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Terrae Antiqvae

Egipto

Arqueólogos españoles descubren en Egipto antigüedades de más de 4.000 años

 

Un equipo de expertos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid ha descubierto a unos 120 kilómetros al sur de El Cairo un conjunto de antigüedades faraónicas que datan de hace más de 4.000 años, según ha informado la prensa egipcia.

Los arqueólogos españoles encontraron tres puertas 'falsas' de tumbas y fabricadas de roca, y dos mesas de ofrendas en la localidad de Egnasia, provincia de Bani Suef, precisó el ministro egipcio de Cultura, Faruq Hosni, citado por la prensa.

El hallazgo se produjo durante excavaciones llevadas a cabo últimamente por el equipo de arqueólogos, encabezado por la reputada experta española Carmen Pérez Die, subrayó el ministro. Las piezas datan del Primer Periodo Intermedio de la Época faraónica (2040-2191 a.C.).

Asimismo, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA), el egiptólogo Zahi Hawass, reveló que las tres puertas fueron descubiertas en una tumba que fue destruida e incendiada durante periodos consecutivos de la historia.

Las puertas ficticias, según la creencia faraónica, eran para que el alma del difunto se comunicara con la vida que continuaba en el exterior de las criptas.

También, los expertos encontraron en el lugar restos de muros de otros mausoleos que fueron construidos con adobes y bloques de piedra caliza, y fragmentos de vasijas de cerámica, que probablemente datan de a fines del Imperio Antiguo faraónico (2700- 2200 a.C.).

Por último, Pérez Die afirmó que han limpiado y restaurado las puertas, y concluyeron de hacer lo mismo con los artefactos encontrados en las anteriores temporadas de excavaciones que han realizado en la zona.

 

La arqueóloga española, que inició hace alrededor de 24 años las excavaciones en el área, ha logrado desenterrar importantes vestigios de Heracleópolis Magna, la capital de Egipto durante las dinastías IX y X.

Fuente: EFE, El Cairo / El Mundo.es, 24 de febrero de 2008

 

Arqueólogos españoles descubren la tumba de un guerrero de alto rango en Luxor

 

Fotografías por cortesía de José Manuel Galán, Spanish National Research Council

Una tumba muy bien preservada que contiene la momia de un guerrero de alto rango que vivió durante el reinado de Hatshepsut ha sido hallada en Luxor (Egipto), junto al valle de los Reyes, por el prestigioso equipo de arqueólogos dirigido por el español José Manuel Galán, al frente del Proyecto Djehuty. La cámara data de entre 1550 y 1070 antes de Cristo. Según National Geographic, el hallazgo se produjo la semana pasada durante unas excavaciones de rutina en el antiguo cementerio Dra Abul Naga de Luxor, donde trabaja el equipo de Galán.

La tumba contiene la momia del guerrero depositada en una caja de madera algo afectada por las termitas y decorada con ricas pinturas, y la inscripción con el nombre Iqer, que significa el más excelente, en el antiguo idioma jeroglífico. En las pinturas, Iqer, de quien se desconoce si fue egipcio, nubio o libanés, presenta ofrendas a la diosa Hathor.

El guerrero, de alto rango a tenor de los objetos hallados (algo poco habitual porque las tumbas suelen ser de miembros de la realeza), sirvió a la reina Hatshepsut, de la XI dinastía, una época en que los soldados jugaron un importante papel en la sociedad cuando se produjo la reunificación de Egipto tras años de guerra civil y de los que no se tienen muchos vestigios funerarios. Junto a su tumba se hallaron cerámicas y cinco flechas, entre otros objetos, que han servido para datar el monumento funerario. Galán declaró que el hallazgo "ofrecerá una visión muy actualizada sobre un periodo muy poco documentado mediante una tumba intacta, lo que es muy poco común en la XI dinastía".

Fuente: El Periódico.com, 18 de febrero de 2008

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(2) Un equipo español halla la tumba intacta de Iqer, un guerrero de alto rango egipcio

La caja contiene el nombre del difunto, que significa 'el excelente'

En el interior han encontrado el cuerpo momificado y dos grandes arcos

El equipo dirigido por el arqueólogo del CSIC José Manuel Galán ha descubierto la tumba intacta de un arquero de alto rango de 4.000 años de antigüedad. La caja de madera contiene el nombre del difunto, Iqer, que significa 'el excelente', en escritura jeroglífica. En el interior del ataúd han encontrado el cuerpo momificado y debajo, dos grandes arcos y tres bastones largos.

El hallazgo se enmarca en la séptima campaña del 'Proyecto Djehuty', cuyos integrantes investigan las tumbas de Djehuty y de Hery, localizadas en la orilla oeste de Luxor (Egipto), en la necrópolis Dra Abu el-Naga. Djehuty y Hery fueron dos altos dignatarios de la corte de Hatshepsut, una de las pocas mujeres en la historia del antiguo Egipto que ejerció de faraón, en torno al año 1500 a.C.

Junto a la cabecera del ataúd se ha recuperado también una vasija de cerámica y cinco flechas clavadas en la tierra. La mayoría de ellas conserva las plumas en el extremo trasero, junto a la zona donde se encaja la cuerda del arco.

El director del proyecto, el investigador del CSIC José Manuel Galán, destaca la importancia del descubrimiento: "Es un hallazgo único y sorprendente porque muy pocas veces los arqueólogos tienen la fortuna de descubrir un enterramiento intacto tan antiguo. Habitualmente, las tumbas que se encuentran han sido visitadas antes, la primera vez por la familia del difunto, para recuperar las joyas y los objetos de valor, y la segunda, en el siglo XIX, por saqueadores profesionales de tumbas, que provocaban grandes daños".

"El arquero Iqer, enterrado con sus arcos y flechas, documenta estos años de conflicto y refleja una sociedad compleja, guerrera, a la vez que sofisticada, cultivada, intelectual y religiosa", señala Galán. La importancia del hallazgo radica en que la dinastía XI es un periodo de la historia de Egipto que se conoce muy poco. En ese momento había una guerra civil, que precedió a la unificación política del Alto y Bajo Egipto bajo un sólo monarca, Montuhotep.

El ataúd del guerrero contiene una banda de inscripción jeroglífica, que lo recorre de un lado a otro. "Los signos jeroglíficos están pintados de colores, con un estilo algo primitivo, incluso infantil y naif. La lechuza que representa el sonido /m/ nos pareció encantadora. Las serpientes, que tienen el valor fonético /f/, fueron dibujadas con una simpática sonrisa y, además, se la representa con el cuello cortado para que no pueda salir corriendo y hacer daño al difunto", detalla el investigador del CSIC.

El grupo de investigadores, formado por 15 personas, está integrado por egiptólogos, arqueólogos, restauradores, arquitectos, fotógrafos y dibujantes de distintas partes del mundo.

El hallazgo más destacado del egiptólogo del CSIC en anteriores campañas fue 'La tabla del aprendiz', el primer retrato frontal conocido de un faraón del antiguo Egipto. La tabla estucada con este singular dibujo está expuesta en la actualidad en una de las salas del Museo de Luxor.

Los arqueólogos también han encontrado dos cámaras funerarias ubicadas en un pozo de enterramiento, con gran parte del ajuar funerario de un noble y su mujer de más de 3.400 años de antigüedad. Asimismo, destaca un pequeño papiro con un breve texto de carácter mágico que los egipcios del año 1.000 a. C. llevaban como amuleto dentro de un estuche colgado al cuello. Asimismo, el año pasado, el equipo dirigido por el investigador del CSIC encontró 43 ramos de flores secas atados con cuerdas y formados en su mayoría por ramas de olivo y persea. Los vestigios, en buen estado de conservación, son los restos de olivo más antiguos recuperados hasta la fecha, con 3.500 años.

Fuente: CSIC / El Mundo.es, 18 de febrero de 2008

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Arqueólogos españoles descubren un ajuar funerario de 3.400 años de edad cerca de Luxor

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(2) Rare Egyptian "Warrior" Tomb Found

Steven Stanek in Cairo, Egypt

for National Geographic News

February 15, 2008

An unusual, well-preserved burial chamber that may contain the mummy of an ancient warrior has been discovered in a necropolis in Luxor.

Scientists opened the tomb-found in Dra Abul Naga, an ancient cemetery on Luxor's west bank-on Wednesday.

Inside the burial shaft-a recess crudely carved from bedrock-experts found a closed wooden coffin inscribed with the name "Iker," which translates to "excellent one" in ancient Egyptian.

Near the coffin they also found five arrows made of reeds, three of them still feathered.

A team of Spanish archaeologists made the surprise find during routine excavations in a courtyard of the tomb of Djehuty, a high-ranking official under Queen Hatshepsut whose burial site was built on top of graves dating to the Middle Kingdom, 2055 to 1650 B.C.

Wealthy Warriors

The coffin dates to Egypt's Middle Kingdom era, though the cemetery is better known for its use during the New Kingdom, 1550 to 1070 B.C.

Based on the coffin's inscriptions and pottery found near it, experts date the burial to the early reign of the 11th dynasty, which lasted from 2125 to 1985 B.C. Soldiers played an important role in society during that time, when Egypt was reunified after years of civil war.

Some intact burials from that period had been found in the 1920s, but the leader of the new excavation, Jose Galán of the Spanish National Research Council, said the new find could offer a fresh look into the era's burial customs.

"It's fairly uncommon to find nowadays an 11th-dynasty intact burial. This is really remarkable," Galán said.

"It gives us information about the continuous use of the necropolis and ... about a period that was not so well documented."

The discovery of burials belonging to soldiers and mercenaries, who had elevated status in the wartime society, are even rarer, according to Salima Ikram, a professor of Egyptology at the American University in Cairo.

Only "a handful" have ever been unearthed, Ikram said.

"It shows that there were a lot of warriors that had been in use," she said.

"Because of their prominence in calming things down [after the civil war], they probably were wealthier and regarded with more honor than in early periods, and that is why they had nice burials."

Bows and Arrows

The wooden coffin-adorned with drawings of Iker presenting offerings to the goddess of the heavens, Hathor-was fairly well preserved, though it suffered some damage from flooding and termites, according to experts who pried it open.

Inside the coffin, the archaeologists found Iker's mummy, lying on its left side next to two bows and three staffs, which would have been used to indicate his high rank.

(Related: "Surprise Egypt Tombs Yield Ornate Coffins, Dog Mummies" [January 30, 2008].)

"Usually the important people [carried a staff] as a way to be recognized as chiefs of a tribe or family," said Galán, adding that his team had not yet analyzed the newfound artifacts.

The presence of bows and arrows means that Iker was likely a hired soldier in the service of a king, though the exact details are unclear.

"It means this person was a fighter," said Zahi Hawass, secretary general of Egypt's Supreme Council of Antiquities.

"He was fighting in the army or something like that ... there were many fighters joining the king, and this could be one of them," said Hawass, also a National Geographic Society Explorer-in-Residence. (National Geographic Society owns National Geographic News.)

Spanish archaeologist Galán and his team plan to remove the mummy from the coffin to x-ray it and determine more specifics.

"We don't know about the origin of Iker," Galán said. "We don't even know if he was Egyptian, Nubian, or Libyan."

Source: National Geographic News

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20 de febrero de 2008

«Hemos logrado ser la vanguardia en la arqueología de Egipto» José Miguel Serrano. Egiptólogo

La arqueología española se ha apuntado un nuevo tanto con el último hallazgo del Proyecto Djehuty: la tumba intacta de Iqer, un guerrero con 4.000 años de antigüedad, en la necrópolis Dra Abu el- Naga, en Luxor. Con 25 años de docencia como egiptólogo en la Universidad de Sevilla, José Miguel Serrano ha participado por séptima vez en esta expedición que, dirigida por el CSIC, sitúa a España «a la vanguardia de las investigaciones arqueológicas en Europa».

-Gracias al Proyecto Djehuty se ha hallado el primer retrato frontal de un faraón, varios ajuares funerarios, relieves con valiosa información, e incluso los restos de olivo más antiguos recuperados hasta la fecha. ¿Qué supondrá Iqer para el conocimiento de la historia antigua?

-Es un descubrimiento importante, porque se enmarca en el primer periodo intermedio de la historia del antiguo Egipto, la dinastía XI. Una etapa sobre la que se tienen muy pocos datos. La tumba de Djehuty es del Imperio Nuevo, más tardía en 400 o 500 años que el enterramiento intacto que hemos hallado y que, suponemos, aportará nueva documentación sobre este periodo histórico. Además, es algo inusual encontrar un cadáver en su posición original y con todo el ajuar intacto. Normalmente estos enterramientos fueron saqueados en la antigüedad o en el siglo XIX.

-José Manuel Galán, arqueólogo del CSIC que dirige el proyecto, ha calificado el hallazgo de Iqer como un «hito histórico»...

-En este tipo de investigaciones, España se encontraba muy atrás, siempre guiados en función de Inglaterra, Alemania o Francia. Ahora podemos decir perfectamente que nos codeamos con otras misiones de estos países y al mismo nivel. España ya está a la vanguardia en investigaciones arqueológicas en Egipto. Esto ha costado mucho trabajo, y ahora es necesario que las autoridades se enteren.

-¿Será posible ver alguna pieza de las excavaciones en Sevilla?

-El estado egipcio autoriza misiones como la nuestra, con total libertad, y nos apoyan, pero en cuestiones de traslado de piezas, la legislación es muy estricta. Hay que tener en cuenta que durante siglo y medio han sufrido el expolio de los países europeos. De todos modos podrían salir piezas importantes para exposiciones concretas y especiales. El Proyecto Djehuty tiene como objetivo, una vez culminen los trabajos de excavación, montar una buena exposición con piezas de nuestro trabajo. A mí personalmente me gustaría que además de Madrid, se pudiera visitar en Sevilla. Y para ello, es realmente importante que entidades culturales, o de la administración, así como Gobierno, ayuntamientos, administraciones autonómicas, bancos y fundaciones, apuesten por esta iniciativa y sufraguen los gastos que supondría una exposición, como estos vestigios de la historia merecen.

-¿La expedición preveía este hallazgo?

-Estamos trabajando en la necrópolis Dra Abu el- Naga desde hace siete años y en anteriores campañas hemos descubierto restos que nos hacían creer que podría existir una necrópolis más antigua que la de Djehuty. El año pasado hicimos una especie de cata en el patio de esa tumba y muy pronto apareció el ataúd de una mujer relativamente deteriorado que nos dio indicios de que en ese nivel o en otro podría existir otro tipo de enterramiento. Este año, hemos seguido excavando, y ha aparecido esto, dentro de la sorpresa, pero también de lo común.

-¿En qué ha consistido específicamente su tarea en el Proyecto Djehuty?

-Somos un equipo humano muy complejo, de unas 15 ó 16 personas.... Llevamos trabajando un mes y medio y cada uno tiene su función. La mía consiste en la excavación, valoración y registro de las piezas, pero el grupo está integrado por arqueólogos, restauradores, arquitectos, fotógrafos y dibujantes procedentes de distintos puntos de España y coordinados desde el CSIC.

Fuente: Lola Rodríguez / ABC, Sevilla, 20 de febrero de 2008

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Un Robin Hood de la antigua Tebas

El extraordinario hallazgo del ataúd de un arquero culmina la campaña de la misión española en Luxor.

"Afloja tu arco, depón tus flechas", puede leerse en las Aventuras de Sinuhé, el gran texto narrativo del Imperio Medio egipcio. La frase podría servir de epitafio de Iqer, el arquero de la misma época, hace 4.000 años, que ha encontrado, con sus arcos y sus flechas, el equipo español que excava las tumbas de Djehuty y Hery en la necrópolis de Dra Abu el Naga en la orilla oeste de Lúxor. La momia de Iqer ha aparecido en un ataúd de madera con inscripciones jeroglíficas que incluyen su nombre mientras se excavaba el patio exterior de la tumba de Djehuty.

"El enterramiento está intacto y en muy buen estado", explica por teléfono el director del equipo, el egiptólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Manuel Galán, desde su base de operaciones en el hotelito Marsam, junto al templo de Merneptah. "Las inscripciones del ataúd, en los cuatro lados y la tapa son preciosas, con invocaciones a Osiris, Anubis y Hathor, a la que se le da el poco frecuente título de Señora del Cielo. Iqer aparece sin títulos, pero junto al ataúd, a la altura de la cabeza, encontramos cinco flechas clavadas en el suelo, aún con plumas, y dentro, encima del cuerpo, dos arcos largos, con las cuerdas puestas, aunque rotas".

Aún es pronto para saber si los arcos estaban usados o se les dio "muerte ritual", si Iqer presentaba las durezas de los dedos típicas de los arqueros u otros indicios físicos de la práctica de la arquería, pero parece claro que estamos ante alguien ducho en ese arte -acaso un verdadero Robin Hood faraónico-, probablemente un militar, un guerrero de prestigio. "Así lo indica el enterramiento", señala Galán. "No podemos decir que fuera una figura de alto rango, un general, pero desde luego no era un soldado raso". Iqer, que como adjetivo significa "el excelente" -podríamos imaginar una referencia a su habilidad como saetero-, era un nombre común en este periodo, la Dinastía XI. La momia, cubierta por un sudario y una máscara de cartonnage dañada por las termitas, no ha podido ser aún estudiada.

Los arcos son longbows, como los típicos ingleses, de la estatura de un hombre. Las flechas son de un tipo habitual en el Imperio Medio, con cabezas largas de madera que se insertaban en el astil hueco, y no con puntas de metal. No se sabe si estaban recubiertas de veneno o sangre menstrual (para provocar la infertilidad del enemigo), un uso documentado en la arquería egipcia. Parece que los arqueros egipcios apuntaban especialmente al cuello, donde sus flechas podían producir más daño. Con flechas de punta de madera parecidas a las de Iqer fueron muertos los soldados de Mentuhotep II, de la misma época, hallados por Winlock en 1925 bajo el templo del rey en Deir el-Bahari -unas momias espantosas, por cierto-. Varios de estos soldados eran asimismo arqueros.

El hallazgo culmina la séptima campaña del Proyecto Djehuty, en la que se ha excavado el pozo funerario del noble. Queda para la próxima campaña excavar la cámara a la que se abre ese pozo, llena de escombros y esperanzas.

Fuente: Jacinto Antón / El País.com, 21 de febrero de 2008

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Guardián de la tumba

El egiptólogo José Manuel Galán, a las puertas de entrar en la tumba de Djehuty, en Luxor, rememora siete años de esfuerzo.

Una inscripción en un muro de un monumento funerario cegado por los cascotes fue definitiva. El arqueólogo José Manuel Galán, con la respiración entrecortada a causa del polvo y la humedad, supo que iba a seguir el rastro de Djehuty, el dignatario que sirvió a la reina Hatsepsut, según rezaba el jeroglífico. Siete años después, ha cerrado la tumba en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Luxor, y se ha despedido de Alí Faruk, su capataz. Hasta el próximo invierno, cuando se reanuden los trabajos que se han interrumpido justo ante la puerta de la cámara funeraria del servidor del faraón rey, según se hacía llamar Hatsepsut.

"Que mi recuerdo perdure sobre la tierra y mi ba alma pueda vivir delante del señor de la eternidad", ruega la inscripción, que describe a Djehuty como "el noble, el líder, el que dice yo soy el jefe que pone las reglas". El dignatario que vivió en torno a 1.500 años antes de Cristo fue guardián del tesoro real, controlaba a los artesanos que construían obeliscos y a los que hacían espléndidos collares y amuletos.

Galán es precisamente filólogo de formación, primero en la Universidad Complutense de Madrid, luego durante seis años en la John Hopkins de Baltimore (EEUU) y finalmente en Tubinga (Alemania). Especialista en ugarítico (lengua semítica procedente del fenicio) y en acadio, ingresó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y tiene publicados varios libros sobre jeroglíficos y literatura egipcia, ya que es experto en cuentos antiguos.

"Lo mío es leer jeroglíficos", confiesa desde Baltimore, donde disfruta en la John Hopkins de una nueva beca de investigación que ha interrumpido para excavar en Luxor durante dos meses. Cuando todo hacía suponer que sería toda una autoridad en investigaciones de biblioteca, decidió dar un giro a su currículo. "Tenía la necesidad de tener mi propio proyecto y que además sirviera a impulsar la egiptología española", explica.

Un acto de osadía

En noviembre del 2000 visitó por primera vez el monumento funerario de Djehuty y de Hery a propuesta del servicio de antigüedades egipcias. Conocida ya desde los tiempos de Champollion, la tumba jamás se había excavado. "La razón es que había agujeros por donde se colaban los escombros y otros arqueólogos se habían echado para atrás. Pero a mí me gustó el hecho de que las tumbas estuvieran decoradas con inscripciones y pensé que eran perfectas para mí. Por pura osadía no me asustaron los escombros" , afirma.

La primera campaña tuvo lugar en el 2000. El monumento funerario, que consta de varias cámaras, tuvo que apuntalarse a fondo y el equipo -que cuenta con el patrocinio de Telefónica y Caja Madrid- tuvo que contratar a un centenar de obreros para el desescombro. Y la sensación "fue impresionante". "A través de la vida de Djehuty que se sigue en sus inscripciones biográficas se puede reconstruir la vida del Imperio Nuevo", recuerda.

Tras dos años perforando bajo el suelo, el equipo ha podido excavar un pozo funerario de ocho metros que conduce a la cámara donde -en teoría- está la tumba del dignatario. Galán posee la prudencia del científico y no aventura nada. Pero si los escombros no han dañado la cámara y se termina a tiempo un buen sistema de ventilación, en el 2009 podría anunciarse el hallazgo de una tumba inviolada, la de Djehuty.

Mientras, la cosecha anual de la investigación no es en absoluto desdeñable. En el Museo de Luxor se exhibe la Tabla del Aprendiz, que apareció en el 2004, durante la tercera campaña. Galán habla con emoción de esta especie de pizarra donde un maestro enseñaba a dibujar y a escribir el Libro de Kemit, una especie de Catón para escribas, a su alumno. La tabla contiene el primer retrato hallado hasta ahora de un faraón de frente y no de perfil, datado hacia el 1450 antes de Cristo.

Hasta el momento han aparecido diversos enterramientos. El último, el del guerrero Iqer, que fue enterrado con sus flechas y que data de unos 500 años antes de que viniera al mundo Djehuty. Las tumbas en Egipto fueron profusamente reutilizadas. "Y en esta tumba lo mejor que nos puede pasar es que se haya librado de los ladrones de tumbas modernos, que se lo llevan todo", precisa Galán.

Paella con amigos

El equipo, unos 17 especialistas, se aloja en un pequeño hotel, El Marsam, tras los colosos de Memnón. La jornada de excavación se prolonga de siete de la mañana a tres de la tarde seis días a la semana. No es fácil trabajar con mascarilla o incluso con rodilleras para que las piedras no destrocen la piel. Las tardes se dedican a tareas de laboratorio o, en el caso de Galán, a escribir su diario de excavación.

Hay tiempo también para compartir una inmensa paella regada con cerveza egipcia con amigos como Alí Faruk, una institución entre las dinastías de capataces de arqueólogos en Luxor. O para asistir a la fiesta del 16° cumpleaños de Mohamed Bolbol, que ha ascendido de chico repartidor de té a extractor de escombros y que probablemente presenciará los trabajos finales de excavación y la apertura al público de la tumba del noble Djehuty, el guardián del tesoro.

Fuente: Rosario Fontova / El Periódico.com, 2 de marzo de 2008

El Nilo se come los cimientos de los templos de Luxor

Las aguas del Nilo están royendo los cimientos de los templos de Luxor, la antigua Tebas, que en solo veinte años han sufrido más que en sus tres milenios de historia.

Y todo por culpa de la presa de Asuán: aunque puso a Egipto en la modernidad, el precio fue perturbar el sueño de los dioses, que según los egipcios antiguos reposaban en Tebas tras la creación del mundo.

Ahora un ambicioso proyecto tiene como fin rebajar dos metros el nivel de las aguas subterráneas, que están minando los cimientos de algunos de los templos más visitados del turismo mundial.

"Los templos están en un estado muy grave, ya que en los últimos veinte años han sufrido el peor deterioro en sus miles de años de vida", dijo a Efe el jefe del proyecto, Jeremy Gustaffon, de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID).

La razón de este deterioro está más al sur, en la presa de Asuán, a unos 250 kilómetros de Luxor: desde que la presa fuera completada en 1970, el nivel de las aguas subterráneas ha subido considerablemente hasta suponer un peligro inminente para los templos.

Presa de Asuán

A eso hay que añadir las filtraciones de las aguas provenientes del regadío de las tierras agrícolas de los alrededores, que en los últimos años también han aumentado.

"Como los monumentos son de piedra arenisca porosa, pueden absorber el agua, algo que ya ha pasado con los cimientos de los templos", advirtió Gustaffon.

Un proyecto similar en la otra orilla del Nilo, también en Luxor, ya ha conseguido salvar los grandiosos templos de Karnak y Luxor.

Ahora, los colosales monumentos de Ramesseum, Seti I, Amenofis III y Medinet Habu, así como los templos menores y tumbas de la ribera occidental, serán el objetivo de la nueva iniciativa, explicó a Efe el director de Egiptología del Consejo Supremo de Antigüedades, Sabri Abdel Aziz.

Con financiación de la USAID, el proyecto, que tiene un presupuesto de entre 40 y 50 millones de libras (unos 9 millones de dólares) según Aziz, se pondrá en marcha el próximo junio.

A lo largo de 5 kilómetros repletos de antigüedades y bajo la supervisión de dos técnicos estadounidenses, numerosos obreros y expertos en arqueología egipcios excavarán hasta una profundidad de 7 metros para rebajar las aguas.

Y cuando se seque la tierra, no sólo los monumentos descubiertos disfrutarán de buena salud, sino que además los arqueólogos podrán desvelar lo que hasta ahora ha permanecido escondido bajo las aguas.

"No descartamos en absoluto que las excavaciones den lugar a nuevos descubrimientos arqueológicos" afirmó Aziz.

Para ello, los responsables del proyecto tomarán una serie de precauciones como utilizar sensores en la misma tierra que detecten una posible pieza arqueológica antes de cavar. Si es necesario, excavarán con sus propias manos, y siempre procurarán que las obras estén a una distancia mínima de 50 metros de los templos.

Al final del proyecto, se instalarán unas tuberías para drenar todas las aguas subterráneas y hacerlas desembocar en un canal cercano.

Este proyecto de 17 meses no afectará al turismo, ya que los viajeros podrán seguir visitando los templos de Ramesseum, Seti I, Amenofis III y Medinet Habu, situados inmediatamente al sur del Valle de los Reyes.

Fuente: EFE, El Cairo / Público.es, 11 de febrero de 2008

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Las aguas amenazan a la Esfinge (24 de octubre de 2007) 

Foto: Un charco de agua estancada en las cercanías de la Esfinge. (Foto: EFE)

Hace cuatro meses, comenzó a crecer una capa de césped en los alrededores. El poderoso Consejo Supremo de Antigüedades egipcio reconoce el problema.

CAMPAÑA DE CONCIENCIACIÓN EN INTERNET

"La Esfinge se hunde" es la seria advertencia que tiene a los egiptólogos preocupados por la salud del milenario coloso, tras comprobar cómo las aguas subterráneas en sus alrededores están saliendo a la superficie.

Tan sólo a unos pasos de los pies de Abu el Hul, o Padre del Terror, como los egipcios llaman a la Esfinge, una capa de césped comenzó a crecer hace cuatro meses, lo que prueba la existencia de agua en la zona, explica el arqueólogo Bassam el Shammaa.

"Y hace una semana vi con mis propios ojos grandes charcos de agua estancada de una profundidad de entre 30 y 40 centímetros delante del Templo del Valle, a pocos metros de la Esfinge", aseguró Shammaa.

El experto ha lanzado una campaña de concienciación en Internet bajo el nombre de 'Salvemos la Esfinge' y en su página web (http://www.sossphinx.bassam.itgo.com/) ha colgado fotos que confirman sus palabras.

El egiptólogo espera que los responsables de antigüedades "se muevan ya" para salvar la estatua, a la que, a su juicio, "le quedan sólo entre 30 y 35 años de vida si no se resuelve el problema".

Después de 4.600 años custodiando las Pirámides de Guiza, a este monstruo de piedra caliza, mitad hombre mitad león, le ha llegado el momento de que lo protejan a él.

Las autoridades reconocen el problema

Los dirigentes del poderoso Consejo Supremo de Antigüedades egipcio (CSA) han reconocido que existen "problemas cuyo origen todavía se desconoce" con las aguas en las cercanías de la Esfinge.

"Ya sea una fuga de las tuberías de agua potable, del desagüe, de los canales o de las aguas de irrigación, tenemos que descubrir el causante del problema para que no se repita", aclara el director del departamento de egiptología del CSA, Sabri Abdelaziz.

Para lograr ese objetivo, un comité de especialistas de la Universidad de El Cairo comenzó hace dos meses a estudiar el nuevo fenómeno que rodea a la Esfinge, y se espera que lleguen a alguna conclusión en noviembre.

"Pese a todo, la Esfinge está a salvo. No corre peligro, porque está a un nivel más alto que las aguas subterráneas. Los estudios necesitan su tiempo antes de que lancemos un proyecto para la protección del monumento", tranquiliza Abdelaziz.

Otros expertos independientes también preocupados por los templos faraónicos, como Ayman Ahmed de la Universidad de Sohag (sur de Egipto) y el hidrogeólogo Graham Fogg, de la Universidad de California en Davis (EEUU), examinan el movimiento de las aguas subterráneas bajo los monumentos.

Bien a través de esfuerzos individuales o bien a través de trabajos auspiciados por las autoridades, lo cierto es que la salud de la estatua, una de las más célebres y gigantescas del mundo, ha puesto en alerta a los egiptólogos de todo el planeta.

Con una longitud de 73 metros, una altura de 22,5 y un ancho que fluctúa a lo largo de su cuerpo entre los cinco y nueve metros, la Esfinge siempre gozó de veneración y culto durante la antigüedad.

Fuente: HEBA HELMY (EFE. El Cairo) El Mundo.es

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Concluyen proyecto para proteger templos faraónicos de filtraciones de agua (6 de marzo de 2007)

El Gobierno de Egipto anunció hoy que ha concluido el mayor proyecto para controlar la filtración de agua subterránea que amenazaba los templos faraónicos de Luxor y Karnak, construidos hace casi 4.000 años a unos 700 kilómetros al sur de El Cairo.

El anuncio fue hecho por el ministro egipcio de Cultura, Faruq Hosni, en un comunicado difundido por el Consejo Supremo de Antigüedades (CSA).

El estudio del proyecto, que fue preparado por expertos suizos, y financiado por Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), duró cinco años, precisa la nota, que destaca que el plan fue realizado en el marco de un acuerdo entre la USAID y el CSA.

Las aguas subterráneas, cuyo nivel ha subido considerablemente en Luxor desde la construcción en el río Nilo, hace casi cuatro décadas, de la presa de Asuan, a unos 250 kilómetros al sur, habían llegado a suponer un peligro inmediato para los templos de Karnak y Luxor, declaró a Efe el ex secretario general del CSA, Gabalah Ali Gabalah.

Por su parte, el actual máximo responsable de esa institución, Zahi Hawas, adelantó que el mismo proyecto será aplicado en la ribera oeste del Nilo, para proteger las tumbas y templos de los reyes, reinas y altos funcionarios de la época faraónica.

En ese sentido, reveló que una comisión del CSA, integrado por expertos arqueológicos y técnicos ya han comenzado los estudios del ese plan.

Hawas reveló que esos templos y tumbas, situados en una área de alrededor de 5.000 kilómetros cuadrados, también están amenazados por la filtración de agua subterránea proveniente del regadío de las zonas agrícolas de los alrededores.

Por último, el responsable arqueológico aseguró que esta parte del proyecto será financiado totalmente con fondos del CSA.

Los templos de Luxor y Karnak fueron construidos hace casi 4.000 años, durante el reinado de los faraones Amenhotep III y Ramses II, del Imperio Medio y el Imperio Nuevo, respectivamente, y estaban unidos a través de una larga calzada conocida como el Paseo de las Esfinges.

Ese complejo religioso de enormes dimensiones situado en la orilla este del Nilo era el centro de Tebas, la antigua capital del sur de los faraones.

Fuente: Terra Actualidad - EFE

Descubren vestigios de asentamiento humano del neolítico (5.200-4.500 a.C.) en Egipto

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Anuncia el egiptólogo Zahi Hawass que los restos de muros de viviendas construidas con adobes de barro y bloques de granito ornamentado fueron hallados en la provincia de Al Fayum, al suroeste de El Cairo.

Expertos estadounidenses han descubierto vestigios de un asentamiento humano que data de la época neolítica, (5.000 años a.C.), en la provincia de Al Faiyum, al suroeste de El Cairo, informó hoy la agencia egipcia de noticias MENA.

El anuncio lo hizo el secretario general del Consejo Superior de Antigüedades (CSA), el egiptólogo Zahi Hawass, en un comunicado difundido por la agencia.

El hallazgo fue realizado por arqueólogos de la Universidad de California en excavaciones en el área de Kom Auchim, precisó el responsable egipcio.

En el sitio fueron encontrados restos de muros de viviendas construidas con adobes de barro y bloques de granito ornamentado, y varios cantaros y vasijas de cerámica, además de utensilios fabricados de roca, afirmó Hawass.

Esas piezas estaban recubiertas con una capa de carbonato de calcio, lo que indicaría que el área antiguamente estuvo cubierta por las aguas del lago Qaron, próximo a Kom Auchim.

Asimismo, el jefe del CSA afirmó que el rastreo electromagnético efectuado en la zona revela la existencia debajo de la arena de más murallas y calles alineadas, similares a las ciudades y pueblos de la época grecorromana. El periodo grecorromano en Egipto se sitúa entre los años 332 (a.C) y 31 (d.C).

Por su parte, uno de los responsables del equipo estadounidense explicó que ese tipo de rastreo, realizado en una zona cercana a Kom Auchim, detectó los vestigios de un cementerio.

En las últimas décadas han sido descubiertos necrópolis, viviendas y numerosos artefactos y utensilios usados en la vida diaria que datan de la época neolítica en diversos lugares de Al Fayum.

Fuente: EFE, El Cairo, Egipto / El Universal.com.mx, 29 de enero de 2008

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(2) CAIRO (AFP) - A team of US archaeologists has discovered the ruins of a city dating back to the period of the first farmers 7,000 years ago in Egypt’s Fayyum oasis, the supreme council of antiquities said on Tuesday.

"An electromagnetic survey revealed the existence in the Karanis region of a network of walls and roads similar to those constructed during the Greco-Roman period," the council’s chief Zahi Hawwas said.

The remnants of the city are "still buried beneath the sand and the details of this discovery will be revealed in due course," Hawwas said.

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"The artefacts consist of the remains of walls and houses in terracotta or dressed limestone as well as a large quantity of pottery and the foundations of ovens and grain stores," he added.

The remains date back to the Neolithic period between 5,200 and 4,500 BC.

The local director of antiquities, Ahmed Abdel Alim, said the site was just seven kilometres (four miles) from Fayyum lake and would probably have lain at the water’s edge at the time it was inhabited.

La sorprendente historia del decantador egipcio

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Decantador del Egipto medieval subastado el jueves. Foto: El País.com

Subastada en Reino Unido una vasija por la que se pedían 300 euros y los expertos acaban tasando en 7,5 millones.

La pretensión del vendedor era obtener un par de centenares de libras (300 euros) en una subasta de provincias por una jarra francesa del siglo XIX sin aparente interés artístico. El pulso entre dos pujadores acabó disparando el precio de la pieza hasta una cifra que superó los 300.000 euros. Desde el pasado jueves, cuando se realizó la operación, todo eran felicitaciones en la sala de subastas Lawrences de Crewkerne (Somerset) hasta que ayer una publicación especializada desvelaba que en realidad el comprador anónimo se había hecho con una verdadera ganga: la vasija es un raro tesoro del Egipto medieval con un valor estimado en el mercado de casi 7,5 millones de euros.

Sólo se conoce la existencia de otras cinco piezas de esta naturaleza

El delicado decantador de cristal de roca tallado -decora-do con animales mitológicos, pájaros y motivos vegetales, y acabados en plata dorada y esmaltes- está considerado uno de los objetos más valiosos del arte islámico. Data del siglo XI. Sólo se conoce la existencia de otras cinco piezas de esta naturaleza, exponentes del trabajo de los artistas musulmanes que trabajaban el vidrio durante el califato fatimí. La última que salió a la luz fue adquirida por el museo londinense Victoria & Albert, en una subasta en 1862. Las restantes se hallan en la basílica de San Marcos de Venecia (que posee dos), la catedral de Fermo (también en Italia), y el Louvre, adonde fue transferida desde la abadía parisiense de Saint Denis. La quinta estuvo expuesta en el Museo degli Argenti, Florencia, hasta que en 1998 un accidente la hizo añicos.

Un marchante de arte de la capital británica admitía a The Art Newspaper -revista que ha publicado la extraordinaria revelación- que en su momento no supo reconocer el valor de la jarra, expuesta en la web de la casa Lawrences. Y ello a pesar de "haber mantenido durante toda mi vida la esperanza de hallar algo así". Considera la obra imposible de falsificar, por lo que no duda de su autenticidad, y se aventura en calificarla de "Santo Grial del arte islámico".

Los diversos artefactos de vidrio -tallado o estampado- del tesoro real fatimí fueron arrasados por las fuerzas de Saladino que depusieron a los califas en Egipto. Los cruzados trajeron a Europa las piezas que sobrevivieron, y que acabaron siendo utilizadas como reliquias en sus iglesias. En la actualidad, tan sólo 180 de esos objetos, en su mayoría colgantes o pequeños frascos de kohl, están catalogados. Ilustra su valor una reciente subasta en la sala Sotheby's, que vendió un diminuto frasco de cristal de 2,57 centímetros por tres cuartos de millón de euros.

Fuente: PATRICIA TUBELLA, Londres / El País.com, 22 de enero de 2008

Hallados sarcófagos y momias de época Grecorromana en Fayum, al sur de El Cairo

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Una colección de momias y sarcófagos del periodo Grecorromano egipcio (332 a.C-395 d.C) fue hallada en ’buen estado’ en el cementerio de la zona de Deir el Banat, en la localidad de Fayum, 120 kilómetros al sur de El Cairo. Photo: REUTERS / Egyptian Supreme Council of Antiquities/Handout (EGYPT).

Según un comunicado del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA), algunas de las momias, cuyo número no ha sido especificado, se encontraban envueltas con vendas de lino.

Además de las momias, cuya identidad se desconoce, fueron hallados tres sarcófagos decorados con escrituras funerarias, que se remontan a la dinastía Tolemaica (350-30 a.C).

En el interior de uno de los sarcófagos se encontró una momia destrozada, cuya cara está cubierta con una mascara dorada, agregó la nota, que cita al secretario general del CSA, Zahi Hawas.

La nota hace también referencia al descubrimiento de una colección de joyas y cuarenta trozos de tejidos, estampados con dibujos de llaves y anclas.

Las antigüedades halladas han sido almacenadas en la zona de Kum Oshim en Fayum, donde dos de las momias fueron examinadas con rayos X, lo que permitió verificar que pertenecen a mujeres que al parecer murieron cuando tenían ’pocos’ años.

Está previsto que una misión de arqueólogos rusos haga un diseño preliminar de las caras de las dos momias para intentar precisar sus rasgos, según la nota.

Fuente: EFE / Terra.es, 20 de enero de 2008

Fotos por cortesía de National Geographic:

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(2) AL-FAYUM, November 27 (RIA Novosti) - Russian archaeologists have found well-preserved mummies in Egypt dating to the country’s Ptolemaic era, the head of the Russian Academy of Science’s Egyptology department announced on Tuesday.

"Well-preserved mummies of this period are extremely rare," Galina Belova said.

The discoveries were made in the Egyptian oasis of Al-Fayum, where several mummies, combining traits of Hellenic and Egyptian traditions, have previously been found.

Teams of Russian archaeologists are currently carrying out excavations in Memphis, the ancient capital of Egypt, in Alexandria on the Mediterranean coast, and near Luxor in the country’s south.

"Burials from the Greco-Roman period are laid at the depth of two meters or lower," Belova said, adding that as a rule, coffins of the period are not decorated.

However, the Russian team found a 2,000-year-old family tomb containing three well-preserved mummies from the Ptolemaic era. The wooden coffins were ornamented with colored paintings and carved with hieroglyphs, recounting the family’s story.

A man, probably the head of the family, was buried with a gold-plated mask. The remains will be x-rayed to establish the man’s true age and to reconstruct his appearance.

The tomb also contained 1.4-meter coffin made of compressed papyrus. Judging by the illustrations adorning the coffin, it contains a mummy of a child, probably a girl, but researchers have decided not to open it ’in the field’.

A mummy of an old woman with well-preserved hair has also aroused interest, as well as a tomb of a baby, buried with mummified dogs, cats, monkeys and ibises (long-legged wading birds).


El Fayum

El Fayum (en árabe Al-Fayyum: الفيوم) es una gobernación (provincia) de Egipto, situada en el centro del país. Su capital es la ciudad llamada Medinet el-Fayum (en árabe: Medinat al-Fayyum), 130 kilómetros al sudoeste de El Cairo.

El Fayum realmente es un oasis del desierto de Libia, hallándose unos treinta kilómetros al oeste del Nilo. Cubriendo una superficie de 1.270 km², el Fayum es una una región diferente del valle del Nilo y de otros oasis del desierto: sus campos son irrigados por un canal que proviene del Nilo, el Bahr Yussef "canal de José". El agua discurre por una depresión del desierto, al este del valle, desde el Nilo al lago Fayum (Moeris), un gran lago de agua dulce en la antigüedad, pero actualmente, de dimensiones más modestas y agua salada.

Gracias al Bahr Yussef, a partir de la dinastía XII, el Fayum se transformó en una rica región agrícola. La superficie del lago es de cerca de 200 km². Diferente de un oasis típico, cuya fertilidad depende solo del agua obtenida a partir de sus manantiales, la tierra cultivada en el Fayum está constituida por lodo del Nilo aportado por el Bahr Yussef.

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Al sudoeste del Fayum, y de la provincia, está la depresión de Gharak. Uadi Rayan es otra depresión, totalmente estéril, de 725 km², situada al oeste de Gharak. Toda la región está bajo el nivel del mar, y excepto la entrada al canal, está rodeada por las colinas libias. La parte más baja de la provincia, el extremo noroeste, está ocupada por el lago Birket Qarun que está 43 m más bajo que el nivel del mar Mediterráneo. Situación: 29°21′48″N, 30°44′45″E.

El Fayum era conocido en la antigüedad como el XXI nomo del Alto Egipto, Atef Pehu (Sicomoro del Norte). Su cabeza de partido era Shedet, siendo su nombre griego Cocodrilópolis o Arsínoe. El verdadero lago era conocido durante el Imperio Antiguo como Sa (lago) o sh-rsy (lago del sur). El Fayum recibió particular atención de varios soberanos de la dinastía XII que fueron los promotores de amplios trabajos de canalización y mejora de la región que se convirtió en un centro agrícola de primera importancia en Egipto desde el Imperio Medio. El lago de El Fayum, gracias a estos trabajos de canalización era una cuenca de reserva, reguladora de las crecidas del Nilo. En el transcurso de milenios sufrieron un abandono progresivo las instalaciones y los terrenos cultivables situados sobre las amplias márgenes de la cuenca interna. La principal divinidad egipcia venerada en la región fue el dios-cocodrilo Sobek.

Fuente: Wikipedia


Retratos en las momias grecorromanas de Fayum

Los más de 1.000 llamados “Retratos de El Fayum” constituyen el mayor conjunto de pintura antigua “portátil” que ha sobrevivido hasta nuestros días. Se trata de retratos realizados normalmente sobre madera de hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos pintados en vida de sus protagonistas, ocasionalmente enmarcados, expuestos en su casa y que posteriormente fueron serrados para que cupieran justo dentro del sarcófago, donde se colocaron entre las vendas de la momia a la altura del rostro para preservar la memoria de los fallecidos.

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Se ha recuperado este tipo de retratos en cementerios a lo largo de todo Egipto, pero no implica necesariamente que fueran pintados en el lugar del hallazgo. Estos retratos empezaron a salir a la luz a principios y mediados del siglo XIX, en las excavaciones “amateur”.

Los coleccionistas los extraían de entre las vendas de las momias decoradas y al hacerlo, desgraciadamente los separaron del contexto en que se encontraron. En un principio los retratos no llamaron mucho la atención y en su mayoría estaban ya dañados, pero otros sufrieron daños por una manipulación posterior descuidada.

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En los primeros siglos de la era Cristiana existían en Egipto dos culturas dinámicas y separadas: la Helénica y la Egipcia, paganos y cristianos. ¿A cuál de estos grupos étnicos y sociales pertenecieron estos retratos? Algunos eruditos les llamaron “los retratos romanos”, basándose en el hecho de que no podían ser pinturas egipcias puesto que este pueblo siempre dibujaba el perfil y no el rostro en sus tres cuartas partes, o bien porque se encontraron en las momias de sarcófagos del periodo romano.

El uso del término “retrato romano” fue rechazado por el arqueólogo británico Flinders Petrie tras descubrir 300 retratos en excelente estado de conservación en un escondrijo enorme de momias en El Fayum en 1888. Fue entonces cuando se acuñó la expresión “retratos de El Fayum”, expresión acertada pero no exacta puesto que como se ha dicho previamente, también se hallaron estos retratos en otros lugares de Egipto. Estos retratos de extraordinaria belleza y de dos mil años de antigüedad, han aparecido en cementerios del Alto Egipto y Egipto Medio e incluso en la costa mediterránea, todos datados entre los siglos I y IV de nuestra era.

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Los retratos han sido objeto de controversia. Los especialistas en arte grecorromano los consideraron obras egipcias, pero los egiptólogos los consideraron creaciones de los primeros años de la era cristiana, cuando Egipto estaba bajo el dominio de Roma y por lo tanto, fuera del ámbito egipcio. Durante demasiado tiempo los historiadores del arte menospreciaron estas obras maestras.

Actualmente, los retratos están recibiendo la atención que merecen, sobre todo por la sorprendente posibilidad de que estos retratos introducidos entre las vendas de las momias quizás no sean representaciones del arte romano provincial, como se ha descrito más arriba, sino que sean obras creadas por egipcios para egipcios. Dicho de otro modo, puede que no sean retratos de la aristocracia mediterránea que controlaba Egipto en época romana, sino de los propios egipcios.

Algunos de los retratos fueron hechos “a la encáustica” (pigmentos mezclados con cera de abeja y aplicados en caliente con un escalpelo y pincel para los detalles). Los que fueron pintados a la tempera o acuarela, han sido seriamente dañados por la humedad del suelo. Estaban realizados sobre paneles de madera o sobre lino y algunos representaban sólo la cara pero otros eran retratos de cuerpo entero que fueron colocados sobre la mortaja de lino que cubría los cadáveres.

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Hay incontestables evidencias de que los retratos tuvieron el mismo propósito y la misma función que las máscaras funerarias, hechas con capas de lino o bien de papiro endurecido con yeso, y decoradas con pinturas o dorados e introducidas en Egipto durante el Primer Periodo Intermedio (2181-2055 a.C). Estas máscaras se fueron haciendo populares durante el Imperio Medio, las dinastías XVIII y XXVII, así como durante el periodo grecorromano.

Su función principal era la de permitir la identificación del difunto. De hecho, durante el periodo grecorromano, los retratos y las cabezas de yeso pintadas fueron utilizadas junto con las máscaras funerarias. Por lo tanto, si uno observa los retratos pintados en época romana desde la perspectiva egipcia, se puede trazar la continuidad existente de las máscaras con los retratos. Desde un punto de vista local, la influencia extranjera en estas obras maestras no va más allá de un estilo adoptado por las familias egipcias aristocráticas de peinados romanos o de las túnicas en boga.

Metropolitan Museum of Art: Ancient Faces

PORTRAITS DU FAYOUM by Antiquité Tardive

Noción del cuerpo para los antiguos egipcios

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La noción del cuerpo de los egipcios, es mucho más borrosa que para nosotros e infinitamente más extensa. Esta extensión explica, por ejemplo, el castigo que podía representar el privar a un enemigo de sepultura, el aniquilar su cuerpo, el destruir sus imágenes, Sin esta base material fundamental, el complejo de principios más o menos espiritualizados, cuya unión hacía el hombre, quedaba privado de realidad esencial.

Los principios inmateriales

Hay que conservar las palabras egipcias que designan estos principios, pues no se les puede encontrar ninguna correspondencia en las lenguas modernas. Eran sobre todo cinco:

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1.- El Kha (cuerpo) y el Ka (doble)

El Kha era el cuerpo material del hombre, El Ka su doble, y pertenecía lo mismo a los dioses que a los hombres. Pero los dioses y el rey, que poseía por naturaleza los privilegios divinos, tenían varios kas; catorce Ra y otros tanto el rey, al menos en la Baja Época. Fundamentalmente, el ka parece vinculado al conjunto de la vida, y constantemente los sacerdotes juegan con la identidad de consonantismo existente entre las palabras “provisiones” y ka.

Pero constituye un aspecto diferenciado de la vida global que parece que viene al mundo con cada hombre. He aquí por qué ha sido imaginado como un “genio” personal. Maspero lo llamaba el “doble” porque se le veía doblando las más de las veces al rey en los bajorrelieves.

Poseía un aspecto individual muy marcado. En demótico, la palabra KA desaparece, siendo reemplazada por PSAI, que equivale poco más o menos a nuestra palabra “destino”. En copto, se ha desvanecido toda huella de este vocablo tan típicamente egipcio, y ya, en representaciones tardías de los mammisis, se ve que no figura en todas las escenas en que se le solía encontrar en épocas antiguas. En la escritura, el signo que lo representa equivale a la palabra RAM, que significa “el nombre”. Y esta equivalencia permite captar el pensamiento de los últimos paganos de Egipto. Para ellos, el nombre seguía siendo lo que daba su esencia a las cosas, lo que las diferenciaba del resto.

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El ka quizá tenía una relación especial con las entrañas del hombre a cuya vera habría reposado más gustoso después de su muerte. De todos modos, precedía al hombre en la eternidad, y, para evitar el verbo morir, se prefería utilizar el eufemismo “pasar a su ka”

Se conoce el ademán con el cual los sacerdotes volvían el ka de los dioses a sus estatuas de culto: lo abrazaban, es decir, que ejecutaban alrededor de la efigie el mismo gesto que indica el signo jeroglífico del ka. Aún cuando hay que concebirlo como material, era de naturaleza impalpable, podía franquear todos los obstáculos del mundo sensible, y se contestaba con simulacros y apariencias para dar actos acostumbrados de la vida terrestre que había llevado a cabo su poseedor. Los objetos que se ponen a su disposición, modelos de casas o construcciones ficticias de la tumba de Djeser (Zoser) en Saqqara, se conciben como representaciones que le bastan. Su forma era la del cuerpo, al que estaba vinculado, en el apogeo de sus facultades físicas e intelectuales, con el signo de su nombre en la cabeza y una barba divina. Fue así por lo menos como se representó el ka del rey Hor al principio del Imperio Medio, en una bellísima talla en madera.

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2.- El Akh (espíritu) y la “sombra”

Muy probablemente, fue la mera homonimia lo que hizo escribir otro principio espiritual, el AKH, con el ibis comata. Su propio nombre entronca con el de la claridad, lo que para los antiguos, significaba una identidad fundamental. El akh, a lo que parece, reside con frecuencia en el cielo, donde se diría que se siente particularmente a gusto después de la muerte. Se tiene la impresión de que el hombre solamente posee de verdad su akh tras haber dado ese paso.

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En cuanto a la “sombra”, los antiguos ponían en la palabra mucho más de lo que ponemos nosotros en la nuestra, reducida a designar la imagen vana que proyecta un objeto iluminado. Esta parte extraña del hombre no lo abandona jamás: tenía la misma forma, y el color negro que invariablemente presenta había impresionado a los pensadores.

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¿No era el de la tierra que hace germinar la semilla? ¿no era el de la noche, la cual, en las tinieblas, sabe producir la gestación de un sol que va a renacer rejuvenecido? Pintaban de negro a Osiris, dios del segundo nacimiento. ¿Hay que atribuirle la potencia sexual? No es seguro, pero las consideraciones que anteceden hacen la cosa posible. Únicamente la palabra sombra evocaba para el egipcio, en un país abrasado por el sol, la idea del bienestar, de la calma y del reposo. De modo que se concibe a veces la “sombra” residiendo en la quietud del más allá.

Sea cual fuere el contenido exacto de estas nociones, parece que los egipcios concebían la vida como la unión armónica de todos estos principios vitales y el cuerpo. La muerte, en cambio, será su separación. Acaso cada uno de ellos no pueda posarse entonces sino separadamente sobre el soporte que le está destinado. Es lo que distinguiría la vida presente de la vida de ultratumba.

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3.- El Baí o Ba (alma)

De las otras partes del hombre la que más se asemeja al ka era el BAÍ. La ortografía tardía de la palabra viene atestiguada del copto, el cual la ha conservado en algunas expresiones de los libros mágicos. Se traduce a veces por “alma” en las lenguas europeas modernas. Pero se expone uno en inducir en ilusión así. Cuando los cristianos tradujeron el Nuevo Testamento al copto, renunciaron completamente a esta palabra, y transcribieron sencillamente el griego “psyche”, por la mucha coincidencia que tenía de que las antiguas nociones, envueltas en los términos vernáculos, no correspondían en absoluto a la concepción cristiana que tenía el griego por vehículo. No intentaremos hacer nosotros lo que creyeron ellos que no debían hacer, y conservaremos este baí, el cual sugiere perfectamente el estado de extrañeza mental que es necesario crear para comprender.

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Indiscutiblemente, su carácter es más intelectual que el del ka. Para dar su equivalente griego, Horapolo lo tradujo justamente por “psyque”. En el Imperio Medio, en una obra literaria del mayor interés, un hombre que desespera de la vida dialoga con su baí, concebido aquí como una especie de interlocutor interior. ¿Llegaron los egipcios a identificarlo con ese “dios que está en el hombre” y que les sirvió para expresar lo que nosotros llamamos la conciencia?

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Paulatinamente se fue sustituyendo el jabirú, ave zancuda cuyo nombre, homófono del suyo, servía para escribirlo, por un pájaro con cabeza humana que lo designa especialmente. Está estrechamente relacionado con la luz del sol e incluso con la propia materia de este astro, el oro. El baí cae con los rayos luminosos sobre las estatuas divinas en las ceremonias del año nuevo. El plural de la palabra designa los poderes, las potencias constituidas por el conjunto de los baís. Los dioses lo poseían también, lo mismo que el Ka, y, para conferir la presencia divina total a una estatua, luego de haberle dado su ka mediante el abrazo ritual, convenía juntarle su baí presentándola, en ciertas condiciones, a la luz solar.

(Sg. Daumas, 2000, p. 204-206)

Bibliografía:

Vázquez Hoys, Ana Mª. Historia del mundo antiguo. Próximo Oriente y Egipto. Ed. Sanz y Torres, Madrid, 2007


LA NATURALEZA DEL HOMBRE

Por: W.M. Flinders Petrie

Antes de poder entender cómo eran las relaciones entre el hombre y los dioses debemos observar las concepciones de la naturaleza del hombre. En los tiempos prehistóricos de Egipto la posición y la dirección del cuerpo eran siempre las mismas en todos los entierros, y las ofrendas de alimentos y bebidas las colocaban al lado del ataúd, así como las figuras de los sirvientes y los muebles, incluso los juegos, se incluían en la tumba. Por consiguiente, hay que llegar a la conclusión de que existía la creencia en la inmortalidad, lo que dio como resultado un ritual sumamente detallado de la muerte, a pesar de no poseer evidencia escrita de ello.

Tan pronto como se ha llegado a la era de la documentación, hallamos en las losas funerarias que la persona se significaba por el khu entre los brazos del ka. Por los últimos escritos se ha visto que el khu se aplicaba al espíritu del hombre, en tanto que el ka no era el cuerpo sino las actividades de la sensación y la percepción. Así, en la primitiva época documentada creían que dos entidades vitalizaban el cuerpo.

Se nombraba con mayor frecuencia al ka que a cualquier otra parte, como si todas las ofrendas funerarias se hubieran hecho por el ka. Se aseguraba que si en vida no se aprovechaban todas las oportunidades de satisfacción, ello era muy perjudicial para el ka, y que no había que enojarle sin necesidad; por tanto era más que percepción e incluía todo lo que nosotros llamamos conciencia. Tal vez lo comprendamos mejor si lo llamamos el «Yo», con la misma variedad de significado que tenemos en nuestro mundo. Al ka se lo representaba como a un ser humano sucesor del hombre; había nacido al mismo tiempo que el hombre, pero persistía después de la muerte y vivía en tomo a la tumba. Podía actuar y visitar a los otros ka después de la muerte, pero no podía soportar el último toque de la fuerza física. Siempre se lo representaba con dos brazos levantados, o sea las partes actuantes de la persona. Aparte del ka de hombre, todos los objetos tenían su ka, comparable al humano, y entre éstos vivía el ka. Este punto de vista conducía estrechamente al mundo de las ideas que se filtran en el mundo material de acuerdo con la filosofía.

El khu se representaba como un pájaro con cresta, lo que tenía el significado de «glorioso» o «brillante», en el uso ordinario. Se refería a un concepto menos material que el ka, y podría denominarse la inteligencia o el espíritu.

El khat era el cuerpo material del hombre, que era el vehículo visible del ka, habitado por el khu.

El ba pertenecía a una neumatología diferente de la que acabamos de observar. Era el alma separada del cuerpo, representada como un ave con cabeza humana. Este concepto probablemente surgió de los mochuelos blancos, con cabezas redondeadas y expresión casi humana, que frecuentaban las tumbas volando silenciosamente en sus idas y venidas. El ba solicitaba comida y bebida, todo lo cual lo aportaba la diosa del cementerio. De este modo se superponía al objetivo del ka y probablemente pertenecía a una raza distinta de la que definía el ka.

El sahu o momia se asociaba especialmente con el ba, y el pájaro ba se mostraba a menudo descansando sobre una momia o tratando de volver a entrar en ella.

El khaybet era la sombra de un hombre; se conoce bien la importancia de la sombra en las ideas primitivas.

El sekhem era la fuerza o poder rector del hombre, aunque se mencione raras veces.

El ab era la voluntad y las intenciones, simbolizadas por el corazón; usado en frases a menudo como un ser humano «en el corazón de su señor», «la amplitud del corazón» para satisfacción; el «lavado del corazón» para dar salida al carácter.

El hati es el corazón físico, el órgano «principal» del cuerpo, también utilizado metafóricamente.

Ran era el nombre esencial para el hombre, y asimismo a los objetos inanimados. Sin un nombre nada existiría realmente. El conocimiento del nombre daba poder sobre su dueño; un gran mito gira en torno a Isis, que obtuvo el nombre de Ra mediante una estratagema, logrando así los dos ojos de Ra —el sol y la luna—, para su hijo Horus.

Tanto en las razas antiguas y modernas, el conocimiento del nombre verdadero de un hombre se guarda cuidadosamente, y a menudo se usan los nombres secundarios con propósitos seculares. Era usual que los egipcios tuvieran un «gran nombre» y un «pequeño nombre», y el primero solía estar compuesto con el de un dios o un rey, y probablemente eran reservados para objetivos religiosos, como solamente se halla en los monumentos religiosos y funerarios.

No debemos suponer en absoluto que todas esas partes de una persona tuviesen la misma importancia, o fuesen creídas simultáneamente. El ka, khu y khat parecen haber formado un grupo; ba y sahu pertenecen a otro; ab, hati y sekhem son apenas algo más que metáforas, como las que solemos usar normalmente; khaybet fue una idea posterior que probablemente pertenecía al sistema del animismo y la brujería, donde la sombra daba sostén al hombre. El ran, nombre, pertenece parcialmente al mismo sistema, pero también era el germen de la posterior filosofía de la idea.

El objetivo de la religión egipcia era asegurarse el favor del dios. Apenas hay rastros de plegarias negativas para eludir el mal o alejar las influencias malvadas, y sí los hay de plegarias positivas para obtener favores concretos. De la parte de los reyes, esto es usualmente del tipo Jacob, ofreciéndole al dios la construcción de templos y servicios a cambio de la prosperidad material. El egipcio se hallaba esencialmente autosatisfecho, no tenía la confesión para el pecado o el error, ni pensaba en el perdón. En el juicio, afirmaba atrevidamente que estaba libre de los cuarenta y dos pecados que podrían impedir su entrada en el reino de Osiris. Si no conseguía establecer su inocencia al pesar su corazón, no había otra súplica puesto que quedaba consumido por el fuego y por un hipopótamo, por lo que no le quedaba la menor esperanza.

Fuente:
Flinders Petrie, W.M. La Religión de los antiguos egipcios. Cap. II, Ed. Abraxas, Barcelona, 1988

Arqueólogos checos encuentran una tumba egipcia de hace 4.500 años en Abusir

Tumba de Neferinpu Abusir

Foto: El profesor Miroslav Barta observa el sarcófago del sacerdote Neferinpu en la zona de las pirámides de Abusir. Foto por cortesía de iDNES.cz.

Los expertos checos, que trabajan en la región desde los años 70, descubrieron primero el complejo de tumbas de la familia de Neferinpu en 2006.

Un equipo de arqueólogos checos encontró una tumba intacta de hace 4.500 años en el área de las pirámides de Abusir, que pertenece a un dignatario egipcio, informó hoy el periódico “Mlada Fronta Dnes”.

Los egiptólogos descubrieron la entrada a la cámara de dos metros por cuatro a unos diez metros de profundidad, agrega la fuente.

“De pronto usted está frente a la puerta de una tumba que no fue saqueada. Uno experimenta las sensaciones de Indiana Jones”, indicó el diario citando al egiptólogo Miroslav Barta.

La tumba perteneció al sacerdote Neferinpu, que vivió y trabajó en el área de las pirámides en el siglo 24 a.C. o durante el antiguo reinado egipcio, señaló Barta.

Los expertos checos, que trabajan en la región desde los años 70, descubrieron primero el complejo de tumbas de la familia de Neferinpu en 2006.

La tumba, que contiene el sarcófago del sacerdote y muchos objetos de entierro, se había descubierto ya el pasado mes de noviembre, pero la noticia no se dio a conocer hasta no completar el registro de cada detalle.

Fuente: DPA, Praga, Rep. Checa / Milenio.com, 5 de enero de 2008


(2) Intact 4,500-year-old tomb found at Abusir

Czech archeologists found an intact 4,500-year-old tomb chamber of an Egyptian dignitary in the Abusir Pyramids area, the Mlada Fronta Dnes daily reported Saturday. The Egyptologists discovered the bricked-up entrance to the four- by-two-metre chamber at the bottom of a 10-metre-deep shaft, the report said.

“And then you are standing at the door of a tomb (that was) not burglarized. One experiences feelings of Indiana Jones,” the newspaper cited Egyptologist Miroslav Barta as saying.

The tomb chamber belonged to sacrificer Neferinpu who had lived and worked in the area’s pyramids in the 24th Century BC, or during the Egyptian Old Kingdom era of pyramid-building, the archeologist said.

The Czech scientists, who have been working in the region since the 1970s, first discovered the tomb complex of Neferinpu’s family in 2006.

They located and examined the sacrificer’s burial chamber which contains his sarcophagus and scores of burial objects in November but did not make their find public until they had completed recording every detail.

The burial chamber, which belonged to the priest Neferinpu, was hidden at the bottom of a ten meter deep shaft and the entrance to it was walled-up. When the entrance to it was found, scientists slowly dismantled the wall and lowered themselves in...

“A chamber of size roughly four by two meters was jammed with ancient artifacts. You musn’t rub against anything, in order not to damage any discovery. Everything must be photographed, mapped, sketched and numbered.”

It took three days, until November 12, at which point the scientists were able to open the lid of the sarcophagus. In it were lying the remains of the priest Neferínpu with decorations and jewelry. Afterwards they examined the remains and other objects, and only just now have made public the details of their unique discovery.

Source: Earth Times. January 7th, 2008