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Terrae Antiqvae

Kudurrus, documentos en piedra mágico-notariales mesopotámicos

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Los kudurrus (en acadio "límite") eran estelas para constatar la donación de terrenos en beneficio de una comunidad o personaje importante. Eran mojones oficiales que delimitaban las propiedades concedidas por el rey de Babilonia por diversas circunstancias. También eran documentos jurídicos, ya que llevan incisos los documentos de donación y los nombres y cargos de los magistrados y el rey, los propietarios y sus cargos etc... Y asimismo, eran documentos religiosos y mágicos, protegidos por los dioses que figuran grabados en ellos.

La cultura casita. Los Kudurru

El tipo más distintivo de objeto de la Mesopotamia casita es la piedra límite, mojón o kudurru, término nuevo utilizado en tiempos de los casitas que sirve para designar el mojón o piedra en la que se constata un tipo determinado de concesión real, inscrita generalmente en una piedra ovalada o con forma de columna.

Eran cartas oficiales o documento de donación emitidas por los reyes, o por funcionarios de alto cargo, con el fin de proclamar públicamente que a determinada persona se le concedía determinada porción de tierra junto con la remisión de ciertos impuestos y la imposición de ciertas obligaciones. Se instalaban en el campo o propiedad que se concedía; en los archivos de los templos depositaban copias de su texto en tablillas de arcilla con el fin de asegurar su conservación oficial.

Característica de estas piedras límite es el tipo de esculturas en relieve en las que varios símbolos divinos, colocados a veces en estrados o asientos y representando a la "deidad entronizada" sirven para proteger el monumento. En algunas de ellas, las figuras talladas representan al propio rey, solo o con la persona que recibe la concesión . Protección complementaria se obtenía por medio de complicadas maldiciones, execraciones y bendiciones inscritas en la kudurru para impedir mágicamente que se la moviese de lugar o destruyese.

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Foto: Esta pieza procede del reinado de Marduk-apal-iddina I (1171-1159 a.C.). El dibujo es la proyección de la parte superior del kudurru (adaptado de El Antiguo Oriente, de Mario Liverani). Destaca la serpiente enroscada alrededor del eje. Los números indican: 1- Sin, 2- Ishtar, 3- Shamash, 4y 5- Anu y Enlil, 6- Ea, 7- Gula, 8- Ishkhara, 9- Ninurta, 10- Zababa, 11- Nabu, 12- Nergal, 13- Nusku, 14- Adad, 15- Marduk, 16- Papsukkal, 17- Shuqamuna y Shumalia y 18- Ishtaran, dios de la justicia.

Eran una especie de estelas que incluían una descripción de las tierras concedidas, circunstancias que rodearon la concesión, franquicias de que se benefician esas tierras, invocación a los dioses y maldiciones contra los posibles destructores y lista de testigos.

Las kudurrus nos informan de todo el escalafón administrativo casita y también sobre el derecho y demás instituciones y nos muestran que numerosas tierras pertenecían a colectividades.

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Foto: La piedra Michaux es un kudurru perteneciente al período de la dominación casita de Babilonia. Está escrito en lengua acadia mediante símbolos cuneiformes. Descubierta en 1782 por el bótanico fracés Michaux, fue el primer testimonio de la civilización mesopotámica que llegó a la Europa moderna. Foto nº 4. Descripción abajo.

La III Dinastía babilónica. La Babilonia casita

Los casitas eran tribus montañesas que procedían del este, de los montes del Zagros, aunque su nombre se menciona por primera vez en los textos babilonios de la zona del Éufrates. Chocaron por primera vez con los babilonios amoritas en tiempos de Samsu - Iluna, hijo de Hammurabi. Se trata de la primera alusión a los extranjeros que unos ciento cincuenta años después heredarían la hegemonía de la Dinastía amorita, formando la III Dinastía de la ciudad.

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POLÍTICA INTERIOR

Los casitas reinaron durante unos cuatro siglos, su política interior era liberal, nada opresiva y, al mismo tiempo, estos gobernantes administrarían Sumer mucho mejor que sus predecesores de Agadé y del período paleobabilónico, más conocidos que ellos. Los casitas ya habían conquistado los territorios del País del Mar hacia el año 1.460 y a partir de entonces la totalidad de Babilonia funcionó como una sola unidad política. Bajo la hegemonía casita parece que se neutralizó la antigua política separatista de las ciudades - Estado sumerias.

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Los siglos XVII y XVI a. C. fueron una época de grandes cambios políticos en el Oeste de Asia y los casitas no eran más que uno de los varios pueblos de habla no semítica que desde el norte empezaron a ejercer presión sobre el debilitado reino de Babilonia. Todavía deben determinarse las afinidades lingüísticas de la lengua casita, pero algunos rasgos de su religión sugieren que tenían contactos con pueblos indoeuropeos.

Aparecen por primera vez en Babilonia como trabajadores agrícolas. Durante el siglo XVII, los documentos oficiales ilustran su entrada ininterrumpida y pacífica en el país. A finales del mismo siglo, colonizadores casitas obtenían propiedades incluso dentro de la región de la propia Babilonia, y a partir del reina de Samsuiluna los casitas representan una amenaza militar.

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Después de una etapa de intentos de rebasar las fronteras, políticamente, ocuparon Babilonia con su rey Agum II.
Las principales características de este pueblo son: que aceptaron la superior cultura babilónica como otros muchos pueblos, a la que aportaron el uso del caballo y la forma de medir el tiempo por los años de reinado del monarca. Fueron poco conocidos porque en esta época tenían más importancia los acontecimientos de Hatti, Egipto y Mitanni, aunque es la dinastía que más tiempo reinó en Babilonia: de 1.570 a 1.157. Y porque su monarquía era de tipo feudal, en la que pocas familias tenían en su poder la mayor parte de los campos y dominaban el comercio.

Al primero que cabe identificar como posible gobernante de Babilonia es a Agum II (Agum - Kakrine) que recuperó las estatuas del dios Marduk y su esposa Sarpanitu después de que permanecieran veinticuatro años en poder de los hititas. Con la reposición del dios de Babilonia, los reyes casitas pudieron "tomar la mano de Marduk", gesto simbólico que sirvió para presentar a los casitas como una dinastía que respetaba y observaba las tradiciones babilónicas.

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Foto: Dinastía kasita, h. 1186-1172 a.C. De Sippar, sur Iraq, Museo Británico, ANE 90829

Los archivos del Tell el-Amarna y la política exterior casita Estos documentos (tablillas de barro escritas en cuneiforme, principalmente en lengua babilónica) fueron encontrados en las ruinas de la capital del faraón Amenofis IV (Akhenaton) en el actual lugar de Tell el Amarna, en el Egipto Medio. Se recuperaron más de trescientas cincuenta tablillas. Estos documentos se ocupan de la diplomacia internacional. Después se han hallado documentos equiparables en Palestina, Anatolia, Babilonia y Asiria.

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Aunque esta correspondencia internacional empieza después del año 1.450, las cartas de Amama que se conservan datan en gran parte de los reinados de los faraones Amenofis III y Amenofis IV - Akhenaton. En Amarna se encontraron cartas de los reyes casitas Kadasman - Enlil I y Burnaburiash II. No se ha recuperado ninguna muestra de la correspondencia anterior, pero es claro que en tiempos de Karaindash la Babilonia casita ya había adquirido suficiente prestigio como para merecer un intercambio de embajadores con la corte egipcia.

El faraón Amenofis II dejaba constancia de haber recibido obsequios de Babilonia a raíz de una de sus campañas en Siria. Cuando comienza a reinar, ya estaba instituido el intercambio regular de mensajeros entre Egipto y Babilonia y caravanas babilónicas viajaban con frecuencia a Siria, Egipto y Anatolia.

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Foto nº 3. Descripción abajo.

Karaindash destaca también por su afortunada política interior. El País del Mar ya había sido derrotado y anexionado, con lo que Babilonia quedó unida en un solo país por primera vez en doscientos años y tanto Karaindash como su sucesor Kurigalzu I llevaron a cabo extensos programas de construcción en las antiguas ciudades sumerias.

Burnaburiash y sus sucesores

Quizá a los sucesores de Kurigalzu I se les conozca principalmente por el papel que desempeñan en la correspondencia de Amarna. Las familias reales egipcia y babilónica se encuentran ahora vinculadas matrimonialmente y los reyes se tratan de hermano. El protocolo en estos textos exigía una forma de saludo complicada, con preguntas sobre la familia real, en particular sobre los caballos y carros del rey.

Los monarcas se intercambiaban obsequios. A pesar de esto, las relaciones entre los dos países decayeron, posiblemente a causa de la creciente debilidad de Egipto bajo Amenofis III y Amenofis IV - Akhenaton. Los reyes babilonios Kadashman - Enlil I y Burnaburiash II se quejan de los malos tratos sufridos por sus mensajeros y de la mezquindad del faraón.

Entre las dos familias se concertaron matrimonios (siempre de princesas babilonias para el harén del faraón y no al revés) y Burnaburiash envía a una de sus hijas a Egipto. Pero se queja al faraón de que la delegación que vino a buscarla llevaba sólo cinco carruajes. Parece que se encontró una solución satisfactoria, porque en otras cartas hay una relación interminable de regalos que se hicieron los dos reyes.

Aunque las relaciones entre Egipto y Babilonia parecen no ir muy bien, la influencia de Babilonia en otras partes durante el siglo XIV permaneció invariable. Los datos procedentes de la antigua Tilmún, la presencia de un lingote de cobre de forma de "piel de buey" micénico en Dur - Kurigalzu y de sellos casitas en Grecia (Tebas) es testimonio de una política comercial activa y de gran alcance por parte de los casitas.

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Foto nº 2. Descripción abajo.

En el norte, las relaciones con los hititas eran cordiales, a la vez que el derrumbamiento del imperio de Mitanni fomentó la injerencia babilónica en Asiria, y al mismo tiempo, gestos de independencia por parte del reino norteño, lo que provoca protestas del rey babilonio a Tutankhamón. Lo que indica que en esta época, Asiria estaba sometida a Babilonia, tal vez al haber declinado el poder de Mitanni y el componente del teónimo Marduk en la onomástica asiria contemporánea parece indicarlo así.

Burnaburiash II fue también contemporáneo del gran rey hitita Subiluliuma, ya casó a un hijo suyo con una princesa asiria, Muballitat Sherua, hija de Assuruballit I, estrechándose además las relaciones de Babilonia y Asiria y un príncipe babilonio se casó con la hija del rey asirio, cuyo hijo accedió al trono de Babilonia.

SUCESORES DE BURNABURIASH II. FIN DE LA BABILONIA CASITA

Este príncipe, Karakandash, accedió al trono babilonio al morir Burnaburiash II inaugurando un período de influencia asiria, en el siglo XVI. Sin embargo, esta relación con Asiria sería impopular en Babilonia, y Karakandash fue depuesto y posiblemente asesinado. El reino asirio intervino en Babilonia y puso en el trono a otro miembro de la casa real casita: Kurigalzu II sehru (el joven).

Kurigalzu II restauró la ciudad de Dur Kurigalzu, centrando en ella su poder, renunciando a mantener Babilonia como capital.

Existen muy pocos indicios de que los casitas conservaran algunas de sus propias prácticas religiosas y uno de ellos se encuentra en un texto que data de tiempos de Kurigalzu II, y menciona a los "dioses creadores" casitas Shuqamuna y Shumaliya en cuyo santuario de Babilonia el citado Kurigalzu fue investido con los signos de la realeza.

La suerte de Asiria y Babilonia permanecen estrechamente unidas, llevándose a cabo matrimonios dinásticos y tratados que alternan con perturbaciones de la paz y "ajustes" de la frontera común.

Kurigalzu II fue un monarca capacitado. Su reinado fue especialmente notable por el triunfo de un ataque contra los elamitas, que estaban causando problemas. Esta campaña culminó con la conquista de Susa, la capital elamita, donde Kurigalzu II dedicó una estatua que atestiguaba su victoria.

La siguiente época se caracteriza por el equilibrio de las relaciones entre Babilonia, Asiria y Hatti, así como por la presencia egipcia en el panorama internacional con Sethi I y Ramsés II, que llevaron a cabo campañas en Palestina y Siria.

El ejército de Ramsés encontró a los hititas en Kadesh, a orillas del Orontes, en el norte de Siria. El resultado, fue una victoria estratégica para los hititas, que mantuvieron la frontera en su sitio y siguieron sus estrechas relaciones con los monarcas babilonios.

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Foto:. Babilonia, h.978-943 BC. De Sippar, sur Iraq. A legal statement about the ownership of some land.Museo Británico ANE 90835. Foto nº 5. Descripción abajo.

A finales del siglo XIV a.C. se reanudó la guerra entre asirios y babilonios, siendo vencido el príncipe casita Nazimaruttash, delimitándose las fronteras entre ambos reinos. Sus sucesores: Kadashman - Turgu y Kadashman - Enlil II, lograron sostenerse en el trono de Babilonia ayudados por el rey hitita Hattusil III, a pesar del engrandecimiento de Asiria, con Salmanasar I terminando todos juntos con el poder de Mittani, que desaparece para siempre.
Tras la muerte de Kadashman - Enlil II, las relaciones entre babilonios e hititas parece que disminuyeron, posiblemente debido a que los arameos cortaron las comunicaciones entre ambos reinos.

Poco se sabe de Babilonia en esta época hasta el reinado de Khastiliash IV, momento en que el poderoso rey asirio Tukulti - Ninurta I atacó Babilonia, saqueó la ciudad y derrocó al monarca.

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Foto: A boundary stone recording a royal gift of land.I I Dinastía de Isin, h, 1099-1082 a.C. De Babilonia, sur Iraq. Museo Británico ANE 90840. Foto nº 7. Descripción abajo.

Las causas de esta guerra no se conocen con exactitud, aunque una epopeya asiria acusa a Kashtiliash de faltar a su juramento y saquear territorio asirio. Babilonia fue devastada. Se instalaron en Babilonia gobernantes asirios y durante varios años, el país tuvo oportunidad de conocer la dominación asiria (interregno asirio) aunque las repercusiones culturales de Babilonia en Asiria fueron tan importantes en lo sucesivo, que puede decirse que la conquista de Tukultininurta fue una victoria para Babilonia. Esta obsesión asiria con Babilonia, así como su ambivalencia para con ella, causaría problemas al reino norteño.

Los éxitos militares de Tukulti - Ninurta hacen de él una figura destacada del siglo XIII. En su país reclamaba honores divinos, junto con los títulos babilonios: "Rey de Karduniash, rey de Sumer y Akkad, rey de Sippar y Babilonia, rey de Tilmun y Melukhkha, rey de los mares Superior e Inferior". Construyó una capital nueva, a la que dio su propio nombre: Kar - Tukulti- Ninurta, en la orilla del Tigris, enfrente de Assur. La planta del templo principal es babilónica, aunque el estilo de la decoración es del norte de Mesopotamia.

Cultura Casita

En esta época reaparece la figura del alcalde, hazannu, con funciones administrativas, policiales, judiciales y fiscales. Los monarcas casitas usaban vestidos reales de gran lujo y tiara real. También conocemos textos sapienciales, como el del "Justo doliente"

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Los sellos casitas : Los sellos cilíndricos de los casitas también muestran una insólita variedad de símbolos. Otra innovación era la larga inscripción en sumerio. Generalmente se trata de una plegaria dirigida a una deidad tutelar, cuya expresión era a menudo oscura, tal vez una manifestación de los intereses cultos que caracterizaron este período.

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La administración: la administración de la economía se hacía desde el palacio del Rey. Los princiopales cargos administrativos que conocemos en esta época son los de Guennaku (gobernador de Nippur. A veces lo fue el rey) Sukkallu (funcionario muy importante) Bel -pahati (gobernador de una provincia) Shakin - Mati (prefecto que supervisaba la administración provinci8al o regional) Khazannu (alcalde, también llamado hazannu); Sha tammu (administrador del palacio y de templos y almacenes) Tabali (mensajeros por mar y tierra) y mati (médico o escanciador)
La organización social: era dualista, componiéndose de funcionarios y oficiales (gente del carro) que tenían franquicia y por aldeanos y artesanos, oprimidos por los impuestos, trabajos y prestaciones obligatorias.

Los casitas realizaron grandes innovaciones en cuestión de armamentos y ejército. Había gran cantidad de artesanos que trabajaban en la industria de la guerra. Se conocen estos términos: Shakrumash, que era un oficial con funciones militares y Narkabut, que era un viejo carro de guerra acado, cuyas partes recibieron nuevos nombres casitas. Tenían dos ruedas y dos caballos, mas uno de repuesto. Esta era una sociedad guerrera que dependía del carro de guerra y de los caballos. Llevaban a cabo prestaciones obligatorias o ishkaru, los pueblos debían construir carros para el palacio. Los jefes del ejército eran permanentes y a veces ocupaban funciones administrativas.

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Foto nº 1. Descripción abajo.

La familia: Los casitas no renunciaron a su propia organización familiar. El derecho evolucionó tratando de transformar la venganza en castigo. La Ley del Talión es una codificación limitada a los que eran iguales en rango y edad y una especie de tarifa de "honor". En época casita, se vuelve al resurgir de las familias poderosas por la carencia de un poder real fuerte. La herencia era patrilineal (de padres a hijos y nietos) y colateral (de hermanos a hermanas). Eran frecuentes las adopciones de fraternidad, que permitían a gentes extrañas a la familia tener acceso al reparto de bienes del adoptante.

Derecho : el sistema jurídico de esta sociedad fue original, ya que aparecen nuevas palabras, que indican nuevos procedimientos jurídicos. Los funcionarios reales eran enviados a delimitar y confirmar las transferencias.

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Religión casita: evolución del dios Marduk: Los casitas continuaron el culto de Marduk como una prueba de la legitimidad de su dinastía, aunque se adoró también a los dioses dinásticos Shuqamuna y Shumaliya ("la que vive en las cumbres") y a la Triada Suprema: Anu, Enlil y Ea.

A veces encontramos dioses personales, especie de Lares domésticos que se materializaban en estatuas. También se adoraba al dios Éufrates y se dio gran importancia a la ordalía o "prueba del agua" (los inocentes flotaban, los culpables se hundían) La más importante facultad de Medicina de la época estaba en Nippur, en el santuario de la diosa Gula , la gran curandera.

Con la caída de la Dinastía casita y la subida al poder de la IV Dinastía de Babilonia o II Dinastía de Isin, se dio más importancia al culto del dios Marduk, para distinguirse de los casitas, que habían terminado dando más importancia a Enlil y a su gran santuario de Nippur.

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Foto nº 6. Descripción abajo.

Nabucodonosor I rey de esta IV Dinastía de Babilonia o II Dinastía de Isin, que sucedió a la III o casita, intentó enlazar con las citadas reformas religiosas la época de Hammurabi, atribuyéndose al Marduk primitivo atributos de Enlil, con lo que resultó un nuevo Marduk. Tendrá su gran santuario en Babilonia, donde fue adorado junto con su esposa Sarpanitu y su hijo Nabu.

En época casita se concedió la inmunidad a los templos y a los propietarios señoriales. A partir del reinado de Melishipak II de la Dinastía casita, los reyes hacen a sus hijos e hijas donación de propiedades eximidas de impuestos y servidumbre, liberándolas de toda ingerencia administrativa.

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Parece que estos excesos despertaron una inquina creciente, según textos de tradición posterior, por sus sacrilegios contra Babilonia y el dios babilonio Marduk. Insurgentes locales, a cuya cabeza iba el hijo y heredero de Tukulti - Ninurta, encarcelaron al rey en su palacio y le prendieron fuego.

Expulsado el gobernador asirio, se proclamó rey de Babilonia Kadashman - Harbe II, que restauró el culto a Marduk, erigiendo una nueva estatua. Babilonia recuperó su antiguo esplendor tras la ruina de Asiria y la desaparición del Imperio Hitita con la invasión de los Pueblos del Mar, hacia 1.200.

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El verdadero restaurador de Babilonia será Adad - Shuma - Ussur que reorganizó la dinastía casita y sometió a los asirios descendientes de Tukulti - Ninurta. Melishipak fue el último rey casita de importancia, tras el cual, Babilonia cayó bajo el poder de Elam, resistiendo los últimos casitas en Isin, donde florecería la II Dinastía de Isin y IV Dinastía de Babilonia.

Bibliografía:

Vázquez Hoys, Ana Mª. Historia del Mundo Antiguo (Próximo Oriente y Egipto) Ed. Sanz y Torres, Madrid. 2007

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Descripción de las fotos:

Foto nº 1

The Blau monuments
Stone tablets that may record the sale of land
Probably from southern Iraq
Late Prehistoric period, around 3100 BC
The two stone tablets seem to form a pair, though it is not fully understood what they were used for, and what they mean. However, it is widely accepted that they record a transaction in which land was exchanged for various goods, with the carved figures representing the individuals involved. They thus represent an early form of Mesopotamian kudurru or boundary stone. The pictographs on the long pointed tablet appear to record the size of a field, while the half-moon-shaped tablet lists what seems to be the purchase price and/or additional payments.
The tablets, made of a slatey schist, were once thought to be fakes. However, clay tablets found in later excavations at the site of Uruk, in southern Mesopotamia, had similar archaic script. Other images of the carved figures helped to show that the Blau monuments were authentic.
The monuments are named after a previous owner, Dr A. Blau.
I.J. Gelb, P. Steinkeller and R.M. Whiting, Earliest land tenure systems i (Oriental Institute of the University of Chicago, 1991)
D. Collon, Ancient Near Eastern art (London, The British Museum Press, 1995)
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Foto nº 2

Boundary stone (kudurru)
’The Establisher of the Boundary forever’
2nd Dynasty of Isin, about 1099-1082 BC
From Babylon, southern Iraq
This kudurru records the purchase of a piece of land by Marduk-nasir, an officer of King Marduk-nadin-ahhe (about 1099-1082 BC) from a certain Amel-Enlil. Marduk-nadin-ahhe was a king of the Second Dynasty of Isin.
The cuneiform text details the purchase price of the land as: a chariot, saddles, two donkeys, an ox, grain, oil and some garments. Each is separately valued; the total coming to 1700 shekels of silver. The man carrying a bow and arrow is the king. He wears a garment that remained the Babylonian royal dress for centuries. The cuneiform caption beside him names the kudurru as ’The Establisher of the Boundary forever’. The text calls on twelve gods to protect the document, and, in addition to the king, nineteen symbols of deities provide further decoration and protection. The symbols are framed by an undulating snake, which occurs frequently on boundary stones.
L.W. King, Babylonian boundary stones and (London, Trustees of the British Museum, 1912)
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Foto nº 3.

Boundary stone (kudurru)
A legal statement about the ownership of a piece of land
Kassite dynasty, about 1100-1050 BC
From Mesopotamia
Most kudurru have a cuneiform inscription giving details of the transfer of land, usually from the king or a high official to another official. It was protected by curses and the names and symbols of gods. However, on this example, it appears that the text has been deliberately erased. This laborious process, here done very neatly, might imply that this was undertaken with the approval of the authorities and so presumably the gods.
The gods are represented by the symbols carved in relief on the top. Although some of these have been damaged, it is probably not because of a deliberate act, as it would have been considered impious to damage them. The crescent of the moon-god Sin, three horned helmets of the supreme gods, and several divine animals survive.
British Museum, A guide to the Babylonian and, 3rd ed. (London, British Museum, 1922)
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Foto nº 4

Boundary stone (kudurru)
A legal statement about the ownership of a piece of land
Kassite dynasty, about 1125-1100 BC
Probably from southern Iraq
The cuneiform inscription on this kudurru records the granting by Eanna-shum-iddina, the governor of the Sealand, of five gur of corn land in the district of Edina in south Babylonia to a man called Gula-eresh. The boundaries of the land are laid out; the surveyor is named as Amurru-bel-zeri and the transfer completed by two high officials who are also named.
Nine gods are invoked to protect the monument, along with seventeen divine symbols. The symbols of the important Mesopotamian gods are most prominent: the solar disc of the sun-god Shamash, the crescent of the moon-god Sin and the eight-pointed star of Ishtar, goddess of fertility and war. The square boxes beneath these signs represent altars supporting the symbols of gods, including horned headdresses, the triangular spade of Marduk, and the wedge-shaped stylus of Nabu, the god of writing.
A prominent snake is shown on many kudurru and may, like many of the symbols, be related to the constellations. The text ends with curses on anyone who removes, ignores or destroys the kudurru.
The Sealand was one of the wealthiest regions of Babylonia. A dynasty called ’Sealand’ first appears in records dating to the middle of the second millennium BC. It controlled the coastline of the south of Iraq and thus the trade routes down the Gulf. The Sealand rulers were defeated by the Kassite kings of Babylon in the fifteenth century BC and governors like Eanna-shum-iddina were appointed to administer the region.
L.W. King, Babylonian boundary stones and (London, Trustees of the British Museum, 1912)
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Foto nº 5

Boundary stone (kudurru)
A legal statement about the ownership of some land
Babylonian, about 978-943 BC
From Sippar, southern Iraq
This kudurru records a legal settlement of the title to an estate in the district of the city of Sha-mamitu which had formerly been the property of Arad-Sibitti and his family, but had passed through marriage to the family of Burusha, the jewel-worker.
According to the cuneiform inscription, for several years previously there had been friction between the two families, and the claim to the land was contested. The text traces the history of the feud between the families. After citing the legal evidence for the transfer of the estate to Burusha’s family, it lists the payment of 887 shekels of silver by which Burusha secured ownership of the land. Typically, the text ends with curses on anyone who would destroy or steal the stone. Nineteen divine symbols protect the document while the individuals shown are named as the king of Babylon, Nabu-mukin-apli (978-943 BC), facing Arad-Sibitti and his sister.
L.W. King, Babylonian boundary stones and (London, Trustees of the British Museum, 1912)
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Foto nº 6

Boundary stone (kudurru)
A legal statement about the freeing of taxes and obligations.
Babylonian, about 1125-1104 BC
From Sippar, southern Iraq
The cuneiform text of this kudurru describes the military services of Ritti-Marduk to King Nebuchadnezzar I (1125-1104 BC) during a campaign in Elam (to the south-east of Mesopotamia) in retaliation for Elamite raids in northern Babylonia. The campaign was carried out in summer and the Babylonian army suffered considerably from the heat and lack of water. Ritti-Marduk, the Captain of the chariots, led the attack against the Elamites.
The text sets out the details of how Nebuchadnezzar rewarded Ritti-Marduk by freeing the towns of Bit-Karziyabku, of which Ritti-Marduk was head-man, from the jurisdiction of the neighbouring city. His reward included giving the inhabitants freedom from all taxation, from forced labour, and from liability to arrest by imperial soldiers. It also prevented the billeting of imperial soldiers on the towns.
The texts list thirteen high officials who were present at the granting of the charter, and invokes nine gods to protect the monument. There are also twenty divine symbols carved in relief.
D. Collon, Ancient Near Eastern art (London, The British Museum Press, 1995)
L.W. King, Babylonian boundary stones and (London, Trustees of the British Museum, 1912)
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Foto nº 7

Boundary stone (kudurru)
A boundary stone recording a royal gift of land
2nd Dynasty of Isin, about 1099-1082 BC
From Babylon, southern Iraq
The shape, layout and design of this kudurru are very characteristic of the second half of the second millennium BC. The cuneiform inscription records a gift of land in the tenth year of King Marduk-nadin-ahhe (1099-1082 BC) of the Second Dynasty of Isin. An army officer called Adad-zer-iqisha is granted some land, having distinguished himself in a successful campaign against Assyria.
The main text ends with curses condemning any later official who questions the gift. Fifteen gods are invoked to protect the document and eighteen symbols representing deities are carved on the top. A later additional text confirms the land is to be exempt from various taxes and obligations.
J. Rawson, Animals in art (London, The British Museum Press, 1977)
D. Collon, Ancient Near Eastern art (London, The British Museum Press, 1995)
L.W. King, Babylonian boundary stones and (London, Trustees of the British Museum, 1912)

2 comentarios

Servan -

En la foto 6 se observa un hombre/escorpión, transformado con el tiempo en nuestro Sagitario.

isra -

De verdad que muchas gracias. Casi a diario entro y ciertamente me encantan todo lo que leo.
Un saludo