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Kom Ombo - Templo de Sobek y Haroeris

Kom Ombo (كوم أمبو) es una villa agrícola de Egipto de unos 60.000 habitantes, situada en la ribera oriental del río Nilo, a 40 kilómetros al norte de Asuán y a 165 kilómetros al sur de Luxor. Existe una numerosa población nubia procedente del sur, desplazados por la construcción del lago Nasser. El emplazamiento es conocido en la actualidad por su templo de época ptolemaica.

Situación: 24º 27' N 32º 57' E
Nombre egipcio: Nubt o Nubet. Nombre griego: Ombos. Nombre árabe: Kom Ombo
(No debe confundirse con la ciudad situada al norte de Naqada del mismo nombre: Ombos)

En su origen, fue un asentamiento llamado Nubt, del egipcio nbt, que significa "Ciudad de Oro". Por su situación, disfrutaba del control sobre la s rutas comerciales que se dirigían desde Nubia a través del Valle del Nilo, si bien su importancia creció con la construcción del templo en el siglo II a.C.

En la época griega, la ciudad estaba en la Tebaida, y era la capital del nomo Ombita (el nomo I del Alto Egipto), en la ribera oriental del Nilo. Ombos fue una fortificación militar bajo todas las dinastías egipcias, con los faraones, hasta los ptolomeos y los romanos, y disfrutaba de mucha fama por la grandiosidad de sus templos y su tradicional enemistad con los habitantes de Tentyris (Dendera).

Los templos

Subsisten dos templos, construidos con la piedra obtenida de las canteras vecinas. El más notorio de los dos se yergue sobre una colina arenosa y parece haber sido una especie de Panteón dado que, de acuerdo con las inscripciones conocidas, le había sido dedicado a Haroeris (Apolo) y las demás deidades del nomo Ombita por los soldados acuartelados allí.

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El templo más pequeño, en el noroeste, estaba dedicado a Isis. Ambos poseen una arquitectura imponente y todavía conservan los brillantes colores con los que los adornaron sus constructores. Datan de la época ptolemaica, con la excepción de una entrada de piedra caliza, construida dentro de un muro de adobe. Constituía una parte de un templo construido por Tutmosis III en honor del dios, encarnado en cocodrilo, Sobek.

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El templo de Kom Ombo, conocido también como templo de Sobek y Haroeris está en ruinas, pero resulta imponente, especialmente por su ubicación, que lo hace destacar al lado del Nilo. Fue excavado por Jacques de Morgan hacia 1893. Es un edificio inusual, completamente simétrico, con dos entradas, dos salas hipóstilas y dos santuarios. Esto se debe a que está dedicado a dos dioses: el lado izquierdo al dios halcón Haroeris (Horus el viejo o el grande) y el derecho a Sobek, divinidad local con cabeza de cocodrilo.

Lo comenzó a construir Ptolomeo VI en el siglo II a.C, siendo Kom Ombo capital de un nomo del Alto Egipto, y lo terminó Ptolomeo XII en el siglo I a.C. El emperador romano Augusto le añadió el pilono de la entrada hacia 30 a.C. En el local hubo un santuario más pequeño de la época de Tutmosis II encontrándose vestigios que datan de la Dinastía XVIII (1.550 a 1.063 a.C.)

Descripción

La planta, parecida a la del templo de Edfu, consta de un patio, dos salas (una de ellas, el pronaos) y tres vestíbulos (en vez de los dos de Edfu). Tiene, sin embargo, dos ambulacros misteriosos (sólo hay uno en Edfu), dispuestos en tres lados, alrededor de las cámaras.

En la fachada se disponen dos entradas, y a cada una de ellas corresponde un templo, paralelos entre sí. A pesar de esta bipartición arquitectónica estricta, las dos partes están unidas, muchos recintos son comunes e incluso en ambas se tributaban honores a las dos divinidades. el pilono está decorado con bajorrelieves del emperador romano Domiciano haciéndole ofrendas a la tríada de Sobek.

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El patio está en ruinas, con los muros laterales y el pórtico destruidos. En las dos puertas que conducen al interior hay inscripciones y relieves con el nombre de Tiberio. A ambos lados de la doble puerta hay representaciones de Ptolomeo XII Neo Dionisio siendo purificado por Horus y Thot en presencia de Sobek (a la derecha) y de Haroeris (a la izquierda).

Desde él, dos puertas llevan a la primera sala hipóstila, el pronaos. En ella, hay grabadas escenas protagonizadas por Haroeris en el muro izquierdo y por Sobek en el derecho. Las columnas están talladas con lotos del Alto Egipto y papiros del delta del Nilo. En los muros, representaciones rituales relacionadas con la purificación del rey, la consagración del templo y las dos tríadas, con los nombres de Ptolomeo VIII Evergetes II, Cleopatra II y Ptolomeo XII Neo Dioniso.

En la segunda sala hipóstila, los muros muestran escenas de ofrendas con el nombre de Ptolomeo VI Filométor y Ptolomeo VIII Evergetes II. A continuación se sitúan tres vestíbulos.

En los santuarios se ven decoraciones semejantes a las de la fachada. En el corredor interno de la izquierda están representadas las divinidades del Nilo. Hay también figuras alegóricas de los distintos territorios agrícolas. En la parte norte hay cartuchos de Nerón y Vespasiano. Se ven representadas también todas las fases de la construcción del templo y las técnicas usadas, así como un grupo de instrumentos quirúrgicos, ya que el templo acogía enfermos. En el suelo, en el exterior del santuario, fueron grabados tableros de juegos entretenerse.

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Delante del templo se encuentra el Mammisi, o templo del nacimiento de Horus, construido por Ptolomeo VIII Evergetes II, muy deteriorado por la humedad del Nilo. La capilla de Hathor está también al sur del templo y en ella hay varios cocodrilos momificados que provienen de una necrópolis de cocodrilos próxima al templo. En el 7º año de Domiciano fue decorada en honor de la diosa romana Afrodita.

Al norte del templo de Kom Ombo se encuentra otro templo, dedicado a Sobek, y construido por Caracalla. También hay unas ruinas coptas.


(2) Kom Ombo





EGYPTE  LE  TEMPLE  DE  KOM OMBO - Starmedia US
EGYPTE LE TEMPLE DE KOM OMBO - Starmedia US

EGYPTE LE TEMPLE DE KOM OMBO - Starmedia US
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Vídeo de videoclaude

Kom Ombo (كوم أمبو) (Coptic: ⲉⲙⲃⲱ Embo; Greek: Ὄμβοι Omboi, Ptol. iv. 5. § 73; Steph. B. s. v.; It. Anton. p. 165) or Ombos (Juv. xv. 35) or Latin: Ambo (Not. Imp. sect. 20) and Ombi – is an agricultural town in Egypt famous for its temple. It was originally an Egyptian city called Nubt, meaning City of Gold (not to be confused with the city north of Naqada that was also called Nubt/Ombos). It became a Greek settlement during the Greco-Roman Period. The town's location on the Nile 50 km north of Aswan (Syene) gave it some control over trade routes from Nubia to the Nile Valley, but its main rise to prominence came with the erection of the temple in the 2nd century BC.

In antiquity the city was in the Thebaid, the capital of the Nomos Ombites, upon the east bank of the Nile; latitude 24° 6′north. Ombos was a garrison town under every dynasty of Egypt, Pharaonic, Macedonian, and Roman, and was celebrated for the magnificence of its temples and its hereditary feud with the people of Tentyra.

Ombos was the first city below Syene at which any remarkable remains of antiquity occur. The Nile, indeed, at this portion of its course, was ill-suited to a dense population in antiquity. It runs between steep and narrow banks of sandstone, and deposits but little of its fertilizing slime upon the dreary and barren shores. There are two temples at Ombos, constructed of the stone obtained from the neighboring quarries of Hadjar-selseleh. The more magnificent of two stands upon the top of a sandy hill, and appears to have been a species of Pantheon, since, according to extant inscriptions, it was dedicated to Aroeres (Apollo) and the other deities of the Ombite nome by the soldiers quartered there. The smaller temple to the northwest was sacred to Isis. Both, indeed, are of an imposing architecture, and still retain the brilliant colors with which their builders adorned them. They are, however, of the Ptolemaic age, with the exception of a doorway of sandstone, built into a wall of brick. This was part of a temple built by Tuthmosis III in honor of the crocodile-headed god Sobek. The monarch is represented on tress, the door-jambs, holding the measuring reed and chisel, the emblems of construction, and in the act of dedicating the temple. The Ptolemaic portions of the larger temple present an exception to an almost universal rule in Egyptian architecture. It has no propylon or dromos in front of it, and the portico has an uneven number of columns, in all fifteen, arranged in a triple row. Of these columns thirteen are still erect. As there are two principal entrances, the temple would seem to be two united in one, strengthening the supposition that it was the Pantheon of the Ombite nome. On a cornice above the doorway of one of the adyta is a Greek inscription, recording the erection, or perhaps the restoration of the sekos by Ptolemy VI Philometor and his sister-wife Cleopatra II, 180-145 BC. The hill on which the Ombite temples stand has been considerably excavated at its base by the river, which here strongly inclines to the Arabian bank.

The crocodile was held in especial honor by the people of Ombos; and in the adjacent catacombs are occasionally found mummies of the sacred animal. Juvenal, in his 15th satire, has given a lively description of a fight, of which he was an eye-witness, between the Ombitae and the inhabitants of Tentyra, who were hunters of the crocodile. On this occasion the men of Ombos had the worst of it; and one of their number, having stumbled in his flight, was caught and eaten by the Tentyrites. The satirist, however, has represented Ombos as nearer to Tentyra than it actually is, these towns, in fact, being nearly 100 miles from each other. The Roman coins of the Ombite nome exhibit the crocodile and the effigy of the crocodile-headed god Sobek.

In Kom Ombo there is a rare engraved image of Cleopatra VII in the walls of the main temple and also the engraving of what is though to be the first representation of medical instruments for performing surgery, including scalpels, curettes, forceps, dilator, scissors and medicine bottles dating from the days of the Roman Egypt.

At this site there is another Nilometer used to measure the level of the river waters.

On the opposite side of the Nile was a suburb of Ombos, called Contra-Ombos.

The city was a bishopric before the Muslim conquest, and Ombos was a titular see of the Roman Catholic Church, Ombi; which has been vacant since 1966. Karol Wojtyła (the future Pope John Paul II) was titular bishop of Ombi from 1958 until 1963, when he was appointed Archbishop of Kraków.

This article incorporates text from the public domain Dictionary of Greek and Roman Geography by William Smith (1857).

Texto: Wikipedia

Pirámides de Giza: Keops, Kefrén y Mikerinos. Esfinge y Barca Solar

Giza o Guiza (en árabe, الجيزة Al-Ŷīza, pronunciado Al-Gīza en dialecto egipcio) es una ciudad de Egipto en la orilla occidental del río Nilo, situada a unos 20 km al sudoeste del centro de El Cairo y que hoy, de hecho, forma parte del área metropolitana de la capital egipcia. Es la capital de la gobernación del mismo nombre.

Es célebre en el mundo porque en sus cercanías se encuentra la meseta de Guiza, lugar donde hace unos 4.600 años se erigieron las tres grandes pirámides de la dinastía IV. Giza forma parte de la gran necrópolis de Menfis, que se extendía a lo largo de más de 40 kilómetros y era conocida en el Imperio Antiguo de Egipto con el nombre genérico de Her-necher (la Necrópolis) o Imentet (Occidente).

Cada una de las tres grandes pirámides tenía su propio nombre, que designaba también a la necrópolis que la circundaba. El horizonte de Keops, Kefrén es grande y Micerino es divino. Durante el reinado de Keops fue cuando la meseta de Giza alcanza gran relevancia.

Existen varios tipos de sepulturas en Giza, como mastabas e hipogeos, destinadas a miembros de la familia reinante, altos dignatarios o sacerdotes.

Las pirámides que custodiaron los restos de los faraones formaban parte de amplios complejos funerarios, con templos, otras tumbas, y pirámides menores. Al Este de la pirámide de Keops se construyeron las denominadas pirámides de las reinas, de casi 50 metros de lado y 30 de altura, para servir de tumbas a su madre Hetepheres y a sus esposas Merytites y Henutsen. En el año 1992 se descubrió parte de otra pirámide situada al sudeste de la Gran Pirámide, con base cuadrada de 23 metros de lado y unos 12 metros de altura con tan sólo los restos de las tres primeras hileras de piedra.

La meseta de Giza

Descripción las principales edificaciones de la meseta de Giza: 29° 58′ 33″ N 31° 07′ 49″ E

Mapa de la meseta de Giza

mapa giza

1. La Gran Pirámide de Giza
2. La pirámide de Jafra
3. La pirámide de Menkaura
4. El templo funerario de Jafra
5. El templo funerario de Jufu y Menkaura
6. La pirámide subsidiaria de Jufu
7. El templo del Valle de Jafra
8. El templo del Valle de Menkaura
9. Las tumbas de la reina Hetepheres
10. La mastaba de la reina Jentkaues
11. Las pirámides de la reinas de Menkaura
12. Las mastabas de cortesanos de Jafra
13. La Gran Esfinge
14. El templo de la Esfinge
15. La mastaba de Hemon
16. Las mastabas occidentales
17. El control de entrada (actual)
18. Los fosos de las barcas solares
19. Carretera de acceso (actual)
20. Las tumbas hipogeos
21. Almacenes de los artesanos
22. Carretera de acceso (actual)
23. Nazlet el-Samman
24. Calzadas procesionales
25. La cantera de Menkaura
26. El cementerio (actual)
27. Las tumbas hipogeos del sur
28. Muros perimetrales
29. Mastabas y tumbas hipogeos
30. El cementerio de mastabas occidetal
31. El cementerio de mastabas oriental


(2) Giza

Giza or Gizah (Arabic, الجيزة, transliterated al-Gīzah; pronounced in the Cairene dialect of Egyptian Arabic eg-Gīza; also sometimes rendered in English as Gizeh, Ghizeh, or Geezeh) is a town in Egypt on the west bank of the Nile river, some 20 km southwest of central Cairo and now part of the greater Cairo metropolis. It is the capital of the Al Jizah Governorate, and is located near the northeast border of this governorate in coordinates 29°59′00″N, 31°08′00″E. It is located right on the banks of the Nile River. Its population is 4,779,000 (1998).

Giza is most famous as the location of the Giza Plateau: the site of some of the most impressive ancient monuments in the world, including a complex of ancient Egyptian royal mortuary and sacred structures, including the Great Sphinx, the Great Pyramid of Giza, and a number of other large pyramids and temples.

The Great Pyramid of Giza was once advocated (1884) as the location for the Prime Meridian, a reference point used for determining a base longitude.

History

Giza's most famous archaeological site, the Giza Plateau, holds some of the most astonishing monuments in Egyptian history. Once thriving with the Nile that flowed right into the Giza Plateau, the Pyramids of Giza were built overlooking the ancient Egyptian capital of Memphis, which was near modern day Cairo.

The Giza Plateau is also home to many other Ancient Egyptian monuments, including the tomb of Pharaoh Djet of the First dynasty as well as that of Pharaoh Ninetjer of the Second dynasty.

The city itself has seen some changes over time. Changes in infrastructure during the different occupations of Egypt by various rulers, including the British in the 19th and early 20th century, focused on the construction of roads, streets, and buildings in the area. It is commonly misunderstood that the Giza area is a complete desert area; however, Giza has become a thriving centre of Egyptian culture and is quite heavily populated, with many facilities and buildings in the current area. Giza saw much attention in particular to its vast amount of ancient Egyptian monuments found on the Giza Plateau, and has astonished thousands of visitors and tourists over the years. Giza's infrastructure saw much attention from both the British government prior to the 1952 coup d'etat, as well as the current Egyptian government due to the city's importance in tourism.

Parts of Giza include Alharam famous in the past for its night clubs, Zamalek predominantly populated by middle class Egyptians and relatively recently overpopulated Almohandeseen.

Texto: Wikipedia

Templos Egipcios – Philae o Filé (Templo de Isis)

File es el nombre de una isla de Egipto, en el río Nilo, situada a 11 km. de Asuán.

Célebre por los templos erigidos durante los periodos ptolemaico y romano dedicados al culto a la diosa Isis que se propagó por todo el Mediterráneo, manteniéndose su veneración en el templo de File hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, el año 535 d.C.

Antes de que fuera sumergida en las aguas de la presa de Asuán, los templos de File fueron desmontados, trasladados y reconstruidos en el cercano islote de Agilkia.

Los templos forman parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979 con el nombre de Monumentos de Nubia de Abu Simbel a File.

Templo dedicado a la diosa Isis procedente de File [editar]El conjunto del templo de Isis dispone de varias edificaciones:

El vestíbulo de Nectanebo I, con sillares de época de Taharqo
El templo de Arensnufis, divinidad meroítica. De tiempos de Ptolomeo IV Filópator y Arqamani, rey de Meroe.
Las columnatas de época de Augusto y Tiberio.
La capilla de Mandulis, divinidad nubia.
El templo dedicado a Imhotep, sabio divinizado de la época de Dyeser.
La puerta de tiempos de Ptolomeo II Filadelfo
El primer pilono, con los obeliscos de Ptolomeo VIII Evergetes.
El patio con el mammisi, de Ptolomeo VIII, terminado por Tiberio.
El templo de Isis, decorado en época de Ptolomeo II, terminado por Augusto y Tiberio.
El templo de Hathor, de Ptolomeo VI Filómetor y Ptolomeo VIII Evergetes.
Al oeste está la llamada puerta de Adriano, al pasar por la cual se llega a la capilla principal y al templo de la diosa Hathor, al este del templo de Isis. Los pilares están decorados con escenas de músicos, bailarines y dioses. Al suroeste está el quiosco de Trajano.


(2) Philae (Greek: Φιλαί) or Pilak or P'aaleq (Egyptian: remote place or the end or the angle island) or Arabic: Anas el Wagud, is an island in the Nile River and the previous site of an Ancient Egyptian temple complex in southern Egypt. The complex is now located on the nearby island of Agilika.

Situation

Philae is mentioned by numerous ancient writers, including Strabo (i. p. 40, xvii. pp. 803, 818, 820), Diodorus (i. 22), Ptolemy (iv. 5. § 74), Seneca (Quaest. Nat. iv. 1), Pliny the Elder (v. 9. s. 10), and was, as the plural name both in the Greek and Latin denotes, the appellation of two small islands situated in latitude 24° North, just above the cataract of Syene. Groskurd (Strab. vol. iii. p. 399) computes the distance between these islands and Syene at about 61.5 miles (99 km). Philae proper, although the smaller, is, from the numerous and picturesque ruins formerly there, the more interesting of the two. Prior to the inundation, it was not more than 1250 English feet, or rather less than a quarter of a mile, long, and about 400 feet broad. It is composed of Syenite stone: its sides are steep and perhaps escarped by the hand of man, and on their summits was built a lofty wall encompassing the island. For Philae, being accounted one of the burying-places of Osiris, was held in high reverence both by the Egyptians to the north and the Aethiopians to the south, and it was deemed profane for any but priests to dwell therein, and was accordingly sequestered and denominated the unapproachable (̓́αβατος, Plut. Is. et Osir. p, 359; Diod. i. 22). It was reported too that neither birds flew over it nor fish approached its shores. (Senec. Quaest. Nat. iv. 2.) These indeed were the traditions of a remote period; since in the time of the Macedonian kings of Egypt, Philae was so much resorted to, partly by pilgrims to the tomb of Osiris, partly by persons on secular errands, that the priests petitioned Ptolemy Physcon (170-117 BC) to prohibit public functionaries at least from coming thither and living at their expense. The obelisk on which this petition was engraved was brought into England by Mr. Bankes, and its hieroglyphics, compared with those of the Rosetta stone, threw great light upon the Egyptian phonetic alphabet. The islands of Philae were not, however, merely sacerdotal abodes; they were the centres of commerce also between Meroë and Memphis. For the rapids of the cataracts were at most seasons impracticable, and the commodities exchanged between Egypt and Aethiopia were reciprocally landed and re-embarked at Syene and Philae. The neighbouring granite-quarries attracted hither also a numerous population of miners and stonemasons; and, for the convenience of this traffic, a gallery or road was formed in the rocks along the east bank of the Nile, portions of which are still extant. Philae was also remarkable for the singular effects of light and shade resulting from its position near the Tropic of Cancer. As the sun approached its northern limit the shadows from the projecting cornices and mouldings of the temples sink lower and lower down the plain surfaces of the walls, until, the sun having reached its highest altitude, the vertical walls are overspread with dark shadows, forming a striking contrast with the fierce light which embathes all surrounding objects. (Ritter, Erdkunde, vol. i. p. 680, seq.)

Construction

Panoramic view at the Philae TempleThe most conspicuous feature of both islands was their architectural wealth. Monuments of very various eras, extending from the Pharaohs to the Caesars, occupy nearly their whole area. The principal structures, however, lay at the south end of the smaller island. The most ancient were the remains of a temple of Athor (Aphrodite), built in the reign of Nectanebus. The other ruins date for the most part from the Ptolemaic times, more especially with the reigns of Ptolemy Philadelphus, Ptolemy Epiphanes, and Ptolemy Philometor (282-145 BC), with many traces of Roman work as recent in Philae, dedicated to Ammon-Osiris, was approached from the river through a double colonnade. In front of the propyla were two colossal lions in granite, behind which stood a pair of obelisks, each 44 feet high. The propyla were pyramidal in form and colossal in dimensions. One stood between the dromos and pronaos, another between the pronaos and the portico, while a smaller one led into the sekos or adytum. At each corner of the adyturn stood a monolithal shrine, the cage of a sacred hawk. Of these shrines one is now in the Louvre, the other in the Museum at Florence. Right left of the entrance into the principal court are small temples or rather chapels, one of which, dedicated to Athor, is covered with sculptures representing the birth of Ptolemy Philometor, under the figure of the god Horus. The story of Osiris is everywhere represented on the walls of this temple, and two of its inner chambers are particularly rich in symbolic imagery. Upon the two great propyla are Greek inscriptions intersected and partially destroyed by Egyptian figures cut across them. The inscriptions belong to the Macedonian era, and are of earlier date than the sculptures, which were probably inserted during that interval of renaissance for the native religion which followed the extinction of the Greek dynasty in Egypt. (30 BC) The monuments in both islands indeed attested, beyond any others in the Nile-valley, the survival of pure Egyptian art centuries after the last of the Pharaohs had ceased to reign. Great pains have been taken to mutilate the sculptures of this temple. The work of demolition is attributable, in the first instance, to the zeal of the early Christians, and afterwards to the policy of the Iconoclasts, who curried favour for themselves with the Byzantine court by the destruction of heathen as well as Christian images.

The soil of Philae was carefully prepared for the reception of its buildings – being levelled where it was uneven, and supported by masonry where it was crumbling or insecure. For example, the western wall of the Great Temple, and the corresponding wall of the dromos, were supported by very strong foundations, built below the pre-inundation level of the water, and rested on the granite which in this region forms the bed of the Nile. Here and there steps were hewn out from the wall to facilitate the communication between the temple and the river.

At the southern extremity of the dromos of the Great Temple was a smaller temple, apparently dedicated to Isis; at least the few columns that remained of it are surmounted with the head of that goddess. Its portico consisted of twelve columns, four in front and three deep. Their capitals represented various forms and combinations of the palm branch, the dhoum-leaf, and the lotus-flower. These, as well as the sculptures on the columns, the ceilings, and the walls, were painted with the most vivid colors, which, owing to the dryness of the climate, have lost little of their original brilliance.

History

Pharaonic era

The ancient Egyptian name of the smaller island is Philak, or boundary. As their southern frontier, the Pharaohs of Egypt kept there a strong garrison, and, for the same reason, it was a barrack also Macedonian and Roman soldiers in their turn.

Greco-Roman era

The island temple at Philae was constructed over a three-century period, by the Greek Ptolemaic dynasty and the Roman Principate. The principal deity of the temple complex was Isis, but other temples and shrines were dedicated to her son Horus and the goddess Hathor. In Ptolemaic times Hathor was associated with Isis, who was in turn associated with the Greek goddess Aphrodite. For centuries the temple complex was the holiest site for Isis worshippers. The temple was officially closed down in the 6th century A.D. by the Byzantine emperor Justinian. It was the last pagan temple to exist in the Mediterranean world. Philae was a seat of the Christian religion as well as of the ancient Egyptian faith. Ruins of a Christian church were still discovered, and more than one adytum bore traces of having been made to serve at different eras the purposes of a chapel of Osiris and of Christ. The Philae temple was converted into a church dedicated to the Virgin Mary, until that was closed by Muslim invaders in the 7th century.

1800s

The island of Philae attracted much attention in the nineteenth century. In the 1820s, Joseph Bonomi the Younger, a British Egyptologist and museum curator visited the island. So did Amelia Edwards, a British novelist in 1873–1874|4.

The approach by water is quite the most beautiful. Seen from the level of a small boat, the island, with its palms, its colonnades, its pylons, seems to rise out of the river like a mirage. Piled rocks frame it on either side, and the purple mountains close up the distance. As the boat glides nearer between glistening boulders, those sculptured towers rise higher and even higher against the sky. They show no sign of ruin or age. All looks solid, stately, perfect. One forgets for the moment that anything is changed. If a sound of antique chanting were to be borne along the quiet air – if a procession of white-robed priests bearing aloft the veiled ark of the God, were to come sweeping round between the palms and pylons – we should not think it strange.

These visits were only a sampling of the great interest that Victorian-era Britain had for Egypt. Soon, tourism to Philae became common.

1900s

Aswan Low DamIn 1902, the Aswan Low Dam was completed on the Nile River by the British. This threatened many ancient landmarks, including the temple complex of Philae, with being submerged. The dam was heightened twice, from 1907–12 and from 1929–34, and the island of Philae was nearly always flooded. In fact, the complex was not underwater only when the dam's sluices were open, from July to October.

It was postulated that the temples be relocated, piece by piece, to nearby islands, such as Bigeh or Elephantine. However, the temples' foundations and other architectural supporting structures were strengthened instead. Although the buildings were physically secure, the island's attractive vegetation and the colors of the temples' reliefs were washed away. Also, the bricks of the Philae temples soon became encrusted with silt and other debris carried by the Nile.

Rescue project

By 1960, UNESCO had decided to move many of the endangered sites along to Nile to safer ground. Philae's temple complex was moved, piece by piece, to Agilkai, 550 meters away, where it was reassembled and remains today. That project lasted from 1977 to 1980.

Nearby

Prior to the inundation, a little west of Philae lay a larger island, anciently called Snem or Senmut, but now Beghé. It is very precipitous, and from its most elevated peak affords a fine view of the Nile, from its smooth surface south of the islands to its plunge over the shelves of rock that form the First Cataract. Philae, Beghé, and another lesser island. divided the river into four principal streams, and north of them it took a rapid turn to the west and then to the north, where the cataract begins. Beghé, like Philae, was a holy island; its and rocks are inscribed with the names and titles of Amenhotep III (Amunoph III), Rameses the Great, Psammetichus, Apries, and Amasis, together with memorials of the Macedonian and Roman rulers of Egypt. Its principal ruins consisted of the propylon and two columns of a temple, which was apparently of small dimensions, but of elegant proportions. Near them were the fragments of two colossal granite statues, and also an excellent piece of masonry of much later date, having the aspect of an arch belonging to some Greek church or Saracen mosque.

References

This article incorporates text from the public domain Dictionary of Greek and Roman Geography by William Smith (1857).

Fuente: Wikipedia

Templos Egipcios – Edfu (Templo de Horus)

Edfu (en árabe, إدفو) es una ciudad egipcia situada en la ribera occidental del río Nilo, en un amplio valle, lugar óptimo para el asentamiento humano por quedar a salvo de las anuales inundaciones del Nilo. Tiene cerca de 50.000 habitantes. Está situada unos 90 km. al sur de Luxor.

Nombre egipcio: Uetyeset-Heru, Dyeba, Behedet. Nombre griego: Apolinópolis Magna. Nombre copto: Etbó. Nombre árabe: Edfu.

Su primer nombre fue Uetyeset-Heru "El lugar donde Horus es alabado". Después se llamó Dyeba "Ciudad de la retribución", que en copto será Etbó, de donde proviene el nombre actual de Edfu. Fue el lugar donde la tradición sitúa la batalla entre los diose Horus y Seth. A partir de la dinastía V aparece con el nombre de Behedet.

Fue capital del nomo II del Alto Egipto siendo ya importante en el Imperio Antiguo. Era origen de las caravanas que partían hacia el oasis de Jarga, al oeste, a las minas del desierto oriental y a la costa del mar Rojo, al este. Los descubrimientos más antiguos se datan durante la dinastía III pero el lugar debía estar habitado con anterioridad.

Es tradición que Imhotep, el diseñador de la Pirámide escalonada de Saqqara, hizo un templo en Edfu dedicado a Horus. Con la dinastía V toda la región pasa a llamarse Behedet, o Behdet, y el dios fue adorado como Horus Behedet. Del periodo de la dinastía VI se ha encontrado la tumba de uno de los nomarcas, de nombre Isi, "gran jefe del nomo del trono de Horus", que vivía más o menos en tiempos de Pepy I, que llegó a ser adorado como un dios durante el Imperio Medio. Con la dinastía X aparece un soberano de nombre Anjtify, que fue gobernador del III nomo (Ten, capital Nejen) y se apoderó de Behedet después de derrocar al monarca, llamado Juy que era aliado de los tebanos.

En el Imperio nuevo, algunos faraones, como Ramsés II y Shabako, construyeron en la ciudad.

En tiempos grecorromanos la ciudad se llamó Apolinópolis Magna, en griego πόλις μεγάλη Ἀπόλλωνος, en latín Apollonos Superioris, ya que Horus era identificado con Apolo.

El templo ptolemaico de Horus

Les principales construcciones lágidas en Egipto fueron el templo de Isis en File, el de Hathor en Dendera, y el de Horus en Edfu, siendo este el primero que ordenaron construir en Edfu. El templo ptolemaico de Horus es el mejor conservado de Egipto y fue llamado Mesen, “El lugar del arpón”, “La Casa de Ra”, Nedyem Anj, “Placer de vivir dentro”, “La ventana del halcón”, “El altar de Horus”, y Uetyeset, “El lugar para alabar a dios”. El edificio principal fue llamado Behedeti. La construcción comenzó el 23 de agosto de 237 adC bajo el mandato de Ptolomeo III Evergetes; en 206 adC la construcción se detiene por una revuelta de dos príncipes de la zona de Tebas que se declararon independientes de los faraones lágidas; finalmente el templo fue consagrado por Ptolomeo VII Neo Filopator y su esposa Cleopatra II.

La sala hipóstila exterior, con doce columnas, da paso a la biblioteca, que era a una pequeña habitación; otra habitación al oeste estaba dedicada a consagrar a los sacerdotes; la entrada al pronaos se abría a un largo patio rodeado por tres lados de columnas y al sur por un alto pilono. La parte más sagrada era el altar con una estatua; el santuario estaba rodeado de setenta habitaciones y almacenes, una sala con ocho pilares, dos pequeñas salas y dos escaleras. La capilla albergaba la barca sagrada; Ocho capillas más en un corredor que llevaba fuera del santuario estaban dedicadas probablemente a los dioses principales: Isis, Osiris, Min, Jonsu, Ra, y otros tres más.

Delante del santuario hay una antesala, y al este una sala de sacrificios, dando paso a la plaza de la pureza donde se revestía a las estatuas y se recibían los amuletos; al oeste, otra antesala estaba dedicada a Min; la siguiente habitación en dirección a la salida era la de las ofrendas y seguía la sala hipóstila interior con dos grandes columnas; dos salas adjuntas servían como paso interior hacia el templo, y para almacenar los tesoros; las cámaras adyacentes, en el oeste, eran para las abluciones y los aceites sagrados, y la cámara sagrada del Nilo donde se purificaba el agua del nilómetro exterior. Una sala hipóstila de 18 columnas se añadió al sur, así como unas puertas, en 57 a.C. quedando el templo concluido.

Si bien el templo está completo, las dependencias anexas como el lago sagrado, cocinas, almacenes, oficinas, el lugar de los halcones y otras dependencias fueron absorbidas por la ciudad.

Durante la dominación romana fue sede de la Legión II Trajana. En el periodo cristiano fue sede episcopal.

Auguste Mariette fue el primer occidental que llegó a Edfu, en 1860. Entonces el templo se utilizaba como vivienda y había establos y almacenes de productos agrícolas. Se habían hecho paredes de adobes y algunas zonas estaban recubiertas de arena. Los trabajos de conservación que se hicieron permitieron recuperar el templo.

Fuente: Wikipedia


(2) Edfu

Edfu (also spelt Idfu or in modern French as Edfou and known in antiquity as Behdet) is an Egyptian city, located on the west bank of the River Nile between Esna and Aswan, with a population of approximately sixty thousand people. For the ancient history of the city, see below. Edfu is the site of the Ptolemaic Temple of Horus and an ancient settlement, Tell Edfu (described below). About 5 km (3 miles) north of Edfu are remains of ancient pyramids.

004 Edfu

The town is known for the major Ptolemaic temple, built between 237 BCE to 57 BCE, into the reign of Cleopatra VII. Of all the temple remains in Egypt, the Temple of Horus at Edfu is the most completely preserved. Built from sandstone blocks, the huge Ptolemaic temple was constructed over the site of a smaller New Kingdom temple, oriented east to west, facing towards the river. The later structure faces north to south and leaves the ruined remains of the older temple pylon to be seen on the east side of the first court.

Ancient Tell Edfu

The remains of the ancient settlement of Edfu are situated about 50m to the west of the Ptolemaic temple - To the left of the older temple Pylon. This settlement is known as Wetjeset-hor and the Latin name was Apollinopolis Magna. According to Notitia Dignitatum, part of Legio II Traiana Fortis was camped in Apollo superior, which was the Roman name for the town.

002 Edfu

Although unassuming and unglamorous to the visiting tourists, Tell Edfu is a monument that contains evidence of more Egyptian history and is of more archaeological interest than the Ptolemaic temple. Although major parts of the settlement show severe signs of erosion, cut away or have been exposed during sebakh-digging, enough is preserved to gain information from as far back as the Predynastic Period. The remains of the settlement (Tell) provides an insight into the development of Edfu as a provincial town from the end of the Old Kingdom until the Byzantine period. The settlement at Edfu was the capital of the Second Upper Egypt nome, and played an important role within the region. The oldest part of the town which can be dated to the late Old Kingdom lies on the eastern part of the tell, not far from the Ptolemaic temple. There is evidence that the town flourished during the First Intermediate Period when it expanded extensively to the west. Interestingly, it is one of few settlements in southern Egypt that thrived when it seems that the north, especially around the delta, was in economic decline.

001 Edfu

Today, the Tell Edfu monument is preserved in some areas up to 20m high and contains complete archaeological sequences of occupation dating to the Old Kingdom until the Graeco-Roman period. So far, only the top layers of the tell containing the Graeco-Roman settlement remains were published by a Franco-Polish mission in the late 1930s (by Kazimierz Michałowski and B. Bruyère and Bernard Mathieu). The three elaborate reports on the archaeology of Tell Edfu, were only partially published by the Franco-Polish mission. In 1954, a second Polish mission, headed by Maria Ludwika Bernhard, also explored Tell Edfu. Unfortunately, from the mid 1950s no new detailed discoveries or thorough research has been completed at the monument. The site had also been excavated by Henri Henne from the Institute for Egyptology in Lille from 1921 to 1924.

No larger remains dating earlier than the 5th Dynasty have been found at Edfu. Its most ancient cemetery comprised the mastabas of the Old Kingdom as well as later tombs, and covers the area southwest of the precinct of the great temple of Horus. Before the beginning of the New Kingdom, the necropolis was transferred to Hager Edfu, to the west, and then in the Late period to the south at Nag’ el-Hassaya. The entire area was called Behedet. The god Horus was herein worshipped as Horus Behedet.

003 Edfu

One of these mastabas belonged to Isi, a local administrator, who, it was quoted was the "great chief of the Nome of Edfu" in the Sixth Dynasty. Isi lived during the reign of King Djedkare Isesi of the Fifth and into the reign of Pepi I of the Sixth Dynasties. He was an administrator, judge, chief of the royal archives and a "Great One among the Tens of the South". Isi later became a living god and was so worshipped during the Middle Kingdom. As the Sixth Dynasty and the Old Kingdom drew to a close, local regional governors and administrative nobles took on a larger power in their areas, away from the royal central authority.

Edfu pyramid ruins

The remains of one of seven small provincial step pyramids built along the Nile Valley, is situated about 5km north of Edfu near the west bank village of Naga el-Goneima. The structure was built from rough reddish sandstone and rises to a present height of 5.5m. The pyramid has been loosely attributed to King Huni of Dynasty III. The purpose of these pyramids is unknown

Apollonopolis Magna

Apollonopolis Magna or Apollinopolis Magna (Greek: πόλις μεγάλη Ἀπόλλωνος, Strabo xvii. p. 817; Agartharch. p. 22; Plin. v. 9. s. 11; Plut. Is. et Osir. 50; Aelian. Hist. An. x. 2; Ptol. iv. 5. § 70; Ἀπολλωνία, Steph. Byzant. s. v.; Ἀπολλωνιάς, Hierocl. p. 732; It. Ant. p. 160, 174; Not. Imp. Orient. c. 143; Latin: Apollonos Superioris [urbs]). Ptolemy (l. c.) assigns Apollinopolis to the Hermonthite nome, but it was more commonly regarded as the capital town of the nome Apollopolites.[1] Under the Roman emperors it was the seat of a bishop’s see, and the head-quarters of the Legio II Trajana. Its inhabitants were enemies of the crocodile and its worshippers.

The ancient city derived its principal reputation from two temples, which are considered second only to the Temple of Dendera as specimens of the sacred structures of Egypt. The larger temple is in good preservation, and is being excavated (see Edfu). The smaller temple, sometimes, but improperly, called a Typhonium, is apparently an appendage of the latter, and its sculptures represent the birth and education of the youthful deity, Horus, whose parents Noum, or Kneph and Athor, were worshipped in the larger edifice. The principal temple is dedicated to Noum, whose symbol is the disc of the sun, supported by two asps and the extended wings of a vulture. Its sculptures represent (Rosellini, Monum. del Culto, p. 240, tav. xxxviii.) the progress of the Sun, Phre-Hor-Hat, Lord of Heaven, moving in his bark (Bari) through the circle of the Hours. The local name of the district round Apollinopolis was Hat, and Noum was styled Hor-hat-kah, or Horus, the tutelary genius of the land of Hat. This deity forms also at Apollinopolis a triad with the goddess Athor and Hor-Senet. The members of the triad are youthful gods, pointing their finger towards their mouths, and before the decipherment of the hieroglyphics were regarded as figures of Harpocrates.

The entrance into the larger temple of Apollinopolis is a gateway (πυλών) 50 feet high, flanked by two converging wings (πτερά) in the form of truncated pyramids, rising to 107 feet. The wings contain ten stories, are pierced by round loop-holes for the admission of light, and probably served as chambers or dormitories for the priests and servitors of the temple. From the jambs of the door project two blocks of stone, which were intended, as Ddnon supposes, to support the heads of two colossal figures. This propylaeon leads into a large square, surrounded by a colonnade roofed with squared granite, and on the opposite side is a pronaos or portico, 53 feet in height, and having a triple row of columns, six in each row, with variously and gracefully foliaged capitals. The temple is 145 feet wide, and 424 feet long from the entrance to the opposite end. Every part of the walls is covered with hieroglyphics, and the main court ascends gradually to the pronaos by broad steps. The whole area of the building was surrounded by a wall 20 feet high, of great thickness. Like so many of the Egyptian temples, that of Apollinopolis was capable of being employed as a fortress. It stood about a third of a mile from the river. The sculptures, although carefully and indeed beautifully executed, are of the Ptolemaic era, the earliest portion of the temple having been erected by Ptolemy VI Philometor in 181 BC.

[1] This article incorporates text from the public domain Dictionary of Greek and Roman Geography by William Smith (1857).

Source: Wikipedia

Templos Egipcios – Medinet Habu, Tebas, Luxor

En Medinet Habu, pequeño pueblo situado a poco más de dos kilómetros al sur del Ramesseum, se encuentra el templo de Tebas mejor conservado, con unas superficies decoradas que ocupaban unos 7.000 m2.

Este complejo templario no solamente está formado por el templo de Ramsés III, sino que posee una serie de estructuras de distintos períodos tanto anteriores como posteriores.

Los antiguos egipcios llamaban a este lugar Djanet y, según la tradición, está considerado un lugar sagrado mucho antes de que Ramsés edificara su templo funerario. Medinet Habu es uno de los primeros lugares de la zona tebana en ser asociado con el dios Amón.

El complejo templario estaba rodeado por una muralla en cuya entrada principal se construyó una torre en forma de migdol (fortaleza militar de Asia Menor) que daba al templo una apariencia de fortaleza y cumplía funciones de protección en la gran muralla que lo circundaba. Delante de esta puerta fue excavado un atracadero, conectado al Nilo por medio de un canal; aquí anclaban las barcas sagradas, que llevaban en procesión las imágenes de las divinidades, y la nave real, en la que llegaba el soberano desde su residencia en el delta para participar en las fiestas.

La torre de esta entrada oriental está decorada con escenas representando a Ramsés III derrotando a sus enemigos, así como realizando ofrendas a las divinidades.

A través de esta puerta se adentra en un gran espacio que precede al primer pilono del templo principal, y un poco a la izquierda están los restos de varias capillas funerarias construidas durante la XXV y la XXVI Dinastías para las Divinas Adoradoras de Amón. La primera capilla, dedicada a Amenardis, es la que se conserva mejor. A la derecha de esta entrada se encuentra el templo de Amón de la XVIII Dinastía. Este templo fue víctima de repetidas usurpaciones y ampliaciones a lo largo de los tiempos. Su construcción fue la inició Amenhotep I, si bien el núcleo de este templo es de Hatshepsut y Tutmosis III. Este edificio pasó a ser la única parte del complejo que siguió funcionando con el discurrir de los años.

Al norte de este Pequeño Templo se encuentra un lago sagrado y el llamado “nilómetro” mandado construir por Nectanebo I.

El templo principal del complejo, llamado El Templo de User-Maat-Re Meriamón (el nombre que tomó Ramsés III al subir al trono) y que significa “Unido Eternamente a la Posesión de Amón en la Tebas Occidental”, es parecido en cuanto a su estructura al Ramesseum. El pilono de entrada, que presenta cuatro orificios donde iban las astas con las banderolas, estaba magníficamente decorado con imágenes colosales del faraón entregado a la matanza ritual de enemigos nubios y libios delante de Amón-Ra Herajti (torre del norte) y asiáticos delante de Amón-Ra (torre del sur).

Primer pilono del templo de Ramsés III

Las paredes laterales exteriores del templo, de más de tres metros y construidas en piedra, también representan importantes episodios de batallas y victorias que libró el faraón contra los pueblos del mar y los libios. Estos temas se repiten en el primer patio. Este patio tiene sobre el lado norte una alineación de siete pilastras, en cada una de las cuales se apoya un coloso con los rasgos del faraón. En el lado opuesto, una fila de columnas forma un pórtico de ingreso al palacio real situado detrás.
A través del segundo pilono se pasa al segundo patio al que se le denominaba “Patio de las Fiestas”, y que estaba rodeado por un peristilo. Tanto el pórtico oriental como el occidental estaban decorados por ocho estatuas osiríacas que fueron destruidas a comienzo de la era cristiana por los coptos. Los pórticos del norte y sur están sustentados por columnas papiriformes. En los relieves de las paredes siguen apareciendo temas militares, pero hay también escenas de rituales dedicados a Sokaris-Osiris y a Min, dios de la fertilidad itifálica, así como de los hijos de Ramsés III.

La primera sala hipóstila, compuesta por 24 columnas de las que se conservan la base, tiene al sudoeste cuatro cámaras cuya finalidad debía de ser albergar el tesoro del templo, según se desprende de los bajorrelieves que representan montones de oro, plata y piedras preciosas. La segunda y tercera salas hipóstilas tenían estructuras idénticas, sostenidas por ocho columnas y con un conjunto de cámaras laterales destinadas al culto de diversas divinidades.

El faraón presentando ofrendas a diversas deidades (columnas del segundo patio)

El templo estaba rodeado, en tres de sus lados, por edificios dedicados a viviendas, almacenes y oficinas.

Al igual que en el templo de Seti I y en el Ramesseum, Ramsés III construyó un palacio real contiguo al templo. Lo ubicó en la parte meridional, entre el primer y segundo pilono, y tenía comunicación directa con el primer patio del templo a través de la Ventana de las Apariciones, que el farón utilizaba para aparecer en público.

No se sabe a ciencia cierta si el palacio era solo una construcción simbólica y ritual, o si verdaderamente lo utilizaba el faraón para presidir las ceremonias religiosas importantes.

Tras la muerte de Ramsés III, Medinet Habu pasó a convertirse en centro administrativo de la rigión tebana. Bajo el reinado de Ramsés XI estalló un conflicto entre el clero de Amón y el virrey de Nubia. Este último invadió el Alto Egipto y atacó el complejo de Medinet Habu, donde había buscado refugio la población, destruyendo casi completamente la puerta fortificada occidental. Durante la XXI Dinastía, Tebas se convirtió en capital de un estado independiente, y el templo de Ramsés III volvió a convertirse en sede de la administración.

Hacia el siglo IX a. C. se construyeron tumbas de nobles en el interior del recinto e incluso del templo mismo. En época copta, entre las ruinas del templo se fue creando una ciudad, que con el paso del tiempo se fue ampliando extramuros, llegando en el momento de apogeo a superar los diez mil habitantes.

EXCAVACIONES CIENTÍFICAS EN LA ZONA

Las primeras información científicas y detalladas (incluso con reproducciones gráficas) de Medinet Habu fueron recogidas por la expedición napoleónica, en 1.801. Champollion y Lepsius visitaron esta zona, copiando parte de las inscripciones y representaciones del templo. En el año 1.859 Auguste Mariette, entonces Director del Servicio de las Antigüedades, decidió realizar una exploración sistemática, confiando el encargo a Bonnefoy, que murió de una insolación, mientras estaba en la cantera de excavación. Su trabajo lo continuó Gabet. Después de un período de abandono, las excavaciones se retomaron por el Servicio de Antigüedades en 1.889, bajo la dirección de Georges Daressy, cuya misión era hacer los monumentos de Medinet Habu accesibles a los visitantes. Estas excavaciones finalizaron en 1.899, pensando que ya nada que mereciera la pena quedaba por excavar. Pero, como ocurrió en otros muchos lugares de Egipto, las excavaciones clandestinas encontraron azulejos esmaltados, que fueron puestos a la venta llegando a los museos norteamericanos y europeos, y esto provocó que se volviera a despertar el interés por la zona. Gaston Maspero, Director del Servicio de Antigüedades en aquel entonces, envió a Theodore M. Davis, con el encargo de descubrir si en el interior del recinto amurallado se encontraban edificios importantes. Davis encontró bases de columnas, jambas de piedra y el podio de un trono. Estos descubrimientos permitieron identificar el palacio de Ramsés III.

Breasted, en los años veinte del siglo pasado, promovió una iniciativa para preservar inscripciones y representaciones de gran importancia desde el punto de vista histórico y arqueológico. Nació así el Reconocimiento Epigráfico y Arquitectónico de Egipto, financiado por el Oriental Institute de Chicago. El proyecto inicial tomó como banco de pruebas el complejo funerario de Ramsés III. Los resultados obtenidos llevaron a la decisión de retomar las excavaciones. Fue nombrado director de las excavaciones Uvo Hölscher que comenzó las investigaciones en 1.927. En el año 1.970 finalizó este gigantesco proyecto que dio lugar a la publicación de cinco volúmenes que contenían la relación de las excavaciones llevadas a cabo por Hölscher, y ocho que recogían 660 tablas en blanco y negro y en color, reproducciones de las escenas copiadas de los muros del templo y de puerta fortificada de este.

BIBLIOGRAFÍA

Grandes descubrimientos de la arqueología (Editorial Planeta)

Alberto Siliotti - El Valle de los Reyes y los templos y necrópolis de Tebas (Ed. Martínez Roca, S.A. - Barcelona,1997

Richard H. Wilkinson - Los Templos del Antiguo Egipto (Ed. Distino, S.A.)

Egiptomanía (Editorial: Planeta DeAgostini, S.A.)

Atlas culturales del mundo-Egipto (Ediciones Prado)


Texto: Pedro Mancebo Mancebo
Enlace: http://club.telepolis.com/pmmancebo/medinet_habu.htm

Sufetula, Sbeitla, (Túnez). Africa Proconsularis

Sbeitla, la antigua Sufetula, está situada en el centro-oeste de Túnez, a unos 260 km. de Cartago. Es uno de los núcleos antiguos mejor conservado del país y está considerado, por ello, un punto de paso obligado entre el Norte y el Sur. También el asentamiento humano es muy antiguo, al menos en las inmediaciones de la ciudad antigua donde han sido descubiertos (VIII milenio) muchos escargotiers. Pero, la creación de la ciudad, favorecida por la existencia de manantiales de agua, canteras y mesetas, no dataría, en el estado actual de la investigación, más allá de la segunda mitad del siglo I d. C., bajo la dinastía de los Flavios, probablemente en el mismo tiempo que Cillium (Kasserine, a 35 Km.) o Ammaedara (Haidra a 110 km.).

La economía de la región, particularmente la de Sufetula, estaba esencialmente basada en el cultivo del olivar, como lo sigue siendo en nuestros días, así como en la producción de cerámica. Esto, probablemente, favoreció la prosperidad de la ciudad y la construcción de varios monumentos públicos, a veces restaurados por mecenas (termas públicas, teatro...).

Con la propagación del cristianismo, y como en la mayor parte de las grandes ciudades africanas, Sufetula cuenta con una sede obispal, a más tardar, en el siglo III. El nombre de numerosos obispos de la ciudad nos son conocidos gracias a las actas de los concilios que se celebran en muchas ciudades africanas, uno de los más conocidos es el que convocó el emperador Honorio, en el año 411, a fin de condenar el donatismo.

Durante la ocupación vándala (439-533), la región forma parte del dominio real sin que se tenga constancia de testimonios arqueológicos sobre este periodo, excepto por algunos textos epigráficos.

Por fin, con la reconquista bizantina por el emperador Justiniano en 533, Sufetula se convertirá en una de las sedes del estado mayor bizantino. El Patricio Gregorio, que declaró a comienzos del siglo VII su independencia frente al emperador, parece ser que eligió la ciudad como lugar de residencia. Es durante este periodo cuando un cierto número de edificios fueron fortificados a fin de defenderse de la amenaza de las tribus bereberes y de las poderosas armadas musulmanas llegadas de Trípoli, al sur. Y es, precisamente aquí en Sbeïtla, o cerca de ella, donde tuvieron lugar las primeras batallas entre los Bizantinos y los Musulmanes, batallas en las que se decide la victoria, en el año 647, de la nueva religión, abriendo así una nueva página de la historia de Túnez en particular y de esta región del Norte de África en general. Recientes investigaciones prueban que el lugar continuó siendo ocupado durante los primeros siglos del Islam.

Minoicos. Museo de Iraklio (Creta)

Fotos y edición de vídeo: José Luis Santos

La civilización minoica

Recibe este nombre, dado por Sir Arthur Evans en honor del mítico rey Minos, la civilización floreciente en Creta desde el año 2000 a.C. Cuyo predominio e influencia en el mundo Egeo son manifiesta, con una evolución en la Edad del Bronce muy distinta y propia. Su situación geográfica y la riqueza de su suelo le proporcionaban pocos recursos minerales, pero en la parte este y centro grandes praderas y mesetas pastorales, olivos, vides, robles, cipreses y en las partes norte y este playas protegidas favorables para el atraque de barcos de todo tipo.

Antes del 2500 a.C. son escasos los restos de metales, salvo la obsidiana de Melos. No obstante desde el 2500 al 2000 la población crece en número y la riqueza gracias a los adelantos técnicos, predominio de herramientas de piedra y arcilla, aun después de la introducción de la metalurgia.

La característica principal de Creta en esta época, según Finley, es la absorción de elementos culturales (y de población) procedentes de Grecia continental, las Cíclades, Asia Menor, Siria y Egipto gracias al comercio dentro de su desarrollo propio y coherente. Imprimieron su cultura cretense a los jarrones y objetos metálicos (puñales de cobre) y ya en el Minoico Antiguo MA empieza a aparecer el embrión de la arquitectura minoica con su estructura aglutinada en forma de celda de panal.

Respecto al origen de la civilización minoica desde el punto de vista etnológico es difícil adscribir a los cretenses minoicos con algún pueblo conocido. Una de las tesis más admitida es que son herederos directos de los habitantes neolíticos de la isla (que llegarían a la misma hacia el 6000 a.C.) y que los pueblos no neolíticos (indoeuropeos o no indoeuropeos) que pudieran haber llegado a la isla no se impusieron, sino que se vieron absorbidos por la cultura cretense sin imponer la suya. Palmer, el eminente lingüista, plantea que la destrucción de los palacios hacia el 1700 a.C. es obra de la penetración en la isla de un pueblo anatolio, los luvitas, lo que explicaría también el cambio de escritura, Lineal A en vez de la jeroglífica, pero a falta del desciframiento del Lineal A, nada es seguro. Si seguimos las noticias de Creta que da Homero en la Odisea, la población cretense era una población mixta conformada por cidonios, eteocretenses y pelasgos, pueblos de los que, aparte del nombre, apenas se sabe nada.

Características sociales, culturales y económicas de la civilización minoica

Los rasgos de esta civilización que le concedieron tal predominio cultural son los siguientes:

En cuanto a la religión no poseen deidades antropomórficas (lo que estaría muy relacionado con los cultos de los neolíticos a las fuerzas de la naturaleza), salvo la Gran Diosa Madre, diosa de la fertilidad también conocida como la Gran Dama del Laberinto, que aparece representada en ocasiones con el vestido típico minoico y serpientes en ambas manos, símbolos ellas también de las fuerzas fértiles de la tierra.

Para el ejercicio de sus cultos poseen pequeños santuarios semisubterráneas, dentro de los palacios en ocasiones, y cuevas próximas al lugar de asentamiento, parece ser que estas cuevas eran la primitiva morada de los primeros habitantes neolíticos de la isla, posteriormente las abandonarían como morada, pero no como santuarios, se han encontrado rituales de la cultura minoica implica la relación del toro (animal de gran carga sexual, erótica y fertilizadora) por noticias de los murales de Cnosos y de la leyenda de Minos y el Minotauro.

En el embalsamamiento de los muertos utilizan la miel al tiempo que en los rituales de los muertos interviene la fermentación como proceso natural de renovación de la vida.

Posee una sólida base económica con una población densa (se calcula que la población de la isla en época de esplendor debía rondar entre 400.000 y medio millón de habitantes) así como una agricultura y ganadería muy productivas (se calcula así mismo que el número de rebaños sólo de ovejas de Cnosos rondaría los 1000).

Así mismo el comercio se veía favorecido por la fabricación y exportación de productos de lujo en oro y plata, cerámicas, poseía una gran flota, provocada por su situación insular, posición estratégica, sus productos manufacturados y su escasez de materias primas metálicas.

Su sociedad presentaba una fuerte especialización: escribas, carpinteros, pastores, agricultores, armeros, escultores, lapidarios, vidrieros, alfareros, orfebres, herreros, curtidores, tejedores, pintores, etc.

Poseían la escritura (tomada de otro pueblo o desarrollada en suelo propio), divisible ésta en tres etapas:
Jeroglífica, Lineal A y Lineal B (este último sistema sólo de época micénica y para anotar ya la lengua griega, es evolución del lineal A, que en opinión de algunos podría anotar el luvita).

Liderazgo espiritual y material de una autoridad palaciega (que parecía recibir el nombre de Minos) que estaba obligada a renovar su mandato cada año mediante un casamiento-rejuvenecimiento con la Gran Diosa Madre representada en la gran sacerdotisa, celebración que sería sin duda de carácter neolítico y vestigio de una sociedad matriarcal.

Cada familia poseía una parcela de tierra que trabajaba para sí mismos y parece que la clase esclava o no existía o lo hacía en una proporción muy pequeña.

La paz reinante puede que sea la característica minoica más peculiar, pues les llevó a no fortificar sus asentamientos, ocupar las llanuras y los lugares abiertos y desprotegidos, no hay que atribuirla a su flota poderosa como hace Evans con su talasocracia, la flota era comercial y no guerrera.

La civilización minoica alcanzó tal esplendor que, gracias a sus contactos comerciales, pudieron exportar su modo de cultura a todo el Egeo, a lo largo del II milenio las Cícladas recibieron paulatinamente una fuerte influencia de Creta sí bien no hay emplazamientos colonizadores, sólo comerciales, y paralelamente en la Grecia continental, donde se produjo un amplio proceso de unos 400 años denominado "minoización de los griegos" (llegados hacia el 2000 a.C.) y que daría lugar a la posterior civilización micénica (1600 a.C.). Después, hacia el 1400 los papeles se invirtieron y serán los griegos micénicos los que darán lugar a la "micenización de Creta".

Los palacios minoicos

El rasgo que más sorprende de la civilización minoica es, sin embargo, el modo de asentamiento de la población entorno a un edificio central, el palacio, un complejo civil al servicio de la ciudad.

Desde que Evans en la frontera entre el siglo XIX y XX descubriera las ruinas del palacio de Cnosos, el mayor de los palacios encontrados, hasta nuestros días el hallazgo, desenterramiento y estudios de poblaciones con palacios se ha visto aumentado en grado sumo, se han encontrados palacios de los que ni siquiera se conoce el nombre, pues en época clásica no existían tales asentamientos y no se tenía consciencia y recuerdo de los mismos, de ahí que hayan recibido nombres actuales, sus nombres son: Cnosos, Zakro, Malia, Festo, Canea o Kania, Hagia Tríada, Gurniá, y poblamientos de Tilisos, Kamilari, Mirtos y Palakaistro.

Todos los palacios se caracterizan por unas peculiaridades que no se encuentran en ninguna otra civilización del mundo y dicen mucho en favor del grado de civilización de los minoicos. Colocación y extensión del palacio orgánicamente a partir de un área central abierta, un patio, como continuación de la forma colectiva de la organización social neolítica.

Frente a otras culturas no es un templo o lugar sagrado el centro del palacio ni del poblado, sino que el templo del palacio, aparte de ser pequeñas dependencias-santuarios, ocupan un lugar marginal dentro del palacio y reproducen y recuerdan cavernas, esto concuerda con el hecho de que los ritos se celebraran en cuevas y es posible que con procesiones.

Los palacios que cuentan con dos y, a veces, tres pisos presentan generalmente un gran número de habitaciones y dependencias de la planta baja a talleres y a almacenes para el grano, el aceite, el vino, etc...

Dotaban al palacio de un aspecto de grandeza mediante tres efectos de ornato: frescos recubriendo las paredes interiores de las dependencias más importantes (casi siempre motivos naturales marinos, o pugilatos o escenas de toros). Escalinatas y revetir los palacios con piedras centelleantes cortadas en losas con escoplos y sierras consiguiendo un magnifico efecto con poco material (sólo los romanos en la Antigüedad consiguieron algo similar al revestir con losas de mármol los edificios más importantes de Roma, como el Coliseo). Finalmente también dotaban a las columnas cierta fascinación con su forma ovalada y la policromía del palacio.

Al mismo tiempo dotaban al palacio de un aire de ligereza mediante la utilización de grandes tragaluces para iluminar las habitaciones, mamparas plegables y correderas de madera y pilares-columnas en vez de tabiques para separar determinadas dependencias, umbrales en las antesalas, varios patios en el palacio, de los que el central solía estar empedrado.

Higiene de los palacios mediante un sistema de eliminación de residuos mediante un alcantarillado, un sistema de drenaje y otro de ventilación para las habitaciones gracias a grandes ventanales y tragaluces.

Por último la sensación que da todo palacio minoico es la de un laberinto y no es de extrañar. Los pasillos que conducen a las dependencias reales y principales tienen forma de zigzag, las escalinatas no son rectas, sino que frecuentemente son en forma de curva con lo que el visitante era conducido a sus dependencia y a las dependencia reales por un camino indirecto dando un rodeo. Al mismo tiempo las dependencia de palacio y las casa de la ciudad se aglomera y agolpan al modo neolítico, recordando en muchos casos los callejones y callejuelas de los poblados árabes.

Posteriormente la idea de laberinto se convirtió en la de trampa desconcertante, si bien en un origen no lo era. La idea de construcción de palacios y asentamientos viene dada por una aversión a la simetría en las fachadas y trazados de los edificios. Laberinto con todo en una denominación de origen indoeuropeo (sufijo en -nth-) que no se sabe si se aplicaba al conjunto del palacio o a una sala donde al parecer se danzaba una compleja danza (llamada del laberinto), parte del ritual de la Gran Diosa Madre entre la luz y las tinieblas (vida y muerte), cuyos pasos estarían dibujados en el suelo marcando la dirección del baile. Indicar que la noción de laberinto y el minotauro parece aplicarse en la Antigüedad sólo al palacio de Minos en Cnosos.

No obstante no todos los palacios pertenecen al mismo período y algunos de ellos fueron reconstruidos dos o tres veces durante el II milenio debido a las catástrofes naturales (terremotos, maremotos y la acción conjunta de ambos como consecuencia del estallido del volcán de la isla de Tera hacia el 1500-1400), esto ha llevado a diferenciar dentro de la cronología cretense y minoica:

I- Periodo prepalaciego: 2600-2000 a.C. (Minoico Antiguo MA II y MAIII)

II- Periodo palaciego 1º: 2000-1700 a.C. (Minoico Medio MM I y MM II), palacios de Cnosos (puede que anterior al 2000), Malia y Festo.

III- Periodo palaciego 2º: 1700-1400 a.C. (Minoico Medio MM III y Minoico Reciente MR I A y MR II B), nuevo palacio de Festos, el de Zakro, Hagia Tríada y Gurniá.

IV- Periodo postpalaciego: 1400-1100 a.C. (Minoico Reciente MR III) de época micénica, el nuevo palacio de Hagia Tríada.

Por el tamaño del palacio y del asentamiento Cnosos debía ser la "capital" del mundo minoico y las demás poblaciones con palacios eran ciudades de segundo orden con unos gobernantes o príncipes posiblemente subordinados al poder del gobernante de Cnosos que también eran, como aquél, jueces y sacerdotes, juntamente con el mantenimiento del monopolio de la metalurgia de los poblamientos al tener los talleres en el propio palacio. Es muy probable que además existieran diseminados por las llanuras de Creta una serie de terratenientes semiindependientes.

La leyenda de Minos, rey del mar

La leyenda más o menos completa, sin entrar en las distintas variantes o versiones, de Minos dice:
Zeus abandonó a Europa en Creta, después de haber engendrado en ella a tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón. En Creta Europa se casó con Asterio. Los tres hermanos se enamoraron de un joven llamado Mileto y cuando éste prefirió a Sarpedón, Minos expulsó a Mileto de Creta y éste fundó la ciudad de Mileto. A la muerte de Asterio Minos reclamó el trono, dedicó un altar a Poseidón y pidió que saliese del mar un toro; salió un gran toro blanco y Minos ganó el derecho al trono. Al no placerle a Sarpedón, Minos lo expulsó y se exilió en Cilicia, donde se convirtió en rey. Minos casó entonces con Pasífae y Posidón, para vengarse de un cambio en un sacrificio prometido, hizo que Pasífae se enamorara del toro blanco y disfrazada con una vaca de madera construida por Dédalo, engendró del toro al Minotauro. Para ocultar tal afrenta Minos encargó a Dédalo la construcción de un lugar apartado de Cnosos para encerrar al Minotauro y Pasífae. Dédalo construyó el Laberinto. Radamantis se quedó en Creta y le transfirió a su hermano la costumbre de reunirse cada nueve años en una cueva con Zeus y obtener nuevas leyes para su pueblo.

Minos parece ser el título que recibía el gobernante y la dinastía regia de la cultura cretense minoica de Cnosos, personaje que debía realizar funciones administrativas y sacerdotales. De él nos han llegado noticias a través de la mitología y de los filósofos e historiadores que han hablado de su figura. Platón opinaba que Minos era un gobernante muy sabio al tiempo que un gran juez que cada nueve años se reunía con Zeus, los arqueólogos e historiadores modernos parecen haber identificado esta noticia con una ceremonia que se celebraba cada ocho años completos en las que Minos renovaba su mandato como gobernante, pero no sirviendo a Zeus sino a la Gran Diosa Madre minoica, de la cual dependía y a cuyo cargo estaba como sacerdote.

Antes de seguir quiero indicar que la tradición mitológica de Minos confunde en este nombre a todos los gobernantes de Cnosos (pues era su título y de ninguno de ellos se nos ha transmitido el nombre) así como los gobernantes micénicos que, tras invadir la isla, asumieron la regencia de la isla bajo el mismo título que el gobernante micénico, es decir, que se unen tradiciones minoicas y micénicas, al tiempo que las acciones de muchos gobernantes distintos, la idea del servicio de Cnosos a Zeus transmitida por Platón, sería micénica y el servicio a la Gran Diosa Madre, minoica.

Otra noticia anacrónica de su mitología es que se le hace hijastro de Asterio, nieto de Doro, lo que significa que par la mitología Creta era doria, cosa que no sucede hasta el final del II milenio a.C. Al mismo tiempo Téctamo, padre de Asterio, se dice en la mitología que llevó a Creta una mezcla de eolios y pelasgos (incluyendo quizás jonios del Ática), quizá haciendo referencia a los habitantes de la isla allá el s. VIII a.C., compuesta de aqueos, dorios, eolios, pelasgos y cidonios. El reconocimiento del poder de Minos sería la afirmación del poderío dorio en la isla.

Por contra la mitología nos transmite también una rama del linaje de Minos ajena al mundo griego: su madre Europa, hermana entre otros de Cadmo, rey de Tebas, es hija de Agenor, hijo de Libia y Posidón y procedente de Egipto, y de Telefasa o Argíope, procedente de Canaán. La significación de su nombre, "de ancho rostro", es un sinónimo de la luna llena, título de las diosas lunas Deméter Lebadea y Astarté en Sidón (quizá relacionadas con la Gran Diosa Madre minoica, de la que la luna era un símbolo). La violación de Europa por parte de Zeus recogería un ritual en la que la sacerdotisa de la Luna cabalgaba a lomos del toro-Sol. Se ha querido ver una incursión de Creta en Fenicia par explicar este mito.

La noticia del joven Mileto nos da cuenta de la más que probable fundación de Mileto por parte de cretenses (minoicos o micénicos), confirmada además por el hecho de que a Ladé, en Mileto, se la relacione con el cementerio de Asterio.
Que Sarpedón emigrara a Asia Menor, a Caria y Licia, se ha interpretado como el establecimiento de lugares para el comercio de Creta con dichas regiones.

La noticia de la relación de Pasífae con el Minotauro se explica como un rito en el que la Gran Sacerdotisa de la Luna, que llevaba cuernos de vaca (Pasífae), y el rey Minos, con una máscara con cara de Toro celebraban un casamiento ritual bajo una encina. El toro es el animal ritual de Creta, quedan ferescos con escenas de toros (el famoso salto del toro, deporte o rito), era animal de sacrificio y hay estatuillas de bronce.

El Laberinto como ya se ha dicho es el palacio de Cnosos, un conjunto asimétrico e intrincado de habitaciones, antesalas, vestíbulos y corredores en el que un visitante extraño fácilmente se perdía. Para Evans el nombre vendría de labrys , palabra lidia y caria que significa hacha, haciendo referencia a las dobles hachas, signo de la disnastía real minoica de Cnosos. También recoge la idea de un ritual, un mosaico dibujado en el suelo como patrón a seguir en la realización de un baile (como actualmente las danzas "laberínticas" de la Pascua de Resurrección en Rusia y Gales).

No obstante tenemos otras nociones acerca de Minos. Una concepción de Minos como un gobernante sabio hace referencia a los Minos minoicos, mientras que la idea de Minos autárquico es una caracterización derivada de Minos el último gobernador micénico de Cnosos antes de su destrucción, el cual ejerció una cruel dominación para adquirir una riqueza suficientemente grande para extender su poderío más allá de Creta a las Cícladas y quizá a otras islas (¿Chipre?).

Heródoto nos transmitieron al mismo tiempo dos ideas acerca del poder de Minos, una, su poderosa flota (la comercial de los minoicos) y otra, el carácter guerrero de la misma (obra de los Minos micénicos), esta idea fue llevada más lejos por Evans cuando desenterró Cnosos, invistió a Minos como el dueño y señor del Egeo bajo el ejercicio de su talasocracia, un reinado del miedo y un control del mar que Homero en la Odisea XI califica de despótico. De nuevo se mezclan el Minos minoico y el micénico, los gobernantes minoicos establecieron en todo el Egeo establecimientos comerciales en las costas, sin llegar a colonizar las regiones donde establecían dichos enclaves, comercialmente hablando sí dominaban el Egeo y tenían una "talasocracia comercial" dentro y fuera del Egeo, al tiempo que nunca usaron las armas para nada y la paz era la nota dominante de su civilización, por su parte, los Minos micénicos sí establecieron pequeñas colonias en el Egeo y además ejercieron una dominación despótica basando su poder en la guerra, de aquí la idea de talasocracia despótica.

Las colonias que Tucídides afirma que Minos creó en el Egeo hay que considerarlas como misiones comerciales o diplomáticas enviadas por la Creta minoica para garantizar la buena voluntad y la ayuda de y a los isleños, el ejemplo más característico que se haya descubierto arqueológicamente hasta ahora es Akrotiri en la isla de Tera.

Ritos relacionados con Minos

Al mito de Minos se asocian muchos más, el de sus hijos, el de Pasífae, el de Sarpedón, el de Radamantis, pero creo que dos son los más significativos, el de Dédalo y el de Teseo y Ariadna.

El mito de Dédalo

Dédalo pertenece a la familia real de Atenas, descediente de Erecteo y se caracterizaba por ser un herrero admirable y ser un hombre de ingenio sin igual. Huyó de Atenas por asesinar a su sobrino, otro inventor que le superó al descubrir la sierra. Al llegar a la Creta de Minos trabajó a su servicio, gozando de su favor en paz. Tras el asunto de Pasífae y el Minotauro, Minos lo encerró en el Laberinto por él mismo construído junto con su hijo Ícaro. Para huir del laberinto ideó la construcción de alas con cera y plumas para el y su hijo; éste pereció por acercarse demasiado al sol y derretir el sol la cera, otra versión dice que lo hizo con un barco que le prestó Pasífae y se refugió en Sicilia y que Ícaro cayó al mar, otra más dice que inventó las velas para la navegación y así huyó. Minos salió a buscarlo y Sicilia dicen que mató a Minos mientras se bañaba con pez o agua hirviendo.

Su mito también presenta acronismos. Dédalo, Talos y Hefesto parecen ser títulos de un mismo personaje mítico. El mito de Dédalo y Talos y el de Dédalo e Ícaro parecen mbinar el ritual de quemar al sustituto del rey solar, que se había puesto alas de águila, en la hoguera de primavera con el rito de arrojar un fármaco con alas de perdiz.

La huída del laberinto se entiende como la huída del piso del mosaico con la danza del laberinto, pero la huída a Sicilia se entiende como la huída de los forjadores de bronce nativos de Creta a Cumas, Sicilia y Cerdeña como consecuencias de las invasiones micénicas y dorias.

Aunque Dédalo consta como ateniense por un demo que lleva su nombre, las artes dedálicas fueron importadas de Creta a Atenas. A él se achacan la invención de las velas de los barcos, lo que permitió una mayor velocidad de éstos (y por ello Minos no lo pudo alcanzar en el mar) o al menos inventó algún artilugio que dotaba de mayor velocidad a los barcos.

Teseo y Ariadna

Minos ordenó que los atenienses enviaran siete muchachos y siete muchachas cada nueve años a laberinto de Creta, donde esperaba el Minotauro para devorarlos. A Teseo le tocó ir por sorteo o el propio Minos lo eligió en Atenas. Al llegar a Creta, Ariadna, hija de Mino, se enamoró de él y le ofreció el modo de escapar del laberinto, un ovillo de hilo mágico y las instrucciones acerca ce cómo entrar y salir del laberinto, abrir la puerta de entrada y atar al dintel el hilo que se irá desenredándose conforme avance, luego, una vez muerto el Minoturo, sólo hay que recorrer el camino inverso. Hecho esto condujo a puerto a todo el grupo ateniense y llevó consigo a Ariadna a la que abandonó en Naxos.

Grecia comenzó a minoizarse desde el XVIII a.C. a partir de los lazos comerciales impuestos por Creta. El mito parece ser una rebelión de los atenienses contra los cretenses, construcción de una flota, rebelión y saqueo de Cnosos y un tratado de paz creto-ateniense (casamiento entre Teseo y Ariadna), esto debió de producirse en época micénica y no minoica. El tributo de los jóvenes atenienses al Minotauro era exigido a Atenas y al matar Teseo al animal o vencer en la lucha a Minos (cuyo símbolo era el toro) libera a los atenienses del tributo. Es posible que en alguna época (minoica o micénica) hubiera sacrificios humanos en Creta.

La Edad de Bronce en el Egeo

La transición del Neolítico a la Edad de Bronce

Después del 6000 a.C. los recolectores de alimentos que vivían en cuevas siguieron una transición hacia una forma de vida basada en la agricultura. De este período se conserva un asentamiento en Cnosos de principios de la época Neolítica, asentamiento que perduró hasta época cretense minoica, éste nos revela que paulatinamente se fueron aglomerando casas de una única habitación con forma rectangular así como tipos de cosechas y ganados mediterráneos y una técnica agrícola que nos hace sospechar que el origen de esta población neolítica cretense está en Asia Menor. Asentamientos neolíticos de este tipo se encuentran en época neolítica hacia el 5500 a.C. en la Argólide, Tesalia y evidentemente en Asia Menor (algunos de fecha anterior al 6000 a.C.).

Es estos asentamientos es detectable el comercio -muy incipiente- y la fabricación-artesanía con muy rudimentarios métodos y resultados, su cerámica abarca desde grandes jarras de almacenamiento hasta objetos diminutos, figurillas y armamentos, su culto más importante se dedicaba a una diosa tierra, la Gran Madre, símbolo de fertilidad para las mujeres, animales y cosechas típico de las sociedades neolíticas, este culto era general entre las primeras comunidades agrícolas de Europa y Asia occidental y se mantiene casi con toda seguridad en la civilización minoica, hasta la llegada de los micénicos. Al parecer, este culto es reflejo y responde a una sociedad matriarcal y, como me han explicado recientemente, el matriarcado era una sociedad agrícola donde el hombre se dedicaba en un principio a la caza, mientras la mujer permanecía en casa cuidando y cultivando la casa, al conseguir más alimentos que el hombre con la caza, la mujer ocupó un papel primordial en la sociedad, el matriarcado, sus sustitución por el patriarcado, ya en época neolítica reciente y en la Edad del Bronce, se debe a que al aparecer nuevas herramientas más pesadas para la agricultura, la mujer ya no pudo manejarlas y sí el hombre, con lo que éste sustituyó a aquélla.

La agricultura neolítica del Egeo se caracteriza por una progresiva diversificación de los cultivos típicos del Mediterráneo: vid, cereal, olivo, legumbres y frutos secos, sus herramientas eran toscas: piedras labradas, hueso afilado y la obsidiana como constante. Juntamente aparecía ya la especialización de los artesanos, con lo que surgen carpinteros, herreros, tejedores de cestas, etc... Con ello comenzaron también las distinciones sociales y construyeron asentamientos fortificados hacia el 4500 a.C. (para unos síntomas de miedo ante la aparición de un nuevo pueblo, los indoeuropeos). A partir de esta época aparece el mégaron como casa propia del gobernante. Estos son los cambios del Neolítico.

Para Cotterell y otros historiadores parece ser que al final de la etapa del Neolítico se produce la afluencia de pueblos, que no tuvo por qué ser violenta, y que se produjo la mezcla de pueblos autóctonos con la de los nuevos intrusos procedentes de Anatolia y los Balcanes, ello justificaría los cambios de este momento y el que no haya destrucciones masivas fruto de una invasión externa.

Para las Cícladas la situación es un tanto distinta, ya que aparecen los primeros poblados hacia el 4200-3700 a.C. con una mayor aportación alimenticia del pescado y menor del ganado, si bien no denotan tanto avance como los poblados del continente o Creta hasta el 3000 a.C. (posiblemente, y es una conjetura, porque apenas tendrían una población neolítica previa y serían una mezcla de neolíticos (no indoeuropeos) y nuevos pobladores no autóctonos provenientes del continente (posiblemente sí indoeuropeos, pero no griegos) los que habitaron las islas por primera vez de un modo sedentario).

La Edad del Bronce

El año 3000 a.C. se toma como fecha inicial del fenómeno que supuso el advenimiento de la Edad de Bronce, al tiempo que el desplazamiento de población hacia el sur (al parecer indoeuropeos también, pero tampoco griegos) y una mayor prosperidad.

La Edad del Bronce no supone una unificación metódica e inmediata del nacimiento de la metalurgia, en los primeros momentos los objetos de oro, plata, cobre y bronce suelen ser armas o dedicados a funciones religiosas y decorativos, el metal comenzó su camino en la cuenca del Egeo como material de lujo y no será en el tránsito del III al II milenio cuando el metal vea incrementado su uso cuantitativamente así como en la escala de utilidad cotidiana en la producción como elemento de primer orden. La causa de ello se achaca a la pobreza de metales del Egeo, se exportaba estaño, cobre y hierro y se desarrollaron las rutas del metal que hicieron próspera a la primitiva Troya II como encrucijada y cabeza de puente entre el Danubio, Asia Menor y el Egeo.

Salvo por la Arqueología, los acontecimientos de la prehistoria del Egeo son escasos y son conocidos sólo gracias a los mitos y tradiciones posteriores.

Creta sobre todo y en menor medida Grecia central, el Peloponeso y las Cícladas comienzan a emplear la nueva tecnología del metal. Se consolida la agricultura plenamente mediterránea así como el maíz y la ganadería, el aceite se convierte en producto de uso corriente tanto en alimentación como en ungüentos, en iluminación y usos industriales posteriormente, se introdujo en más regiones de Grecia el cereal y las legumbres, con lo que se incrementó la población por al mejora de la alimentación, sobre todo en Creta y Mesenia, donde el aumento puede catalogarse de espectacular.
Se incrementa asimismo el comercio y la especialización. La indoeuropeización de Grecia está completada. La Edad del Bronce duró desde el 3000 al 1100 a.C. aprox. en la cuenca del Egeo, divisible en dos fases, una de consolidación hasta el 2000/1800 y una segunda fase de eclosión de las grandes civilizaciones del Mediterráneo, la civilización minoica en Creta y la micénica en el continente.

Sin embargo la Edad del bronce no es homogénea para toda la cuenca del Egeo, mientras que el esplendor de Micenas es posterior al de Creta, paralelamente nos encontramos con un creciente militarismo en el Grecia continental y las Cícladas con fortificaciones de los asentamientos (asentamientos establecidos además en lugares estratégicos y bien protegidos por naturaleza) y la concentración de la riqueza en manos de unos pocos príncipes, frente a Creta que nunca tuvo fortificaciones para sus asentamientos (que además se encontraban en medio de llanuras en campo abierto y sin ocupar lugares estratégicos o con defensas naturales) hasta que cayó bajo la esfera micénica. Esto se viene explicando por el hecho de que en el continente y en las Cícladas la población no era la autóctona del Neolítico, mientras que en Creta sí era la misma, o al menos no se había visto sometida por completo a un pueblo posterior (en todo caso otro pueblo se habría fundido con ellos como componente en igualdad de condiciones o sometido).

Esto se puede comparar en los planos de dos asentamientos prototípicos de la edad del bronce, uno del continente -Chalandriani- y otro de Creta -Vasiliki-. Chalandriani presenta una línea de formada por seis torres semicirculares que sobresalían de una gruesa muralla de piedra; Vasiliki presenta la típica aglomeración de casas del Neolítico sin un muro que delimitase el asentamiento.

Hacia el 2100 se ha querido ver la llegada de un pueblo al que se ha denominado minios (reciben el nombre porque el descubrimiento de la llamada cerámica minia se hizo en Orcómenos, cuyo rey mítico era Minias), se caracterizan por una cerámica de superficie gris bruñida que imita las vasijas de metal, alfarería hallada tanto en Grecia como en el Noroeste de Asia Menor. Se les ha identificado con los luvitas, indoeuropeos del tronco anatolio y a ellos se les achacaría los topónimos con sufijos en -(s)s- y -nth-, la cerámica gris y el mégaron como nuevo tipo de construcción. Esta tesis es bastante discutida, pero tampoco ha sido desechada por completo (¿quizá los minios fueran los originarios griegos?).

Fueran quienes fueran (minios o los griegos probablemente) los que atacaron Grecia continental hacia el 2100 a.C. provocaron una interrupción en el avance de la cultural en el aspecto material en la Grecia continental y Cicládica, eran bárbaros y atrasados culturalmente, parecen haber salido hace poco del Neolítico y se incorporaron a la Edad del bronce en época muy tardía, invadieron Grecia desde el norte por los Balcanes (quizá su morada originaria) lo que originaría su bajo nivel cultural por ser montañeses. No obstante durante bastantes decenios y siglos se dedicaron a absorber la cultura superior del pueblo donde se asentaron para en el siglo XVI-XV a.C. dar lugar al nacimiento de la civilización micénica. Estos nuevos pobladores indoeuropeos no llegaron a Creta hasta época micénica y por tanto con un nivel cultural mayor.

La llegada de los indoeuropeos a Grecia

La llegada de distintas estirpes indoeuropeas a Europa pertenece a una de las etapas que se engloban todavía en ese término que conocemos como prehistoria, esta etapa aporta escasos conocimientos acerca de la procedencia, fase y momento de aparición de los indoeuropeos, en nuestro caso en Grecia. No obstante el caso de Grecia ha de considerarse como privilegiado por la pronta aparición de la escritura (Lineal B en el s. XIV y alfabetos en el s. VIII a.C.). A ello habrá que añadir el día que se descifren los documentos en Lineal A de los s. XX-XV a.C. aproximadamente.

La leyenda de los griegos

Hesíodo es el primer escritor que nos habla acerca del nombre de los griegos, su procedencia y sus estirpes, nos dice que los griegos procedían de las regiones actulamente conocidas como los Balcanes, al norte de la Grecia clásica, precisamente del Épiro y también de Tesalia, allí habitaba Helén, que da nombre a todos los griegos, helenos. Helén tuvo tres hijos: Juto, Eolo y Doro y un nieto, hijo de Juto, llamado Ión, los tres últimos dan nombre a las tres estirpes griegas caracterizadas individualmente por sus dialectos: jonios, eolios y dorios (para el arcadio-chipriota no hay filiación alguna en Hesíodo).

Kretschmer, a principios de siglo, llevó más allá el mito de Helén y enunció una de las tesis tradicionales de la historia de los griegos: atendiendo a las tres estirpes adujo lo que podríamos llamar helenización escalonada de la Hélade en tres migraciones sucesivas, los jonios lo harían hacia el 2000-1900 a.C., los eolios o aqueos (para recoger aquí a arcadio-chipriotas) hacia el 1600 y los dorios hacia el 1200, con ello se equiparaba estirpe, dialecto y migración.

Cuando Kretschmer hizo esta teoría no estaba descifrado el micénico y Micenas comenzaba a ser explotada arqueológicamente por Schliemann. El desciframiento del Lineal B ha permitido entrever, según el parecer general, que la mayoría de los rasgos dialectales son posteriores al micénico, es decir, que la diferenciación dialectal tal y como la conocemos de jonio, eolio y dorio es posterior al 1200 a.C., lo que conlleva la caída de la tesis arriba enunciada, así como la teoría de las tesis las migraciones; actualmente las migraciones se reducen al mínimo (corriente anti-migracionista), sí hay movimientos de pueblos constantes, pero no oleadas de migraciones masivas que comporten cambios culturales.

Por otro lado que los griegos son un pueblo indoeuropeo está fuera de toda duda, si bien no voy a demostrarlo, pues ya lo está lingüísticamente en los estudios de gramática. Sin embargo, ni son los habitantes autóctonos de Grecia ni siquiera los primeros indoeuropeos que llegaron a estos lugares: no son la población neolítica que allá el 7000 a.C. habitaba Grecia, sino que llegaron a ella hacia el 2000 a.C. en plena Edad del Bronce.

El final del III milenio se asocia arqueológicamente con una fuerte destrucción en la Argólide y el Ática, marcada por el incendio de los asentamientos existentes, estas destrucciones son también visibles en Troya II, en el sur de Anatolia (en Beicesultán) e incluso Palestina. Tales destrucciones suponen una ruptura, ya que hay cambios en todos los órdenes. Se suelen asociar a la llegada de dos pueblos inmigrantes de forma paralela, hablantes unos de una forma primitiva de griego para Grecia y hablantes otros de lenguas anatolias (luvita, hetita y palaíta; el imperio hetita parece nacer hacia el siglo XVIII a.C.).

La concepción de una raza común indoeuropea con temperamento, costumbres e instituciones específicas, que fueron barriendo pueblos y ocupando países, es muy romántica y posiblemente errónea. Los indoeuropeos se fueron asentando poco a poco y se fueron fundiendo con las poblaciones con las que topaban con mayor o menor preponderancia, lo que les dio su ulterior configuración especial e independiente, los griegos indoeuropeos se hicieron griegos en Grecia. Para Finley las dos características que a su modo de ver definen a los griegos son la cerámica minia y los enterramientos de cistas.
Los propios griegos nos han dejado constancia de que hubo antes otros moradores del futuro suelo heleno, gentes a los que denominaban de modos muy diversos, había pelasgos, tírsenos, léleges, carios y eteocretenses. De los carios sabemos que son de origen anatolio y su lengua se emparenta con el luvita, hetita y en menor medida con el palaíta, misio y lidio, los tírsenos se relacionan con los etruscos (Mar Tirreno) y habitaron en la isla de Tasos y anteriormente en el Ática, los pelasgos habitaban al parecer por gran parte del territorio heleno y en época de Tucídides habitaban parte de la península Calcídica, hablando su propia lengua, los eteocretenses habitaban en Creta y se piensa que eran descedientes de los originarios cretenses o miceno-cretenses, de los léleges no tengo nada que contar.

La Lingüística y la prehistoria de Grecia

En medio de la gran confusión que presentan estos pueblos pregriegos, lingüistas e indoeuropeístas de gran talla han estudiado el vocabulario no griego del griego, es decir, términos de sustrato y adstrato que hay en la lengua griega, centrándose sobre todo en la toponimia, para aclararnos el espeso y complejo panorama que se nos ofrece.

Se basan en el estudio comparativo de sufijos de diversa índole: -(s)s-: Parnassos, -nth-: Korinthos, -n-: Athenai, -m-: Pergamon, -mn-: Lemnos, -l-: Astale, -r-: Epidauro y -th-: Kanethos; junto a ellos estudian también términos no griegos tomados como préstamos en época prealfabética como: erebinthos sukon leirion rodon minthos kyparissos Yakinthos Mermex oinos molybdos Thalassa narkissos daphne origanon Thalamos katharsis, etc. Detectados estos términos y otros se han enunciado por ahora cuatro posibles lenguas de sustrato o adstrato para el griego; estos son sus resultados:
Sustrato anatolio: parecer ser cario (cf. supra) y por tanto indoeuropeo del grupo anatolio, como expuso Gidin, por equivalencias Pernassas/ Parnassos, Petassas/ Pedasoss y sufijos -nth-: Irhandas, -n-: Pehhunas, -m-: Dukkamas, -l-: Imrallas.

Sustrato denominado pelásgico (nombre dado por Georgiev sin que realmente sepamos si correspondía o no a la lengua hablada por los pelasgos), este substrato representaría una lengua indoeuropea no conocida y en un principio no relacionable con ninguna otra lengua indoeuropea conocida caracterizada por: disimilación de aspiradas como el griego, rotación consonántica como el armenio (*gh> g) vocalización de sonantes como el germánico (*r„> ur); por esta lengua se explican palabras indoeuropeas como *bhrgh> pyrgon (germánico burg, celta briga), *dhmbh> tymbos (griego taphos) y palabras como phylax tyrsis sitos, dobletes pythmen/ pyndax **bhndh piaros/ phiaros sus/hys teramnon/ therapne,
Sustrato griego-psi (nombre convencional dado por W. Merlingen a la lengua indoeuropea no conocida que detectó y caracterizada por que *p> /ps/ ), la lengua posee estas peculiaridades: lengua centum con tratamiento labial de las labiovelares, rotación consonántica especial (*p, t, k> ps, s, ks, *b, d, g> ph, th, kh y *ph, th, kh> b, d, g), disimilación de aspiradas antes de la rotación consonántica, así se explican palabras como *dewos> Theos, *kanth> Janthos (latín candidus), oxys y dobletes como anthropos/andros.

Sustrato pelástico (nombre convencional dado por Budimir a una lengua con afinidades con el eslavo y que explicaría dobletes como thermos/ sarmos *gwermos y etimologías como sergos (latín cervus), sería una lengua satem, no confundir con el pelásgico antes enunciado.

Todos estos sustratos que se han detectado son indoeuropeos y anteriores al griego en cuanto a antigüedad en la zona. Ello nos lleva a pensar que los griegos en efecto no fueron los primeros indoeuropeos que arribaron a la península Balcánica, no obstante, salvo el cario, ninguno de ellos es atribuíble a un pueblo conocido. Los griegos sí consideraban a los carios como habitantes primitivos de la Hélade, a los demás (léleges, tírsenos, eteocretenses y pelasgos) también, pero no son identificables como pueblo real lingüísticamente, al tiempo que la adscripción de los etruscos (y por tanto los tírsenos) como indoeuropeos se pone muy en duda.

La Arqueología y la prehistoria de Grecia

Frente a esta aportación lingüística a la prehistoria de Grecia, tenemos la aportación arqueológica, que es la que aporta datos no definitivos, pero sí suficientemente precisos y determinantes como para trazar una posible prehistoria para Grecia.

La cultura de los Kurganes

La teoría global de la extensión de pueblos indoeuropeos por Europa y Asia (y, por tanto, por Grecia) es la de la arqueóloga lituana Marija Gimbutas, enunciada entre los años 60 y 70. Para ella el primer rasgo definitorio de la "cultura indoeuropea" es lo que ella llama kurganes (palabra eslava que designa tumbas, aplicada ésta a unas tumbas enterradas y cubiertas que forman un montículo), pues bien, situado el punto de origen de los pueblos indoeuropeos en el sur de las estepas de la actual Rusia, Bielorrusia y Ucrania, las gentes de estas tumbas se fueron extendiendo paulatinamente en diferentes oleadas de migraciones.

La llegada de primeras poblaciones indoeuropeas al Egeo y a los Balcanes se produce hacia el 3000-2800 a.C., su vida es seminómada y vivían en casas semisubterráneas y de estructura muy sencilla; sin embargo, de éstos no queda nombre que los identifique (concuerda con lo antes explicado), los pueblos indoeuropeos que se pueden identificar con hablantes de lenguas históricas conocidas no aparecerán en los escenarios del Egeo (y de Italia y Centroeuropa) hasta el final del III milenio (los griegos en este caso concuerdan también con la idea de que llegaron hacia el 2000 a territorio egeo. Al mismo tiempo el Egeo recibiría población indoeuropea no desde el Norte, sino desde el Este, desde Anatolia, como lo demuestra la presencia del cario (y para algunos otros también del luvita) en futuro territorio griego.

Las oleadas de avance

Renfrew supone una visión distinta de la indoeuropeización de Europa y Grecia, para él los indoeuropeos provendrían de la zona llamada Creciente Fértil (en la zona cercana a Mesopotamia, en los ríos Tigris y Éufrates), el mecanismo de migración es lo que él denomina oleada de avance, basada ésta en la agricultura: una vez descubierta la agricultura y sedentarizado el hombre, con la aplicación de las nuevas tecnologías de la agricultura, el aumento de la producción y el aumento subsiguiente de la población, se iba haciendo más necesaria la búsqueda de nuevos territorios, entonces parte de la población, los más jóvenes, iban a buscarlos a una distancia muy próxima para abastecer más población; se creaba un nuevo poblado y el ciclo se volvía a reproducir una generación más tarde, así durante milenios. Expuesto esto Renfrew indica que estas oleadas de avance, que no implican destrucciones ni guerra, dieron lugar a que desde el 6000 hasta el 3500 a.C., toda Europa y parte de Asia quedara indoeuropeizada. Ello no quita que después, dentro de los propios pueblos indoeuropeos ya establecidos se produjeran invasiones o migraciones en época posterior a causa del clima o problemas con las cosechas. El caso de Grecia sería un tanto peculiar, ya que en una primera época recibiría población indoeuropea desde Anatolia y después desde el Norte a través de los Balcanes.

Hay autores que actualmente han intentado conciliar la teoría de Gimbutas y Renfrew, pues en algunos puntos son muy parecidas.

Bulla Regia (Túnez). Africa Proconsularis

Fotos y edición del vídeo: José Luis Santos

Bulla Regia fue la capital, en el siglo II a.C., de uno de los tres reinos númidas creados por Roma tras la muerte de Masinisa. El reinado largo y pacífico de Micipsa (MKWSN en inscripciones del libio y del púnico) 148-118 a.C., desempeñó un papel importante en la consolidación de la guerra humana y económica que oponía al rey Jugurta de Numidia a Roma.

César recompensó las ciudades que se habían unido a él o habían seguido siendo neutrales durante la guerra civil. Ya en el primer siglo, Bulla se convirtió en un Municipium (además de la adquisición progresiva de la ciudadanía romana, la ciudad designó libremente a magistrados que la representaban.) y en el siglo II, Bulla obtuvo el estatuto de colonia, adquirido bajo Adriano (117-138 d.C.). Este estatuto significó que la ciudadanía romana de sus habitantes se convirtió en completa.

Hacia el siglo III d.C. se construyeron la mayoría de los edificios públicos, símbolos de la civilización romana. Formó parte de la provincia del Africa Proconsularis, y la romanización de la clase aristocrática fue rápida y profunda. Esta aristocracia debía su riqueza a la producción y exportación de aceite de oliva.

Lo que hace diferente a esta ciudad de otras de la antigüedad clásica son sus casas, con las habitaciones dispuestas alrededor de un patio central a dos niveles distintos, uno a la altura de la calle y otro subterráneo (para protegerse del fuerte calor del estío norteafricano), parecen ser una creación local sin paralelo en ningún otro sitio, y con un probable antecedente en las casas troglodíticas de Matmata, también en Túnez.

Entre las que se han excavado hasta ahora, sobresalen por su extensión, originalidad arquitectónica y belleza decorativa, la Insula de la Caza, la Casa de la Nueva Caza, la Casa de la Pesca y, sobre todo, la llamada Casa de Anfitrite, que conserva los mosaicos más hermosos y mejor conservados de la ciudad, como el llamado Triunfo de Venus.

En la llamada Casa de Anfitrite vemos un personaje femenino que da nombre a la casa, Amfitrite, "la reina del mar", "la que rodea el mundo", perteneciente al grupo de las Nereidas, hijas de Nereo y Doride según la Mitología griega. Obviamente, aunque romanizada, estamos ante una imagen de la Astarté marina, protectora de los navegantes fenicios y púnicos. Y también diosa de los muertos, los Infiernos y en suma, la vida eterna, como Perséfone (Grimal, P. p. 30-31). También la acompañan una serie de divinidades marinas, identificadas por las patas y antenas de crustáceo y otras divinidades menores, como amorcillos.

Rodeada de motivos marinos, perteneciente a su mundo bajo el mar, la diosa, o nereida en este caso, está acompañada con una serie de personajes no solo marinos sino esta pequeña figura sobre un delfín, animales éstos que la condujeron ante Poseidón, para hacerla su esposa, pero también, al reino de los muertos, convirtiéndola así en la "Reina del Mar" y del Más Allá.

La iconografía del espejo es a la vez, un símbolo de la "inversión" y la magia de la Reina de los Muertos (Hécate y Perséfone en Grecia tienen las mismas características), simbolizada por este espejo. El delfín es aquí un animal psicopompo que lleva al Más Allá y a la inmortalidad.

Además de los bellos mosaicos hallados en las casas de la ciudad, hay que destacar el sistema arquitectónico de las viviendas subterráneas, que no son cuevas sino verdaderas domus subterráneas a unos 5 metros de profundidad. El material constructivo de las arcos que sostienen el techo de la parte subterránea, que no es semejante a ningún otro, consigue además de un efecto aislante mediante unos tubos de arcilla que forman una cámara de aire, una solidez impropia de la arcilla.