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Terrae Antiqvae

Canarias. La Gomera presenta el mayor yacimiento arqueológico hasta ahora descubierto

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El hallazgo de un panel con 105 inscripciones de la escritura líbico-bereber en una cueva de La Gomera deja constancia del mayor descubrimiento arqueológico hallado en la isla. Los expertos presentaron este hallazgo que a partir de estos momentos las investigaciones se centrarán en saber la realidad de los antiguos aborígenes de La Gomera.

El profesor universitario y arqueólogo Juan Francisco Navarro Mederos y la especialista en la lengua Líbico-bereber, Renata Springer, junto con el arqueólogo de la Unidad de Patrimonio del Cabildo de La Gomera, Juan Carlos Hernández, el presidente de la Corporación Insular, Casimiro Curbelo, el responsable del área, Juan Alonso Herrera, presentaron en rueda de prensa el hallazgo del yacimiento arqueológico ‘Las toscas del guirre”, un descubrimiento que “cambia todo el panorama arqueológico actual y transforma la visión que se tiene de los antiguos gomeros”, aseguró el presidente cabildicio.

Según Navarro Mederos, se ha encontrado un conjunto arqueológico importante en un paraje natural de la Isla que ha sido poco alterado por lo que los yacimientos hallados se conservan relativamente bien y dentro de este conjunto ha aparecido una estación de grabados rupestres que además son alfabéticos.

En total son 105 las inscripciones que han aparecido en el interior de una cueva, en un panel de 3 metros de largo por 2 de alto, que pertenecen a la lengua líbico-bereber y que sitúan a La Gomera en la que mayor número de símbolos de estas características se han encontrado en Canarias, destacando las 30 del pueblo lanzaroteño de Femés y las 50 de El Hierro.

Este descubrimiento se data aproximadamente de hace un año cuanto de forma fortuita los arqueólogos de la Unidad de Patrimonio del Cabildo encuentran un conjunto de yacimientos en el que se descubre una estación de grabados rupestres que corresponden a la escritura líbico-bereber.

Según Juan Carlos Hernández, los trabajos de investigación han sido bastante largos aunque han sido pocos ya que según se recoge en la Ley 4.99 de Patrimonio de Canarias, para realizar una investigación a fondo en un yacimiento de estas características se necesita una autorización y en estos momentos se está gestionando la misma para comenzar el trabajo de campo. Por lo pronto se ha realizado un importante registro fotográfico de todo el panel encontrado.

Los trabajos de investigación permitirán a su vez, señaló Navarro, van a permitir saber todo lo relacionado con la vida de los antiguos pobladores de La Gomera y lo bueno que de ello se desprende es que permitirá poder contextualizar culturalmente las inscripciones rupestres.

Por su parte, Renata Springer, experta en este tipo de lengua, declaró que todas las características que se han encontrado en Canarias, incluidas las de La Gomera, están presentes en algún lugar de Africa, concretamente a las que aparecen en el norte de Tunez y norte de Argelia.

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Springer manifestó que estos estudios servirán para ampliar todo lo que ya se conoce de esta escritura que dejó de utilizarse en el siglo V después de Cristo aunque en Canarias se tiene constancia de que fue hasta el siglo VIII, lo cual indica que al menos en el Archipiélago se vino utilizando durante tres siglos, “y eso es bastante teniendo en cuenta el número de población”, apostilló.

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El presidente del Cabildo señaló a su vez que en estos momentos la Corporación está realizando las gestiones precisas para adquirir la zona y así poder proteger el yacimiento así como sentando las bases y protegiendo el lugar para su futura declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

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Fuente: Concha Francia Lozano / Canarias24horas.com, 29 de septiembre de 2006
Enlace: http://www.canarias24horas.com/index.php?
option=com_content&task=view&id=11708&Itemid=21

*** Hallan en Libia inscripciones casi idénticas a las que hay en yacimientos canarios

Escrito Líbico-Bereber en La Gomera

En este mismo medio periodístico, Gaceta de Canarias-El Mundo, desde San Sebastián de La Gomera en noticia del pasado sábado con amplio título y a tres columnas de última página, leemos que hallan en la isla colombina el mayor texto líbico bereber de Canarias aparecido en las paredes de una pequeña cueva. El presidente cabildicio y rector institucional gomero D Casimiro Curbelo califica este descubrimiento como “crucial para las investigaciones de las sociedades prehistóricas”, evidentemente avalado por el dictamen del profesor de Prehistoria de la Universidad de La Laguna el Dr. Francisco Navarro Mederos quién aclaró que las inscripciones rupestres encontradas se incluyen dentro de un conjunto arqueológico “relativamente bien conservado” en un paraje natural “muy poco modificado” y que se espera hallar nuevas estaciones que corroboran la relación cultural entre Canarias y Norte de África (actual Libia), ya demostrado en los jeroglíficos de El Julán (Hierro)

Se ha de partir de la teoría ya expuesta por la que el Sahara próximo (actualmente desierto arenoso) estuvo ampliamente poblado en otra épocas, aspectos deducidos por estudios cronológicos en polinización, flora o fauna para épocas relativamente recientes en cronología histórica de la Humanidad (1000-2000 años AC). Poblamiento éste considerado en función paralela con variadas micro oscilaciones climáticas que tuvieron lugar en dicho periodo y que el investigador francés J Hugot ha estudiado meticulosamente en un capítulo de Historia de África editada por la UNESCO (recomendado a estudiosos en esta materia).

Aquellos desplazamientos poblacionales eran más intensos a medida que el clima se tornaba más seco y cálido con disminución de precipitaciones que agotaban fuentes, ríos, lagos y que, consecuentemente, obligaba al hombre de por sí trashumante a emigrar hacia regiones periféricas más idóneos para la siempre difícil subsistencia en aquellas precarias épocas. Las cosas atlánticas frente a Canarias sería uno de sus asentamientos preferidos.

Por todo ello no ha de extrañarnos la identificación, ampliamente constatable en lo humano, entre culturas de sustrato similar en todo el norte de África, pero extensible a las Islas Canarias para diferentes épocas. Las industrias líticas, en hueso, la cerámica, y especialmente en grabados de arte rupestre o pintaderas, que contextualmente nos demuestran un paralelismo cultural común.

Los grabados de El Julán, al sur-oeste de la vecina isla de El Hierro, se hallan inscritos en soporte de basalto volcánico, escorias de lava (sitos Frontera al sur de la misma) sobre terrenos de pastoreo con gran inclinación de montaña hasta el Mar de Las Calmas. El descubridor de estos jeroglíficos, el presbítero Padrón hacia el año 1875, los consideró como caracteres de extraña apariencia, agrupados en dos o más, y que refutó como “signos primitivos (escriturales o numéricos) de una época remota”. Aparecen inscripciones alfabéticas, líbicas – que a su vez se encuentran en otros lugares de la misma isla- y sobre todo grabados domésticos compuestos por círculos aislados partidos por uno o más diámetros tangentes, trazos sinuosos en herraduras, así como la característica espiral de carácter casi genérico en todas las islas (en concomitancia tal vez con otras aparecidas en Bretaña o Irlanda).

Múltiples han sido las interpretaciones en torno a tales grabados, pero todos son coincidentes con el “emparentamiento” norteafricano, de similar estructura con los signos aparecidos en lugares tan distantes como las estaciones de Hagaar y Tibesti en el mismo centro del desierto sahariano. La Sociedad Geográfica de Madrid en 1877 o nuestro Sabino Berthelot consideran posible su pertenencia al mismo tipo de escritura libio-bereber y relaciona estos grabados con los aparecidos en distintas zonas del Norte de África. Otros investigadores, Ripoche, Grau Bassas o Faidherbe, Millares Torres (sin menospreciar la aseveración hoy menos considerada , de Rene Vernau por su misticismo rebasado por la ciencia), consideran las citadas grabaciones como originarias de las costas de Líbia y sus autores hábiles navegantes aventureros en nuestras costas canarias. Wölfel y sus seguidores los llevan a culturas cretenses y paleo numídicas (3-4 mil años a.C.). Esto nunca es descartable, puesto que la navegación a vela era algo habitual en el Mediterráneo desde 4 mil AC. Sin embargo, todas las teorías coinciden que su procedencia originaria es norteafricana y en obligada relación con el Mediterráneo cuna de la cultura universal.

Pero “el colmo” de la interpretación aislada, posiblemente politizada o interesada, corresponde a Hernández Rubio Cisneros (ya desaparecido) que en uno de sus libros sostiene que “los petroglíficos canarios en general son objeto de mucho teatro”, dudando incluso que sean grabados líbicos y de origen norteafricano, para añadir que “pudieran haber sido realizados por cualquiera que vagara por aquellas rocas (refiriéndose a los de El Julán) y se aburriera solemnemente, bien en tiempo prehistórico como histórico…”, lamentable deducción a nuestro entender que sí es capaz de aburrir a cualquier entendido en esta materia. Si nos atenemos a ello conduciría a otra lamentable conclusión como es considerar los grabados milenarios de La Palma, Bretaña, Irlanda o Escocia (espirales con un formato común), e inclusive los hititas o egipcios como obras de pastores aburridos y no de artistas despistados pero sí creadores de arte, que el ser humano lleva implícito desde que tuvo raciocionio.

En otra estación, la de Zonzamas (Lanzarote), los grabados aparecen en soporte de rocas fonolíticas (o en bloques de basaltos sueltos) y su contexto arqueológico se halla claramente definido por la presencia de otras formaciones de sustrato como las queseras y poblados de superficie, según nos dice la Dra. Arco Aguilar o el Dr. Jiménez Gómez, ambos de la ULL. Aparecen dos técnicas para ejecutar el grabado: el picado y la incisión que pueden o no coexistir en el mismo yacimiento con motivos diversos. Así aparecen con caracteres líbico beréberes en Peña de Juan del Hierro o Luis Cabrera que pueden ser considerados pleno – históricos o pompeyanos de escritura latina (propios del castellano antiguo), según A. Betancort, con trazos rectilíneos aislados o formando combinaciones asimétricamente cruciformes, o combinados con motivos curvilíneos que aparecen con carácter general en todas las Islas del Archipiélago.

Todo lo que antecede, ya definido en varios tratados al respecto, nos conduce a pensar que el trasiego entre África y Canarias (o hacia la península Ibérica a través del estrecho brazo de mar que es Gibraltar), no tiene lugar ahora (con o sin cayucos), sino que data de épocas remotísimas que podrían supera los cien mil años pero que no existen (hasta ahora) elementos probatorios concluyentes, a decir de los expertos, aspecto que no discutimos por no ser de nuestra especialidad.

Fuente: Miguel Leal Cruz / Cuba Nuestra, 4 de octubre de 2006
Enlace: http://www.cubanuestra.nu/web/article.asp?artID=5429

Navarro Mederos reconoce que La Gomera tiene un potencial arqueológico superior al resto de las Islas

(La Gomera - Canarias).- La Gomera posee, en estos momentos, un potencial arqueológico superior al resto de las Islas del Archipiélago canario. Así lo puso de manifiesto el doctor en Arqueología y profesor de la Universidad de La Laguna Juan Francisco Navarro Medros, quien valoró el último hallazgo encontrado en la Isla, es decir el mayor texto líbico bereber descubierto en nuestra Comunidad Autónoma denominado el yacimiento "Las Toscas del Guirre". Navarro señaló la "cantidad llamativa de signos, concretamente 105 grabados del alfabeto líbico bereber, e hizo hincapié en la "importancia de proteger el hallazgo ya que la piedra se está degenerando". Estas declaraciones las formuló Navarro Mederos en la noche de ayer miércoles, 11 de octubre, en el Salón de Plenos del Cabildo de La Gomera, donde se dio a conocer a los ciudadanos de la Isla este importante descubrimiento que aumenta aún más el valor del mayor texto líbico bereber de Canarias descubierto en La Gomera. Con esta conferencia informativa se pretendió acercar a la población insular los tesoros rupestres de la Isla. En este sentido, el arqueólogo de la Unidad de Patrimonio de la corporación insular, Juan Carlos Hernández destacó que las inscripciones forman parte de un entorno único aún por investigar.

Navarro Mederos indicó, igualmente, que La Gomera desde hace diez años ha dado un "avance considerable" en el conocimiento de la arqueología. Además, indicó que la Isla posee grabados rupestres "bien conservados" debido, principalmente, a la "orografía abrupta que dificulta al acceso y a la buena conservación del territorio que no ha sido excesivamente devorado por las vías de comunicación, contrariamente a otras Islas".

Por su parte, Renata Springuer, profesora de Filología de la Universidad de La Laguna y especialista en escritura líbico bereber en Canarias hizo una introducción detallada de la historia de estos signos en otras regiones africanas.

Juan Carlos Hernández, que formuló con detalle la descripción del yacimiento sin dar a conocer la localización exacta del lugar para garantizar la conservación de los grabados, describió las características del descubrimiento y explicó que el yacimiento está alojado en otro de dimensiones mayores. Además, destacó que también encontraron en la zona pequeñas concentraciones de cuevas de enterramiento, materiales y rutas de pastoreo. Adelantó, igualmente, que el próximo año abordarán el trabajo de esta cueva, pues en la actualidad "estamos estudiando los concheros arqueológicos de La Gomera y realizamos continúas prospecciones por todo el territorio insular".

Añade que los grabados líbico bereber, localizados en un lugar bautizado como Las Toscas del Guirre cuya localización no se desvela para proteger el yacimiento, se incluyen en un enclave relativamente bien conservado y ubicado en un paraje natural muy poco modificado, de ahí la riqueza del hallazgo, que cambia todo el panorama arqueológico del Archipiélago conocido hasta el momento actual.

Se precisa, además, que en el entorno se aprecian con claridad cazoletas y otros signos de la presencia humana que hablan de la importancia que un día tuvo el lugar y, en consecuencia, tiene hoy para el estudio de las sociedades prehispánicas. Se indica también que la cueva que alberga todos estos restos tiene un fondo arenoso, que aventura la existencia de indicios arqueológicos sin descubrir.

Hace hincapié en que, en cualquier caso, los 105 grabados del alfabeto líbico bereber, por sí solos tienen una vital trascendencia, pues "se trata de un descubrimiento único, y transforma la visión que hasta ahora existía de los antiguos gomeros". La cueva es de pequeñas dimensiones, en la que el tamaño del panel es de cinco metros de largo por dos metros de alto.

Fuente: Europa Press / Gomera Verde, 13 de octubre de 2006
Enlace: http://www.gomeraverde.com/n.php?n=13306

5 comentarios

Ray -

1º: Poco a poco se recupera la lengua exterminada por los castellanos desde 1402 a 1494 cuando termina la feroz conquista.
2º: El Teide tiene 3718 metros de altura.

Ricardo -

Me han dicho que en este verano del 08, unos arqueologos han descubierto una tablilla con grafías peninsulares en Canarias, en un estrato anterior a la influencia bereber ¿saben ustedes dónde? ¿me pueden informar?¿mandarme la informacion a mi correo? Gracias

COMENTARISTA -

LA PREHISTORIA CANARIA RECUPERA DATOS
Por Dr. Miguel Leal Cruz
29 agoto 2007

Los investigadores canarios de nuestro pasado pre-europeo, el Dr. Alfredo Mederos Jr, y Lic. Gabriel Escribano, ambos amigos, nos han sorprendido hace apenas un mes con el nuevo libro “Prehistoria de la Comarca de Acentejo. El Menceyato de Tacoronte”. Se analizan aspectos científicos de nuestra prehistoria, bastante desconocida a pesar de los esfuerzos que realiza nuestra universidad, en especial bajo directriz del también amigo el Dr. Antonio Tejera Gaspar, muy prudente en su metodología y más aún en nuevos dictámenes que dependen de su cátedra.
Esta nueva edición científica fue presentada en la biblioteca de la Victoria, y aborda la Prehistoria en la comarca de Acentejo, asiento del que fue importante Menceyato de Tacoronte hasta 1495. En dicha publicación se describe el ánfora romana, hallada en el puerto pesquero de El Poris, datada en el siglo II AC.
La obra está dedicada a otro de nuestros investigadores pre-democráticos, Luis Diego Cuscoy, incansable en su labor mientras duró la etapa docente en nuestra universidad que fue muy poco entendida y menos apoyado aún. Había publicado la edición titulada Los Guanches, sin duda la mejor obra de la Prehistoria de Canarias en aquellos momentos y base de inspiración de numerosos estudios posteriores.

Distinto es la mitificación de Sabino Berthelot (o Vernau), la lectura romántica de los aborígenes como se apuntó por los autores en el acto de presentación del referido libro en torno a esta comarca de Acentejo (Matanza y Victoria en nuestros anales epopéyicos)
Precisamente en esta zona se ha erigido un monumento gigante (y sofisticado) de un aborigen, casi desnudo. Se nos hace entender un salvajismo extremo (o un particular bucolismo como parodia del "buen salvaje"), difícil de entender en estas islas de escala y aprovisionamiento obligado desde siempre y, por tanto, muy frecuentadas por portadores de variadas culturas: preferentemente la mediterránea desde antes de la Era Cristiana o la berébere próxima, presente antes o después del Islamismo (siglos VII-XV), entre otras no estudiadas como ya hemos dicho.

En este polémico apartado del debate histórico (al igual que en otras muchas culturas universales) se pretenden crear cánones fijos para determinar aspectos antropológicos y (en este caso) sociales como puede ser la vestimenta que usaban nuestros antepasados; y así caer en el conocido tópico de afirmar (referido a estas Islas Atlánticas) que sólo usaban los llamados “tamarcos” de cuero, más o menos pulido, de ovejas o cabras, como prenda más habitual (según parece tanto en mar como en montaña). En consecuencia analizamos este aspecto de la “sastrería”aborigen, en algunas de las varias etapas cronológicas. La relación entre cuantificación del hecho desde su cronología paralela (como ya se ha apuntado en otros artículos sin ánimo chauvinista)

Más que probables contactos de marineros, comerciantes o pescadores de zonas del Oeste Ibérico (Tartesos), Bretaña, Inglaterra y países del Báltico (los famosos normandos en su primera época) sin descartar los navíos comerciales de la Hansa germánica. Pueblos y culturas que desde épocas en torno a la caída del imperio romano por invasiones nórdicas, visitarían estas islas en virtud de diferentes motivaciones: tempestades, aventuras, pesca, comercio, búsqueda de nuevas tierras de asiento, huidas por enfrentamientos tribales, persecuciones religiosas, culturales, étnicas, por expediciones de monjes, captura de esclavos y de otro tipo. Alcanzarían algunas donde "por las buenas o por las malas", decidían la ocupación local o parcial (fondos sólidos de factorías o de “hábitat” en San Nicolás de Tolentino o Arguineguín, Cenobio de Valerón, riego agrícola en Gran Canaria…) en principio independizados de los nativos aunque bajo la constante presión de ellos (no olvidar que la prehistoria final en esta zona atlántica, en plena Era cristiana, es paralela a la más avanzadas culturas próximas)

Lo otro es ganas de menoscabar la capacidad de unas gentes que enfrentaron durante siglos, no sólo a normandos o castellanos por cien años, sino a aquellos otros pueblos con los que intercambió dicha cultura, el comercio o cualquier otra relación social del momento desde tiempos pretéritos. ¿Por qué los romanos en su constante expansión imperial por 7-8 siglos colocaron “un limes” marítimo frente a Canarias, ¡más misterioso aún! ¿Tal vez por temor a algo, al igual que el norte de Gran Bretaña (el muro de Trajano), o el de Germania? Las islas sí estaban dotadas con variado tipo de recursos: agua, madera, resina, pesca, esclavos…Constituye otro dilema y otro debate que, al parecer, se retoma por especialistas ahora…de lo cual debemos alegrarnos efusivamente (aunque no sea nuestra especialidad académica).

Cuando se le preguntó al antropólogo palmero desaparecido José Pérez Vidal sobre la trascendencia y protagonismo de los aborígenes canarios, dijo que a Canarias todo le ha venido de fuera incluidos los “guanches” por cuanto se les considera procedentes del vecino continente africano, premisa inconcreta cuya base habría que aplicar a otros archipiélagos, territorios, puesto que la navegación es algo cotidiano desde 4 mil AC. El Dr. Mauro Hernández sostiene que el poblamiento de la Palma, ya se data en el Bronce Final (1300-1000 AC). Reconoce Pérez Vidal que todo ello “mezclado, batido dentro de la coctelera canaria ha dado una personalidad. Aclara que de esa personalidad nadie duda y que el que mejor la aprecia es el que llega de fuera, por contraste…” Nos dice que la población autóctona constituye un elemento principalísimo, fundamental, que hay que tener en cuenta. Pero, incide, sólo como un elemento más. En la formación del carácter canario actual, quizás haya tenido mucho más valor, mayor fuerza lo histórico que lo prehistórico. La cultura que llegó después de los “guanches”, se amalgamó y procedía de todas las regiones españolas (y de otros lugares territoriales), para formar un espíritu complejo que no se puede explicar por un solo elemento prehistórico... Esto es obvio.
Sin embargo, añadimos, el factor humano aborigen es fundamental para configurar la sociedad que se gestaba e incluso la que se gestaría inmediatamente en América por su indudable valor en el campo colonizador y poblacional. A modo de dato cuantificable él mismo conocía que la isla de La Palma tenía una población autóctona de unos 6-7 mil individuos tras la conquista, que confirma el arqueólogo Dr. Jorge Pais. Según fuentes contrastadas, dicha isla fue colonizada por apenas treinta familias foráneas, especialmente castellanas o andaluzas, que patrocinaron el proceso integrador consiguiente con influencia en lo cultural, social o económico, hasta el punto que muchos aborígenes embarcarán a América con similar misión colonizadora que corrobora otro estudioso: Pedro Leal.
Lo expuesto, a más de elogiar la obra de Alfredo Mederos y Gabriel Escribano, no tiene otro fin que clarificar esta cultura ancestral que no es anglosajona, asiático o islámica: es hispana.

COMENTARISTA -

PARECE OPORTUNO este ART.
EL TEIDE: REFERENCIA MÍTICA O REAL
Por Dr. Miguel Leal Cruz
El Mundo-La Gaceta de Canarias, Junio-2007
Este mismo medio y toda la prensa de este pasado fin de semana se hizo eco de la denominación como Patrimonio natural de nuestro monte insigne para Canarias. El ministerio español de Medio Ambiente destaca que la UNESCO ha reconocido al Parque Nacional del Teide y a su estratovolcán de 3.781 metros de altura como "uno de los lugares más ricos y diversos en sucesión de paisajes volcánicos y espectacularidad de valores naturales de todo el mundo" (ABC)
Por su parte, el presidente del Patronato del Parque, Ricardo Melchior, dijo que la declaración reconoce los valores naturales del volcán y a la política de conservación. En un comunicado, indicó que se trata de un hecho que enorgullece a los tinerfeños, a los canarios y a los españoles, y añade que este reconocimiento debe servir para continuar en la línea de protegen la montaña y su entorno.
Se ha pretendido aportar otro incentivo más para estudiar un seguro referente a aquellos pobladores del remoto pasado hacia estas Islas Canarias. Nada más apropiado para justificar tales eventos que un detenido estudio sobre el protagonismo geográfico, y de moda ahora: el Padre Teide, indicio para aquellos nuestros primigenios visitantes, base poblacional de muchos canarios de hoy.
La vieja idea sobre este seguro referente para la arribada en diferentes momentos (y desde diversas procedencias) por antiguos visitantes a nuestras costas donde permanecerán, tal vez, forzados por las circunstancias, surge a raíz de visitas efectuadas a lo alto del promontorio geográfico en la Isla de la Palma: el Roque de Los Muchachos que supera los dos mil metros de altitud sobre el nivel del mar. Desde aquí, en visión apoteósica y durante algunos días del año, se vislumbra el gran Teide nevado destacando de entre las demás islas rodeadas por un cinturón de nubes como un dios mitológico que nos invita no sólo a su contemplación sino a la misma posesión…
Si consultamos la mitología de los antiguos clásicos desde la Atlántida de Platón y que con más realismo recopilan romanos, cartagineses o árabes en citas míticas, sin descartar bases reales (gran parte recopiladas por un canario nacido a la sombra del protagonista: Tomás Méndez), se pretende descifrar cual ha sido el vaivén incesante entre la Geografía mítica y la Geografía real en torno a este interesante promontorio producto de la orografía terciaria.
El atractivo que impone nuestra montaña nevada debió ser más intenso en la remota antigüedad, tanto por referencias religiosas (el Dios Echeide para los aborígenes, o maléfico o infernal para otros), y que el profesor Tejera Gaspar en el libro “La Religión de los Guanches. Ritos, mitos y leyendas”, hace exhaustiva referencia al mismo.
Atracción aquella que se convierte en motivación necesaria para dicha arribada y asentamiento de diferentes estratos poblacionales, antiquísimos moradores en estas islas, pudiéndose aventurar cronologías superiores a tres milenios AC (los minoicos atravesaban las Columnas de Hércules hacia las Casitérites en torno a tales fechas).
La visión de tal inmensa mole, desde el mar o desde las estribaciones montañosas de las costas africanas próximas en ciertos días del año, sería una referencia obligatoria por cuanto el litoral africano, asiento de diferentes poblaciones, antiguo vergel en torno a 10-8 mil años AC, se convertía paulatinamente en el hoy desierto con apenas vida vegetal y animal propia. Aquella desecación progresiva queda probada científicamente, con ciertos periodos de recuperación, a través de las estratificaciones polinológicas fósiles, así como por otros restos entre ellos osamentas de animales que hoy ocupan el hábitat tropical y ecuatorial africano. La altura de nuestra montaña supera la curvatura terrestre para visionarse en la costa continental próxima.
Por todo ello es imposible negar tal embelesamiento así constatado y referenciado producto de la misma curiosidad o por la religiosidad o mitología propia de los pueblos cultos antiguos. Ya fuera por necesidad física o de conquista de aquellos ya fueran procedentes del vecino continente o a través del Magreb a la búsqueda de asentamientos más seguros por hostilidad del medio u otros, cronológicamente más actuales con procedencia de la cuna de las culturas en el Mediterráneo oriental (Creta, Grecia Antigua, los prospectores de metales, Egipto, los Pueblos del Mar con fuerte presión en la zona…), más tarde fenicios, griegos, cartagineses, romanos en continuas expediciones marítimas comerciales o de conquista que se extendían más allá del Estrecho de Gibraltar a poco más de mil kilómetros de este Archipiélago. Expediciones navales hacia el sur bordeando el continente africano que a la altura de Cabo Jubi, si no antes, intuían la presencia de nuestras islas y en días determinados, claros y sin calígene (calima), divisaban la impresionante mole blanca de nuestro Teide, nevado la mayor parte del año en aquellas fechas, más visible desde el Norte geográfico y contundente referencia para la arribada sin descartar el atractivo o curiosidad mítica.
La visión de nuestro monte es descrita por el navegante veneciano al servicio de la Corona de Portugal a principios del siglo XV, en viaje por las islas, de mayor dominio portugués por aquellas fechas, dice: “Tenerife es la más poblada y es la isla más elevada del Mundo, pues se la ve desde muy lejos, desde alta mar con tiempo claro y algunos marineros aseguran haberla visto a 60 leguas españolas (250 venecianas)”, que equivalen a unos 300 kilómetros que es la distancia hasta el antiatlas africano o hasta costa sahariana. Y añade: “del centro de la Isla se eleva hasta las nubes una montaña en punta de diamante…” ¿reflectante? O que arde sin cesar ¿en ignición?, descripción que hace impregnada de misterio…
Esta localización lejana del Teide, en ciertos días del año, los corroboran igualmente los textos árabes y lo que es más seguro: los pilotos de hoy. Preguntar a un piloto de aviación: ¿desde dónde vislumbra el Teide en la aproximación a Canarias? Indicarán que desde quinientos kilómetros o más (en diagonal, claro)
Por todo ello, si las embarcaciones a remo e imperfecta vela viajaban por todo el Mediterráneo e incluso se aventuraban en el Mar del Norte, Casitérites (Gran Bretaña), desde más de 2000 años AC para regresar al Dodecaneso (Egeo) con estaño, más razones existen para creer que estos pueblos u otros de similar cultura visitarían estas islas en cronologías paralelas. Está demostrado para fenicios y cartagineses, más tarde para romanos, y sin lugar a duda razonable el Teide constituiría la orientación y guía de más sentido común (frase hecha ésta tan de moda ahora e incumplida sistemáticamente) para la misma orientación en la arribada aunque fuera en otra isla una vez que fuera oteado y se fijara la posición.
Superada la navegación primitiva sobre troncos amarrados a modo de almadías, la vela fue un invento datados en cuatro mil años antes de Cristo, y el Mediterráneo se surcaba como algo cotidiano en el comercio del momento, por lo que, insistimos, en embarcaciones a remo con ayuda de vela y la distancia no excesiva para aquellas épocas entre la actual ciudad de Tánger y Canarias sería fácilmente superada con el viento alisio a favor y sin perder la vista a la costa africana. Existen otras teorías en torno a las corrientes marinas dominantes entre estas Islas y África, pero hoy fácilmente superadas por las pateras de inmigrantes ilegales que nos invaden por todo el este de nuestro territorio.
Las alusiones al Teide como gran monte o montaña sagrada son muchas que no transcribimos para no hacer excesivo este artículo. Aludimos, sin embargo, a las del autor latino del siglo I, Pomponio Mela que dice: “próximo a las regiones secas se encuentran unas islas que se cuenta ocuparon los hespérides, hijos de Hespero, el monte que se eleva más allá de las nubes más alto de lo que puede verse”.
Y para este último párrafo apuntar que el profesor Marcos Martínez, estudioso de la antigüedad clásica en torno a lo analizado, hace poco en un determinado foro cultural de esta isla ha dado fe, entre otras aportaciones científicas, del descubrimiento de un documento bizantino del siglo X, inédito, en el que se describen las islas Canarias y su maravilloso clima primaveral…, a la sombra del ahora y más referente turístico que nunca: el Teide

MIGUEL -

Ha de quedar claro si superponemos la lógica y su aliado "el sentido común" a la determinación científica (ex cátedra) de algunos eruditos universitarios, que el desierto de Sahara tan próximo a las culturas del Mediterráneo (y de la Península Ibérica o Canarias) ha sido la cuna de
nuestros antepasados, puesto que si miramos hacia Eurasia (por ejemplo) para los últimos cien- doscientos mil años, no creemos que allí estuviera precisamente el Paraíso Terrenal, pero sí en todo el continente africano.
Por tanto la diferente fauna, flora que por la polinización y otros diversos modos ha llegado hasta nosotros procede fundamentalmente del susodicho ahora desierto y antes vergel. Pero no a 500 años antes de Cristo como apunta la Universidad (que como integrante en la misma repetamos), sino posiblemente desde miles de años. Creemos que sí, si aplicamos la lógica y sentido común apuntado.