El anfiteatro romano de Cartagena compartirá espacio con el coso y un museo contemporáneo
Foto: Maqueta del proyecto, con la plaza de toros y el anfiteatro debajo. El museo recorrerá el anillo central del coso y tendrá el edificio anexo a la plaza. / LV
La excavación de los restos y las obras del Mucam costarán 22 millones y acabarán en el 2012.
Cartagena disfrutará a partir del año 2012 de un gran centro de atracción turística, cultural y arquitectonica que se complementará con el que dentro de un par de meses aportará a la ciudad el recuperado yacimiento del Teatro Romano (del siglo I después de Cristo) y su museo: el Anfiteatro Romano, cuyos restos del siglo I Antes de Cristo fueron hallados en la década de 1960 y que compartirán espacio con la plaza de toros que construyeron encima y el Museo de Arte Contemporáneo de la Región de Murcia (Mucam), de nueva construcción.
El proyecto, que tiene un presupuesto de 22 millones de euros, ha sido diseñado por el arquitecto cartagenero Andrés Cánovas Alcaraz (que integra el Equipo ACM Arquitectura junto a Nicolás Maruri y Atxu Amann) tras un encargo hace tres años del director general de Bellas Artes, José Miguel Noguera.
Los restos del anfiteatro están en el subsuelo del coso Ortega Cano, un edificio de 1854 enclavado en el barrio universitario, frente a la sede de la Escuela de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica y cerca del Parque Torres, sede central del Festival La Mar de Músicas.
Cánovas calificó la zona como la de mayor monumentalidad arqueológica de Cartagena. Según indicó en la presentación del proyecto en el Palacio Consistorial (en un acto al que asistieron, entre otros, la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro; el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel; y el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz), su objetivo es recuperar un patrimonio que forma parte del «imaginario colectivo» e «inocular en la zona cultura, convivencia y vida».
Aluminosis
El eje del proyecto ha sido lograr la «convivencia» del anfiteatro y el coso e integrarlo con cuatro edificios nuevos: un centro de interpretación turística, el Mucam (de 4.000 metros cuadrados), un centro para exposiciones temporales y un auditorio al aire libre.
Foto: Vista aérea de la plaza de toros y anfiteatro romano de Cartagena
Los elementos añadidos en la restauración del coso en 1911, como la portada y nuevos graderíos, serán retirados. También quitarán las andanadas, afectadas de aluminosis. Se busca excavar y consolidar los restos del anfiteatro, pero se conservarán las estructuras básicas de la plaza, donde no hay festejos desde hace dos décadas.
Los operarios desmontarán el graderío, porque la elipse menor del anfiteatro se inscribe casi por completo en el círculo interior del coso. Eso sí, se conservarán los dos grandes muros cilíndricos de la plaza para respetar los accesos principales, y en el interior de los anillos habrá un centro de interpretación del anfiteatro y del coso.
Auditorio al aire libre
Para el Mucam (donde se expondrán obras datadas a partir de 1960) se aprovecharán las estructuras antiguas como área de equipamientos. En el interior de los anillos de conexión estará la zona de comunicaciones y pequeñas salas de exposición. Apoyándose sobre la plaza estará un edificio de nueva planta con las grandes salas.
Junto al coso, en el callejón del Chiquero, habrá otro edificio con salas de exposiciones temporales y dependencias como sala de conferencias, restaurantes, y los servicios generales del Mucam.
Por si fuera poco, la rehabilitación de parte del graderío permitirá construir un auditorio descubierto y desmontable en el interior de la plaza. Tendrá 1.200 localidades y servirá para todo tipo de espectáculos. Cada edificio tendrá entradas independientes.
El presidente Valcárcel dijo que el proyecto tiene relevancia mundial y justificó así el retraso de su puesta en marcha: «Hace diez años nos preguntaron sobre el anfiteatro y dijimos: ’Las cosas, a su tiempo. Primero, el Teatro Romano’. Los restos se encontraron en los años 60, pero la arqueología no es algo que se pueda programar para hoy, mañana o pasado, porque no sabemos lo que hay debajo del suelo, y debajo de debajo, aún menos. Lo importante es hacerlo de la mejor forma posible. Cincuenta años en la historia no es nada. Se diluyen como un azucarillo».
Barreiro calificó el proyecto como ejemplo de la política de «recuperar el pasado, mantener el presente y crear el futuro». Animó a los empresarios a apoyar la financiación (podría crearse una fundación como la del Teatro Romano) y destacó que edificios como el del Mucam se sumarán a los que construyen en la ciudad «primeros espadas» de la arquitectura.
Proyecto: Rehabilitación del anfiteatro romano, del siglo I antes de Cristo, y la plaza de toros que se construyó encima y construcción del Museo de Arte Contemporáneo. Presupuesto: 22 millones de euros.
Arquitecto: Equipo ACM Arquitectura, compuesto por Andrés Cánovas Alcaraz (Cartagena, 1958), Nicolás Maruri y Atxu Amann. Cánovas ha hecho la reforma de la calle Serreta y los edificios del Augusteum en Cartagena y de la Muralla Árabe en Murcia. Rehabilitará el Castillo de Monteagudo.
PROYECTO DE RECUPERACIÓN DEL ANFITEATRO Y COSO DE CARTAGENA
Fuente: JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ / La Verdad.es, 24 de enero de 2008
(2) Un edificio del año 70 con capacidad para 11.000 espectadores
BAJO LA ARENA
El anuncio de las obras para poner en valor definitivamente el anfiteatro romano de Cartagena, construido en el año 70 de nuestra era (en la época flavia), llega cuatro décadas y media después del hallazgo de los restos arqueológicos.
La rehabilitación del anfiteatro y su entorno ha sido presentada como una oportunidad para impulsar la imagen turística de Cartagena a nivel mundial gracias también a la construcción del Museo de Arte Contemporáneo de la Región (Mucam). Pero la Comunidad Autónoma ha prescindido de convocar un concurso de ideas para designar al autor del proyecto arquitectónico.
«El sistema de selección [del arquitecto] fue el mismo que para el Teatro Romano. Se vieron varios proyectos y se optó por el de Andrés Cánovas, cuyo curriculum está fuera de toda duda», señaló ayer el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, quien dijo que hablar de la falta de concurso «no deja de ser una «polémica estéril».
Cruz había destacado como «experiencia piloto» un concurso internacional para designar al director del nuevo museo y para fijar el proyecto museográfico.
De 49 años, Cánovas fue el responsable reformar la calle Serreta de su ciudad natal, Cartagena. Ese proyecto le ha valido muchas críticas, porque el pavimento de adoquines ha tenido que ser reparado varias veces en apenas tres años al no soportar el tráfico rodado y la lluvia. También hizo el edificio del Augusteum romano.
Lucha de gladiadores
Tiene su estudio en Madrid y firmó el Museo de la Muralla Árabe de Murcia (logró una mención en los XIV Premios de Arquitectura de la Región), y va a rehabilitar el Castillo de Monteagudo.
El anfiteatro romano es, junto con la Torreciega, el monumento cartagenero de la antigüedad más conocido y que mayor atención mereció entre eruditos y estudiosos. Sus estructuras fueron visibles hasta la construcción en 1854 de la actual plaza de toros encima.
Varias campañas de excavación entre 1983 y 1992 (que sacaron a la luz un cementerio forzado por una epidemia de peste en el siglo XVII) permitieron documentar partes como la arena, el muro de cierre en la parte norte, el podium y el vestuario de los gladiadores. Se cree que tenía una capacidad de 10.000 a 11.000 espectadores.
Demasiado corazón
Se quejaba ayer la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, al presentar el proyecto del anfiteatro de que a los políticos les tachan a veces de no tener corazón. No es cuestión de pensar que lo tienen de león, como Ricardo corazón. Pero mejor eso a que se les desboque y les nuble la pasión. «La potencia sin control no sirve de nada», decía un anuncio.
Apelar a la «fe ciega», el «absoluto convencimiento», la «seguridad y tranquilidad» propias para justificar el encargo de un proyecto único como éste al arquitecto Andrés Cánovas (cuyo mérito profesional no pondré yo en entredicho, pero sí cuestionan algunos) es querer endulzar que las cosas se han hecho en la soledad de un despacho y a dedo.
¿Basta con que el director general de Bellas Artes, José Miguel Noguera, y sus técnicos decidieran que entre «varios proyectos» -¿cuántos son, quién los ha visto?- el de Cánovas era el mejor? «Lo importante es hacer las cosas de la mejor forma posible», dice Valcárcel tomando de ejemplo el Teatro Romano, estrella regional en Fitur y que dirige Rafael Moneo. Pero en torno a Moneo sí hubo consenso.
Mucho confía en el «empeño e ilusión de Noguera» el presi, pues admitió que no vio el proyecto hasta que llevaba encarrilado un año y medio pero se adhirió a él «entusiasmado». El gobernante debe esgrimir algo más que fe: criterio.
¿Cuál? El mismo que, antes de despacharlo todo con «esto es una polémica estéril», defendió el consejero Pedro Alberto Cruz para demostrar la transparencia y excelencia con que elegirán al director del Museo de Arte Contemporáneo: cumplir un Libro Blanco de Buenas Prácticas y convocar un concurso internacional. ¿Se acuerdan de Willy DeVille? Pues eso: Demasiado corazón.
Fuente: JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ / La Verdad.es, 24 de enero de 2008
*** Para saber más sobre la Historia de Cartagena
Reportaje fotográfico del Anfiteatro Romano de Cartagena
Fotos: © Ramón Sobrino Torrens
El Anfiteatro
El anfiteatro se situaba en un sector periférico del recinto urbano dada su gran masa volumétrica, destinada a albergar unos 11.000 espectadores disfrutarían de los espectáculos gladiatorios. En la actualidad se encuentra conservado bajo la moderna Plaza de Toros en una singular y atractiva superposición.
De las investigaciones recientes, realizadas en algunas zonas bajo el coso taurino y en la fachada principal, se deduce un edificio de planta oval con un eje mayor de unos 103 metros y un eje menor de 78 m. La arena donde se desarrollaban los juegos se sitúa 4 metros por debajo de la arena de la plaza de toros. Su estructura arquitectónica aprovecha la topografía del terreno excavando una parte de las cimentaciones inferiores en la roca natural mientras que los graderíos se alzaron sobre muros radiales de mampostería cubiertos por bóvedas, circundados por un grueso muro perimetral al que se adosan distintos contrafuertes.
Carthago Nova. Estado de la cuestión sobre su patrimonio arqueológico.
Por Maria José Madrid, Antonio Murcia y Elena Ruiz
10 comentarios
Anton -
A Cartagena la están salvando el turismo y su historia. Piensen por ejemplo que a ojos de un estadounidense, nuestro anfiteatro sería el legado que nos deja una historia con la que solo puede soñar, mientras que el taurismo es una gran mancha en nuestra cultura.
Gonzalo -
La plaza de toros a pesar de tener su valor no es comparable y debería ser sacrificada para favorecer la recuperación del anfiteatro.
En cuanto al museo de arte contemporaneo si necesita como reclamo el anfiteatro es que está fuera de lugar.
Vicen -
gabriel -
jaarct -
Saludos.
Abril1974 -
Saludos
juan francisco -
Sonia -
rafael pérez del álamo -
Nergal -