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Terrae Antiqvae

Pinturas mayas abren nueva ventana sobre los orígenes de esta civilización. Los murales más antiguos

Pinturas mayas abren nueva ventana sobre los orígenes de esta civilización. Los murales más antiguos

Foto: El fresco de la foto, de 9 metros de longitud y un metro de altura, y que muestra la creación del orden del mundo, fue descubierto en la pared de una habitación del sitio arqueológico San Bartolo, en Petén. Cerca de la pintura se encontró una sepultura real, la cual data de 150 años A.C.

Reportaje Fotográfico

Washington /.-Un grupo de arqueólogos encontró en Guatemala los murales mayas más antiguos descubiertos hasta ahora, pintados al menos un siglo antes de nuestra era y extraordinariamente bien conservados, que brindan nueva información sobre los orígenes de esta civilización precolombina.

Estas pinturas son “una obra maestra del antiguo arte maya (...) y abren una nueva ventana sobre el alba misma de esta civilización”, explicó ayer durante una teleconferencia el director del proyecto, William Saturno, profesor de la Universidad de New Hampshire y experto del Museo de Arqueología y Etnología Peabody de Harvard.

El fresco tiene nueve metros de longitud y un metro de altura, y está ubicado en la pared de una habitación de una pirámide recientemente descubierta, durante trabajos de excavación en San Bartolo, Petén, cerca de Belice.

Este equipo de arqueólogos también descubrió cerca del fresco la sepultura real maya más antigua conocida hasta ahora. Ambos hallazgos son únicos, porque datan del período maya preclásico (1500 antes de Cristo al 250 DC).

Obras policromáticas

Algunas partes del fresco parecen haber sido pintadas la víspera, se maravilló Saturno, e insistió en el extraordinario estado en el que se conservaron estas obras policromáticas. Los vestigios de este período maya encontrados hasta ahora estaban divididos en varios trozos muy desgastados.

“Comparado con la civilización occidental, es como si arqueólogos del futuro descubrieran un día las pinturas de Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, luego de haber conocido sólo períodos del arte moderno”, explicó, al precisar que en 2001 encontró por casualidad la habitación donde se encuentran los frescos.

Esta habitación con estos murales de gran calidad, que muestran la mística de la realeza maya, cambia todos los conocimientos que se poseen de los comienzos de esta civilización precolombina, destacó el arqueólogo.

Las pinturas muestran la creación del orden del mundo personificada en cuatro divinidades que son variaciones del hijo del dios del maíz. Estas divinidades simbolizan el agua, la tierra, el aire y el paraíso al este, donde el sol renace cada día.

“La calidad de estas pinturas muestra que los antiguos mayas trabajaron con un alto grado de sofisticación y elegancia mucho antes que las obras del período clásico de esta civilización en el siglo VII”, subrayó Saturno.

A pesar de haberse realizado mil 500 años después de los murales de San Bartolo, el código Dresde, uno de los cuatro documentos importantes de la época maya que sobrevivieron, contiene secuencias similares a las pinturas, por ejemplo sobre los sacrificios ofrecidos a los dioses.

No obstante, los signos utilizados en la escritura jeroglífica son difíciles de leer, explicó David Stuart, profesor de arte y escrituras mesoamericanas de la Universidad de Texas.

El sistema de escritura maya, que incluye 800 símbolos, es considerado por los arqueólogos como el más perfeccionado de los sistemas mesoamericanos.

Además de las pinturas murales, el equipo arqueológico dirigido por la guatemalteca Mónica Pellecer Alecio descubrió, a 1.6 kilómetros, un complejo funerario que probablemente contiene sepulturas de primeros reyes mayas.

En este complejo se encontraron jarros en cerámica y la osamenta de un hombre con una placa de jade (símbolo de la realeza) en su estómago.

El proyecto San Bartolo comenzó hace cinco años y se encuentra actualmente en la mitad del camino, señaló Saturno.

Este descubrimiento será objeto de un artículo en el número de enero de la revista National Geographic.

Por ahora, ese será el único lugar para conocer en detalle la historia de San Bartolo, pues el sitio no está abierto al público y no existen planes de hacerlo, para que no se estropeen sus tesoros.-

Fuente: AFP/EFE. / Prensa Libre, 14 de diciembre de 2005
Enlace: http://www.prensalibre.com/pl/2005/
diciembre/14/130073.html


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(2) El misterioso mural maya

El País.- Hace más de dos mil años, unos artistas mayas relataron la creación del mundo en un mural extraordinario en una ciudad de la selva de Guatemala. El mural fue pintado cerca de la tumba real más antigua de esa cultura. El descubrimiento, revelado ahora por un grupo de arqueólogos, está planteando más preguntas que respuestas.

Ambos hallazgos son únicos porque datan del período maya preclásico (1500 antes de Cristo al 250 DC), del que apenas hay restos, ha declarado Mónica Pellicer Alecio, la arqueóloga guatemalteca que dirige la excavación del túmulo. El lugar se conoce como San Bartolo y en él se levantaba una pirámide, rodeada de salas soterradas. La tumba, de alrededor de 150 años AC, contenía algunos huesos restantes de un cadáver que llevaba un pectoral y estaba rodeado de seis vasijas que fueron ofrecidas al rey muerto, entre ellas una con forma de sapo y otra con lo que parece ser la efigie del dios de la lluvia Chac.

"Estamos algo confusos aún, sobre todo por el sistema de enterramiento. Existía la creencia de que era más elaborado" en esa época, ha explicado Pellecer Alecio. La simplicidad de ese entierro real contrasta con la brillantez de la sala de murales, que data del 100 AC y que fue descubierta en la base de la pirámide.

Una vez en la vida

William Saturno, de la Universidad de Nueva Hampshire (EE UU), dio con ella de casualidad hace cuatro años, cuando para protegerse del sol se metió en una zanja abierta por saqueadores. Al iluminar las paredes con su linterna le deslumbraron los colores. "Fue algo que sólo se descubre una vez en la vida", ha dicho a la prensa Saturno, quien en 2001 comenzó su trabajo para desvelar los secretos de esa sala.

Primero se excavó el muro norte, cuyo mural muestra parte del mito de la creación maya, mientras que se constató que las paredes sur y este fueron destruidas por los propios pobladores. Faltaba la pared oeste, la central, y su contenido no defraudó a Saturno. "Me sobrecogió", ha confesado el arqueólogo. Lo que ha descubierto su equipo desde que la comenzara a limpiar en febrero es una pintura de nueve metros y medio de largo que muestra la creación del cosmos y la coronación de uno de los reyes mayas que dirigieron a su pueblo antes del período de apogeo de su cultura.

En el mural, el hijo del dios "maíz" figura en cuatro formas diferentes y sacrifica un ciervo -que simboliza el mundo terrestre y ofrece un pescado -el mundo acuático-, un pavo -el aire- y flores, la comida de los dioses, en una representación del paraíso del este donde renace diariamente el sol. En el mural también se narra el mito del propio dios maíz, que nace, muere y resucita para traer el sustento al mundo.

La última escena muestra la coronación de un rey maya real, con su nombre y título, que con su proximidad a los inmortales enfatiza el derecho divino al poder. Todo está contado con una paleta rica de azules, naranjas, grises, amarillos y blancos extraordinariamente preservados, y un dibujo de líneas finas lleno de detalles. Espirales rojas indican el viento, el aliento que sale de la boca de serpientes y el movimiento de las alas de los pájaros.

La ceremonia de la entronización y los atributos de la realeza son similares a las encontradas en períodos posteriores y demuestran la existencia de reyes en períodos antiguos, lo que había sido puesto en duda por algunos estudiosos, según Saturno. Pero como en el caso de la tumba, también son muchos los interrogantes sobre este hallazgo. "El uso de la sala es la pregunta más importante sin respuesta", de acuerdo con el arqueólogo, quien explicó que su hipótesis es que se trató de una pieza de preparación, donde el rey ensayaba los ritos que realizaría en público en la pirámide.

Otra incógnita la representan los textos en el mural, que son cientos de años más antiguos que los pasajes que los arqueólogos han aprendido a leer. Las excavaciones están financiadas por la National Geographic Society, entre otras instituciones de EE UU, la cual detallará los descubrimientos en el número de enero de su revista. Por ahora ése será el único lugar para conocer en detalle la historia de San Bartolo, pues el sitio arqueológico no está abierto al público y no existen por ahora planes de hacerlo, para que no se estropeen los tesoros que esconde.

Fuente: En Línea Directa, 14 de diciembre de 2005
Enlace: http://www.enlineadirecta.info/
nota.php?art_ID=38434


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(3) UC Riverside Archaeologist Part of Team Studying Early Maya Mural
Karl Taube helps interpret the imagery concerning the creation of the world, people, and the origin of kingship as well as a highly developed hieroglyphic script
(December 13, 2005)

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A detail from a sacred Maya mural at San Bartolo — the earliest known Maya painting, depicting the birth of the cosmos and the divine right of a king Photo by Kenneth Garrett © National Geographic

Archaeologists at an ancient Maya ceremonial site in Guatemala have uncovered the final intact wall of a large Maya mural dating from 100 B.C. that shows the mythology surrounding the creation of the world and a highly developed hieroglyphic script. A team that includes UCR Professor Karl Taube is in the midst of a five-year project to uncover the mural and reveal its story.

Before the excavation of the vividly painted mural, there was scant evidence of the existence of early Maya kings or of their use of elaborate art and writing to establish their right to rule.

The site, known as San Bartolo, contains a pyramid complex and several buried rooms. To the west of the pyramid where the mural room was discovered, archaeologists led by Guatemalan Mónica Pellecer Alecio found the oldest known Maya royal burial, from around 150 B.C. The latest finds at the site will be reported in the January 2006 issue of National Geographic magazine.

Project director William Saturno, of the University of New Hampshire and Harvard’s Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, said the mural room’s recently excavated west wall is a masterpiece of ancient Maya art that reveals the story of creation, the mythology of kingship and the divine right of a king. The 30-foot by 3-foot west wall mural shows two coronation scenes — one mythological, the other the coronation of a real king.

As project iconographer, Professor Taube's primary task is to identify and interpret the complex imagery appearing in the San Bartolo murals. He said the murals provide an unparalleled view of the early development of Maya mythology and art. “All too often such carvings are broken or heavily eroded,” he said. “In contrast, the murals at San Bartolo are in brilliant polychrome and extend for many meters along the chamber walls. Elaborate red spirals indicate wind, breath and aroma and can be seen exhaling from the mouths of serpents and other beings, and at the edge of bird wings to denote movement. The maize god appears no less than seven times in the currently exposed portion of the mural, giving us an unprecedented understanding of his attributes and mythology at this early date.”

Archaeologists have determined the mural is about 200 years older than originally thought. The team is in the midst of a five-year project to uncover the mural and reveal its story. The work at San Bartolo has been supported by grants from the National Geographic Society, the National Endowment for the Humanities, the Peabody Museum, the Annenberg Foundation and the Reinhart Foundation. The work is authorized by the Guatemalan Institute of Anthropology and History.

“It is in the interest of the Guatemalan state to support the archaeological research, the mural restoration and conservation program undertaken by Dr. Saturno and his team. We are also interested in implementing a conservation project with the objective of preserving the murals,” said Ervin S. Lòpez Aguilar, director of the Department of Prehispanic Monuments.

The first part of the west wall mural shows the establishment of order to the world. Four deities, variations of the same figure — the son of the maize god — provide a blood sacrifice and an offering in four cardinal directions as they set up the physical world. The deities move through the Maya universe. The first god stands in the water and offers a fish, establishing the watery underworld. The second stands on the ground and sacrifices a deer, establishing the land. The third floats in the air, offering a turkey, thereby establishing the sky; and the fourth stands in a field of flowers, offering fragrant blossoms, the food of gods, and establishing paradise in the east, where the sun is reborn daily.

The next section of the mural shows the maize god establishing the world center and crowning himself king upon a wooden scaffold. The final section traces his birth, death and resurrection, bringing sustenance to the world. The last scene shows a historic coronation of a Maya king, named and titled, receiving his headdress from an attendant. By acceding to the throne in the company of gods, the mural likely shows the king is claiming the divine right to rule from the gods themselves.

“The artistic and physical evidence of the Maya’s earliest kings revealed at San Bartolo is among the most important finds in Maya archaeology in the last few decades,” Saturno said. “It has opened a window into the very origins of Maya civilization. As we excavate the site further and piece together more images and glyphs from the mural fragments we have discovered, new surprises could be revealed.”

Photo Caption: Karl Taube
Related Links:
National Geographic News
Harvard University Peabody Museum
San Bartolo Maya Mural Project
Background for Prof. Taube
Additional Contacts:
Barbara Moffet, (202) 857-7756, National Geographic
Karl Taube, UCR archaeologist, (951) 827-3917
The University of California, Riverside is a major research institution. Key areas of research include nanotechnology, genomics, environmental studies, digital arts and sustainable growth and development. With a current undergraduate and graduate enrollment of more than 16,600, the campus is projected to grow to 21,000 students by 2010. Located in the heart of inland Southern California, the nearly 1,200-acre, park-like campus is at the center of the region's economic development. Visit www.ucr.edu or call 951-UCR-NEWS for more information. Media sources are available at http://www.mediasources.ucr.edu/.
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Fuente: Copyright 2005, Regents UC.
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