Los olmecas, ¿primera civilización en América?
Descubrimientos en Perú suscitan dudas entre investigadores.
NUEVA YORK. Por John Noble Wilford, de The New York Times
En una planicie costera bañada por ríos que fluyen a través de pantanos y junto a campos de maíz y frijol, el pueblo al que los arqueólogos llaman los olmecas vivieron en una sociedad de emergente complejidad hace más de 3,000 años en la zona del Golfo de México correspondiente al estado de Veracruz.
Los olmecas, movilizados por ambiciosos gobernantes y fortificados por un panteón de dioses, movieron una verdadera montaña de tierra para crear una meseta sobre la planicie, cuyas ruinas son conocidas hoy día como San Lorenzo. Dejaron atrás restos de palacios, cerámica distintiva y arte con motivos antropomórficos de jaguares. Lo más impresionante son sus esculturas: colosales cabezas de piedra de gruesos labios y mirada fija que se asume son monumentos de gobernantes reverenciados.
Los olmecas son considerados ampliamente como los creadores de la primera civilización en Mesoamérica, la zona que abarca gran parte de México y Centroamérica, y un manantial cultural de sociedades posteriores, notablemente la civilización maya. Algunos expertos piensan que la civilización olmeca fue la primera de América, aunque recientes descubrimientos en Perú suscitan dudas.
Los arqueólogos están profundamente divididos en torno al grado de influencia que tuvieron los olmecas sobre culturas mesoamericanas contemporáneas y subsecuentes. ¿Fueron la cultura madre? ¿O fueron una entre culturas hermanas cuyas interacciones a través de la región produjeron atributos compartidos de religión, arte, estructura política y sociedad jerárquica? El mes pasado, el caldero de la polémica fue agitado nuevamente por el doctor Jeffrey P. Blomster, arqueólogo especializado en los olmecas en la Universidad George Washington. En un reporte de la revista Science, él y otros investigadores describieron evidencia de la generalizada exportación de cerámica olmeca que dicen sustenta la prioridad olmeca en la creación y difusión del primer estilo unificado y sistema iconográfico en Mesoamérica.
El equipo del doctor Blomster analizó la química de 725 piezas de cerámica decoradas con símbolos y diseños al estilo olmeca recopilados de toda la región. Los investigadores compararon la composición de la cerámica con los barros locales. Determinaron que la mayoría de las piezas no eran imitaciones del estilo olmeca fabricadas por alfareros locales. En un número considerable de vasijas, el barro era igual a la química del material descubierto en los alrededores del sitio San Lorenzo.
Hay evidencias abrumadoras de que San Lorenzo, la primera capital olmeca, realizó la exportación, indicó el doctor Blomster. Los olmecas estaban difundiendo su cultura y ésta era de gran interés para otras.
El experto agregó que la investigación mostró que aparentemente San Lorenzo no parecía estar importando artefactos emblemáticos de otras culturas, o que contemporáneos regionales estuvieran intercambiando ese material entre sí. La ciudad en la meseta artificial aparentemente era el eje de cultura regional y es esencial para entender el origen y el desarrollo de sociedades complejas en Mesoamérica, apuntó.
El doctor Richard A. Diehl, de la Universidad de Alabama, escribió en la revista Science que los descubrimientos aportan un poderoso apoyo para la escuela de la cultura madre, y añadió que San Lorenzo dominaba las relaciones comerciales y la difusión de los sistemas de iconografía y creencias olmecas.
Pero el doctor Diehl, un propositor de la escuela de la cultura madre y autor de The Olmec, publicado el año pasado, dijo en una entrevista que las conexiones que observamos quizá no hayan durado más de una generación, quizá el tiempo de un gobernante particular y, a lo sumo, no más de un siglo o siglo y medio.
La investigación del doctor Blomster se centró en cerámica de la segunda mitad del período formativo tempranero de la cultura mesoamericana, que se extendió de los años 1500 a 900 antes de Cristo. Los últimos siglos de este período fueron la época del ascenso de San Lorenzo, pero después la ciudad fue mayormente abandonada y el eje olmeca gravitó a La Venta, en lo que actualmente es el estado de Tabasco.
Para cuando la primera civilización mayor de Mesoamérica estaba desapareciendo, la integración de los olmecas en otras sociedades aparentemente había llegado suficientemente lejos en comercio e influencia para transmitir un legado de política, arte y religión a los mayas.
Citando nuevas investigaciones, algunos arqueólogos y especialistas partidarios de la teoría de la cultura madre comparan la relación de los olmecas con los mayas con la que existió entre los griegos y los romanos en la civilización occidental.
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La gran cultura Olmeca fué la primera en formarse en territorio mesoamericano, se ubicó en la región costera del golfo de México, aproximadamente en el 1800 cuando nace la que hoy es considerada como la "Cultura Madre" del México antiguo, cuyos orígenes y aspectos peculiares constituyen hoy en día un enigma. El término náhuatl "olmeca" significa "habitantes de olman" es decir "habitantes del país del hule", aún no se sabe cómo se llamaban ellos mismos. Según los testimonios arqueológicos permite suponer que la cultura olmeca sentó los cimientos de las grandes civilizaciones que se sucedieron en Mesoamérica hasta la época de la conquista, como los zapotecas, los mayas y aztecas.
Durante los últimos siglos de segundo milenio a.C. los fértiles territorios que correspondían a los actuales estados de Veracruz y Tabasco estaban habitados por una densa población que vivía agrupada en numerosos poblados agrícolas. A partir del 1200 a.C. Aproximadamente empezaron a verificarse una serie de transformaciones que pueden considerarse el embrión de una auténtica civilización, que duraría unos 800 años
En el centro de muchos poblados se erigieron algunas plataformas en tierra de estructura piramidal, cuya función era la de edificios de templos, lo cual constituye las primeras obras arquitectónicas Mesoamérica. A estos conjuntos de plataformas escalonadas se les ha llamado "centros ceremoniales". Los más importantes centros ceremoniales descubiertos son San Lorenzo, la venta, tres Zapotes y laguna de cerros en México. Se cree que San Lorenzo fue el primero florecer alrededor del 1200 a.C. y sufrió una violenta destrucción a la cual siguió el nacimiento de la venta en Tabasco (800 al 400 a.C.), este último fué el principal centro olmeca, una autentica ciudad que poseía las características que serían comunes en los centros urbanos de las ciudades posteriores. La arquitectura de la Venta consiste en plataformas de distintos tamaños, alineados de norte a sur sobre un eje, que en conjunto conforman espacios públicos; es considerada la más grande e importante del área cultural olmeca. Aquí se erigió la más antigua pirámide mesoamericana de 34 metros de altura, cuya forma cónica ha sido interpretada por algunos estudiosos como la reproducción de un volcán.
No se sabe el número de sitios olmecas que existieron pero si que fueron numerosos y que se asentaron en colinas de baja altura o planicies cerca de ríos y lagos, ya que debido a que sus construcciones fueron básicamente de tierra poco o nada queda, pues solo se erigieron algunas construcciones de piedra ya que al no haber suficientes cantidades de ese material debían de importarlo.
Esta civilización también debió ser la primera en utilizar la escultura pues además de ser expertos talladores de jade, dejaron en estos lugares monumentos monolíticos como altares y estelas decoradas en bajorrelieve y el más sorprendente hallazgo de este periodo: una serie de cabezas colosales de piedra, de varias toneladas de peso, hasta el momento se han descubierto 17 cabezas gigantes de hasta de tres metros de altura aproximadamente.
Los curiosos rasgos somáticos que caracterizaron a estos gigantescos rostros coronados por una especie de casco, con ojos almendrados, labios hinchados replegados hacia abajo y gran nariz achatada, similares a los pueblos negroides, han llevado a plantear muchos interrogantes a los arqueólogos sobre el origen étnico que aún siguen sin respuesta. Se han encontrado también de dimensiones más pequeñas diversos recipientes cerámicos, figurillas de terracota de rostros infantiles llamados "Baby Face", pero sobre todo elegantes joyas y figurillas humanas y zoomorfas de jade tallado, serpentina y obsidiana. Que no sólo se han encontrado en nuestras regiones sino también en Belice Guatemala y Honduras, lo que constituye una vasta expansión cultural y comercial olmeca que iniciará en 900 a.C.
Se cree que durante el segundo milenio a.C. surgió y se afirmó una "élite" gobernante, una casta de dirigentes sacerdotes que, por primera vez en la historia de Mesoamérica se expresaron a través de monumentos duraderos y las prerrogativas políticas y religiosas que asumían. Esto queda evidenciado en los ajuares funerarios: probablemente los gobernantes-sacerdotes querían aparecer a los ojos del pueblo como encarnaciones terrenales de las divinidades y los habitantes debían entregar parte de su cosecha y ofrendas a sus soberanos.
Los olmecas practicaban el culto chamánico, aparece el concepto de "nahualismo", según el cual a través de ritos particulares, el brujo-chamán podría transformarse en animal, en particular en jaguar, mediante el uso de drogas alucinantes-hongos y tabaco- y estos acompañados por sacrificios humanos y auto sacrificios.
Los olmecas adquirieron también conocimientos astronómicos, estudios de planetas y ciclos del calendario, entre otras contribuciones el ritual del juego de pelota, se creé también que la escritura, la más antigua descripción de tres Zapotes, Veracruz, gravada en una estela, refleja una fecha correspondiente al 31 a.C.. El problema del uso de la escritura sigue siendo aún hoy controvertido, algunos atribuyen la invención a los zapotecas y es posible que se adoptara una forma de escritura mediante glifos en la época olmeca tardía. Un ejemplo es la inscripción aún no descifrada que se encuentra en la estatuilla de los Tuxtlas y otro un tanto controvertido en la estela de Mojarra. Se supone que los olmecas hablaban una lengua raíz mixe-zoque.
La economía de los olmecas estaba basada en la agricultura, el principal cultivo fué el maíz, además del frijol, calabaza, cacao, etc. Además que que estos formaban parte de su dieta y se incluían la carne de pescado, tortugas, venados y perros domesticados.
La cultura olmeca se extinguió, superada o sorbida por otros pueblos, como los zapotecas en Oaxaca y la naciente civilización maya.
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En la actual República Mexicana, en la región que comprende la parte sur del estado de Veracruz y el oriente del estado de Tabasco, entre el río Grijalva y el Papaloapa, ahí nació la cultura olmeca, ahí fundaron sus ciudades y labraron sus esculturas.
Esta, es considerada como la cultura madre de la civilización en Mesoamérica. Limitada al oriente por las montañas de los Tuxtlas, y por la Sierra Madre del Sur se encuentra la región denomina "área metropolitana", "área clímax" o "zona nuclear" debido a que en ella se encuentran las que fueron acaso, sus capitales: La Venta, San Lorenzo, Laguna de los Cerros, Tres Zapotes.
Usualmente se designa como olmeca al grupo que habitó al sur de Veracruz y al norte de Tabasco: este nombre deriva del náhuatl OLLI y MECATL (mecate), "habitante del país del hule"; también se les conoce como TENOCELOME (la boca de tigre).
La región que ocupó la cultura olmeca, entre las sierras y el Golfo de México, tiene un alto índice de humedad y debido a ello se encuentra agua en abundancia (lagos, ríos y también pantanos).
Abunda la cacería, la pesca y la captura de mariscos; la agricultura, aunque difícil, debe haber sido una actividad común aunada al sistema de siembra seguramente relacionado con el maíz, el frijol y la calabaza, principal sustento de los grupos mesoaméricanos.
Es probable que conocieran la domesticación del perro y del guajolote e iniciaran la apicultura; se sabe que practicaban la antropofagia; y que probablemente extraían de un sapo marino, abundante en el golfo, una sustancia alucinógena.
Por la construcción, conservación y restauración de los centros religiosos y el número de esculturas monumentales y de pequeñas dimensiones, se piensa que el gobierno era teocrático.
Los centros ceremoniales eran respetados y cuidados, en tanto que las cercanías de la sierra eran puntos ideales y, aparentemente, de ocupación temporal. Existen ejemplos de construcción de choza de planta rectangular en adobe (La Venta), pero el resto de las construcciones debe haber tenido muros de madera cubiertos de barro, en algunos casos y techos de palma y otro material perecedero, iguales a los que se siguen construyendo en la actualidad.
ARTE OLMECA
En La Venta, se encuentran formas más elaboradas, tiene un centro ceremonial planificado, aunque con monumentos sólo de tierra y escaso valor arquitectónico. Pero existen sin embargo, montículos de uso religioso, pisos de mosaico de piedra, un recinto rodeado de columnas de basalto y una gran tumba formada de esas mismas columnas.
Es posible ubicar a la cultura ollmeca entre los años 1300 y 600 a. C. basándonos principalmente en su producción escultórica en piedra.
Como un lirio que brota del fango, surgió repentinamente de la selva pantanosa xicallanca un arte cuya fuerza incontenible abrió paso atravesando selvas, ríos y bosques, escalando montañas, para extenderse aun más allá de los confines de Mesoamérica. Trabajaron con esmerada técnica y con refinado sentido artístico, igual el basalto en colosales dimensiones, que el jade en exquisitas figurillas, hachas y cuentas.
A través de Mesoamérica, encontramos en casi todas las áreas estilos parecidos al olmeca que influyó en ellas, ya que se habla de los olmecas como un pueblo que en un tiempo dominó espiritualmente a Mesoamérica.
Por haber sido ahí donde desarrollaron las más altas expresiones de su estilo -herencia única que nos legaron, que no nos revela de donde llegaron, ni cómo eran sus creadores-, pensamos que en el sitio de La Venta, Tabasco, existió el centro ceremonial de las gentes que crearon el arte olmeca".
Ni tan siquiera sabemos las cosas más sencillas de su vida diaria. Otras artes menores a la escultura -quizás la cerámica- nos pueden señalar la anterior trayectoria de esta gente, antes de establecerse en aquel sitio.
Se sospecha la mano dirigente en la concentración de estructuras ceremoniales, que apartan al hombre de la vida cotidiana y le dan oportunidad de acercar sus pensamientos hacia una comunión con la deidad. La vida religiosa se organizó aquí alrededor de un alto montículo piramidal.
ESCULTURA
Las esculturas olmecas, constituyen un estilo; son el vehículo de expresión y el signo visible de una época de integración cultural. Las formas que integran un estilo son como un conglomerado esencial y permanente, en tanto expresan una cultura, pero están sujetas a los cambios propios del mismo proceso cultural.
Los olmecas esculpieron monumentales cabezas de piedra (entre 1.5 y 3 metros de altura) de una hechura perfecta (se conocen 17 de estas cabezas completas); macizos altares rectangulares; enormes estatuas que representaban gente deforme, combinaciones de hombre con tigre, y otros finísimas figurillas.
La mayoría de esculturas del área metropolitana están realizadas en basalto y en andesita (piedras que no se encuentran en la región); los bloques, debieron ser transportados desde distancias de más de 80 kilómetros.
Es en San Lorenzo, donde se realiza, el clásico estilo olmeca, el más puro, el no contaminado, el modelo primordial. La Venta, Tres Zapotes, Laguna de los Cerros, muestran variantes regionales; en muchos aspectos son coincidentes con la escultura de San Lorenzo, pero en otros se distancian considerablemente de esta.
Los olmecas fueron los más antiguos escultores de Mesoamérica; trabajaron no solamente las piedras volcánicas para sus grandes monumentos, sino también las piedras duras, compactas semipreciosas para sus tallas pequeñas, principalmente algunas jadeítas traslúcidas de color verde esmeralda, azul verdoso o grisáceo y, en menor escala, la serpentina, la hematita y hasta se han encontrado en La Venta cuentas de amatista y de cristal roca.
No se sabe con certeza el procedimiento técnico que siguieron para lograr tales pequeñas piezas de talla exquisita y excepcional, sin equivalente en la calidad de su pulimento. Las piezas pequeñas se han encontrado no sólo en la región olmeca metropolitana, sino dispersas en gran parte de Mesoamérica.
FORMA.- En su escultura destaca la preferencia por el volumen, o sea la masa en tres dimensiones contenida por el espacio; de esta mas se define por su pesantez sólidamente arraigada en la tierra, de la cual parece no desprenderse; el ritmo interno de la forma cerrada: los salientes y los remetimientos se recogen creando una unidad plástica que no interrumpe o hiere el espacio circundante; el predominio de las superficies redondeadas que cubren las estructuras de formas geométricas; la monumentalidad que deriva de la justa proporción armónica de las representaciones.
Es precisamente esta última característica la peculiar a la clásica escultura olmeca en su expresión monumental o de pequeñas dimensiones.
TEMAS.- Dentro de su escultura son notables tres conjuntos, las figuras compuestas (rasgos humanos con distintas especies animales, animales diferentes entre sí, y rasgos de este tipo mezclados con otros fantásticos e imaginados.), las figuras animales y principalmente las figuras humanas.
Cabe señalar, que aunque el jaguar aparece en gran número de piezas, el arte olmeca es fundamentalmente homo céntrico. Podemos decir, que la escultura olmeca se divide en representaciones de seres sobrenaturales y de figuras humana.
De entre las figuras humanas, la más frecuente es la de un hombre sedente con las piernas a la manera oriental, cuya cabeza y extremidades exhiben rasgos que se alejan de lo naturalmente humano; algunas cabezas recuerdan las de ciertos animales, particularmente la del jaguar.
Así, los ojos son transformados en formas geométricas como escuadras, líneas paralelas o una suerte de comas en el extremo dirigido hacia afuera y hacia abajo o, recordando la forma de ojos de felino, como elipses cuyas comisuras internas se inclinan apuntado hacia adentro; las cejas, se transforman en algo así como placas de límites sinuosos y que se conocen como cejas de flama, la boca - esa característica boca olmeca - es inconfundible por su labios gruesos, el superior en particular, proyectado hacia el frente y vuelto hacia arriba describiendo la forma de un trapecio; las comisuras caen a menudo.
No hay alteraciones notables en otros rasgos faciales, la nariz, si bien es chata, amplia en su base, aplastada, y no se proyecta del eje vertical marcado por el labio superior, no representa una nariz animal; las mejillas carnosas y a veces colgantes; la frente es breve, ya que a menudo va cubierta por una banda, y el entrecejo ceñido lleva pliegues con hendeduras que los separan; el mentón es casi siempre pequeño y poco saliente.
Hay representaciones que mantienen la estructura básica humana, pero que están alteradas en las extremidades; garras de distintos animales que sustituyen a las manos y a los pies; a veces son de tres y otras de cinco dedos; otras llevan sobre la espalda colas ramificadas; además, usan bandas cruzadas en los pectorales o en los tocados, manoplas, antorchas pequeñas y unas barras cilíndricas, a modo de cetros largos.
En algunas de las escultura, las figuras emergen de una horadación que recuerda a una cueva y se encuentran en los altares . Los altares son bloques en forma de prisma rectangular con el eje mayor en sentido horizontal, en la parte superior, una cubierta que los rebasa por el frente y por los lados; la parte del frente muestra un nicho del que surge una figura que en ocasiones sostiene un niño en entre sus brazos. Los tramos laterales pueden llevar otras imágenes humanas y fantásticas.
Por otro lado, en las pequeñas esculturas, se observan dos tipos: uno, con personajes de pie con el eje vertical del cuerpo y de la cabeza marcadamente señalado (extremidades inferiores muy largas y cráneo deformado a manera de pera o aguacate); el otro tipo, corresponde a la figura de robusta complexión, torso amplio, escasa estatura y cabeza voluminosa en relación al cuerpo.
Las representaciones de animales no abundan ni en pequeñas dimensiones, ni en grandes tallas; en éstas aparecen distanciadas del modelo de la naturaleza; se exageran o distorsionan o se esquematizan algunos de los elementos que las constituyen. Los principales animales que representas son: el jaguar, el mono, la serpiente y el ave rapaz.
Bibliografía
Historia del Arte Mexicano (Tomo 3).
Arte Prehispánico
Escultura Olmeca -Beatriz de la Fuente
Segunda edición 1982
Editorial SALVAT
Esplendor del México Antiguo
Editorial del Valle de México S.A.
Primera edición 1959
Cuarta edición 1982
Tomo I
Historia del Arte Mexicano (Tomo 1).
Arte Prehispánico
Arquitectura en la Costa del Golfo -Alberto Amador Sellerier.
Segunda edición 1982
Editorial SALVAT
NUEVA YORK. Por John Noble Wilford, de The New York Times
En una planicie costera bañada por ríos que fluyen a través de pantanos y junto a campos de maíz y frijol, el pueblo al que los arqueólogos llaman los olmecas vivieron en una sociedad de emergente complejidad hace más de 3,000 años en la zona del Golfo de México correspondiente al estado de Veracruz.
Los olmecas, movilizados por ambiciosos gobernantes y fortificados por un panteón de dioses, movieron una verdadera montaña de tierra para crear una meseta sobre la planicie, cuyas ruinas son conocidas hoy día como San Lorenzo. Dejaron atrás restos de palacios, cerámica distintiva y arte con motivos antropomórficos de jaguares. Lo más impresionante son sus esculturas: colosales cabezas de piedra de gruesos labios y mirada fija que se asume son monumentos de gobernantes reverenciados.
Los olmecas son considerados ampliamente como los creadores de la primera civilización en Mesoamérica, la zona que abarca gran parte de México y Centroamérica, y un manantial cultural de sociedades posteriores, notablemente la civilización maya. Algunos expertos piensan que la civilización olmeca fue la primera de América, aunque recientes descubrimientos en Perú suscitan dudas.
Los arqueólogos están profundamente divididos en torno al grado de influencia que tuvieron los olmecas sobre culturas mesoamericanas contemporáneas y subsecuentes. ¿Fueron la cultura madre? ¿O fueron una entre culturas hermanas cuyas interacciones a través de la región produjeron atributos compartidos de religión, arte, estructura política y sociedad jerárquica? El mes pasado, el caldero de la polémica fue agitado nuevamente por el doctor Jeffrey P. Blomster, arqueólogo especializado en los olmecas en la Universidad George Washington. En un reporte de la revista Science, él y otros investigadores describieron evidencia de la generalizada exportación de cerámica olmeca que dicen sustenta la prioridad olmeca en la creación y difusión del primer estilo unificado y sistema iconográfico en Mesoamérica.
El equipo del doctor Blomster analizó la química de 725 piezas de cerámica decoradas con símbolos y diseños al estilo olmeca recopilados de toda la región. Los investigadores compararon la composición de la cerámica con los barros locales. Determinaron que la mayoría de las piezas no eran imitaciones del estilo olmeca fabricadas por alfareros locales. En un número considerable de vasijas, el barro era igual a la química del material descubierto en los alrededores del sitio San Lorenzo.
Hay evidencias abrumadoras de que San Lorenzo, la primera capital olmeca, realizó la exportación, indicó el doctor Blomster. Los olmecas estaban difundiendo su cultura y ésta era de gran interés para otras.
El experto agregó que la investigación mostró que aparentemente San Lorenzo no parecía estar importando artefactos emblemáticos de otras culturas, o que contemporáneos regionales estuvieran intercambiando ese material entre sí. La ciudad en la meseta artificial aparentemente era el eje de cultura regional y es esencial para entender el origen y el desarrollo de sociedades complejas en Mesoamérica, apuntó.
El doctor Richard A. Diehl, de la Universidad de Alabama, escribió en la revista Science que los descubrimientos aportan un poderoso apoyo para la escuela de la cultura madre, y añadió que San Lorenzo dominaba las relaciones comerciales y la difusión de los sistemas de iconografía y creencias olmecas.
Pero el doctor Diehl, un propositor de la escuela de la cultura madre y autor de The Olmec, publicado el año pasado, dijo en una entrevista que las conexiones que observamos quizá no hayan durado más de una generación, quizá el tiempo de un gobernante particular y, a lo sumo, no más de un siglo o siglo y medio.
La investigación del doctor Blomster se centró en cerámica de la segunda mitad del período formativo tempranero de la cultura mesoamericana, que se extendió de los años 1500 a 900 antes de Cristo. Los últimos siglos de este período fueron la época del ascenso de San Lorenzo, pero después la ciudad fue mayormente abandonada y el eje olmeca gravitó a La Venta, en lo que actualmente es el estado de Tabasco.
Para cuando la primera civilización mayor de Mesoamérica estaba desapareciendo, la integración de los olmecas en otras sociedades aparentemente había llegado suficientemente lejos en comercio e influencia para transmitir un legado de política, arte y religión a los mayas.
Citando nuevas investigaciones, algunos arqueólogos y especialistas partidarios de la teoría de la cultura madre comparan la relación de los olmecas con los mayas con la que existió entre los griegos y los romanos en la civilización occidental.
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La gran cultura Olmeca fué la primera en formarse en territorio mesoamericano, se ubicó en la región costera del golfo de México, aproximadamente en el 1800 cuando nace la que hoy es considerada como la "Cultura Madre" del México antiguo, cuyos orígenes y aspectos peculiares constituyen hoy en día un enigma. El término náhuatl "olmeca" significa "habitantes de olman" es decir "habitantes del país del hule", aún no se sabe cómo se llamaban ellos mismos. Según los testimonios arqueológicos permite suponer que la cultura olmeca sentó los cimientos de las grandes civilizaciones que se sucedieron en Mesoamérica hasta la época de la conquista, como los zapotecas, los mayas y aztecas.
Durante los últimos siglos de segundo milenio a.C. los fértiles territorios que correspondían a los actuales estados de Veracruz y Tabasco estaban habitados por una densa población que vivía agrupada en numerosos poblados agrícolas. A partir del 1200 a.C. Aproximadamente empezaron a verificarse una serie de transformaciones que pueden considerarse el embrión de una auténtica civilización, que duraría unos 800 años
En el centro de muchos poblados se erigieron algunas plataformas en tierra de estructura piramidal, cuya función era la de edificios de templos, lo cual constituye las primeras obras arquitectónicas Mesoamérica. A estos conjuntos de plataformas escalonadas se les ha llamado "centros ceremoniales". Los más importantes centros ceremoniales descubiertos son San Lorenzo, la venta, tres Zapotes y laguna de cerros en México. Se cree que San Lorenzo fue el primero florecer alrededor del 1200 a.C. y sufrió una violenta destrucción a la cual siguió el nacimiento de la venta en Tabasco (800 al 400 a.C.), este último fué el principal centro olmeca, una autentica ciudad que poseía las características que serían comunes en los centros urbanos de las ciudades posteriores. La arquitectura de la Venta consiste en plataformas de distintos tamaños, alineados de norte a sur sobre un eje, que en conjunto conforman espacios públicos; es considerada la más grande e importante del área cultural olmeca. Aquí se erigió la más antigua pirámide mesoamericana de 34 metros de altura, cuya forma cónica ha sido interpretada por algunos estudiosos como la reproducción de un volcán.
No se sabe el número de sitios olmecas que existieron pero si que fueron numerosos y que se asentaron en colinas de baja altura o planicies cerca de ríos y lagos, ya que debido a que sus construcciones fueron básicamente de tierra poco o nada queda, pues solo se erigieron algunas construcciones de piedra ya que al no haber suficientes cantidades de ese material debían de importarlo.
Esta civilización también debió ser la primera en utilizar la escultura pues además de ser expertos talladores de jade, dejaron en estos lugares monumentos monolíticos como altares y estelas decoradas en bajorrelieve y el más sorprendente hallazgo de este periodo: una serie de cabezas colosales de piedra, de varias toneladas de peso, hasta el momento se han descubierto 17 cabezas gigantes de hasta de tres metros de altura aproximadamente.
Los curiosos rasgos somáticos que caracterizaron a estos gigantescos rostros coronados por una especie de casco, con ojos almendrados, labios hinchados replegados hacia abajo y gran nariz achatada, similares a los pueblos negroides, han llevado a plantear muchos interrogantes a los arqueólogos sobre el origen étnico que aún siguen sin respuesta. Se han encontrado también de dimensiones más pequeñas diversos recipientes cerámicos, figurillas de terracota de rostros infantiles llamados "Baby Face", pero sobre todo elegantes joyas y figurillas humanas y zoomorfas de jade tallado, serpentina y obsidiana. Que no sólo se han encontrado en nuestras regiones sino también en Belice Guatemala y Honduras, lo que constituye una vasta expansión cultural y comercial olmeca que iniciará en 900 a.C.
Se cree que durante el segundo milenio a.C. surgió y se afirmó una "élite" gobernante, una casta de dirigentes sacerdotes que, por primera vez en la historia de Mesoamérica se expresaron a través de monumentos duraderos y las prerrogativas políticas y religiosas que asumían. Esto queda evidenciado en los ajuares funerarios: probablemente los gobernantes-sacerdotes querían aparecer a los ojos del pueblo como encarnaciones terrenales de las divinidades y los habitantes debían entregar parte de su cosecha y ofrendas a sus soberanos.
Los olmecas practicaban el culto chamánico, aparece el concepto de "nahualismo", según el cual a través de ritos particulares, el brujo-chamán podría transformarse en animal, en particular en jaguar, mediante el uso de drogas alucinantes-hongos y tabaco- y estos acompañados por sacrificios humanos y auto sacrificios.
Los olmecas adquirieron también conocimientos astronómicos, estudios de planetas y ciclos del calendario, entre otras contribuciones el ritual del juego de pelota, se creé también que la escritura, la más antigua descripción de tres Zapotes, Veracruz, gravada en una estela, refleja una fecha correspondiente al 31 a.C.. El problema del uso de la escritura sigue siendo aún hoy controvertido, algunos atribuyen la invención a los zapotecas y es posible que se adoptara una forma de escritura mediante glifos en la época olmeca tardía. Un ejemplo es la inscripción aún no descifrada que se encuentra en la estatuilla de los Tuxtlas y otro un tanto controvertido en la estela de Mojarra. Se supone que los olmecas hablaban una lengua raíz mixe-zoque.
La economía de los olmecas estaba basada en la agricultura, el principal cultivo fué el maíz, además del frijol, calabaza, cacao, etc. Además que que estos formaban parte de su dieta y se incluían la carne de pescado, tortugas, venados y perros domesticados.
La cultura olmeca se extinguió, superada o sorbida por otros pueblos, como los zapotecas en Oaxaca y la naciente civilización maya.
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En la actual República Mexicana, en la región que comprende la parte sur del estado de Veracruz y el oriente del estado de Tabasco, entre el río Grijalva y el Papaloapa, ahí nació la cultura olmeca, ahí fundaron sus ciudades y labraron sus esculturas.
Esta, es considerada como la cultura madre de la civilización en Mesoamérica. Limitada al oriente por las montañas de los Tuxtlas, y por la Sierra Madre del Sur se encuentra la región denomina "área metropolitana", "área clímax" o "zona nuclear" debido a que en ella se encuentran las que fueron acaso, sus capitales: La Venta, San Lorenzo, Laguna de los Cerros, Tres Zapotes.
Usualmente se designa como olmeca al grupo que habitó al sur de Veracruz y al norte de Tabasco: este nombre deriva del náhuatl OLLI y MECATL (mecate), "habitante del país del hule"; también se les conoce como TENOCELOME (la boca de tigre).
La región que ocupó la cultura olmeca, entre las sierras y el Golfo de México, tiene un alto índice de humedad y debido a ello se encuentra agua en abundancia (lagos, ríos y también pantanos).
Abunda la cacería, la pesca y la captura de mariscos; la agricultura, aunque difícil, debe haber sido una actividad común aunada al sistema de siembra seguramente relacionado con el maíz, el frijol y la calabaza, principal sustento de los grupos mesoaméricanos.
Es probable que conocieran la domesticación del perro y del guajolote e iniciaran la apicultura; se sabe que practicaban la antropofagia; y que probablemente extraían de un sapo marino, abundante en el golfo, una sustancia alucinógena.
Por la construcción, conservación y restauración de los centros religiosos y el número de esculturas monumentales y de pequeñas dimensiones, se piensa que el gobierno era teocrático.
Los centros ceremoniales eran respetados y cuidados, en tanto que las cercanías de la sierra eran puntos ideales y, aparentemente, de ocupación temporal. Existen ejemplos de construcción de choza de planta rectangular en adobe (La Venta), pero el resto de las construcciones debe haber tenido muros de madera cubiertos de barro, en algunos casos y techos de palma y otro material perecedero, iguales a los que se siguen construyendo en la actualidad.
ARTE OLMECA
En La Venta, se encuentran formas más elaboradas, tiene un centro ceremonial planificado, aunque con monumentos sólo de tierra y escaso valor arquitectónico. Pero existen sin embargo, montículos de uso religioso, pisos de mosaico de piedra, un recinto rodeado de columnas de basalto y una gran tumba formada de esas mismas columnas.
Es posible ubicar a la cultura ollmeca entre los años 1300 y 600 a. C. basándonos principalmente en su producción escultórica en piedra.
Como un lirio que brota del fango, surgió repentinamente de la selva pantanosa xicallanca un arte cuya fuerza incontenible abrió paso atravesando selvas, ríos y bosques, escalando montañas, para extenderse aun más allá de los confines de Mesoamérica. Trabajaron con esmerada técnica y con refinado sentido artístico, igual el basalto en colosales dimensiones, que el jade en exquisitas figurillas, hachas y cuentas.
A través de Mesoamérica, encontramos en casi todas las áreas estilos parecidos al olmeca que influyó en ellas, ya que se habla de los olmecas como un pueblo que en un tiempo dominó espiritualmente a Mesoamérica.
Por haber sido ahí donde desarrollaron las más altas expresiones de su estilo -herencia única que nos legaron, que no nos revela de donde llegaron, ni cómo eran sus creadores-, pensamos que en el sitio de La Venta, Tabasco, existió el centro ceremonial de las gentes que crearon el arte olmeca".
Ni tan siquiera sabemos las cosas más sencillas de su vida diaria. Otras artes menores a la escultura -quizás la cerámica- nos pueden señalar la anterior trayectoria de esta gente, antes de establecerse en aquel sitio.
Se sospecha la mano dirigente en la concentración de estructuras ceremoniales, que apartan al hombre de la vida cotidiana y le dan oportunidad de acercar sus pensamientos hacia una comunión con la deidad. La vida religiosa se organizó aquí alrededor de un alto montículo piramidal.
ESCULTURA
Las esculturas olmecas, constituyen un estilo; son el vehículo de expresión y el signo visible de una época de integración cultural. Las formas que integran un estilo son como un conglomerado esencial y permanente, en tanto expresan una cultura, pero están sujetas a los cambios propios del mismo proceso cultural.
Los olmecas esculpieron monumentales cabezas de piedra (entre 1.5 y 3 metros de altura) de una hechura perfecta (se conocen 17 de estas cabezas completas); macizos altares rectangulares; enormes estatuas que representaban gente deforme, combinaciones de hombre con tigre, y otros finísimas figurillas.
La mayoría de esculturas del área metropolitana están realizadas en basalto y en andesita (piedras que no se encuentran en la región); los bloques, debieron ser transportados desde distancias de más de 80 kilómetros.
Es en San Lorenzo, donde se realiza, el clásico estilo olmeca, el más puro, el no contaminado, el modelo primordial. La Venta, Tres Zapotes, Laguna de los Cerros, muestran variantes regionales; en muchos aspectos son coincidentes con la escultura de San Lorenzo, pero en otros se distancian considerablemente de esta.
Los olmecas fueron los más antiguos escultores de Mesoamérica; trabajaron no solamente las piedras volcánicas para sus grandes monumentos, sino también las piedras duras, compactas semipreciosas para sus tallas pequeñas, principalmente algunas jadeítas traslúcidas de color verde esmeralda, azul verdoso o grisáceo y, en menor escala, la serpentina, la hematita y hasta se han encontrado en La Venta cuentas de amatista y de cristal roca.
No se sabe con certeza el procedimiento técnico que siguieron para lograr tales pequeñas piezas de talla exquisita y excepcional, sin equivalente en la calidad de su pulimento. Las piezas pequeñas se han encontrado no sólo en la región olmeca metropolitana, sino dispersas en gran parte de Mesoamérica.
FORMA.- En su escultura destaca la preferencia por el volumen, o sea la masa en tres dimensiones contenida por el espacio; de esta mas se define por su pesantez sólidamente arraigada en la tierra, de la cual parece no desprenderse; el ritmo interno de la forma cerrada: los salientes y los remetimientos se recogen creando una unidad plástica que no interrumpe o hiere el espacio circundante; el predominio de las superficies redondeadas que cubren las estructuras de formas geométricas; la monumentalidad que deriva de la justa proporción armónica de las representaciones.
Es precisamente esta última característica la peculiar a la clásica escultura olmeca en su expresión monumental o de pequeñas dimensiones.
TEMAS.- Dentro de su escultura son notables tres conjuntos, las figuras compuestas (rasgos humanos con distintas especies animales, animales diferentes entre sí, y rasgos de este tipo mezclados con otros fantásticos e imaginados.), las figuras animales y principalmente las figuras humanas.
Cabe señalar, que aunque el jaguar aparece en gran número de piezas, el arte olmeca es fundamentalmente homo céntrico. Podemos decir, que la escultura olmeca se divide en representaciones de seres sobrenaturales y de figuras humana.
De entre las figuras humanas, la más frecuente es la de un hombre sedente con las piernas a la manera oriental, cuya cabeza y extremidades exhiben rasgos que se alejan de lo naturalmente humano; algunas cabezas recuerdan las de ciertos animales, particularmente la del jaguar.
Así, los ojos son transformados en formas geométricas como escuadras, líneas paralelas o una suerte de comas en el extremo dirigido hacia afuera y hacia abajo o, recordando la forma de ojos de felino, como elipses cuyas comisuras internas se inclinan apuntado hacia adentro; las cejas, se transforman en algo así como placas de límites sinuosos y que se conocen como cejas de flama, la boca - esa característica boca olmeca - es inconfundible por su labios gruesos, el superior en particular, proyectado hacia el frente y vuelto hacia arriba describiendo la forma de un trapecio; las comisuras caen a menudo.
No hay alteraciones notables en otros rasgos faciales, la nariz, si bien es chata, amplia en su base, aplastada, y no se proyecta del eje vertical marcado por el labio superior, no representa una nariz animal; las mejillas carnosas y a veces colgantes; la frente es breve, ya que a menudo va cubierta por una banda, y el entrecejo ceñido lleva pliegues con hendeduras que los separan; el mentón es casi siempre pequeño y poco saliente.
Hay representaciones que mantienen la estructura básica humana, pero que están alteradas en las extremidades; garras de distintos animales que sustituyen a las manos y a los pies; a veces son de tres y otras de cinco dedos; otras llevan sobre la espalda colas ramificadas; además, usan bandas cruzadas en los pectorales o en los tocados, manoplas, antorchas pequeñas y unas barras cilíndricas, a modo de cetros largos.
En algunas de las escultura, las figuras emergen de una horadación que recuerda a una cueva y se encuentran en los altares . Los altares son bloques en forma de prisma rectangular con el eje mayor en sentido horizontal, en la parte superior, una cubierta que los rebasa por el frente y por los lados; la parte del frente muestra un nicho del que surge una figura que en ocasiones sostiene un niño en entre sus brazos. Los tramos laterales pueden llevar otras imágenes humanas y fantásticas.
Por otro lado, en las pequeñas esculturas, se observan dos tipos: uno, con personajes de pie con el eje vertical del cuerpo y de la cabeza marcadamente señalado (extremidades inferiores muy largas y cráneo deformado a manera de pera o aguacate); el otro tipo, corresponde a la figura de robusta complexión, torso amplio, escasa estatura y cabeza voluminosa en relación al cuerpo.
Las representaciones de animales no abundan ni en pequeñas dimensiones, ni en grandes tallas; en éstas aparecen distanciadas del modelo de la naturaleza; se exageran o distorsionan o se esquematizan algunos de los elementos que las constituyen. Los principales animales que representas son: el jaguar, el mono, la serpiente y el ave rapaz.
Bibliografía
Historia del Arte Mexicano (Tomo 3).
Arte Prehispánico
Escultura Olmeca -Beatriz de la Fuente
Segunda edición 1982
Editorial SALVAT
Esplendor del México Antiguo
Editorial del Valle de México S.A.
Primera edición 1959
Cuarta edición 1982
Tomo I
Historia del Arte Mexicano (Tomo 1).
Arte Prehispánico
Arquitectura en la Costa del Golfo -Alberto Amador Sellerier.
Segunda edición 1982
Editorial SALVAT
27 comentarios
Víctor Colán Ormeño -
QUEMIQUETZALCOATL -
QUEMIQUETZALCOATL -
janette -
javierreta -
javierreta -
Pedro -
Aliyan el Rey Jaguar que cuenta la historia de fenicios que llegaron a Mexico y dio el origne de la cultura Olmeca
http://www.lulu.com/content/libro-de-tapa-dura/aliy%c3%a1n-el-rey-jaguar/6503702
Miguel -
Miguel -
patricia molina -
Luis -
cecilia -
Daniel Vásquez Castellanos -
Carlos Santana Aguilar -
¿El hecho de haber construido una ciudad con construcciones administrativas, de vivienda y centros de reunión comunal o ritual asi como el haber encontrado otros vestigios culturales no hacen de esta la primera civilización de América?
veronica castro reyes -
miguel -
Camila Correa Leguizamon -
julian mugar (estudiante de historia) -
mario@ -
merrcedes -
natanael -
jafet -
Juan Delgado -
isabel aranda -
gracias
Anónimo -
silvina erb -
Paolo Lucchina -