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Terrae Antiqvae

La deforestación y la sequía colapsaron las culturas de los Millares y Argárica de la Edad del Bronce hace 3.500 años

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Foto: Restos de un cráneo con diadema de plata de la cultura de El Argar (Sepultura femenina nº 62), Bronce Pleno en el sur de España. Siret, H., and Louis Siret (1887). Musées royaux d´art et d´Histoire,Bruselas, Bélgica.

Ésta es la conclusión a la que ha llegado científicos de la Universidad de Murcia, gracias al estudio de los fósiles de polen y de los carbones hallados en el subsuelo de la Sierra de Baza (en Granada) y en la Sierra de Gádor (Almería).

“Murcia fue un jardín botánico en épocas en las que Europa era una estepa inhóspita”
“El primer agente de extinción biológica es el hombre”

Entrevista con José S. Carrión, Paleobiólogo

Murcia: un jardín entre estepas

-P: ¿Cómo era el clima de la Murcia prehistórica?

-R: Hace tan solo 6.000 años Murcia era mucho más húmeda que en la actualidad, había incluso avellanos en la costa. Pero el sureste peninsular empezó a experimentar crisis de aridez desde hace 5.000 años. En esa época comenzó a no haber agua suficiente para el mantenimiento del ecosistema forestal. La desertificación actual es la continuación de un proceso milenario que el hombre ha acelerado.

-P: Un campo de estudio reciente es el de los colapsos culturales ¿Cuáles fueron las causas de la desaparición de la cultura Argárica, tan importante en el sureste peninsular?

-R: Durante muchos años se ha debatido si se debió a un cambio climático. Hemos estudiado el cambio vegetal en dos paleolagunas almerienses. Justo antes de la desaparición de la cultura argárica se produce un enorme cambio climático, con la desaparición de un bosque mixto con una gran diversidad, pasándose a un ecosistema más parecido al del chaparral mediterráneo.

Todo apunta a que la cultura argárica fue poco respetuosa con un ecosistema que ya estaba siendo sometido a una presión importante. La agricultura, y sobre todo la ganadería, fueron depredadoras de un entorno ambiental muy delicado.

-P: ¿Tan importante era ya la población en la región como para que tuviese que ver en el fin de un ecosistema?

-R: La cultura de Millares y la cultura argárica coinciden con fases importantes desde el punto de vista demográfico en el sureste peninsular, Muchas sierras tenían sus laderas repletas de poblados prehistóricos que inducen a considerar una población dispersa pero numerosa. Probablemente, estas zonas no han vuelto a estar tan pobladas hasta estos precisos momentos, en que han comenzado a construirse urbanizaciones.

Fuente: Universidad de Murcia


ESTUDIO DEL POLEN FOSILIZADO

cronología del Argar

Cronología

Un colapso ecológico acabó con la cultura argárica del Sudeste ibérico

El fin de aquella sociedad fue provocado por la deforestación de los bosques

La cultura argárica, que se asentó en el sudeste de la península Ibérica hace entre 4.500 y 3.600 años, desapareció por una mala gestión de sus recursos naturales. El colapso ecológico tuvo mucho que ver con la deforestación a la que sometieron a una zona que ya sufría de aridez y en la que los incendios fueron una constante.

Los argar, llamados así porque los primeros indicios de su existencia aparecieron en el poblado almeriense de El Argar, fue una de las primeras sociedades urbanas de Europa Occidental, en plena Edad de Bronce. Después de alcanzar un amplio grado de desarrollo, su desaparición repentina, unos 1.500 años a. de C., siempre ha sido un misterio. Algunos creen que se debió al agotamiento de las minas en las que conseguían el material para hacer sus adornos, sus puñales o sus hachas, otros hablan de invasiones o de cambio climático.

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Foto: Cerámica argárica. M.A.N.

Sin embargo, José S. Carrión, del Departamento de Biología Vegetal de Murcia, y sus colegas aseguran, en la revista científica ’Quaternary Science Reviews’, que hubo un desastre ecológico causado por el hombre en una región que ya era propensa a la sequía.

Evolución ambiental

Los investigadores tomaron dos testigos de los sedimentos acumulados en el suelo de la Cañada del Gitano (Sierra de Baza) y en la Sierra de Gádor. La máxima profundidad a la que llegaron fue 4,17 metros, hasta dar con el lecho de roca. El objetivo era reconstruir el ecosistema de aquella lejana época y comparar los resultados para ver cómo había evolucionado el medio ambiente en esta región levantina a lo largo de miles de años, en pleno Neolítico, gracias al estudio de los fósiles de diferentes tipos de polen.

Después vino el estudio del material en el laboratorio. "Retrocedimos hasta 8.400 años en la historia y comprobamos que ya hace 5.500 años el clima inició un cambio, se hizo más árido, pero la vegetación se adaptó y no hubo colapso", explica Carrión a EL MUNDO.

Sin embargo, con la cultura argárica, hace unos cuatro milenios, se intensificó la minería y comenzaron a producirse excedentes agrícolas y una mayor explotación de los bosques. Gracias a los carbones, se sabe que hace unos 4.100 años se extendieron los fuegos provocados, quizás para aumentar los pastos, y hace 3.800 años la vegetación había cambiado: los bosques originales se transformaron en matorrales y plantas espinosas.

"Se perdió una gran biodiversidad ecológica y de forma muy rápida, en menos de una década. El cambio del clima no transformó el ecosistema, pero sí lo hizo la tala, los fuegos y el exceso de población. Se acabó la madera y sólo 300 años después la cultura argárica desapareció", argumenta Carrión. La agricultura y el pastoreo, básicas para su supervivencia, se hicieron imposibles y las comunidades tuvieron que emigrar.

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Foto: Enterramiento argárico de Herrerías, Granada. Bronce Medio (hacia el 1500 a.C.). Museo Arqueológico Nacional.

Con estas conclusiones en la mano, el investigador recuerda que son muchas las culturas que han sufrido "un suicidio ecológico por sobreexplotación del medio», sobre todo en sociedades que han vivido en los márgenes de ecosistemas frágiles". "Debemos aprender del pasado. Cuando las comunidades son pequeñas, son sostenibles, pero el problema llega con la sobreexplotación brutal de un espacio", advierte.

Fuente: ROSA M. TRISTÁN / El Mundo.es, 28 de noviembre de 2007


(2) Eco-ruin ’felled early society’

One of Western Europe’s earliest known urban societies may have sown the seeds of its own downfall, a study suggests. Mystery surrounded the fall of the Bronze Age Argaric people in south-east Spain - Europe’s driest area.

Data suggests the early civilisation exhausted precious natural resources, helping bring about its own ruin. The study provides early evidence for cultural collapse caused - at least in part - by humans meddling with the environment, say researchers.

“Archaeologists are convinced that something happened in the ecological structure of the area just prior to the collapse of the Argaric culture” Jose Carrion, University of Murcia

It could also provide lessons for modern populations living in water-stressed regions. The findings were based on pollen preserved in a peat deposit located in the mountains of eastern Andalucia, Spain.

The researchers drilled a sediment core from the Canada del Gitano basin high up in Andalucia’s Sierra de Baza region. By studying the abundances of different pollen types - along with other indicators - preserved in sedimentary deposits, researchers can reconstruct what kind of vegetation covered the area in ancient times.

They can compile a pollen sequence, which shows how vegetation changed over thousands of years. This can give them clues to how human settlement and climate affected ecosystems. The Argaric culture emerged in south-eastern Spain 4,300 years ago. This civilisation, which inhabited small fortified towns, was one of the first in Western Europe to adopt bronze working.

But about 3,600 years ago, the culture mysteriously vanished from the archaeological record.

"Archaeologists are convinced that something happened in the ecological structure of the area just prior to the collapse of the Argaric culture," said Jose Carrion, from the University of Murcia, Spain. "But we previously lacked a high-resolution record to support this."

Environmental change

Before the appearance of the Argaric civilisation, the slopes of Sierra de Baza were covered with a diverse forest dominated by deciduous oaks and other broad-leaved trees.

But about 4,200 years ago - just after this civilisation emerges - significant amounts of charcoal appear in the pollen sequence. According to the study’s authors, this is a sign Bronze Age people were setting fires to clear the forests for mining activities and grazing.

Not long afterwards, about 3,900 years ago, the diverse forest ecosystem disappears, to be replaced by monotonous and fire-prone Mediterranean scrub. What astonished the researchers was the speed of this change. This ecological transformation is very abrupt, appearing to have taken place in little more than a decade. About 300 years after this ecological transformation, the Argaric civilisation disappeared.

Climatic effect

Professor Carrion said the term "ecocide" was too strong to apply in this case. Climate must also have played a part, he explained. There is evidence conditions were becoming progressively arid from about 5,500 years ago onwards. This is indicated by a broad reduction in forest cover, the appearance of plants adapted to dry conditions and a drop in lake levels.

But Jose Carrion added: "The climatic influence began millennia prior to the appearance of the Argaric culture. "It’s not critical to the change in the landscape we see about 3,900-3,800 years ago. What appears to be critical is the evidence of burning, which in our opinion is man-made."

The degradation of soils and vegetation could have caused the collapse of agriculture and pastoralism, the foundation of the Argaric economy. This would have led to massive depopulation of the area.

The findings were outlined at the recent Climate and Humans conference in Murcia, Spain, and appear in the journal Quaternary Science Reviews.

Source: BBC, 15 November 2007


*** Cultura del Argar

A finales del siglo XIX, los hermanos Luís y Enrique Siret, ingenieros de minas de origen belga que entonces trabajaban en Herrerías (Almería), se han dedicado a documentar la Arqueología de la región, resultando de esa labor la catalogación de una serie de yacimientos de la Edad del Bronce. Se trataban de hitos de una Edad del Bronce que apenas se conocía y que, a partir de esas fechas, vendría a ocupar un lugar destacado en la bibliografía arqueológica española.

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Foto: Hachas argáricas

La “Cultura del Argar” (o Bronce Argárico), nombrado a partir del yacimiento de El Argar (Antas, Almería), pronto se transformaría en el exponente cultural de esa época en todo el mediodía peninsular al abarcar tierras tan lejanas como las del País Valenciano o las del Sur de Portugal. Sin embargo, la aparente homogeneidad que unos querían ver en las regiones antes descritas no se correspondía con la verdadera área de influencia directa del Bronce Argárico, sobre todo tras los primeros trabajos de sistematización realizados a mediados de la década de 1940 por M. Tarradell. A partir de estas fechas empezaron a individualizarse distintos conjuntos de expresiones culturales por toda la mitad sur de la Península Ibérica, de las que el Bronce Argárico constituía tan solo una de esas realidades, con una zona nuclear aparentemente centrada en la región oriental de Andalucía y sur de Murcia y un área de expansión máxima que llegaría hasta Alicante, sur de Ciudad Real, la casi totalidad de la provincia de Granada y la parte oriental de la de Jaén.

La investigación desarrollada en los últimos años ha permitido la obtención de una serie de dataciones de radiocarbono que colocan la vigencia del Bronce Argárico en el intervalo aproximado de 2300 a 1500 antes de nuestra era en años reales de calendario. Estas fechas suponen el inicio de esta realidad histórica cuando las sociedades de la etapa precedente (la Edad del Cobre) se encuentran en proceso de disgregación, siendo contemporánea de ellas en por lo menos 100 o 150 años en el área nuclear argárica. Lo mismo se puede decir de los asentamientos situados en la zona de expansión, con cronologías a partir de c. 2000 antes de nuestra era, que se “argarizan” a expensas de las poblaciones de la Edad del Cobre final de esas regiones.

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Foto: Poblado argárico

Lo que el registro arqueológico nos enseña es un generalizado abandono de los poblados de la Edad del Cobre a partir de mediados del tercer milenio antes de nuestra era, siendo contados los casos en que observa la continuidad de la ocupación durante la Edad del Bronce – Cerro de la Virgen de Orce (Granada), Gatas (Almería) o Fuente Álamo (Almería) – aunque no siempre sea posible demostrar inequívocamente si hubo uno continuidad real de la ocupación de los asentamientos o la reocupación de los antiguos poblados tras un hiato que pudo haber sido relativamente largo.

La mayor parte de los asentamientos argáricos ocupan nuevos emplazamientos, en cerros prominentes bien defendidos de forma natural, defensas que a veces se refuerzan con la construcción de murallas, alguna que otra vez acompañadas de bastiones, y con una organización urbanística de casas adosadas dispuestas en terrazas artificiales que se desarrollan normalmente en una de las laderas del cerro. No es rara la fortificación adicional de la parte superior de la elevación, a modo de acrópolis, en donde se supone que residiría la elite dirigente del poblado.

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Foto: Brazalete argárico

El modelo de organización territorial que al parecer existía en esa época estaba controlado por una serie de grandes asentamientos de altura, a los cuales se encontraban subordinados otros asentamientos de menor tamaño, tanto de altura como de llano, con funciones económicas más especializadas (agricultura cerealista extensiva, ganadería, minería y procesamiento metalúrgico).

La estructura desigual, jerarquizada y centralizada de control del territorio argárico no sería más que un reflejo de la organización interna de la sociedad, que, deducida a partir del análisis sistemático de los contextos funerarios, estaría clasificada en tres rangos principales: la elite (que algunos apodan de “aristocrática”), los “guerreros” (o “ciudadanos” de pleno derecho) y los “siervos”. De todas formas, hay indicios de que el proceso de jerarquización social, con el consecuente aumento de la desigualdad y el establecimiento de mecanismos de exclusión, se ha desarrollado en dos fases balizadas por la fecha 1800 antes de nuestra era, fecha que es coincidente con el inicio del momento de apogeo y de máxima expansión del grupo argárico.

La mayor parte de los enterramientos se realiza bajo el suelo de las habitaciones o en covachas abiertas en la parte más interior de éstas, en la pared posterior de la terraza. El elemento de ajuar más común es la cerámica, presente en todos los niveles de asociaciones (excepto en aquellos enterramientos sin apenas ajuar), existiendo evidencias de una producción específica para esos momentos.

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Foto: Enterramiento en tinaja argárico

Del repertorio cerámico argárico sobresale la copa, presente sobre todo en los contextos funerarios. Se trata de una morfología compuesta al añadirse a un cuenco hemisférico de borde entrante (una forma común) un pie alto con base cónica invertida (aunque existan algunas variaciones a esta norma). Las superficies del cuerpo superior están normalmente bien acabadas, bruñidas, lo que les confiere un aspecto brillante, al parecer un mimetismo de producciones metálicas. Esta forma cerámica es exclusiva del grupo del Bronce Pleno del Sudeste, formando parte de lo que los investigadores llaman “norma argárica”.

Bibliografía:

AA.VV. (2000): Hace 4000 años... Vida y muerte en dos poblados de la Alta Andalucía, Sevilla

CONTRERAS CORTÉS, F., ed. (2000): “Análisis histórico de las comunidades de la Edad del Bronce del piedemonte meridional de Sierra Morena y Depresión Linares-Bailén. Proyecto Peñalosa”, en Arqueología: Monografías, 10, (2000), Sevilla.

O. ARTEAGA y H. SCHUBART. "Fundamentos arqueológicos para el estudio socio-económico y cultural de El Argar". Homenaje a Luis Siret. Cuevas de Almanzora, 1984. Sevilla, 1986: 289-307.

O. ARTEAGA. "Tribalización, jerarquización y Estado en el territorio de El Argar". Spal, 1. Sevilla, 1992: 179-208.

O. ARTEAGA. "La sociedad clasista inicial y el origen del Estado en el territorio de El Argar". Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social, 3. Universidad de Cádiz, 2000: 121-219.

LULL, V.: La cultura de El Argar. Akal Universitaria. Madrid, 1983.

AYALA JUAN, M.M: La cultura del Argar en la provincia de Murcia. Tesis de Licenciatura inédita. Murcia, 1978.

Ficha elaborada por: Ficha elaborada por: Paulo Felix para Asociación de Estudios de Arqueología Bastetana

Más Información:

Yacimiento de “Los Cipreses” (La Torrecilla, Lorca, Murcia)strong>


2 comentarios

Julian Perez Flores -

Felicito a los autores del estudio, pero encuentro a faltar que no se mencione a Pedro Flores Garcia autor material de los descubrientos, el nacio muy cerca del argar de Antas ( a menos de 1 Km ), el 28 de Octubre de 2009 se cumplio el 168 aniversario de su nacimiento. Trabajo al lado de Luis Siret mas de 50 años

angel -

muy interesante este estudio de la universidad de murcia, sin envargo el colacso de esta cultura coincide con la erupcion del santorini 1550 a.c, abria que cuantificar en que grado la erupcion y su cambio climatico afecto a las cosechas, y su posible mala gestion de sus recursos