Murcia. Tras el rastro de la ciudad perdida de IYYU (elO)
Foto: PALACIO PALEOCRISTIANO. Vista general de las excavaciones de Urbanismo en el barrio de Los Lages de Algezares. EXPERTOS. Luis García, director excavaciones, junto a Carmen Martínez, arqueóloga de Urbanismo, y el concejal Fernando Berberena. / GUILLERMO CARRIÓN / AGM EL MITO DE IYYU (elO) DATOS HISTÓRICOS
Encuentran en Algezares los restos de un palacio de época paleocristiana, un hallazgo que podría ser parte de la mítica ciudad perdida de Elo
Año 713 d.C.: Pacto de Tudmir. En este tratado figuran una serie de ciudades que, tras la conquista de los árabes del reino de Murcia, se someterían al nuevo gobierno. Se trata de Alicante, Villena, Orihuela, Mula, Lorca, Begastri (Cehegín) e Iyyu (Elo). Esta es la primera referencia de origen árabe que se conserva de la ciudad perdida.
Año 825 d.C. : Las continuas revueltas entre tribus árabes (mudaníes y yemeníes), conducen a Abderramán II a ordenar destruir la ciudad foco del conflicto durante años. Así se acaba con la ciudad de Iyyu -sede del califato de Córdoba-. Un acontecimiento que da lugar a la fundación de Murcia; lugar que acogerá la sede del gobierno y las tropas. Un dato que reafirma la hipótesis de que la ciudad de Iyyu podría estar en la pedanía murciana de Algezares, por su cercanía a la capital.
Por Beatriz Romero, La Verdad Digital, 16 de abril de 2005
La Región podría contar con una gran ciudad de la época romana bajo el suelo de Algezares, si finalmente se confirman las hipótesis. Algunas investigaciones presagian que Iyyu (Elo) - la ciudad perdida- estaría enterrada en una zona de la pedanía murciana.
Todo lo ha desencadenado el descubrimiento de los restos de un edificio monumental de finales del siglo IV o principios del siglo V después de Cristo. Se trata de lo que podría haber sido un importante palacio, que concentró el poder eclesiástico y civil de la zona. El hallazgo de la Concejalía de Urbanismo está situado en el barrio de Los Lages de Algezares, a tan sólo 100 metros de los restos de la basílica visigoda -descubiertos hace más de 50 años-; razón por la cuál los expertos piensan que cabría la posibilidad de que estas ruinas formen parte de un complejo mucho mayor: una auténtica ciudad que fue destruida hace siglos.
Tres meses de trabajo
El conjunto hallado tras casi tres meses de trabajo de los arqueólogos ha reavivado el debate sobre el mito de la ciudad tardoantigua de Elo. El arqueólogo de la escuela de estudios árabes de Granada, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Pedro Jiménez, declara que «como murciano me encantaría que Iyyu (Elo) estuviese en Algezares; lo más lógico es pensar que está cerca de Murcia».
De todas formas, Jiménez ha mostrado también cautela, ante lo que sería un descubrimiento arqueológico muy importante: «Hoy por hoy, las candidatas más firmes son Tolmo de Minateda -en el límite de la provincia con Albacete- y Algezares. La ventaja de la primera, reside en la categoría de las ruinas romanas que se conservan junto a la basílica y al palacio».
Pedro Jiménez apunta que no le ha sorprendido el último hallazgo: «Es lógico que hubiera un palacio cerca de la basílica porque ésta puede ser una sede episcopal, y por tanto, cerca se construía el palacio en el que residía el obispo. Cabe la posibilidad de que en las inmediaciones esté una ciudad o bien existan casas más dispersas».
Los trabajos de la Concejalía de Urbanismo, para los que ya se ha invertido la cantidad de 100.000 euros, podrían prolongarse durante más tiempo. Todo dependerá del equipo de arqueólogos de Arquiotec, la empresa adjudicataria de las excavaciones; ya que no se descarta, que junto a este gran edificio, pudieran aparecer más viviendas de la época paleocristiana.
Los expertos barajan también otras hipótesis: se llegó a hablar de que Elo podría ser la ciudad ciezana de Siyasa. Incluso se comentó la posibilidad de que fuera Ojós, por su similitud toponímica. La Universidad de Alicante está investigando la opción de Tolmo de Minateda. Mientras, también en la provincia vecina, se llega a afirmar que podría ser la actual ciudad de Elda. Ahora la pelota está sobre el tejado de la Concejalía y su equipo de arqueólogos, ya que los próximos acontecimientos podrían determinar, si el mito de la ciudad perdida está muy cerca de los murcianos.
Luis García: «Las excavaciones han tenido resultados sorprendentes»
El conjunto hallado por los arqueólogos de la empresa Arquiotec -adjudicataria tras el concurso convocado por la Concejalía de Urbanismo- ha dado unos «resultados extraordinarios». La aparición de unos importantes restos de un edificio de carácter monumental, de grandes dimensiones, ha sobrepasado cualquier expectativa. El palacio está formado por un atrio, una espectacular escalinata romana de carácter sacro, y una organización de salas al estilo de los grandes palacios paleocristianos.
La construcción se dispone en varias terrazas y un espacio amplio y abierto en la zona más llana y que, en origen, estuvo dotada de un pórtico de acceso del que sólo se conserva la parte estructural. Al área más alta se accede desde la zona inferior, -un amplio espacio que parece definirse como un patio porticado-, a través de la gran escalinata conservada prácticamente en los tramos inferiores. También se conservan los muros de argamasa de cal hasta una elevada altura en las zonas de separación entre terrazas, llegando a alcanzar un máximo de cuatro metros. En estos momentos los técnicos están realizando un estudio pormenorizado de los restos para concluir si lo que ha aparecido forma parte de una edificación religiosa o civil, aunque todo apunta que se trata de un palacio civil con una sala de audiencias. En el caso de que esta hipótesis se confirmara, se trataría de un edificio único en el municipio y en toda la Región.
Cuatro pavimentos
Luis Martínez, director de las excavaciones, afirma que «el arquitecto que lo construyó tuvo un único plan y lo llevó a cabo en un sola fase. Además sería el mismo maestro el que se encargara en todo momento de los trabajos». Pero posteriormente, después de la construcción del palacio -entre finales del siglo IV y principios del siglo V-, «parece que volvió a ser ocupado en el siglo XVI, por una moneda que se ha encontrado; y después entre los siglos XVII y XVIII».
De ahí se explica, según García, los cuatro pavimentos que se aprecian sobre el original suelo romano. La basílica de Algezares, que se encuentra a escasos metros, se construiría «probablemente en un momento muy cercano, aunque, hoy día, no se puede concretar con exactitud».
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