El Dolmen de Soto (Huelva) es una de las mayores construcciones megalíticas de Europa
Dolmen del Soto (Fotos por cortesía de José Cejudo)
La campaña de excavación arqueológica que lleva a cabo la Consejería de Cultura para la puesta en valor del Dolmen de Soto, en Trigueros (Huelva), cuya primera fase ha concluido recientemente, ha revelado la existencia de nuevos datos sobre el monumento que lo convierten en "una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental".
Según indicó en una nota la Junta, los investigadores han descubierto el anillo perimetral que rodeaba al túmulo que cubre la sepultura, que está formado por grandes bloques de caliza y conglomerados policromos y tiene un diámetro de 80 metros, lo que revela el tamaño del complejo. Asimismo, se ha comprobado que el túmulo estaba rematado por una cubierta de piedras de cuarzo blancas.
Con estos nuevos elementos, el monumento "se configura como una de las obras de mayor belleza y complejidad técnica de la época, con un diseño claramente orientado a perpetuarse en el tiempo y el espacio, y a generar un intencionado impacto visual en el paisaje por sus volúmenes y color".
De la misma forma, las investigaciones han permitido fijar por primera vez de forma científica [mediante dataciones de carbono 14] la fecha de construcción del dolmen a finales del tercer milenio antes de Cristo, hace unos 4.200 años, lo que se ha conseguido con los análisis realizados en niveles del túmulo preservados hasta el momento, que han permitido obtener registros arqueológicos sobre las condiciones ambientales de la época de su construcción.
La cronología, el diseño y el formato constructivo del dolmen lo sitúan como heredero directo de las tumbas megalíticas del Andévalo, construidas 1.000 años antes. Sin embargo, el enorme esfuerzo humano requerido para transportar y manipular los varios cientos de toneladas de los elementos que lo conforman, la complejidad ideológica que denota su formato exterior, los grabados interiores, las áreas de actividad situadas frente a su acceso y su ubicación respecto a otras tumbas de menor tamaño situadas a su alrededor muestran que Soto fue la tumba central de una de las últimas grandes necrópolis de las primeras sociedades jerarquizadas de Europa Occidental.
Las conclusiones científicas del programa de intervenciones arqueológicas de la Consejería de Cultura en el Dolmen de Soto permiten no sólo un mayor conocimiento del monumento sino también contar con la base para abordar trabajos de conservación y restauración y la difusión de la importancia del mismo a través del centro de interpretación anexo.
Fuente: Europa Press, Huelva. 25 de enero de 2008
Gráfico: Signos en el Dolmen de Soto.
El Dolmen de Soto
Forma parte del conjunto de más de doscientos monumentos megalíticos de la provincia de Huelva, que se desarrollaron en le occidente europeo entre el neolítico y la edad del Bronce. Fue descubierto por Don Armando de Soto en 1922, iniciándose en ese mismo año las excavaciones, las cuales finalizaron tras el estudio de Hugo Obermaier, publicado en marzo de 1924 en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones. Años más tarde, el 3 de junio de 1931, el dolmen fue declarado Monumento Nacional.
Los monumentos megalíticos son construcciones funerarias para enterramientos generalmente colectivos de inhumación, entre los que uno de los más comunes es el dolmen (construcción en forma de enorme mesa en la que una losa horizontal está sostenida por dos verticales (ortostatos).
El de Soto es un dolmen perteneciente a la familia de los dólmenes de "corredor largo"(conjunto de dólmenes yuxtapuestos), siendo el más grande de los encontrados en nuestra provincia y uno de los mayores de la península. Está formado por una cámara y un corredor en "V" que se ensancha hacia el interior. Su longitud es de casi 21 m., variando su anchura desde los 0,82 m. en la puerta hasta los 3,10m. en la cámara. Está orientado de Levante a Poniente, de tal manera que los primeros rayos de sol en el equinocio, avanzan por el corredor y se proyectan en la cámara durante unos minutos, en un rito donde quizás los difuntos renacían de la vida de ultratumba, bañados por la luz solar.
La galería del dolmen está formada por grandes ortostatos de granito en su mayoría, junto con otros de arenisca y pizarra, traídos probablemente de una zona cercana a Tejada (Paterna del Campo), desde unos 40 kilómetros de distancia. Los ortostatos presentan numerosos grabados y algún resto de pintura, correspondiéndose con los restos humanos y de útiles allí encontrados. Éstos, por el contrario, son escasos y el hecho de que en otro dolmen cercano los hallazgos fueran cuantiosos, hace pensar que el monumento funerario fue poco utilizado, quedando pronto en desuso y relleno de tierra.
Pese a sus grandes dimensiones solamente recibieron sepultura en él ocho cadáveres y en siete sitios diferentes. Todos ellos aparecieron sentados, en cuclillas, arrimados a la pared, en cuyo ortostato se realizó algún grabado representando la efigie del difunto, su signo protector totémico o alguna de sus armas. Junto a los cadáveres apareció un ajuar funerario compuesto de útiles líticos como hachas, cuchillos, etc.; material cerámico (a veces con decoración incisa) como vasos, cuencos, platos, etc.; un brazalete cónico de hueso; algunos fósiles marinos; etc. En la excavación también se halló una "mesa", ahora inexistente, en el centro de la cámara, justo delante de la cabecera, muy baja y rectangular. Sobre ella no se encontró nada y es de suponer que tendría una función ritual.
La conformación de la entrada y de la cámara es lo que más variaciones han sufrido, encontrándose en 1923 los ortostatos del acceso desperdigados y faltando 2 ó 3 grandes losas que techaban la cámara. La primera restauración por parte del Ministerio de Cultura se llevó a cabo en 1957. En 1981 se acometió la primera fase del proyecto de restauración del dolmen por Don Ismael Guarner. La segunda fase se efectuó en 1982, también por el arquitecto Guarner, presentando la Memoria final de las obras realizadas en 1985. En 1986 se inició el proyecto de protección arqueológica del monumento por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través de la Delegación Provincial de Huelva, mejorándose el cerramiento, interior, entorno y acceso del dolmen, gracias a su conexión con la A-286, nacional 436 y una serie de caminos asfaltados.
En la actualidad se está elaborando un proyecto de protección y puesta en valor que permitirá el uso y disfrute por los ciudadanos de este importantísimo monumento.
Cercanos a este monumento, menos de 20 Km, se encuentran los interesantisimos conjuntos históricos artísticos de Moguer y Niebla, además de la hermosa iglesia gótico-Mudejar de San Anton en la localidad de Trigueros. En relación con los monumentos megalíticos de nuestra provincia se recomienda la visita al conjunto megalítico de la aldea de El Pozuelo (Zalamea la Real).
BIBLIOGRAFÍA:
CERDAN, C. y LEISNER, G. y V.: "Los sepulcros megalíticos de Huelva". Informes y memorias, nº 26. Madrid, 1952.
DOMINGUEZ DOMINGUEZ, C. Y DE PAZ SANCHEZ, J.J.: Taller de Patrimonio Arqueológico: Soto, Pozuelo y Zarcita. Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Huelva, 1990.
OBERMAIER, H.: El dolmen de Soto (Trigueros, Huelva). Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, Madrid, 1924.
PIÑON VARELA, F.: "Los constructores de los sepulcros megalíticos", en Huelva y su provincia, Vol. II. Editorial Tartessos, Cádiz, 1986.
Fuente: Junta de Andalucía - Averroes
3 comentarios
cristina Perdomo -
Una Triguereña -
JF -