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Terrae Antiqvae

El hallazgo de un ara funeraria en Areal refuerza la importancia del Vigo romano

El hallazgo de un ara funeraria en Areal refuerza la importancia del Vigo romano

Foto: j. LORES

LA PIEZA, QUE ENGROSARÁ LOS FONDOS DEL MUSEO DE CASTRELOS, SERÁ EXHIBIDA ANTES EN LA SEDE DE LA XUNTA

"Esto no era el Lugo antiguo, pero tampoco la aldea que se creía", dicen los expertos tras el descubrimiento.

Los arqueólogos se mostraron ayer "impresionados" por el carácter "monumental" del ara funeraria romana que fue descubierta, hace dos semanas, en el solar ubicado en el número 16 de la calle Areal. Conservado en perfecto estado, este altar de piedra, fechado entre los siglos II y III después de Cristo, refuerza, según los expertos, "la gran importancia" que el Vigo romano tuvo en aquella época.

"Esto no era el Lugo antiguo, pero tampoco la aldea que durante muchos años nos hicieron creer", subraya Xulio Carballo, arqueólogo de la Consellería de Cultura de la Xunta.

Según los expertos, la franja litoral que va desde el Berbés al Areal constituía "el núcleo del Vigo romano" y, concretamente, "este espectacular hallazgo", tal y como lo calificaron ayer, "se sitúa justo en la zona que delimitaba la ciudad de los vivos (hacia el Casco Vello y el Berbés) de la ciudad de los muertos (hacia las calles Oporto y República Argentina)".

La pieza monumental, que pasará a engrosar en el futuro los fondos del Museo de Castrelos, será expuesta a partir de la semana que viene, y durante al menos quince días, en el vestíbulo del edificio administrativo de la Xunta de Galicia en la Praza da Estrela. "Así podrá ser visitado por todos aquellos ciudadanos que lo deseen", explicó Marta Souto, delegada de la Consellería de Cultura. Esta muestra temporal estará acompañada de paneles y fotografías explicativas del yacimiento en que se ultiman las excavaciones.

"Este tipo de hallazgos refuerzan la autoestima colectiva y demuestran que, salvo la ciudad de Ferrol, todas las principales urbes de Galicia tuvieron un papel destacado en la época romana", razona la responsable de Cultura en la provincia.

En el mismo solar en que se halló la pieza funeraria, los trabajadores de la empresa especializada Anta de Moura -"que están a punto de concluir sus trabajos en el yacimiento", precisó el también arqueólogo Xurxo Constenla-, "descubrieron varias estructuras de la época tardorromana que formaban parte de una construcción mayor".

Los arqueólogos hallaron en concreto dos estancias de planta cuadrada, semidestruidas, "que podrían corresponder a la cocina y al almacén de una vivienda", según apuntaron los expertos. Además, descubrieron "un patio interior a mayor altura y un semisótano, con granito y perpiaño, similares a los de la finca Mirambell".

Constancio II

Los arqueólogos también han recopilado de la zona fragmentos de ánforas y cerámicas "de tradición africana"; restos de vidrio y de cobre; y una veintena de monedas, una de las cuales fue acuñada en tiempos de Constancio II, hallazgos todos ellos que refuerzan la tesis de que sobre esta zona hubo un asentamiento romano consolidado.

Xurxo Constenla, en su intento por contextualizar el hallazgo, recordó que en 1953 ya habían aparecido en la zona una treintena de lápidas funerarias romanas, "de gran calidad", apostilló, justo en un solar que hace esquina entre las calles Pontevedra e Inés Pérez de Ceta (antes calle Hospital). Sin embargo, este yacimiento quedó prácticamente olvidado coincidiendo con el desarrollo urbanístico de toda la manzana.

Entre los años 1992 y 1993, nuevos descubrimientos en la zona no dejaron lugar a las dudas: existía un yacimiento arqueológico romano "de mayor importancia a la que se esperaba", indican los expertos, que sitúan "el Vigo romano entre los siglos I y VII de nuestra era".

Volviendo al ara funeraria, los expertos la califican de "texto histórico" que puede ofrecer muchos datos sobre la esperanza de vida en la época y otras particularidades del Vigo romano; desconocen la relación existente entre dos de los nombres de su epitafio; creen que estaba situada muy cerca del mar, en una pequeña cala; y que no tiene por qué corresponderse con dos tumbas aparecidas en las proximidades.

Fuente: Carlos García Machuca / VIGO / Faro de Vigo, 28 de marzo de 2006
Enlace: http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?
pIdNoticia=54640&pIdSeccion=2&pNumEjemplar=2582


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(2) Un equipo de arqueólogos descubre un ara funeraria romana en un yacimiento en pleno centro de Vigo

El hallazgo permite confirmar la existencia de una necrópolis romana en la zona

Un equipo de arqueólogos de la empresa Anta de Moura, especializada en excavaciones, ha descubierto en un yacimiento, en pleno centro de la ciudad de Vigo, varios restos romanos de los siglos II y III, entre los que se encuentra un ara funeraria de base cuadrada, que mide unos 40 centímetros de ancho por 180 centímetros de alto.

Según explicó hoy el arqueólogo de la delegación provincial de la Consellería de Cultura, Xulio Carballo, la importancia de este hallazgo, realizado la pasada semana, reside en el hecho de que, aunque sí hay muchos restos de estelas funerarias, no son habituales las aras (una especie de altares rituales) de tipo funerario. A esto se suma el hecho de que esta pieza está en "perfecto estado de conservación".

Por otra parte, otra de las peculiaridades del ara es el texto que se puede leer en el epígrafe grabado en la piedra, dedicado a dos personas cuyos apellidos no son frecuentes en la Hispania romana, por lo que, según Carballo, es posible que pertenezcan a emigrantes.

El texto explica que el ara funeraria está consagrada a los dioses Manes, y que fue puesta por "Iulia Ovia para su hijo, Iulio Ensio, de 32 años, y también para su queridísimo Duribdi Enepti", todo ello distribuido en once líneas, una característica que tampoco es habitual, ya que los textos suelen ocupar menos espacio.

Además de esta ara funeraria, en el mismo yacimiento se localizaron otras piezas, como una jamba decorada, trozos de cerámica o monedas, así como restos que no pueden ser recuperados por encontrarse muy deteriorados, como dos tumbas y parte del muro de una edificación.

ZONA DE DESCUBRIMIENTOS

Los últimos hallazgos fueron descubiertos en un solar de la calle Areal, donde hubo varias construcciones con anterioridad, la última, un edificio racionalista de los años 30, y se suman a otros de las últimas décadas, en el entorno de esa calle y de las vías adyacentes de Rosalía de Castro, Marqués de Valladares e Inés Pérez de Ceta.

En los años 50, las excavaciones realizadas entre las calles Pontevedra e Inés Pérez de Ceta, permitieron sacar a la luz una colección de 29 estelas, algunas de ellas funerarias, por lo que el descubrimiento de esta ara permite confirmar la existencia de una necrópolis en esa zona.

Según explicó Julio Carballo, todos los restos que se han podido recuperar en el solar de la calle Areal en los últimos meses serán expuestos en el Museo Municipal Quiñones de León, y el ara funeraria se mostrará antes en las dependencias del edificio administrativo de la Xunta.

Fuente: VIGO, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Enlace: http://www.europapress.es/europa2003/
noticia.aspx?cod=20060327175051&tabID=1&ch=71


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(3) Un ara funeraria romana muy especial. Insólito descubrimiento arqueológico en Vigo

Un equipo de arqueólogos de la empresa Anta de Moura, especializada en excavaciones, ha descubierto en un yacimiento, en pleno centro de la ciudad de Vigo, varios restos romanos de los siglos II y III, entre los que se encuentra un ara funeraria de base cuadrada, que mide unos 40 centímetros de ancho por 180 centímetros de alto.

Según explicó hoy el arqueólogo de la delegación provincial de la Consellería de Cultura, Xulio Carballo, la importancia de este hallazgo, realizado la pasada semana, reside en el hecho de que, aunque sí hay muchos restos de estelas funerarias, no son habituales las aras (una especie de altares rituales) de tipo funerario. A esto se suma el hecho de que esta pieza está en "perfecto estado de conservación".

Por otra parte, otra de las peculiaridades del ara es el texto que se puede leer en el epígrafe grabado en la piedra, dedicado a dos personas cuyos apellidos no son frecuentes en la Hispania romana, por lo que, según Carballo, es posible que pertenezcan a emigrantes.

El texto explica que el ara funeraria está consagrada a los dioses Manes, y que fue puesta por "Iulia Ovia para su hijo, Iulio Ensio, de 32 años, y también para su queridísimo Duribdi Enepti", todo ello distribuido en once líneas, una característica que tampoco es habitual, ya que los textos suelen ocupar menos espacio.

Además de esta ara funeraria, en el mismo yacimiento se localizaron otras piezas, como una jamba decorada, trozos de cerámica o monedas, así como restos que no pueden ser recuperados por encontrarse muy deteriorados, como dos tumbas y parte del muro de una edificación.

Los últimos hallazgos fueron descubiertos en un solar de la calle Areal, donde hubo varias construcciones con anterioridad, la última, un edificio racionalista de los años 30, y se suman a otros de las últimas décadas, en el entorno de esa calle y de las vías adyacentes de Rosalía de Castro, Marqués de Valladares e Inés Pérez de Ceta.

En los años 50, las excavaciones realizadas entre las calles Pontevedra e Inés Pérez de Ceta, permitieron sacar a la luz una colección de 29 estelas, algunas de ellas funerarias, por lo que el descubrimiento de esta ara permite confirmar la existencia de una necrópolis en esa zona.

Según explicó Julio Carballo, todos los restos que se han podido recuperar en el solar de la calle Areal en los últimos meses serán expuestos en el Museo Municipal Quiñones de León, y el ara funeraria se mostrará antes en las dependencias del edificio administrativo de la Xunta.

Fuente: Europa Press/Madrid / ABC.es, 27 de marzo de 2006
Enlace: http://www.abc.es/abc/pg060327/actualidad/cultura/
cultura/200603/27/ara_funeraria_romana_vigo.asp

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Felipe José Arias Vilas, Director Xeral de Patrimonio Cultural: "Vigo esconde aún muchos tesoros de la época romana"

"El ara funeraria de Areal es una pieza histórica de primera magnitud que nos puede dar muchas pistas".

El ara funeraria de la época romana encontrada en Areal puede aportar mucha información sobre el Vigo de los siglos II y III después de Cristo. El director xeral de Patrimonio Cultural, Felipe José Arias, la considera una "pieza excepcional". El hallazgo, que ya ha despertado expectación en la comunidad investigadora, se expone en el vestíbulo del edificio administrativo de la Xunta hasta el 4 de mayo.

- ¿Cuál es la singularidad que hace especial esta pieza respecto a otros restos hallados?

- Tiene varias. Aparece en un contexto arqueológico concreto, con estratos analizados y documentados, lo cual no es habitual en hallazgos con inscripciones. Luego la ara está completa. Tiene la parte para afincar en tierra, el campo epigráfico con el epitafio dedicado a los dioses Manes, y la parte decorativa, con un rallado muy característico de otras aras de la fachada atlántica gallega. Posee también un valor como documento histórico que puede informar de muchos aspectos -lengua, religión, onomástica, procedencia de los personajes...- del Vigo romano y del resto de Gallaecia; y un valor patrimonial que permitirá a la sociedad disfrutar de su origen. Es una pieza histórica de primera magnitud que nos dará muchas pistas.

- Es un altar de una familia politeísta. ¿Qué sabemos de Iulia Ovia tras un primer estudio?

- Es una familia pagana, lo cual es normal en el contexto del siglo II. El cristianismo en Galicia no empieza a entrar hasta el siglo III, y sólo en determinados ámbitos. Es una familia viguesa romanizada, aunque no podemos establecer si era latina o romana por el hecho de que la lápida esté en latín o por que el nombre Iulia también lo sea. Pudo haber sido una asimilación. Es una persona acomodada: por cada ara había cien enterramientos sin lápida.

- ¿Qué datos nuevos existen sobre el Vigo romano tras los últimos hallazgos?

- Las excavaciones nos hablan de una diversificación de funciones. Hay zonas de salinas, viviendas, algunas pobres y otras no, necrópolis... Hablamos de un núcleo urbano con una importancia económica grande y una sociedad dinámica y emergente.

-¿Cuál era su importancia en la Gallaecia y la fachada atlántica?

- No tenemos constancia de que Vigo fuese una civitas, pero sí que constituía un núcleo importante. A lo mejor dentro de 20 años tenemos una idea más clara de esa configuración física. Esta nueva pieza es un eslabón más para ir atando cabos.

- ¿Sus habitantes vivían fundamentalmente del mar?

- Estaban vinculados al mar, pero también al comercio y la agricultura puesto que se han encontrado molinos. La actividad estaba diversificada, y también había servicios: personas dedicadas a la recaudación de impuestos, cultos religiosos, etcétera.

- ¿Cree que quedan muchos tesoros arqueológicos ocultos del Vigo romano?

- Hay aún muchos escondidos de esta época, a tenor de la tradición de restos hallados. Queda mucho patrimonio por rescatar.

- ¿Cómo se va a recuperar?, ¿existe algún plan específico?

- El plan es seguir trabajando con excavaciones y estudios, y la investigación arqueológica debe ir en paralelo al desarrollo urbanístico. La sociedad también tiene que asumir que está ante un patrimonio y una documentación que no puede dejar perder.

Fuente: J. Pastoriza / Faro de Vigo.es, 5 de abril de 2006
Enlace: http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?
pIdNoticia=56346&pIdSeccion=2&pNumEjemplar=2590

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(2) El ara de la «romana viguesa» Iulia Ovia se expone en la Xunta

El hallazgo encontrado por los arqueólogos en Areal está muy bien conservado. El altar se mostrará al público durante quince días en el edificio administrativo.

La furia constructora se llevó por delante un edificio racionalista en el número 16 de la calle Areal; un inmueble que cualquier arquitecto con dos dedos de frente querría conservar. No pudo ser, pero al menos, los arqueólogos han podido sacar algo de provecho a la obra. Hace un par de semanas, el equipo de expertos de la empresa Anta de Moura que estaba trabajando en la rica excavación descubrió un yacimiento en pleno centro de la ciudad, con varios restos romanos de los siglos II y III, entre los que se encontró un hallazgo sin¡gular: un ara funeraria de base cuadrada, de 40 centímetros de ancho por 180 centímetros de alto.

Los arqueólogos se encontraro con un ara funeraria (un altar de piedra normalmente consagrado a una divinidad), en un extraordinario estado de conservación, con la siguiente inscripción en latín: «Consagrada a los dioses Manes. La puso Iulia Ovia para su hijo, Iulio Ensio, de 32 años, y también para su queridísimo Duribdi Enepti».

Cuando presentaron el descubrimiento, el arqueólogo de la Consellería de Cultura, Xulio Carballo; el arqueólogo jefe de la excavación, Xurxo Constela, y la delegada provincial de la Consellería de Cultura, Marta Souto, anunciaron que el altar de piedra encontrado se expondría durante 15 días en la entrada de las dependencias administrativas de la Xunta en Vigo para que el público pueda verlo. Y allí está desde ayer por la tarde, para que quien tenga curiosidad por el pasado romano de la ciudad, se acerce a uno de los objetos más evidentes de esta herencia.

A Castrelos

Los expertos también encontraron ánforas, fragmentos de cerámica negra común de cocina, fragmentos de vidrio y cobre, y una veintena de monedas, una de ellas muy bien caracterizada, de Constancio II de 337 e 354 después de Cristo. Los especialistas seguirán estudiando todas las piezas, que se trasladarán al Museo de Castrelos, y creen que el ara forma parte de la necrópoli viene siendo una parte de la misma que se encontró hace años en la misma zona.

Tres personas que vivieron en la ciudad hace 1.800 años

La importancia de este hallazgo se inscribe dentro del contexto de los descubrimientos realizados en distintas zonas de la ciudad que documentan el pasado romano de Vigo. El altar se puede situar cronológicamente entre los siglos II al V de nuestra era. Su singularidad radica en sus dimensiones, de 1,80 metros. Según aseguran los arqueólogos, «normalmente tienen cuatro líneas de epígrafe y la hallada tiene once. El ara nos desvela los nombres de tres personas que vivieron hace 1.800 años en Vigo, de apellidos poco comunes en la Hispania romana, así como pequeños aspectos de su vida privada. Puede que tardemos veinte años en encontrar algo así». En los años 50, las excavaciones realizadas entre Pontevedra e Inés Pérez de Ceta, permitieron sacar a la luz una colección de veintinueve estelas, algunas funerarias, por lo que el descubrimiento de esta ara permite confirmar la existencia de una necrópolis.

El solar está situado en el arranque de la población tardorromana que continuaba hasta el Casco Vello. El núcleo comenzaba en la intersección de las calles Pontevedra y Areal hacia el Casco Vello, mientras que en la otra dirección, hacia la calle Oporto, se situaría el cementerio romano. Mientras tanto, los arqueólogos siguen sin saber cuál era el nombre de Vigo en esta época. Apuestan por la denominación Vicus Helleni, por los helenos que habitaban en las construcciones castreñas. Tratando de explicar el pasado, los especialistas parecen estar contando exactamente la misma realidad viguesa de hoy en día: «las referencias a Vicus como aldea no tienen tanto que ver con que el asentamiento urbano fuera más grande o más pequeño, sino por no tener capitalidad o entidad administrativa», indicaban hace unos días. Hace dos mil años ya estábamos con las mismas.

Fuente: b.r.s., Vigo / El Correo Gallego, 5 de abril de 2006
Enlace: http://www.lavozdegalicia.es/ed_vigo/
noticia.jsp?CAT=111&TEXTO=4662068

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Vigo. La tal Iulia no era tan «Ovia»

Una catedrática* de Epigrafía aporta en Internet una traducción del ara romana hallada en el Areal diferente a la oficial.

Ya hace unos días que los expertos de la consellería de Cultura se desdijeron de la primera traducción realizada del epígrafe del ara romana hallada en un solar de la calle Pontevedra. Lo que no sabían estos especialistas es que les llegaría una ayuda inesperada por parte de los usuarios de Celtiberia.net, un portal especializado en historia y arqueología.

«Consagrada a los dioses Manes. La puso Iulia Ovia para su hijo, Iulio Ensio, de 32 años, y también para su queridísimo Duribdi Enepti». Así explicaban el mensaje los especialistas de la consellería, aunque días después ya anunciaban que habría que esperar varias semanas para conocer correctamente el petreo mensaje.

En el foro de Celtiberia.net no quisieron esperar tanto y comenzaron a salir varias interpretaciones. Así, una usuaria llamada A. M. Canto llega a la conclusión explicada de que el texto de la ara es: «Consagrado a los Dioses Manes. Julia, esposa de Ovius, dedicó (este ara) a su hijo Julio Fausto, de 33 años de edad, y a su nieta Durabia (?), de un día. A mis (seres) queridísimos». Comienzan las variaciones tanto en el nombre de nuestra romana como en sus familiares. «Sólo mantengo dudas acerca del nombre de la nietecita de Julia. Existe un paralelo del nomen Duravia (ILAlg II 4408), escrito con V, pero no descarto que pueda ser otro. La nena debió de morir nada más nacer, con un solo día de edad. Es frecuente en este caso no indicar el numeral I, no así si fueran II o más», explica Alicia Canto que además adelanta la cronología de la pieza hasta la primera mitad del siglo I.

Claro que la tal Alicia Canto observa el mensaje de la pieza romana a través de fotografías de internet, que poco a poco van mejorando en el citado portal. Esta mejoría facilita que A. M. Canto despeje sus dudas en posteriores intervenciones en este chat. De este modo llega su segunda tradución: «Consagrado a los Dioses Manes. Julia, esposa de Ovius, dedicó (este ara) a su hijo Julio Fausto, de 33 años de edad, y a la hija de éste, Duria Libas, su nieta. (Monumento dedicado) a mis (seres) queridísimos».

«Es, por tanto, la memoria sepulcral de Julio Fausto y su hija Duria Libas, erigida por su madre y abuela Julia, mujer de Ovius. Mantengo la cronología temprana por razones formales (aunque habría que esperar a conocer los materiales arqueológicos asociados), y añado que casi seguramente se trata de una familia de origen itálico», sentencia Alicia Canto, aunque después deja abierta la posibilidad de que Julia no sea la esposa de Ovius sino de Cutio, apellido frecuente en Italia.

Alicia Canto es una de las más importantes expertas en epigrafía romana que existe en España.

Artículo en Celtiberia.net
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1908

Fuente: Jorge Lamas / La Voz de Galicia, 21 de abril de 2006
Enlace: http://www.lavozdegalicia.es/ed_vigo/
noticia.jsp?CAT=111&TEXTO=4704454


** Felicidades por la cátedra Alicia. – José Luis


Queridos José Luis y colisteros:

Qué simpático que el periodista se haya hecho eco del interesante debate que tuvimos en Celtiberia sobre este curioso epígrafe, que tiene un paralelo anterior en la misma necrópolis. La pena es que, como las fotos mejoraron aún más y fueron vistas con más detalle, y algún colega aportó una sugerencia, al final mi lectura definitiva no fue la que él da, sino que quedó como sigue (copio del artículo, de mi mensaje de 10/04/2006, 21:52:01):

Transcripción:
D • M • S •
POS • IVLI
A • OVI • FI
LIO • IVLIO
FAVSTO • A
ANOR • XXXIII
ET • DVRBE
DIE • NEP
TI • SVE • CA
RISSIME
IS • MEIS

Desarrollo:
D(iis) M(anibus) s(acrum) / pos(uit) (hanc aram) Iuli/a, Ovi (o Quti, uxor),fi/lio Iulio / Fausto {a} / an(n)or(um) XXXIII, et (Iuliae) Durbe/di(a)e nep/ti su(a)e. Ca/rissim{e}/is meis.

Traducción:
Consagrado a los Dioses Manes. Julia, esposa de Ovio (o Qutio), dedicó (este ara) a su hijo Julio Fausto, de 33 años de edad, y a su nieta (Julia) Durbedia. (Monumento dedicado) a mis (seres) queridísimos.

Observaciones para entender mejor la lectura:
En línea 3 podría leerse también QVTI, con nexo VT. Hay además letras en nexo en las líneas 4 (LI), 5 (AV), 6 (AN y OR, ésta añadida luego, más débil), 7 (BE), y 11 (ME). La S de lín. 2 añadida, más débil. Al final de la lín. 5 aparece
tachada una A, la inicial de annorum, porque no cabía la N. En la lín. 7, al final el nexo BE se marca por un travesaño pequeño a media altura de la B, sobresaliendo por arriba el resto de la E. Acabando la lín. 10, el lapicida escribió por error de cálculo un ME en nexo, ya que seguramente pensaba abreviar CARISS(imis); al ver que le sobraría espacio, añadió una pequeña I sobre la interpunción que ya tenía grabada, y escribió por entero CA/RISSIM/IS MEIS.
......
Por lo tanto, es verdad que el "Duribdi Enepti" oficial (que fue lo que más me chocó y movió a leerla) quedó en una nieta, niña o jovencita, (Julia)"Durbedia", que es mucho más interesante, entre otras cosas, porque la familia
ya no será itálica sino galaica brácara, emigrada posiblemente desde cerca de Chaves, donde recuerdo como paralelos el "castellum Durbede" y el "Júpiter Durbédico". Por el tipo de letra diría que es más antigua de lo que ellos decían
(II-III), más bien dentro del siglo I aunque, como es lógico, habría que conocer el contexto arqueológico.

Saludos cordiales.

Alicia Canto

P.D.- Y tienes mucha razón, y agradeciendo la buena opinión del periodista,
¡ojalá las cátedras se pudieran ganar de esta forma mucho más descansada!

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