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Terrae Antiqvae

Sevilla. Dos estelas tartésicas, halladas en el campo

Sevilla. Dos estelas tartésicas, halladas en el campo

Foto: Una de las dos estelas tartésicas aparecidas en la Sierra Norte de Sevilla.

Hallazgo casual. La Guardia Civil encontró las dos piedras, de una antigüedad entre 3.100 y 3.200 años, en una ronda rutinaria en la Sierra Norte de Sevilla.

La Guardia Civil de Sevilla, en una actuación conjunta efectuada con arqueólogos y profesores de la Universidad de Sevilla, ha localizado dos estelas tartésicas de gran valor y en bastante buen estado de conservación en un punto de la Sierra Norte de Sevilla no determinado por razones de seguridad, puesto que próximamente se espera peinar la zona por si quedasen más vestigios como los hallados, que se calcula que tienen una antigüedad de entre 3.200 y 3.100 años.

Según ha informado la Benemérita, el hallazgo, que ha sido fortuito, se ha producido gracias a la actuación de los integrantes de una Patrulla Rural de la Guardia Civil de Sevilla, quienes durante su vigilancia rutinaria se percataron de la existencia, en medio del campo, de una piedra de generosas proporciones, las mismas que coincidían con la fisonomía de una estela tartésica.

Por Felipe Villegas, EFE/Europa Sur, 19 de marzo de 2005

Ante la sospecha -dada su instrucción y sensibilización en el campo patrimonial- de que se trataba de un vestigio arqueológico y no de un simple pedrusco, el instituto armado solicitó la colaboración de varios profesores de la Universidad de Sevilla, cuya presencia en el lugar permitió localizar otra estela más.

Las dos piezas ya han sido puestas a buen recaudo en las dependencias de la Guardia Civil y se está a la espera de que la delegación provincial de Cultura, cuyos técnicos han seguido de cerca la operación, se haga cargo de las mismas y de su traslado hasta su lugar natural, el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla.

El hallazgo ha sorprendido porque si bien en el valle del bajo Guadalquivir, ámbito donde se desarrolló la llamada cultura tartésica, aparecieron con anterioridad algunas estelas -de hecho, a éstas se las conoce también como estelas del suroeste o estelas del Bronce final-, no deja de sorprender que en pleno siglo XXI sigan manteniéndose prácticamente in situ este tipo de manifestaciones culturales tan ancestrales.

Y que presenten, además, tan buen estado de conservación y tanta rareza tipológica en una de ellas. Las estelas en cuestión, que pueden medir casi dos metros, no son excesivamente monumentales en esta ocasión; antes bien, las dimensiones de la que más ha llamado la atención de los investigadores tiene 80 centímetros de largo por 60 de ancho y 25 de fondo. Su peso alcanza los 120 kilos.

Se trata de una piedra sedimentaria que tiene dos figuras antropomórficas que representan a un hombre y a una mujer, según se interpreta, así como dos espadas y un escudo. Todas las figuras han sido talladas en la roca y su estilo es sumamente esquemático, el característico de esta era.

Estas estelas vienen a sumarse a las ya atesoradas en el Museo Arqueológico, descubiertas en localidades como Burguillos, El Coronil, Setefilla, Carmona y Écija.

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Nota: Inserto aquí, por su interés, un comentario de Alicia Mª Canto, de julio de 2008, que debería aparecer al final, detrás del de Angel García Morán, ya que el sistema no permite añadirlo de forma manual donde debería ir.

Sr. García Morán: Aunque tarde, al tropezarme casualmente hoy con estos viejos comentarios, y leer el suyo, no quiero dejar de darle las gracias. En efecto, las mías fueron impresiones para José Luis, sobre la marcha y por sólo sobre una pobre foto, aunque ya dejaba como conclusión el necesario margen para la prudencia ("en fin, habrá que esperar más datos y mejores fotos…"), todo lo cual creo que no justificaba la excesivamente agria, y diría que maleducada, reacción del Sr. García Sanjuán, que se califica por sí sola, sobre todo porque el mundo de las estelas de guerrero no es un arcano, un "misterio" vedado para todo el que no sea prehistoriador de título.

 

Véase la diferencia de estilo con el Dr. Sebastián Celestino, quien, como buen profesional, se ciñó a argumentar científicamente su opinión contraria (lo que es bastante más convincente). Y al que, por cierto, le consta mi interés especial por estas estelas, que data de cuando calculo que el futuro Dr. Gª Sanjuán debía de estar todavía en el cole, y aunque sólo fuera porque un familiar cercano trabajaba en ellas hacía tiempo y todo el día rodaban por casa.

 

Pero, a modo de curiosa y complementaria postdata/verificación, acabo de ver que las dos estelas (ésta es la nº 2), ahora se sabe que aparecidas en Almadén de la Plata (cuyas canteras romanas de mármol, por cierto, tuve el placer de descubrir hacia 1976, y publicar en AEspA 1977-178 - http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=650393-, junto con vados, puentes y restos de la calzada romana), HAN SIDO PUBLICADAS EN 2006 POR EL DR. GARCÍA SANJUÁN ET AL. (http://www.grupo.us.es/atlas/documentos/articulos/lgarciayotros_tp63-2.pdf). Lógicamente, con tan buenas fotos mi opinión hubiera sido distinta.

 

Pero lo más simpático es que en este artículo, ya plenamente científico, el propio Dr. García Sanjuán creo que viene a demostrar que la estela que arriba comenté daba muy buenos motivos para, como superficialmente lo hice, ser vista como una “rareza” dentro de las estelas conocidas, y que además unía dos elementos que, en efecto, hasta entonces se presentaban por separado y con distintas fechas. Copio lo más llamativo de lo que él mismo finalmente dice en su estudio de 2006 (uso mayúsculas por la inexistencia aquí de enriquecimiento de textos):

 

«…la composición de la Estela 2, con dos antropomorfos representados con idéntico tamaño y posición equilibrada (y dominante), es bastante EXCEPCIONAL. En principio, las estelas con más de un personaje son bastante ESCASAS (totalizan 14) […] Ahora bien, EN NINGUNO DE ESTOS CASOS SE DA, SIN EMBARGO, LA COMBINACIÓN QUE MUESTRA LA ESTELA 2 DE ALMADÉN DE LA PLATA… en este sentido, la estela 2 de Almadén de la Plata es ÚNICA DENTRO DEL REGISTRO ACTUALMENTE CONOCIDO… ESTA ESTELA RESULTA EXCEPCIONAL puesto que, de hecho, ROMPE LA DICOTOMÍA tradicionalmente establecida entre “estelas de guerrero” y “estelas diademadas”, presentándose, por así decir, como LA PRIMERA “ESTELA CON PERSONAJE GUERRERO Y PERSONAJE DIADEMADO”, LO CUAL DEMUESTRA LA COETANEIDAD o coexistencia temporal […] Estela 2. Esta estela presenta una combinación de motivos EXCEPCIONAL, que incluye dos antropomorfos de idéntico rango jerárquico (en cuanto a tamaño y posición), de los cuales uno está armado y el otro “diademado”…»

 

Por último, en cuanto a la datación de las estelas, parece que el Sr. García Sanjuán viene a confirmar también lo que yo pensaba acerca de la fecha que se le daba a la estela en la noticia, que era demasiado antigua (arriba: «...una antigüedad de 3.100-3.200 años" nos lleva al 1.200-1100 a.C., ¿no parece demasiado? Sobre todo para además llamarlas "TARTÉSICAS"...»). Ahora él dictamina, en 2006, pág. 147: “...que se fecha en c. siglo IX ANE (García Sanjuán 2005a; 2005b), lo cual está dentro del arco cronológico que se viene considerando como aceptable para las estelas de guerrero”.

 

Dicho sea ya de paso, como última curiosidad, el adjetivo “tartésica/s” no se utiliza ni una vez en el artículo de 2006… pero sí aparecía en la noticia de 2005 para clasificar la estela, y nada menos que cuatro veces. No creo que tal atribución cultural fuera cosa de la Guardia Civil, ni del periodista... ;-), digo yo que sería de los “arqueólogos y profesores de la Universidad de Sevilla”. Pero bien dicen que “rectificar es de sabios”, y me alegro por él.

 

En fin, que, para no ser prehistoriadora, creo que mi valoración, aunque rápida, coloquial, de lejos y con sólo una mala foto, no era después de todo tan “inexperta”, “atrevida”, “temeraria” y “alocada”… En todo caso, Sr. García

Morán, esperando que algún día también se las tropiece también, aquí le dejo, con mis saludos, las gracias para Ud. Por saber ser objetivo y, sobre todo, un caballero."

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El reino mítico de Tartessos

Introducción

La existencia del imperio tartessio ha sido discutida durante mucho tiempo. Hoy en día es una certeza histórica, ha dejado de ser un mito. Realmente, el nombre de Tartessos representa un enigma que las investigaciones arqueológicas e historiográficas han ido cubriendo de veracidad desde que el historiador alemán Adolf Schulten iniciase la búsqueda de la mítica ciudad a la que los griegos veneraban como la más fértil y rica de toda Europa, identificándola con alguna de las existentes en el valle del Guadalquivir. Tartessos fue un país en el que existía un Estado regido por una monarquía.

Tartessos fue el primer estado organizado que se formó en la Península Ibérica, hacia finales del segundo milenio antes de Cristo, y que adquirió una extraordinaria personalidad política y cultural.

Las primeras noticias de Tartessos nos llegan a través de la Biblia, en cuyo Antiguo Testamento se habla de los reyes de Tarsis, ricos en plata, hierro, estaño y plomo, que comerciaban mediante naves con Fenicia y Palestina.

Los griegos sitúan en este reino al mítico rey Gerión, gigante con tres cabezas al que Hércules debió enfrentarse para robarle sus bueyes por encargo de los dioses.

Pero, sobretodo, la fuente más precisa la constituye el historiador griego Heródoto, que nos narra cómo unos navegantes griegos de Samos fueron arrastrados más allá del estrecho de Gibraltar (las columnas de Hércules) por el viento de levante, y trabaron amistad con el rey Argantonio, que les dió gran cantidad de plata para
construir una muralla que protegiese su ciudad de los ataques de los medos.

Aunque han fracasado hasta hoy todos los intentos de encontrar los restos de su capital, existe hoy día abundante material arqueológico de la cultura tartésica obtenido en lo que fueron otros asentamientos de menor importancia (El Carambolo, La Joya, Cancho, Roano, etc).

La incierta localización de Tartessos

Según Schulten el nacimiento de Tartessos tiene su origen en la llegada de pueblos procedentes de Asia Menor, más avanzados culturalmente como la mayoría de los deesta zona, y que tras arribar a las costas andaluzas se convirtieron en la clase dominadora, ejerciendo su poder desde el Algarve portugués hasta el levante español. Este pueblo era originario de Lidia, los Tirsenos, y empujados por otros pueblos desplazados de Europa, iniciaron un éxodo hacia occidente, que les llevó a fundar civilizaciones como Tartessos o Etruria, un pueblo ubicado en la península itálica y que también se reviste de algunos caracteres casi mágicos. Esta emigración se produjo en torno al 1.200 a. C.

Antiguos historiadores griegos y romanos nos hablan de que Tartessos fue el nombre que en un pasado remoto recibió el río Betis (Guadalquivir) y describen a la capital tartesia como situada en una isla, en la desembocadura del río, aunque otros dicen que Tartessos era el antiguo nombre de Gadir (Cádiz).

Sabemos que sus dominios se extendían por todo el sur peninsular, hasta las proximidades de Cartagena, donde fundaron la ciudad de Mastia y en las proximidades de Malaka (Málaga) poseían una isla consagrada a Noctiluca.

El problema reside en que estos escritores de la antigüedad dan dos localizaciones para la ciudad, que para unos estaba en la desembocadura del Guadalete y para otros en la del Guadalquivir. Todo se complica si consideramos que, en aquella época, lo que hoy son marismas formaban un gran golfo oceánico, el Lago Ligustinus, y el Guadalquivir podría haber desembocado al mar en un lugar diferente al actual.

La mayoría de los expertos se inclina, a pesar de todo, por situar a Tartessos en la barra que separa actualmente el océano de las marismas, entre los brazos que formaba en su desembocadura el Guadalquivir y próxima al lago, y así la hemos señalado en el mapa.

La gran cantidad de aluviones depositados por el río, que ha colmatado con ellos el antiguo lago, explica por sí misma la dificultad que entraña la localización de la ciudad, que quizás se encuentre enterrada bajo una espesa capa de sedimentos. Su hallazgo y excavación es, quizás, el mayor reto de la arqueología andaluza.

Los reyes tartesios.

Gerión


El décimo de los doce trabajos que Euristeo impuso a Hércules, según la mitología fue el robo de los bueyes de Gerión, rey de Tartessos. Se trata de un ser fantástico dotado de tres cuerpos o, en algunas versiones, de tres cabezas, con el que el héroe griego se enfrentó victoriosamente. No tenemos noticias históricas de este personaje.

Norax

Rey mítico de Tartessos, nieto de Gerión, que conquistó Cerdeña y fundó la primera ciudad que hubo en esta isla, de nombre Nora.

Gárgoris

Rey mítico de Tartessos, descubrió el uso de la miel, según Trogo Pompeyo, historiador romano del siglo I a. de C. Según el mito, reinaba en los bosques, mientras que Gerión gobernaba en las islas.

Habis

Hijo de Gárgoris fue abandonado en el bosque y alimentado por las fieras. Después fue arrojado al mar, que lo devolvió y fue criado por una cierva. Capturado por unos cazadores fue reconocido por su padre y proclamado rey. Es el prototipo de rey sabio, que dio las primeras leyes a su pueblo y le enseñó a domesticar los bueyes y a uncirlos al arado. Sus sucesores reinaron durante varios siglos. Se trata, también, de una leyenda transmitida por griegos y romanos.

Argantonio

Rey histórico de Tartessos que vivió en la segunda mitad del siglo VII a. de C. y en la primera mitad del siglo VI a. de C., cuyo nombre (argentum es plata en latín) parece hacer referencia a la riqueza minera de su reino.

REFERENCIAS HISTORICAS.

A continuación una selección de textos históricos que hacen referencia a Tartessos. Bajo cada texto y según el caso, la obra y autor; los números hacen referencia a capítulos, párrafos, etc.; también se da información sobre el autor y las fechas en que vivió.

Tarsis en la Biblia

"Los reyes de Tarsis y de las islas le ofrecerán sus dones..." Libro segundo de los Salmos 72,10

"Los de Tarsis traficaban contigo en gran abundancia de productos de toda suerte; en plata, hierro, estaño y plomo te pagaban tus mercancías." Libro de Ezequiel 27,12

Tartessos según los griegos

"Parece ser que en tiempos anteriores llamose al Betis Tartessos y a Gades y a sus islas vecinas Eriteia. Así se explica que Etesícoro, hablando del pastor Gerión dijese que había nacido enfrente de la ilustre Eritrea, junto a las fuentes inmensas de Tartessos, de raíces argénteas, en un escondrijo de la peña." Estrabón 3,2,11 (geógrafo e historiador griego, -63 a 21)

"Y como el río tiene dos desembocaduras, dícese también que la ciudad de Tartessos, homónima del río, estuvo edificada antiguamente en la tierra colocada entre ambas, siendo llamada esta región Tartéside." Estrabón 3,2

"Acto seguido los samios partieron de la isla y se hicieron a la mar ansiosos de llegar a Egipto, pero se vieron desviados de su ruta por causa del viento de Levante. Y como el aire no amainó, cruzaron las Columnas de Hércules y, bajo el amparo divino, llegaron a Tartessos. Por aquel entonces ese emporio comercial estaba sin explotar, de manera que a su regreso a la patria, los samios con el producto de su flete, obtuvieron, que nosotros sepamos con certeza muchos más beneficios que cualquier otro griego..." Heródoto 4,152 (historiador griego, -484 a -420)

"Los habitantes de Focea fueron los primeros griegos que realizaron largos viajes por mar y son ellos quienes descubrieron el Adriático, Tirrenia, Iberia y Tartessos. No navegaban en naves mercantes sino en pentecónteras. Y al llegar a Tartessos hicieron gran amistad con el rey de los tartesios, cuyo nombre era Argantonio que (como un tirano) gobernó Tartessos durante ochenta años y vivió un total de ciento veinte. Pues bien, los focenses se hicieron tan amigos de este hombre que, primero los animó a abandonar Jonia y a establecerse en la zona de sus dominios que prefiriesen, y, luego al no poder persuadirles sobre el caso, cuando se enteró por ellos de cómo progresaba el medo, les dio dinero para rodear su ciudad con un muro. Y se lo dio en abundancia, pues el perímetro de la muralla mide, en efecto, no pocos estadios y toda ella es de bloques de piedra grandes y bien ensamblados. Heródoto 1,163

Tartessos según los romanos

"Aquí se extienden con amplitud las costas del golfo tartesio...aquí está la ciudad de Gadir... Fue llamada, antes, Tartessos, ciudad grande y opulenta en tiempos antiguos... El río Tartessos, deslizándose por campos abiertos desde el Lago Ligustino, ciñe la isla por ambos lados con su corriente. Y no corre por un solo lecho...sino que proyecta tres brazos sobre los campos; con dos desembocaduras, baña también las zonas meridionales de la ciudad." Avieno, "Ora marítima" (poeta romano, siglo IV)

Testimonios asirios.

Inscripción asiria publicada por O. Schröder, Kleinschrifttexte aus Assur, Leipzig, 1920 "Anaku-ki, Kaptara-ki, las tierras más allá del mar superior (del Mediterráneo), Dilmun, Magan, las tierras más allá del mar inferior (el Golfo Pérsico) y los países desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, que Sargon, el rey del mundo, conquistó tres veces".

Inscripción de época de Asaradon publicada por Messerschmidt, Kleinschrifttexte aus Azur historischen Inhaltes, 1911. "Los reyes del medio del mar, todos ellos del país de Iadnan (Chipre), del país Iaman (Iavan) hasta el país de Tarsisi, se inclinan bajo mis pies".

ECONOMÍA Y SOCIEDAD

Los tartessios practicaban una agricultura evolucionada, eran buenos navegantes y pescadores, trabajaban los metales y conocían la escritura. La explotación minera (cobre, plata, oro) y el tráfico del estaño les llevó a un activo intercambio comercial.

Era fértil en toda clase de frutos, riquísimo en oro, plata, estaño y hierro, y abundante en ganados.

Hay que destacar un dato indiscutible: la enorme importancia que Tartessos, gracias a su privilegiada situación minera, tuvo en las economías griega y fenicia. El resto de Europa no tenía minas de importancia (o no se habían descubierto todavía); por contra, la costa andaluza era rica en todo tipo de metales, especialmente el estaño (fundamental para formar la aleación del bronce) y la plata. Tal riqueza ya había estimulado la formación de grandes culturas en la zona desde el tercer milenio antes de nuestra era, como la cultura de Almería o Los
Millares.

Ello explica que los fenicios, abandonando la isla Cerdeña, fundaran Cádiz aproximadamente en el año 1100 a. C. Los metales de la zona, tanto la plata como el bronce, eran suficiente atracción como para fundar una colonia donde los mercaderes abastecieran de metal a la metrópoli. Con todo, Tartessos no fue un simple emporio de metales, sino un verdadero pueblo de trabajadores metalúrgicos. Este hecho está avalado por la gran cantidad de objetos manufacturados encontrados en las diferentes excavaciones, especialmente los yunques y herramientas típicas del trabajo del metal, así como el descubrimiento de vetas de mineral agotadas en el siglo VI a. C. A cambio, Tartessos recibía telas, ámbar, cerámica y objetos de adorno procedentes de las más diversas zonas de Oriente, con lo que su cultura y sus tipos decorativos se orientalizaron. Más aún, parece que la entrada en la península ibérica de materias alimenticias tan fundamentales como el vino y el aceite se debe, precisamente, a los intercambios comerciales entre Tartessos y los fenicios.

Según escritores antiguos los tartessios eran expertos metalúrgicos, el país era rico en oro, plata, y especialmente en cobre. Tenían una agricultura próspera con canales de riego, y el olivo y la vid proporcionaban grandes cosechas. También la ganadería era importante con ganado vacuno, caprino, ovino y porcino. La obtención de sal era también pieza fundamental de la riqueza tartessia; la pesca y especialmente los moluscos eran también objeto de consumo. Viajeros atrevidos, los redondos barcos tartesios llegaron a las islas Británicas llevando calderos de bronce y escudos y después al noroeste de Francia obteniendo estaño y plomo a cambio.

La civilización tartésica tuvo una economía próspera y una cultura superior a las que en el primer milenio a.C. se daban en occidente, más parecida a las del oriente. Fueron un pueblo que basó su economía en la minería, el comercio marítimo y la agricultura. Aprovecharon la riqueza minera de la región y gozaron de una avanzada industria metalúrgica. Además, fueron grandes navegantes.

Aunque no existen datos sobre las naves que utilizaron, el hecho de que trajesen estaño desde el norte, hace suponer que sus naves eran sólidas y rápidas. Probablemente también disponían de otras naves que surcaban el Guadalquivir para llevar a la costa la materia prima con la que después comerciaban. El río fue el centro de esta civilización y en su entorno crecieron las ciudades más importantes. En el campo agrícola y ganadero, los toros, la oveja, que producía una lana rojiza, el trigo o la miel fueron sus principales productos. El olivo lo introdujeron en la península los fenicios.

La sociedad tartéssica, tan rica y especializada, estuvo, sin duda, fuertemente jerarquizada. Existió una élite aristocrática dominante que, mitológica e históricamente, queda representada por la milenaria monarquía de Tartessos. Por si ello fuese poco, la demanda de metales fue tan grande que, a partir del siglo VIII a. C., existe la casi total certeza de un comercio entre Tartessos y las costas atlánticas (Galicia, la Armórica y las Islas Británicas), que abastecerían de estaño, plata y plomo (indispensable para la fundición) a la sobrepujada economía del sur peninsular. Pesca y ganadería tuvieron que completar el panorama económico de El Dorado de la Antigüedad, especialmente esta última.

ARTE Y CULTURA

Con respecto al arte, los tipos orientalizantes, especialmente influidos por el arte fenicio, son los que dominaron el gusto artesanal de Tartessos. Así, se observa en los diferentes objetos extraídos de excavaciones arqueológicas, como ánforas y vasos (de cerámica y de vidrio), que muestran una riquísima decoración polícroma. Mención aparte merece el formidable tesoro encontrado en el poblado de El Carambolo (Sevilla) en 1958 (21 piezas de oro guardadas en un lebrillo); las hipótesis sobre su uso apuntan bien hacia una interpretación como aderezo masculino o bien como adornos para una estatua, tal vez de un toro. Los estudios de Juan de Mata Carriazo sobre los materiales encontrados revelan que los habitantes de Tartessos, dedicaron gran parte de su riqueza a la compra o elaboración de diferentes objetos de oro y plata, en especial brazaletes, diademas, gargantillas, cotas pectorales, collares, pulseras, cinturones, anillos y pendientes. La decoración geométrica y las pinturas diversas forman parte tanto de la cultura fenicia orientalizante como de la primitiva decoración griega, las dos mayores influencias del arte tartéssico.

Con respecto al bagaje cultural de los tartéssicos, la principal fuente es Estrabón. Habla de los turdetanos (sucesores del pueblo tartessio) como el más culto pueblo de la península. Así pues, Estrabón habla de los anales y leyes conservadas por escrito desde los tiempos del rey Argantonio, lo que hace suponer que la tradición de letras venía desde antiguo. Para corroborar tal dato, las excavaciones arqueológicas han descubierto gran cantidad de lápidas o estelas funerarias con caracteres alfabéticos en su exterior. El sistema de escritura tartéssico o turdetano es consonántico y fue usado desde el 700 (?) al 200 a. C. El sentido de la lectura es de derecha a izquierda.

Otro escritor griego, Éforo, cita varias leyes (aunque sería mejor utilizar el término "costumbres") tartésicas, como la prohibición a los jóvenes para testificar contra los ancianos (rasgo de jerarquización social). Con respecto a los cultos, se cita todo un elenco de santuarios en la zona dedicados a la adoración de diferentes divinidades, especialmente al sol, a la luna y a varias fuerzas semidiabólicas. Se dice que en una isla cerca de Málaga había un santuario donde adoraban a la Luna y otro, cerca de las costas del Algarbe, donde adoraban a los vientos.

Sus dioses eran las estrellas, adoraban al Sol y a la Luna; respetaban mucho a los ancianos y eran hospitalarios y de gran liberalidad. Amaban artes como la danza o la música.

Compendio de la Ora Marítima sobre Tartessos

"Tartesos está en una isla del golfo de su nombre, en el cual desemboca el río Tartesos, que baña sus murallas después de pasar por el lago Ligustino. El río forma en su desembocadura varias bocas, de las cuales tres corren al Oriente y cuatro al Mediodía, las cuales bañan la ciudad. Arrastra en sus aguas partículas de pesado estaño, y lleva rico metal a la ciudad de Tartesos. Cerca se halla el "Monte de los tartesios", lleno de bosques, y el "Monte argentario", sito sobre la laguna Ligustina, en cuyas laderas brilla el estaño. La ciudad de Tartesos está unida por un camino de cuatro días con la región del Tajo o el Sado, y por otro de cinco días con Mainake, donde los ricos tartesios poseían una isla consagrada por sus habitantes a Noctiluca. El límite oriental del dominio de los tartesios estuvo en tiempos en la región de Murcia y el occidental en la zona de Huelva".

DIRECCIONES DE INTERNET Y BIBLIOGRAFÍA.

En las siguientes direcciones y libros podemos ampliar información acerca de Tartessos. De algunas de ellas hemos tomado textos y referencias para la sección "introducción histórica" de esta web. Quede constancia y vaya por delante nuestro agradecimiento. No obstante si alguien se siente plagiado en algún texto sólo tiene
que hacérnoslo saber y se suprimirá.

- "Tartessos, tres mil años de enigma". Jorge Alonso. Editorial Genil, Granada, 1983

- "Desciframiento de la lengua iberico-tartessica".Fundación Tartesos S.L. Barcelona, 1996.

- "El templo de Melkart", Gonzalo Millán del Pozo Imagine Ediciones. Madrid, 2001.

-"Cuadernos Historia 16, nº 40". Blanco, Antonio y Blázquez José María, Tartessos Ed. Información y Revistas S.A., Madrid 1985.

-"Historia de España Ilustrada" .Regla, Juan.. Ed. Ramón Sopena S.A., Barcelona 1968

-"Ideología Y poder en tartessos y el mundo ibérico". Almagro Gorbea, M. Madrid, 1996.

-"Tartessos y los orígenes de la colonización fenicia en Occidente" Blázquez, J. M. Salamanca, 1975.

-"Tartessos. La ciudad sin historia" Maluquer, J. Barcelona, 1970.

- "Sociedad y mundo funerario en tartessos " Torres Ortiz, M. Madrid, 1999.

-"Reflexiones sobre los escudos de las estelas tartésicas",Boletín de la Asociación Española de Amigos de la Arqueología, 23 Bendala Galán, M. 1987, pp. 11-17.

-" Historia de España Ilustrada", Regla, J. 1968, Barcelona, Ed. Ramón Sopena.

- "Notas sobre las estelas decoradas del Suroeste y los orígenes de tartessos", Bendala Galán, M. 1977, en Habis 8, pp. 321-330.

- "Tartessos", Bendala Galán, M. 1985 en Historia General de España y América, Madrid, Rialp, pp. 595-642.

- "Los enigmas de tartessos "Alvar, J. y Blázquez, J. M. Eds. 1993, Madrid, Cátedra.

- "Tartessos y El Carambolo " Carriazo, J. de M.1973, Madrid.

- "Tartessos" Maluquer de Motes, J. 1979, Barcelona, Destinolibro.

- "Tiro y las colonias fenicias de Occidente "Aubet, Mª E. 1994:. Crítica. Barcelona.

- "Ideología y poder en Tartessos y el mundo ibérico "Almagro, M.,
Madrid. 1996

- "El hombre de la plata". Arsenal, León. Valdemar 2000

Enlaces en Internet recomendados:

http://www.contestania.com/Escrituraiberica.htm
http://www.arrakis.es/~jmra/historia.htm
http://argantonio.elsendero.es/riqueza/076a.html
http://perso.wanadoo.es/emilio10/tartessos.htm
http://www.arrakis.es/~pepeluis/schulten.htm
http://ctv.es/tarso/HistoriaH.html
http://utopiaverde.org/historia/historia-antigua/tartessos/home.html
http://www.isocanda.org/adn/0597doc.htm
http://www.proel.org/alfabetos/tartesio.html

9 comentarios

J.R.C -

Los verdaderos protagonistas de estos hallazgos y otros son el que descubrio la primera estela y el Sr. arqueologo provincial a los cuales no se le da ninguna importancia,ustedes llevan buscando por la zona un monton de años y sin embargo apenas todavia la conocen,hay que patear mucho para y tener preparacion para poder ver lo que otros con mas medios no ven, rompo una lanza por los olvidados,AH y las estelas son totalmente autenticas.Mas modestia por favor.

Angel Gomez-Moran -

De todos modos convendrIa que D.SebastiAn Celestino PErez y el Sr. GarcIa San Juan, leyeran en esta misma revista, apartado HISPANIA ROMANA, los comentarioa al artIculo sobre ALAVA-IRUNNA-VELEIA, para ver la muy diferente forma de exponer una duda. AquI simplemente Da. Alicia Canto expresa no gustarle nada (algo muy respetable). En el de Iruna-Veleia acusan a los directores de excavaciOn de enterrar y falsear todas las pruebas. Es decir les imputan un delito. Creo que la opiniOn hay que respetarla, la imputaciOn ya no tanto. Debieran puEs en el artIculo que menciono,los citados directores de excavaciON, o contestar o tomar medidas jurIdicas.

Angel Gomez-Moran -

DESDE SERVIDOR EXTRANJERO SIN ORTOGRAFIA HISPANA. VOCAL ACENTUADA=VOCAL MAYUSCULA// ESPAGNA=ESPANNA

Dando la enhorabuena a D. Sebastian Celestino Perez por su comentario y a D. Leonardo Garcia SanjuAn por el hallazgo. DesearIa puntualizar que habiendo leido los comentarios de la Sra. Alicia Canto se ve que estAn hechos en un tono totalmente amistoso y coloquial, sin deseo mas que de transmitir su parecer a su amigo Jose Luis coautor del artIculo(al que comienza felicitando por lo escrito y por su cumpleannos). No creo que la Sra. Alicia Canto haya deseado realizar una expertizaciOn ni descatalogaciOn de la pieza, sinO mas bien expresar su parecer y su rareza de un modo muy coloquial (y sin saber ha herido la sensibilidad de sus descubridores). Rareza que se comprende mas cuando, se intitula el trabajo como el hallazgo de unas estelas tartessicas de 3200 annos (Epoca anterior no solo a la de la supuesta fundaciOn de Tartessos, sinO tambiEn a la de CAdiz...).
Por lo demAs, la foto de la estela es realmente rara. Pero ello puede deberse a brillos,y sobre todo a la limpieza momentanea que se la haya dado (siguiendo con una madera sus surcos -que es lo que le darIa ese aspecto de "nueva"). Todo ello, no significa mas que que en esa foto precisamente tiene un aspecto muy raro, algo que le hizo escribir en este tono coloquial a Alicia Canto lo que escribiO. No creo esta profesora haya querido poner en duda la pieza, ni el descubrimiento; sinO mas bien hacer este tipo de comentario a un amigo.
DAndole la enhorabuena por la informaciOn que adjuntan sobre Tartessos (y bibliografIa) en el artIculo; y rogando perdOn por entrometerme al Sr.Garcia Sanjuan, asI como a D. Sebastian Celestino PErez. Angel Gomez-Moran

Noé -

hola, lo primero querria felicitar a la directiva de estapágina por que me parece muy interesante, soy un chaval de 16 años que me gusta la historia y la arquología tanto que la tengo como hobbie, he visto esta estela y se me ha venio a la mente una que ví en las proximidades de mi pueblo, soy de valverde de leganes y en esta zona se an encontrao unas cuantas pues la que yo ví tiene mas elementos que esta pero no tieneninguna forma femenina, la estela se la encontraron en la sierra de alor, en elivenza y me parece que está en el museo provincial de Badajoz, un sincero saludo y hasta más ver.

zoila -

la pagina esta muy interesante

Leonardo García Sanjuán -

Como responsable del descubrimiento de la estela a la que se hace referencia aquí deseo informar a los visitantes de esta página de que ninguno de los comentarios u opiniones vertidos por periodistas en los artículos que se reproducen tiene mayor validez científica. Son en la mayoría de los casos comentarios escasamente documentados escritos por periodistas que desconocen de lo que hablan. Esta estela (así como la otra que no aparece citada en las noticias de prensa) está siendo objeto de un estudio científico en profundidad por un equipo de la Universidad de Sevilla coordinado por mí mismo. Con respecto a las opiniones vertidas por la profesora Alicia Canto debo decir que me resulta absolutamente extraordinario que alguien se atreva a opinar sobre "autenticidades" o "falsedades" de piezas arqueológicas de forma tan gratuita (y temeraria), a partir de una foto de muy escasa calidad publicada en una web. Lo normal en la arqueología científica es hacer este tipo de valoraciones a partir de exámenes minuciosos de las piezas, no de valoraciones alocadas a partir de una foto, máxime cuando no se especialista en el tema (la profesora Canto ni siquiera es prehistoriadora). Los comentarios del profesor Celestino Pérez, quien sí es, evidentemente buen conocedor de estas piezas, dejan bastante claro la gratuidad de los comentarios de Canto, por lo que no abundaré en ello. Las piezas son por supuesto auténticas, y a su debido tiempo serán objeto de una publicación científica.

Sebastián Celestino Pérez -

La estela publicada no ofrece ninguna sorpresa al corpues de las ya conocidas, es más, confirma las hipótesis de la contemporaneidad de ambos tipos de personajes, masculinos y femeninos, en las estelas, algo que por otra parte ya se argumentó en trabajos especializados. Una estela de este tipo ya fue publicada en 1982 procedente de la localidad cordobesa de El Viso, donde se representaron dos guerreros y una mujer en el centro con la misma diadema que la que ofrece el antropomorfo femenino de la estela sevillana. Pero además, hay otros ejemplos en las estelas cacereñas de Torrejón el Rubio, concretamente la II (femenina) y la III (masculina) con unas tipologías muy similares a las que aquí se muestran. Por último, el escudo es muy similar al que ofrecen otras estelas svillanas procedentes de Écija, que también presentan un casco de cuernos idéntico al que presenta el guerrero. Tampoco entiendo por qué se pone en duda la estela por el tamaño que tiene, cuando está en la media de las halladas en el resto del Suroeste. En definitiva, creo que es una estela magnífica que confirma algunas de las hipótesis ya esbozadas y, además, se ha encontrado en una zona muy idónea con la presencia de estos monumentos, en lo que se considera el área periférica de tartesos. Sin duda que han sido muy generosos con la cronología de la pieza que, en ningún caso, debe sobrepasar el siglo IX, aunque el VIII parecer´´ia más ajustado. Felicidades por publicar de forma tan rápida la estela y ojalá que se pueda documentar arqueológicamente el lugar del hallazgo, eso sí que sería una enorme noticia.

Alicia Mª Canto -

Olvidaba añadir, lo que hice en el mensaje a TA, que son dos "muertos", cosa también extraña, la cuadratura exagerada de los hombros, que el escudo parece un donut, y el ductus tiene aspecto de reciente. Además tenemos el pequeño tamaño, y la cronología que les dan: "una antigüedad de 3.100-3.200 años" nos lleva al 1.200-1100 a.C., ¿no parece demasiado? Sobre todo para además llamarlas "tartésicas"...

Alicia M. Canto -

José Luis, una información complementaria estupenda. Por cierto, ¡felicidades por tu santo!
Pero, Dios me perdone (¿por qué me habrá hecho tan escéptica?), pero lo que se ve de esta estela no me gusta nada, pero nada... Mezcla elementos de dos épocas distintas, mete una mujer, y encima la escotadura en V del escudo resulta bastante inverosímil... En fin, habrá que esperar más datos y mejores fotos. De todos modos, es fantástico que nos llegue una noticia de éstas a las pocas horas de su publicación, gracias.