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Terrae Antiqvae

Monumental Cádiz romano en diez metros cuadrados

Monumental Cádiz romano en diez metros cuadrados Foto: En un perímetro de 10 metros cuadrados y en estas dos habitaciones puede apreciarse claramente la monumentalidad del edificio.

Concluye la excavación de la calle Jabonería, que ha puesto al descubierto la magnitud de un gran edificio público perteneciente al Foro.

Recién concluida la excavación en el solar de la calle Jabonería, los hallazgos que ha propiciado se confirman como "el primer gran vestigio de la Neápolis romana construida por los Balbo que aparece en Cádiz, a excepción del Teatro Romano, y que además nos ofrecen una imagen clara de la monumentalidad y la organización del espacio en los grandes edificios públicos de la época", según afirma la arqueóloga que ha dirigido la excavación, María Eugenia García Pantoja.

A pesar del reducido perímetro de la excavación, diez metros cuadrados, la contundencia de estos restos, constituidos por dos habitaciones con potentes muros adosadas a la roca natural, en las que se ha descubierto además un pozo y una escalera casi completa, es evidente y permite a cualquier observador imaginar la grandiosidad del edificio al que pertenecen, que tuvo al menos dos plantas.

Por Ana Tenorio, Europa Sur, 20 de abril de 2005
Enlace: http://www.europasur.com/europasur/articulo.asp?idart=1174906&idcat=1240

La arqueóloga explica que "con los elementos que tenemos no podemos asegurar a qué edificio concreto corresponden estas estructuras, pero lo que sí resulta evidente es que no se trata de una casa noble, un domicilio privado, sino de un gran edificio público, a tenor de los grandes muros que conforman estas dos habitaciones y del espacio que organizan". En ese sentido apunta -con todas las reservas sujetas a una posterior y más profunda investigación- que "todo parece indicar que nos encontramos ante uno de los edificios que conformaban el Foro de la ciudad. Podrían ser almacenes relacionados con el antiguo puerto, que en aquella época estaba muy próximo a este lugar, o bien la Basílica -donde se administraba la Justicia- o el macellum o mercado". Rechaza sin embargo que se trate de los restos del Anfiteatro, "ya que la situación, las estructuras y la disposición del espacio no se corresponden con esas edificaciones".

"La identificación del carácter de estos edificios -subraya la arqueóloga- se hace más complicada porque la configuración urbanística de la Gades romana no responde exactamente a los cánones clásicos de las ciudades del Imperio, ya que lo reducido del territorio geográfico obligó a modificar estos cánones y 'comprimir' la distribución de los espacios y edificaciones".

La excavación ha permitido documentar diversas épocas de ocupación de esta construcción romana, que sufrió a lo largo de trescientos años o más distintas modificaciones con reutilización de estructuras anteriores. Así, han aparecido restos de estructuras y suelos de época republicana -entre los siglos III y II antes de nuestra Era- o incluso más antiguos, algo que ha sido imposible determinar, debido a la ausencia de materiales que permitieran fechar la cronología con más exactitud. Datan de esta época los muros más importantes y los restos de gozne de una puerta de acceso a la habitación de al lado. "En tiempos de la construcción de la Neápolis de los Balbo -explica la arqueóloga- el uso del edificio se modifica, añadiéndole un pozo y una escalera que da acceso a una segunda planta, de la que se ha conservado perfectamente un tramo de ocho escalones de un metro de ancho. Los tres que faltaban los hemos podido recuperar entre los materiales de derrumbe". A un tercer periodo corresponden los restos de colmatación y abandono del edificio, en la segunda mitad del siglo I de nuestra Era, en la que se rellenó la zona baja del mismo. "La idea del abandono en ese momento- precisa la arqueóloga- se reafirma por la localización in situ de un enterramiento de incineración de urna de plomo, ya que dicha forma de enterramiento no alcanza más allá del siglo II".

Las estructuras halladas son espectaculares: un muro de 4 metros de alto, medio de ancho y 2,5 de largo, en el que, a 3,20 metros del suelo aparecen seis mechinales (agujeros para encajar las vigas) que indican al menos la existencia de una segunda planta. Este muro está excavado en la roca natural, excepto dos hiladas de sillares en la zona superior. Formando esquina con él y enfrente, se ha encontrado otros muro de 2,50 metros de alto, 0,50 de ancho y 2 de largo, realizado en mampostería. Frente a este segundo muro, a una distancia de dos metros y medio, se ha excavado un tercero, también de mampostería, de 2,95 metros de alto, 0,50 de ancho y 10 de largo. Adosada a éste apareció la escalera, que está reforzada por un muro de mampostería de 0,40 metros con pilastras de piedra ostionera y, junto a ella, el pozo, que tiene un diámetro de 1,70 metros y está construido con sillares de piedra ostionera y excavado en el firme natural. En opinión de la arqueóloga, "es muy posible que se trate de un pozo de mareas, que bien podía ser utilizado para el servicio de las personas que se encargaran del mantenimiento del lugar".

A pesar del largo periodo de uso que tuvo este edificio en época romana -se han localizado hasta cinco o seis suelos diferentes a lo largo de tres siglos- no se han hallado materiales asociados a él, lo que dificulta una datación más precisa de los restos más antiguos. Esta ausencia de materiales se explicaría, según apunta María Eugenia García, por el hecho de tratarse de un lugar de uso público sin una función doméstica, que es la que suele aportar estos materiales. "Sí hemos encontrado -afirma- numerosos fragmentos de mármoles, estucos, sillares y cornisa, que refuerzan la idea del importante carácter de esta construcción".

La excavación ha aportado asimismo, en niveles superiores, restos de periodos históricos anteriores, que dan fe de los distintos momentos de ocupación.

Por encima de los vestigios romanos y alterando los niveles de relleno de esa época, se ha hallado una gran fosa que ha proporcionado abundantes materiales de la época del Cádiz islámico: candiles de piquera, jarras colador y otros utensilios domésticos como alcadafes o taifoles. "Estos materiales -indica la arqueóloga- revisten gran interés tanto por su calidad y estado de conservación como por- que suponen la constatación de una ocupación islámica que rebasaría los límites del recinto del Barrio del Pópulo y se extendería hasta esta zona del arrabal de Santa María".

Más arriba se han encontrado también restos de una vivienda del siglo XVI, con un gran patio asociado a un muro de mampostería, y otros vestigios que atestiguan la ocupación del lugar desde el siglo XVIII hasta nuestros días.

Sin embargo, aunque el Barrio de Santa María está considerado como una de las probables ubicaciones del Gadir fenicio, la excavación, en la que se ha llegado hasta la roca natural, no ha aportado ningún indicio de ocupación en esa época.

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Cádiz. Un suelo transparente permitirá visitar el hallazgo de Jabonería


La remodelación del proyecto permitirá compatibilizar la construcción de viviendas en el solar con la puesta en valor de los restos romanos.

La revitalización del Barrio de Santa María ha sido la premisa principal que ha guiado a los responsables de Cultura y Obras Públicas de la Junta de Andalucía a dar una solución conjunta a los restos del edificio romano descubiertos en el solar de la calle Jabonería tras los trabajos de Rehabilitación del Casco Histórico. De esta forma, la nueva construcción de viviendas contemplará la posibilidad de visitar los restos arqueológicos "a través de un suelo traslúcido en la planta baja del edificio", según explicó el delegado provincial de Obras Públicas, Pablo Lorenzo.

"La manera de compatibilizar la visita del hallazgo con la vida diaria de las personas será dotar a la planta baja de una zona de metacrilato o cristal, mientras que las viviendas irán dispuestas en la parte superior", continuó Lorenzo en la mañana de ayer durante una visita al solar de Jabonería en la que estuvo acompañado de la delegada provincial de Cultura, Bibiana Aído, y el delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán.

Aunque esta medida puede resultar costosa, tanto la arqueóloga encargada de los trabajos, María Eugenia García Pantoja, como el propio delegado de Obras Públicas destacaron la importancia de conservar el hallazgo como visitable. "Es una forma de dotar al Barrio Santa María de mayor valor e interés cultural. Con estas actuaciones conseguiremos convertir la zona en un centro de atracción para visitantes sin dejar de lado la rehabilitación del barrio", apuntó Lorenzo. "Aunque un suelo de esas características sea costoso es una manera de revertir la inversión pues el barrio tendrá una mayor importancia cultural. Un buen ejemplo es todo lo que se está haciendo en El Pópulo", coincidió García Pantoja.

Por su parte, Gómez Periñán hizo hincapié en la intención de "mejorar las condiciones" de los restos encontrados "que pueden ayudar a esclarecer el pasado histórico de Cádiz". Un hallazgo que constituye "a excepción del teatro romano, el primer vestigio de la Neápolis romana en Cádiz construida por los Balbos", como recordó la arqueóloga.

Aunque del hallazgo –compuesto por dos habitaciones con muros adosados a la roca natural, pozo y escalera– no puede aún precisarse su tipología, todo apunta a "un edificio de mucha entidad por la escasez de cerámicas encontradas", según resolvió Aído. La delegada de Cultura aprovechó esta visita para "agradecer" al equipo de Rehabilitación del Casco Histórico "la facilidad" que ha posibilitado en la ejecución de los trabajos arqueológicos. "Una vez más ha sido posible conciliar el desarrollo urbanístico de la ciudad con el interés cultural, sobre todo teniendo en cuenta donde nos encontramos", concluyó la responsable de Cultura de la Junta.

El encargado de sacar adelante este nuevo proyecto en el solar, localizado en el Barrio de Santa María en el espacio ocupado por las fincas de las calles Jara Quemada nº 4, Callejón del Moro nº 18 y 20 y Callejón de la Cancela nº1, será el arquitecto Cano Lasso, que tendrá que compatibilizar el bloque de viviendas con la visita a los restos.

La excavación, que comenzó el pasado 4 de octubre de 2004, ha resultado ser una investigación de gran interés ya que ha contribuido a conocer momentos cruciales de la historia de Cádiz. De los cuatro momentos de ocupación que se distinguen en las estructuras supervivientes, la época romana queda reflejada en tres etapas: la época republicana o anterior, época de la Neápolis de los Balbo (siglo I antes de nuestra Era) y el abandono del edificio en la segunda mitad del siglo I de nuestra Era. Pero además de su relevancia histórica, la arqueóloga destaca el nivel de conservación: "Aunque el perímetro es pequeño es impresionante lo que se ha encontrado. Apenas hay hueco para la imaginación".

Pendientes de la arqueometría

La arqueometría es la unión entre la arqueología y la conservación del patrimonio con las ciencias experimentales, una ciencia con una metodología concreta que se aplicará a los restos encontrados en el solar de Jabonería con la intención de recabar datos más certeros de la tipología del edificio. "Someteremos los mármoles, estuco, pastas cerámicas y ánforas encontradas a un estudio de arqueometría, ya que los trabajos arqueológicos han concluido", explicó la arqueóloga María Eugenia García.

"Para concretar qué tipo de construcción es se suele contemplar la estructura entera del edificio pero en este caso el perímetro no puede ampliarse por la cercanía de otras viviendas", continuó. A pesar de ello, la arqueóloga desecha la idea de una edificación noble y apunta sus hipótesis hacia "un edificio público, aunque no puedo asegurar nada". Lo que el estudio de la arqueóloga aclara sin dilación son las cuatro épocas a la que pertenecen los restos encontrados: "Pertenecen a ocupaciones desde el siglo XVIII hasta nuestros días, una vivienda del XVI, material de los siglos XII y XIII y los restos romanos".


Fuente: Tamara García, Diario de Cádiz, 27 de abril de 2005

Enlace: http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1221828&idcat=827

1 comentario

Justo Juliá Juliá -

Cuando se construyó el que fué destinado a INP, al lado de las puertas de tierra, se halló una necrópolis que fué rápidamente rellenada con los cimientos, para no demorar las obras de la construcción del edificio. Allí se encuentra sepultada e ignorada, ya que al suceso no se le dió mucha publicidad