. La importancia de los hallazgos de las dos últimas campañas en el entorno del monte Curriechos, justo en el límite entre los concejos de Lena y de Aller, motiva la ampliación de unas investigaciones que, con el patrocinio de Cajastur, están llevando a cabo los arqueólogos Jorge Camino, Yolanda Viniegra y Rogelio Estrada.
Con vistas a la próxima campaña de excavaciones, los arqueólogos se plantean tres objetivos fundamentales: definir con exactitud el perímetro del campamento romano del monte Curriechos, estudiar la zona de retaguardia de la defensa indígena del pico Homón de Faro, que apenas ha sido investigada en los años precedentes, y averiguar si la muralla astur fue construida sobre otra más antigua que habría sido arrasada por los romanos.
Además, los expertos también tienen pensado estudiar los recursos acuíferos del emplazamiento imperial, con el objeto de tratar de averiguar cuántos legionarios pudo albergar el campamento, así como llevar a cabo otra serie de comprobaciones complementarias.
Mientras, los ayuntamientos de Lena y Aller siguen adelante con los proyectos para construir dos centros de interpretación sobre la zona, uno en cada concejo. El allerano se fijará especialmente en la vía Carisa, el principal acceso de los legionarios hacia la región, mientras que el lenense estará especializado en los hallazgos arqueológicos y como elemento principal podría contar con una gran maqueta de la zona.
Por su lado, la Consejería de Cultura ya ha iniciado los trámites para la protección del enclave a través de su declaración como bien de interés cultural (BIC). Los ayuntamientos de Lena y Aller han solicitado oficialmente la concesión de la figura y el director general de Cultura, Carlos Madera, indicó hace unos meses que su departamento está dispuesto a acelerar al máximo todos los trámites.
El conjunto de La Carisa está integrado por la vía romana, el campamento imperial y una gran línea defensiva indígena. El campamento tiene una extensión aproximada de quince hectáreas, tres veces más de lo que se pensaba en un primer momento. En principio, tendría capacidad para dos legiones, es decir, entre 9.000 y 10.0000 soldados.
El hallazgo de una moneda acuñada por Publio Carisio, el dirigente romano que impulsó la construcción de la vía Carisa, ha permitido datar la construcción del campamento en el 25 antes de Cristo. Los expertos han confirmado que la plaza fuerte está erigida sobre otra levantada en una campaña anterior y que fue abandonada precipitadamente por las tropas imperiales, puede que obligadas por el asedio al que fueron sometidos por los astures.
La fisonomía del emplazamiento romano, que estuvo ocupado por integrantes de la legión V «Alaudæ», es la clásica de la época imperial, si bien una de sus principales características es que está situado a mayor altitud de cuantos se conocen en Europa. El monte Curriechos está a 1.728 metros sobre el nivel del mar.
El sistema defensivo astur se prolonga durante 400 metros a lo largo del pico Homón de Faro, situado a un kilómetro en línea recta de Curriechos y en un emplazamiento estratégico para cortar el paso de las legiones romanas por la vía Carisa. La plaza fuerte indígena está compuesta por un pequeño foso, un escarpe rocoso y una gran muralla de cuatro metros de alto por seis de ancho.
El resultado de las investigaciones efectuadas por Camino, Viniegra y Estrada durante los dos últimos años en el entorno de La Carisa será recogido en una publicación que los expertos ya están preparando y que podría ver la luz la próxima primavera. Pese a ello, los arqueólogos estiman que el enclave seguirá ofreciendo información sobre la romanización de Asturias durante varios años.
Por José A. ORDÓÑEZ, La Nueva España, Lena / Aller
Las excavaciones arqueológicas en el enclave astur-romano de La Carisa continuarán el próximo verano. La importancia de los hallazgos de las dos últimas campañas en el entorno del monte Curriechos, justo en el límite entre los concejos de Lena y de Aller, motiva la ampliación de unas investigaciones que, con el patrocinio de Cajastur, están llevando a cabo los arqueólogos Jorge Camino, Yolanda Viniegra y Rogelio Estrada.
Con vistas a la próxima campaña de excavaciones, los arqueólogos se plantean tres objetivos fundamentales: definir con exactitud el perímetro del campamento romano del monte Curriechos, estudiar la zona de retaguardia de la defensa indígena del pico Homón de Faro, que apenas ha sido investigada en los años precedentes, y averiguar si la muralla astur fue construida sobre otra más antigua que habría sido arrasada por los romanos.
Además, los expertos también tienen pensado estudiar los recursos acuíferos del emplazamiento imperial, con el objeto de tratar de averiguar cuántos legionarios pudo albergar el campamento, así como llevar a cabo otra serie de comprobaciones complementarias.
Mientras, los ayuntamientos de Lena y Aller siguen adelante con los proyectos para construir dos centros de interpretación sobre la zona, uno en cada concejo. El allerano se fijará especialmente en la vía Carisa, el principal acceso de los legionarios hacia la región, mientras que el lenense estará especializado en los hallazgos arqueológicos y como elemento principal podría contar con una gran maqueta de la zona.
Por su lado, la Consejería de Cultura ya ha iniciado los trámites para la protección del enclave a través de su declaración como bien de interés cultural (BIC). Los ayuntamientos de Lena y Aller han solicitado oficialmente la concesión de la figura y el director general de Cultura, Carlos Madera, indicó hace unos meses que su departamento está dispuesto a acelerar al máximo todos los trámites.
El conjunto de La Carisa está integrado por la vía romana, el campamento imperial y una gran línea defensiva indígena. El campamento tiene una extensión aproximada de quince hectáreas, tres veces más de lo que se pensaba en un primer momento. En principio, tendría capacidad para dos legiones, es decir, entre 9.000 y 10.0000 soldados.
El hallazgo de una moneda acuñada por Publio Carisio, el dirigente romano que impulsó la construcción de la vía Carisa, ha permitido datar la construcción del campamento en el 25 antes de Cristo. Los expertos han confirmado que la plaza fuerte está erigida sobre otra levantada en una campaña anterior y que fue abandonada precipitadamente por las tropas imperiales, puede que obligadas por el asedio al que fueron sometidos por los astures.
La fisonomía del emplazamiento romano, que estuvo ocupado por integrantes de la legión V «Alaudæ», es la clásica de la época imperial, si bien una de sus principales características es que está situado a mayor altitud de cuantos se conocen en Europa. El monte Curriechos está a 1.728 metros sobre el nivel del mar.
El sistema defensivo astur se prolonga durante 400 metros a lo largo del pico Homón de Faro, situado a un kilómetro en línea recta de Curriechos y en un emplazamiento estratégico para cortar el paso de las legiones romanas por la vía Carisa. La plaza fuerte indígena está compuesta por un pequeño foso, un escarpe rocoso y una gran muralla de cuatro metros de alto por seis de ancho.
El resultado de las investigaciones efectuadas por Camino, Viniegra y Estrada durante los dos últimos años en el entorno de La Carisa será recogido en una publicación que los expertos ya están preparando y que podría ver la luz la próxima primavera. Pese a ello, los arqueólogos estiman que el enclave seguirá ofreciendo información sobre la romanización de Asturias durante varios años.
1 comentario
telmo -
tengo una vista del sig pac