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Terrae Antiqvae

El ADN de agricultores prehistóricos arroja nueva luz sobre los orígenes de los europeos modernos

El ADN de agricultores prehistóricos arroja nueva luz sobre los orígenes de los europeos modernos

Foto: SCIENCE. Esqueleto de un prehistórico agricultor hallado en Halberstadt (Alemania), cerca de Leipzig.

El estudio analiza el ADN mitocondrial de 24 esqueletos cuyos restos fueron encontrados en 16 yacimientos de Alemania, Austria y Hungría.

Los orígenes de los 700 millones de habitantes de Europa han sido objeto desde hace décadas de un vivo debate académico entre dos hipótesis rivales. Una buena parte de la comunidad científica sostiene que los actuales europeos descienden de los primeros seres humanos que introdujeron la agricultura en Europa central hace unos 7.500 años. Otra facción de investigadores argumenta que nuestros ancestros fueron las poblaciones de cazadores-recolectores que llegaron mucho tiempo antes al continente, hace alrededor de 40.000 años. Un estudio que publica hoy la prestigiosa revista «Science» inclina la balanza en favor de esa segunda hipótesis.

Sus autores son un grupo de investigadores de Alemania, Reino Unido y Estonia, que aislaron y analizaron ADN de los huesos de 24 esqueletos de prehistóricos agricultores, cuyos restos fueron encontrados en 16 yacimientos de Alemania, Austria y Hungría. El equipo, dirigido por Joachim Burger, sabía que esos restos correspondían a agricultores prehistóricos que vivieron hace 7.500 años, porque junto a sus huesos había fragmentos de cerámicas de dos culturas bien estudiadas, cuya presencia marca el inicio de las prácticas agrícolas en Centroeuropa.

Minuciosa comparación

El objetivo de Burger y de sus colaboradores era aislar ese primitivo ADN y compararlo con el de europeos modernos a fin de averiguar si estos últimos descienden de esos primeros agricultores, que entraron hace 8.000 años por Grecia y otros regiones del sureste y se desplazaron hacia el océano Atlántico en dirección noroeste. La presencia de esta cultura con conocimientos agrícolas se habría extendido a zonas tan remotas entre sí como Francia y Ucrania. El minucioso examen comparativo se centró en el ADN mitocondrial, que se caracteriza porque se hereda por vía materna, lo que permite establecer relaciones de parentesco con gran fiabilidad.

El análisis de estas muestras biológicas reveló que seis de los veinticuatro esqueletos contenían rasgos genéticos que son extremadamente raros en las actuales poblaciones europeas. Esos seis esqueletos procedían de yacimientos arqueológicos con una amplia distribución geográfica en Europa central. En los otros dieciséis esqueletos se apreciaron marcadores genéticos que son muy comunes en toda la población mundial, por lo que no aportaron ninguna información valiosa para esclarecer el origen de los europeos modernos. En base a todos estos datos genéticos, los autores de esta pionera investigación sostienen que los actuales habitantes del Viejo Continente no seríamos descendientes de esos primitivos agricultores, sino de las poblaciones de cazadores-recolectores que llegaron hace 40.000 años.

Modelo de colonización

Estos resultados contradicen el modelo de colonización de Europa propuesto en el año 1984 por el arqueólogo Albert Ammerman y el genetista Luigi Luca Cavalli Sforza. Ambos investigadores habían postulado que un número considerable de prehistóricos agricultores atravesó Europa hace 8.000 años, se hibridó con los grupos de cazadores-recolectores que encontraban y desplazó al resto de grupos con un rápido crecimiento local. Esta hipótesis había sido avalada por estudios genéticos recientes, como el presentado en el año 2002 por el genetista Lounes Chikhi, de la Univeridad Paul Sabatier de Toulouse. Este investigador analizó variaciones genéticas en el cromosoma Y de poblaciones europeas actuales y llegó a la conclusión de que la mayoría del ADN procede de esos introductores de la agricultura que colonizaron el centro del continente.

Fuente: EFE / A. AGUIRRE DE CÁRCER, ABC, 11 de noviembre de 2005
Enlace: http://www.abc.es/abc/pg051111/prensa/noticias/Sociedad/
Ciencia/200511/11/NAC-SOC-113.asp

2 comentarios

Martín Fernández Maceiras -

¿Por qué no aportan datos concretos sobre los 16 esqueletos restantes analizados?
Supongo que esos datos son tan importantes como los linajes N1a que son tan poco comunes en Europa.

Felipe duSouich -

¡Un gran bravo para terraeantiqvae!